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La '''fenomenología''' (del griego: φαινόμενoν: "apariencia", λογος: "estudio, tratado") es una parte o [[ciencia]] de la [[filosofía]] estudia y analiza los [[fenómeno]]s lanzados a la [[conciencia]], es decir, las [[esencia]]s de las cosas. Dicho de otro modo, la fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos (fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (psiquismo, la conciencia).


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Lo que vemos no es el objeto en sí mismo, sino cómo y cuándo es dado en los [[actos intencionales]]. El conocimiento de las esencias sólo es posible obviando todas las

Revisión del 23:22 21 jun 2010

La fenomenología (del griego: φαινόμενoν: "apariencia", λογος: "estudio, tratado") es una parte o ciencia de la filosofía estudia y analiza los fenómenos lanzados a la conciencia, es decir, las esencias de las cosas. Dicho de otro modo, la fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos (fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (psiquismo, la conciencia).

Lo que vemos no es el objeto en sí mismo, sino cómo y cuándo es dado en los actos intencionales. El conocimiento de las esencias sólo es posible obviando todas las presunciones sobre la existencia de un mundo exterior y los aspectos sin esencia (subjetivos) de cómo el objeto es dado a nosotros. Este proceso fue denominado epoché por Edmund Husserl, el padre de la fenomenología y se le caracteriza por poner entre paréntesis la existencia de las cosas; es decir, va a las cosas mismas.

Husserl introduce más tarde el método de reducción fenomenológica para eliminar la existencia de objetos extramentales. Quería concentrarse en lo ideal, en la estructura esencial de la conciencia. Lo que queda después de esto es el ego transcendental que se opone al concreto ego empírico. Ahora con esta filosofía se estudian las estructuras esenciales que hay en la pura conciencia, el noemata y las relaciones entre ellos.

La fenomenología también es un método. A diferencia del método cartesiano que tomaba por "real" todo aquello que fuera primero dudado y luego pensado de manera "clara y distinta", el método fenomenológico toma por real todo aquello que es pensado de manera clara y distinta y puesto en perspectiva temporal. Así, hoy se habla de una psicología, una politología, una historiología fundamentadas explícitamente por el método fenomenológico y se trabaja en un desarrollo de las ciencias matemáticas y físicas, por poner algunos ejemplos.

La conciencia en la fenomenología

La fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos (fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (siquismo, la conciencia).

La conciencia es intencional, está lanzada al futuro. Es un "ir hacia" que busca, encuentra y sobrepasa lo encontrado.

La conciencia se mueve en tres tiempos (imaginación, sensación y memoria como futuro, presente y pasado). Los tiempos de conciencia se dan indisolublemente en estructura primando siempre el "ir hacia", la intención. En la conciencia, a diferencia del tiempo público que va desde el pasado hacia el futuro, puede estar en el pasado "recordando" algo mientras experimenta la sensación que le produce ese recuerdo. Recuerdo que no se presenta pasivamente sino que es evocado por una necesidad de futuro (intencionado).

El primado del futuro coloca a la conciencia frente al problema de la muerte (finitud), de tal manera que no hay acto en ella que en última instancia no esté relacionado.

La conciencia trabaja en estructura con el mundo, por lo cual hablar de un fenómeno es indisoluble de hablar de la conciencia y a la inversa; para hablar de la conciencia siempre tendremos que hacerlo con un fenómeno.

Entendemos por descripción fenomenológica a toda descripción que se haga de la conciencia referida a un fenómeno desde el punto de vista de la temporalidad.

Entendemos por reducción fenomenológica a la intención que pone conciencia en todo acto, en todo fenómeno. De ahí que en toda descripción fenomenológica lleve implícita en su desarrollo su correspondiente reducción fenomenológica. Y a su vez, no es posible hacer una reducción fenomenológica sin su correspondiente descripción fenomenológica.

La intención que pone conciencia en un acto, también se llama esencia y es el objeto de la reducción fenomenológica.

Solipsismo y Fenomenología

Una de las acusaciones que se le hacen a la Fenomenología es su presunta incapacidad de llegar al "objeto en sí", en cuanto independiente de la Conciencia. Autores tan imnportantes como José Ortega y Gasset, solamente al final de su vida, concedieron a la Fenomenología una posibilidad de ruptura con el solipsismo.

Este problema es resuelto por Heidegger apelando a un análisis de la temporalidad. Dirá que el tiempo para la conciencia que lo experimenta no es una sucesión de instantes "del pasado al futuro", sino un "ir hacia el futuro (finitud) que va cobrando conciencia de su ir. Ejemplificando: Uno va hacia su muerte, y en este ir va "siendo", de tal manera que lo que es, es "en la muerte". Una representación de conciencia, en cuanto a su temporalidad, no se entiende si no es "como acumulación del momento anterior" que va fluyendo en el tiempo, hasta su final, de momento que ya "es" en su final. En un momento dado, esa representación "conserva" los elementos añadidos en el tiempo.

Ahora bien, por la comprensión de la propia finitud, se cae en cuenta que el "mundo", en cuanto temporalidad, tiene la misma estructura. Las cosas no "desaparecen", se conservan en un "ir yendo" hacia su finitud, de tal manera que solamente son en su finitud.

De ahí que en su origen, conciencia nace del mundo, está en todo momento en el mundo y su destino es en el mundo, que como mundo, tiene una temporalidad más extendida que la conciencia. Pero tienen en común su misma estructura temporal.

Dirá Heidegger que es la dificultad en asumir la propia finitud, la que impide ver que el tiempo no es una "sucesión de instantes hasta el infinito". No es de un pasado hasta el futuro infinito, entonces. Es de un finitismo que, en su conclusión revela la historicidad intrínseca de todo fenómeno, sea este del yo-observador, de la representación intencionada ó del objeto "en sí" en el mundo.

Por otro lado: Tenemos noticia del objeto del mundo a través de la sensación. Sensación que estructurada es dada en conciencia como percepción. Puesto que en conciencia no se puede dar ningún fenómeno que no sea "espacializado",con un color y una extensión (Husserl), no cabe otra manera de entender cómo conciencia puede atrapar una sensación que no sea "espacializada en sí". También, cuando dejamos un objeto, y al cabo de un rato volvemos a tocarlo, se nos revela una "acumulación temporal", en el sentido de que el objeto como percepción "no desaparece para conciencia", mantiene su historicidad intrínseca como objeto.

Sintetizando: En conciencia y en "el objeto en sí en el mundo", en esencia, todo es un "ir hacia" (futuro) y un dar "cuenta de algo"(pasado) que se da en la forma de espacialización (momento presente). Esto plantea una dificultad de comprensión que se resuelve teniendo copresente el registro de la propia finitud del que se interroga por la existencia real del mundo, que no se da a conciencia independientemente del observador, pero es comprendido por ella en el sentido de "lo que estaba, lo que está y lo que estará cuando yo no esté". Y es imposible verlo solamente desde la ingenuidad del "momento presente", en el cual toda representación siempre es para conciencia "conciencia de algo" y no una mera "fotografía" despojada de su intencionalidad. De ahí que sea una ingenuidad tratar de hacer descripciones y reducciones fenomenológicas sin tener copresentemente, por parte del que las realiza, el registro de su propia finitud.

Fenomenólogos

Aunque el término "fenomenología" fue usado muchas veces en la historia de la filosofía antes de Husserl, el uso moderno de la palabra está ligado explícitamente a su método particular. A continuación se presenta una lista cronológica de pensadores importantes en el desarrollo de la fenomenología, con comentarios breves de sus contribuciones:

El uso posterior del término está basado principalmente en, o (críticamente) relacionado con, la presentación de Husserl y la explicación de una ontología por esencias. Esta rama de la filosofía se diferencia de otras en que tiende a ser más "descriptiva" que "explicativa".

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