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Venustiano Carranza sin embargo, respondió enviando a uno de sus más brillantes generales, [[Salvador Alvarado]], para someter a los rebeldes y recuperar el gobierno yucateco para su causa. Convencido Ortiz Argumedo de lo inútil de sus esfuerzos para conservar el poder por la vía del convencimiento a Carranza, intentó, otra vez con el apoyo decidido de los capitalistas yucatecos, de oponer la fuerza de las armas. Constituyó un ejército bien pertrechado con el oro henequenero y dispuso la defensa de Mérida desde poblaciones de Campeche.
Venustiano Carranza sin embargo, respondió enviando a uno de sus más brillantes generales, [[Salvador Alvarado]], para someter a los rebeldes y recuperar el gobierno yucateco para su causa. Convencido Ortiz Argumedo de lo inútil de sus esfuerzos para conservar el poder por la vía del convencimiento a Carranza, intentó, otra vez con el apoyo decidido de los capitalistas yucatecos, de oponer la fuerza de las armas. Constituyó un ejército bien pertrechado con el oro henequenero y dispuso la defensa de Mérida desde poblaciones de Campeche.


Alvarado llegó a Campeche en los primeros días de marzo de 1915. El día 14 tuvo los primeros enfrentamientos con las fuerzas argumedistas a las que derrotó. El día 16, en [[Halachó (municipio)|Halachó]] se consumó la derrota definitiva de los rebeldes. Ortíz Argumedo, conociendo los hechos militares, partió de Mérida hacia el oriente rumbo a Valladolid. De ahí siguió hacia [[El Cuyo]] con el pretexto de que ahí recibiría armas del extranjero. La verdad es que en en ese puerto tenía planeado embarcarse para el extranjero. Zarpó hacia [[Cuba]] llevándose el tesoro estatal con él, junto con otros fondos privados que sus patrocinadores le habían confiado.<ref name="Yucatán en el tiempo">
Alvarado llegó a Campeche en los primeros días de marzo de 1915. El día 14 tuvo los primeros enfrentamientos con las fuerzas argumedistas a las que derrotó. El día 16, en [[Halachó (municipio)|Halachó]] se consumó la derrota definitiva de los rebeldes. Ortíz Argumedo, conociendo los hechos militares, partió de Mérida hacia el oriente rumbo a Valladolid. De ahí siguió hacia [[El Cuyo]] con el pretexto de que ahí recibiría armas del extranjero. La verdad es que en en ese puerto tenía planeado embarcarse para el extranjero. Zarpó hacia [[Cuba]] llevándose el tesoro estatal con él, junto con otros fondos privados que sus patrocinadores le habían confiado.


== Llegada de Salvador Alvarado a Yucatán ==
== Llegada de Salvador Alvarado a Yucatán ==

Revisión del 04:19 23 may 2010

La revolución mexicana en Yucatán es un proceso que se desarrolla con una cierta independencia del movimiento social nacional por virtud del relativo aislamiento de la Península de Yucatán del resto de la república mexicana y de las condiciones que prevalecían en esta región de México en los albores del siglo XX cuando Francisco I. Madero hace estallar el movimiento armado en el país.[1]

En efecto, Madero al escapar de la prisión a que lo había sometido el porfiriato, huyó a los Estados Unidos, desde donde lanzó un manifiesto, conocido como el Plan de San Luis, en el que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910. El conflicto armado tuvo lugar en primera instancia en el norte del país, posteriormente se expandió a al centro y el sur de México y más tarde al sureste de la república. Después de que las fuerzas revolucionarias iniciales tomaran Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia. Esto, sin embargo, no habría de terminar el proceso revolucionario que apenas se iniciaba.

En Yucatán, sin embargo, la rebeldía hacia el régimen desgastado de Porfirio Díaz había tenido ya manifestaciones violentas desde meses antes de que se pusiera en marcha el Plan de San Luis. El proceso de descomposición social que de alguna forma encontraba su raíz en la entonces recién concluida Guerra de Castas, buscaba salidas políticas y los grupos locales se disputaban el poder público que había sido monopolizado regionalmente por los seguidores del dictador, encabezados en Yucatán por Olegario Molina quien a la sazón ya operaba desde la capital de la república, con la cartera de Secretario de Fomento que tenía en el gobierno de Díaz. [1]

Rebelión de Valladolid (Plan de Dzelkoop)

Lo que algunos llamaron la primera chispa de la revolución mexicana,[2]​ se dió en la ciudad de Valladolid el 4 de junio de 1910 y consistió en una insurrección que si bien se dio al margen del Plan de San Luis y fuera del contexto de la estrategia de Francisco Madero, significó una manifestación rebelde y armada en contra de la dictadura porfirista que estuvo concatenada, finalmente, con el movimiento revolucionario nacional. Esta rebelión fue producto del denominado Plan de Dzelkoop, cuyo manifiesto iniciaba al siguiente tenor:

“Los que abajo suscribimos, ciudadanos mexicanos en el pleno ejercicio de nuestros derechos, nos hemos reunido espontáneamente para acordar las medidas indiscutibles y urgentes, a fin de evitar que el Estado sucumba en manos de un gobierno déspota y tirano; gobierno formado por una sola familia de esclavistas cuya única ambición es apoderarse de todas las principales riquezas del país, y reducir al sufrido pueblo a braceros de sus ricas propiedades. El actual gobierno no es legal....." Y siguen cuatro considerandos y diez artículos.... Terminaba firmándose: “Dado en el paraje Dzelkoop a los diez días del mes de mayo de mil novecientos diez años. Coronel Maximiliano R. Bonilla.— Coronel José Crisanto Chi.— Teniente Coronel Juan de Mata Pool.— Mayor José Candelario May..... entre otros..."[3]

El propósito fundamental de la rebelión era derrocar al gobierno yucateco de Enrique Muñoz Aristegui sostenido por Porfirio Díaz y un grupo oligárquico encabezado por Olegario Molina y Avelino Montes, quienes dominaban las principales actividades productivas del estado, particularmente la industria henequenera, que en aquel entonces era el eje de la economía estatal. El descontento provenía de las elecciones de 1909 para gobernador constitucional en las cuales contendieron Delio Moreno Cantón por el Partido Electoral Independiente y José María Pino Suárez por el Partido Nacional Antireeleccionista. Pero Porfirio Díaz determinó que Aristegui, que ya era gobernador, continuara en el mando.

La rebelión fue sofocada rápidamente a pesar de haberse iniciado con un ejército de 1500 hombres. La falta de mando y la fortificación en un lugar que no reunió condiciones estratégicas, fueron determinantes en la derrota. El gobierno de Aristegui, lejos de fortalecerse con el triunfo, fue víctima de una mayor inestabilidad política en la que se sumergió Yucatán a partir de ese momento, lo que condujo a una mayor represión por parte de las autoridades.

Caída de Ciudad Juárez

Mientras tanto en el norte del país, el 10 de mayo de 1911, las tropas revolucionarias tomaron la plaza de Ciudad Juárez, obligando al mando porfirista a capitular. Madero entonces, de acuerdo al Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional y constituyó su Consejo de Estado, en el que incluía entre otros a Venustiano Carranza, Gustavo su hermano y José María Pino Suárez.

El 17 de mayo se firmó un armisticio de cinco días aplicable a toda la República mexicana. Al término de éste, se acordó un tratado de paz en dicha ciudad y el día 21 de ese mes se firmó en esa misma ciudad un documento conocido como Tratados de Ciudad Juárez.[4]

Habiendo renunciado Porfirio Díaz, exiliado en Europa, asume la presidencia provisional del país Francisco I. Madero. Esto permite el retorno de Pino Suárez a Yucatán como gobernador interino, convocándose de inmediato a elecciones. En ellas contendieron el propio José María Pino Suárez y Delio Moreno Cantón de nueva cuenta. En un triunfo electoral discutido, Pino Suárez se erige gobernador constitucional del estado, ocupando el cargo del 17 de octubre al 15 de noviembre de 1911. Madero le pide que lo acompañe a gobernar el país como Vicepresidente y parte de Yucatán dejando en la gubernatura interina a Nicolás Cámara Vales.

La Decena Trágica

Como consecuencia del golpe de estado llevado a cabo en contra del gobierno y de la vida de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez en febrero de 1912 durante la denominada decena trágica, y que fue perpetrado por los generales Felix Díaz, Victoriano Huerta, Bernardo Reyes y Manuel Mondragón, el gobierno de Yucatán encabezado por Nicolás Cámara también fue depuesto ocupando su lugar primero Fernando Solís Peón y después el hacendado Arcadio Escobedo apoyado por los generales huertistas que estaban en el estado. En ese punto, la entidad entró en un estado de confusión y anarquía muy grave, provocadas por la falta de acuerdo entre las corrientes políticas locales que seguían siendo los cantonistas (Delio Moreno Cantón) y los molinistas (Olegario Molina), cuyo líder se había auto-exiliado en Cuba desde la víspera de la renuncia de Porfirio Díaz.

En el período comprendido entre 1911 y 1915, en cincuenta meses, se sucedieron en Yucatán catorce gobernadores, ninguno de los cuales permaneció en el poder público más de unos cuantos meses.

Ejército Constitucionalista

Después del triunfo del Plan de Guadalupe y habiendo tomado las riendas del país Venustiano Carranza, después de los tratados de Teoloyucan, envía hacia Yucatán sucesivamente a dos personajes para encauzar las tareas de la revolución en el estado del sureste. Eleuterio Ávila y Toribio de los Santos, ambos gobernadores carrancistas en el año de 1914, llegaron al poder de Yucatán con el apoyo de las fuerzas revolucionarias constitucionalistas. Ninguno de ambos supo o pudo resistir la presión que la omnímoda oligarquía capitaneada por Olegario Molina desde La Habana ejerció sobre sus respectivos gobiernos.

En febrero de 1915 un general hidalguense llamado Abel Ortíz Argumedo, con el apoyo de los grupos molinistas de hacendados en el estado, se levantó en armas contra el gobierno de Toribio de los Santos quien, sin más, huyó a Campeche el 10 de febrero. Dos días más tarde las tropas rebeldes ocuparon la plaza de Mérida y Ortíz Argumedo se autoproclamó gobernador y comandante militar del estado, telegrafiando en el acto a Venustiano Carranza exponiéndole los motivos de su insurrección. De varias maneras intentó Ortiz Argumedo congraciarse con el jefe máximo del ejercito constitucionalista.

Venustiano Carranza sin embargo, respondió enviando a uno de sus más brillantes generales, Salvador Alvarado, para someter a los rebeldes y recuperar el gobierno yucateco para su causa. Convencido Ortiz Argumedo de lo inútil de sus esfuerzos para conservar el poder por la vía del convencimiento a Carranza, intentó, otra vez con el apoyo decidido de los capitalistas yucatecos, de oponer la fuerza de las armas. Constituyó un ejército bien pertrechado con el oro henequenero y dispuso la defensa de Mérida desde poblaciones de Campeche.

Alvarado llegó a Campeche en los primeros días de marzo de 1915. El día 14 tuvo los primeros enfrentamientos con las fuerzas argumedistas a las que derrotó. El día 16, en Halachó se consumó la derrota definitiva de los rebeldes. Ortíz Argumedo, conociendo los hechos militares, partió de Mérida hacia el oriente rumbo a Valladolid. De ahí siguió hacia El Cuyo con el pretexto de que ahí recibiría armas del extranjero. La verdad es que en en ese puerto tenía planeado embarcarse para el extranjero. Zarpó hacia Cuba llevándose el tesoro estatal con él, junto con otros fondos privados que sus patrocinadores le habían confiado.

Llegada de Salvador Alvarado a Yucatán

El 19 de marzo de 1915 entró triunfante el general Salvador Alvarado a la ciudad de Mérida para inmediatamente proclamarse, en nombre del ejército constitucionalista, gobernador del estado y comandante militar de la región.

Gobierno de Carlos Castro Morales

Movimiento socialista y gobierno de Felipe Carrillo Puerto

Golpe de Adolfo de la Huerta

Asesinato de Carrillo Puerto

El Callismo en Yucatán

Referencias

  1. a b Casares G. Cantón, Raúl; Duch Colell, Juan; Zavala Vallado, Slvio et ál (1998). Yucatán en el tiempo. Mérida, Yucatán. ISBN 970 9071 04 1. 
  2. Menéndez Carlos R. La primera chispa de la revolución. Mérida, ed. Instituto de Cultura de Yucatán. Acceso el 21/05/2010.
  3. Plan de Dzelkoop en Valladolid, Yucatán.
  4. La revolución maderista, consultado el 21/05/2010

Enlces externos