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Si los curas y frailes supieran<br />
Si los curas y frailes supieran<br />
la de hostias que van a llevar,<br />
la paliza que les van a dar,<br />
subirían al coro cantando:<br />
subirían al coro cantando:<br />
"Libertad, libertad, libertad!"<br />
"Libertad, libertad, libertad!"<br />

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Se conoce por Himno de Riego a la marcha militar decimonónica de inspiración de los tradicionales himnos militares con acento al pasodoble y de la "Marsellesa" de referencia en aquella época; compuesta por José Melchor Gomis dedicada al Teniente Coronel Rafael de Riego. Fue el himno nacional durante el Trienio Liberal de 1820-1823 y oficial en la Segunda República Española. Durante la Primera Guerra Carlista era cantado por las tropas liberales, siendo prohibido durante la Década Ominosa de Fernando VII y parte del reinado de Isabel II.

Riego fue un símbolo de los liberales de España durante el siglo XIX y principios del siglo XX, se alzó contra el absolutismo de Fernando VII en la localidad de Las Cabezas de San Juan, provincia de Sevilla (1 de enero, 1820) para instaurar un nuevo régimen constitucional que tendría como norma básica la pionera Constitución de 1812, redactada ocho años antes por las Cortes de Cádiz y popularmente conocida como la Pepa.

Himno de Riego
Himno de Riego

Historia

El siglo XIX es, en España, el siglo de los himnos. Ya en 1808 aparece el Himno de la Victoria, con letra del poeta Arriaza y música de Fernando Sor. En 1809 se impone el titulado Los defensores de la Patria y año tras año se van subrayando los diversos acontecimientos históricos con otros himnos, de los que se recuerdan: A las víctimas del 2 de mayo, con letra de Juan Nicasio Gallego y música de Rodríguez Ledesma; A la entrada del Duque de la Victoria a Cádiz; Al pendón morado; Al restablecimiento de la Constitución, etc.

Existió también, y fue muy popular, el Trágala, con el que los liberales zaherían a sus adversarios absolutistas y que tomó su nombre del estribillo: "Trágala, trágala, tú servilón" y que ha dado lugar a un sustantivo registrado en el Diccionario de la Real Academia Española. Otro, la Marcha de Cádiz, se convirtió en himno popular durante la guerra de Cuba y no son pocos los que habrán oído el Gloria a España, de Clavé.

Entre los himnos Autonómicos, los más difundidos son el Gernikako arbola, del bertsolari José María Iparraguirre, Els Segadors, himno oficial de Cataluña, el Asturias, Patria querida, hoy himno oficial del Principado de Asturias, y el himno gallego Os Pinos de Pondal.

Pero de todos estos himnos, nacidos la mayoría de ellos en los azarosos días del absolutismo y por tanto invocaciones a la libertad perdida, el de Riego, como escribieron sus autores, es el que ha tenido mayor fortuna. Tanta que muy pronto, el 7 de abril de 1822, fue declarado oficialmente himno nacional. Himno que no sólo entonaron los liberales y luego los republicanos, sino también el propio Fernando VII, desde uno de los balcones del Palacio Real de Madrid ante un enfervorecida multitud.

Así mismo, el Himno de Riego fue proclamado himno y marcha oficial de la Segunda República Española, a pesar de ciertas resistencias que consideraban su música ramplona y poco adaptada las circunstancias. Por ello, la noche del 27 de abril de 1931 se dio a conocer en el Ateneo madrileño una composición con letra de Antonio Machado y música de Óscar Esplá, dos hombres prestigiosos, con el fin de que fuera declarado himno nacional. La interpretaron ante don Manuel Azaña, ateneísta de pro y futuro presidente de la República, la entonces famosa cantante Laura Nieto y la prestigiosa Banda Real del Cuerpo de Alabarderos, ya suprimida y cuyos maestros vestían el clásico esmoquin.

Al día siguiente del estreno, el diario El Sol, de tan destacada influencia, opinó que "si se desecha el actual himno (se refería a la Marcha Real) no debe ser aceptado ninguno de los conocidos hasta ahora, pues son muy malos. El que ayer ejecutó la Banda de Alabarderos, convertida en banda republicana, original del maestro Esplá, es una pieza poco inspirada, basada en la opereta El desfile del amor".

La realidad es que este nuevo himno carecía de esa solemnidad marcial, de esa garra popular y cierta pegadiza sonoridad que debe tener toda composición que aspire a convertirse en himno de una colectividad. Por ello, y gracias a la insistencia de Azaña, que se consideró heredero de los liberales del siglo XIX, el himno de Riego fue proclamado oficialmente himno de la República española. Así, y por dos períodos liberales y progresistas, ha sido el himno de todos los españoles.

"El Himno de Riego -escribió Pío Baroja- no cuajó en la Segunda República porque carecía de relación, exacta o aproximada, con ella. El himno, decía, es callejero y saltarín; la República fue sesuda y jurídica. La República no era heredera de los hijos del liberalismo; Mina, Riego, el Empecinado, sino más bien obra de los hijos espirituales de Salmerón, Pi y Margall y Ruiz Zorrilla". El novelista vasco atribuye este fracaso a la letra. Los liberales, escribe, no supieron adaptar las palabras a cada momento histórico y pecaron de académicos o de ramplones y llega a sentenciar: "Hay que reconocer que oficialmente y popularmente, no tiene letra".

Sin embargo, el Himno de Riego tuvo letra desde su nacimiento en febrero de 1820, y fue adaptando muchas más a lo largo del tiempo. Su primer autor fue el compañero de Riego y figura relevante a lo largo del siglo XIX, Evaristo San Miguel. Asturiano como Riego, liberal y escritor.

Esta letra que ha llegado hasta nosotros, se encuentra recogida en el opúsculo que "el ciudadano Mariano Cabreriza dedica al ciudadano Riego y a los valientes que han seguido sus huellas", donde se recopilan una colección de canciones patrióticas de la época.

Existía otra letra de Alcalá Galiano que decía: "Patriotas guerreros/blandió los aceros". Según la maliciosa suposición de este último, a Riego no le gustó este texto porque su nombre no se mencionaba expresamente. En 1836 se escribió una nueva letra titulada La moderación.

Muchos años después, ya en vida de Baroja, un diario donostiarra reprodujo como auténtica la letra anticlerical que se hizo muy popular:

"Si los curas y frailes supieran
la paliza que van a llevar
subirían al coro cantando
libertad, libertad, libertad".

Muy distinto es el caso del autor o los autores de la música. La mayoría de los historiadores, siguiendo a Mesonero Romanos, da como autor a don José María de Reart y Copons, militar heroico que había servido en el Ejército español y perdió una pierna durante la Guerra de la Independencia. Había nacido en Peronan en 1784 y muerto en Madrid en 1857. Parece ser que se sentía asombrado del éxito de su contradanza. Pero se ha atribuido a otros muchos autores. Así, Grimaldi, en la revista El Averiguador, de 1871, la atribuía al profesor don Manuel Varo, que la compuso en Morón y que era músico mayor de la charanga de la caballería que Riego llevaba en su columna.

Otra atribución de esta popular musiquilla aparece en la Historia de la Revolución española desde la Guerra de la Independencia hasta la Revolución de Sagunto, que dejó inconclusa Vicente Blasco Ibáñez. Aquí se dice que el autor musical del Himno fue un tal Gomis. Debe referirse con seguridad a José Melchor Gomis, músico mayor del regimiento de Barcelona y autor de óperas, que se trasladó a Madrid en 1820 como director de músicos de la Guardia Real.

Pero lo cierto es que el tal Gomis fue sencillamente el adaptador del himno para banda. Su autoría, en cambio, está clara en la ópera Riego en Sevilla, que fue repuesta en Barcelona en 1854. Pero no queda ahí la cosa. Adolfo Salazar, en su libro Los grandes compositores, dice que "entre los papeles inéditos de Barbieri se encuentra una carta en la que se da como autor del Himno de Riego a un tal don Antonio Hech, músico mayor del regimiento de Granada". El señor Hech, de origen suizo y llegado a España cuando la Guerra de la Independencia, habría escrito el himno en 1822, por lo cual recibió una recompensa de las Cortes que se trocó después en persecuciones. La proposición presentada a las Cortes en abril de 1822, para que se declarara oficial el Himno, no menciona a su autor. El acta dice que se trata de una marcha verdaderamente española.

Por si todo esto fuera poco, don José María Sans Puig, en un trabajo titulado Riego, un mito liberal, aparecido en Historia y Vida, añade que también al Himno se le da un origen anónimo. "Quien presencie las fiestas patronales de los pueblos del hermoso valle de Benasque, podría oír una típica y alegre danza popular llamada "ball de Benás"", cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. A esta música le acompaña el seco e insistente repiqueteo de unas castañuelas de madera de haya de gran tamaño.

Lo curioso es que cuando en el verano de 1939, los del valle de Benasque intentaron danzar su típica musiquilla, las autoridades franquistas se lo prohibieron, ya que les pareció totalmente el republicano Himno de Riego. Los del valle manifestaron entonces que ellos nunca bailaron el popular Himno, sino que, por el contrario, fue el famoso general asturiano el que había copiado y adaptado su música para servir a la revolución liberal.

Letras

Aparte de la letra oficial durante el período republicano, el Himno de Riego tuvo muchas letras o letrillas populares, más o menos afortunadas. A continuación se incluye la letra oficial y algunas de las populares:

Letra oficial

(Autor: Evaristo de San Miguel Valledor)

Serenos, alegres
valientes, osados
cantemos, soldados,
el himno en la lid.
De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid.

Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer, vencer o morir.

¡Blandamos el hierro
que el tímido esclavo
del libre, del bravo,
la faz no osa ver!
Sus huestes cual humo
veréis disipadas,
y a nuestras espadas
fugaces correr.

Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer o morir!

¿El mundo vio nunca
más noble osadía?
¿Lució nunca un día
más grande el valor
que aquel que inflamados
nos vimos del fuego
que excitara en Riego
de Patria el amor?

Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer o morir.

Honor al caudillo,
honor al primero
que el cívico acero
osó fulminar.
La patria afligida
oyó sus acentos
y vio sus tormentos
en gozo tornar.

Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer o morir!

Su voz fue seguida,
su voz fue escuchada,
tuvimos en nada,
soldados, morir.
Y osados quisimos
romper la cadena
que de afrenta llena
del bravo el vivir.

Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer o morir!

Ya la alarma tocan;
las armas tan sólo
el crimen o el dolo
podrán abatir.
¡Que tiemblen, que tiemblen,
que tiemble el malvado,
al ver al soldado
la lanza esgrimir!

Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer o morir!

La trompa guerrera
sus ecos da al viento,
de horrores sediento,
ya ruge el cañón
y Marte, sañudo,
la audacia provoca
y el ingenio invoca
de nuestra nación.

Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer, vencer o morir.

Se muestran: ¡volemos,
volemos, soldados!
¿Los veis aterrados
la frente bajar?
¡Volemos, que el libre
por siempre ha sabido
al siervo rendido
la frente humillar.


De este himno, se cantaban las estrofas 1ª, 2ª, 5ª, 6ª, 13ª y

Himno republicano alternativo

Esta letra fue una adaptación del himno cantada en centros de enseñanza republicanos[1]​ en México.

De nuevo España resurge
Es tan alto y tan grande su honor
que en el hombre es un timbre de gloria
el nacer y sentirse español.

Libertad de este pueblo
que abre de nuevo
rumbos de vida, vida mejor,
que da por ley el trabajo
la Igualdad, la Justicia y Honor.

Honor, honor a España
Viva la Libertad
Camino del progreso
avancemos con aire triunfal.

De nuevo España resurge
Es tan alto y tan grande su honor
que en el hombre es un timbre de gloria
nacer y sentirse español.

Letras satíricas

Estas son algunas de las letras[2]​ utilizadas popularmente en la época de la República de forma satírica. Reflejan el sentimiento anticlerical y antimonárquico de quienes las cantaban.

Si los curas y frailes supieran
la paliza que les van a dar,
subirían al coro cantando:
"Libertad, libertad, libertad!"


Si los Reyes de España supieran
lo poco que van a durar,
a la calle saldrían gritando:
"¡Libertad, libertad, libertad!"


Un hombre estaba cagando
y no tenía papel
pasó el Rey Alfonso XIII
y se limpió el culo con él.

Dicen que José Torrijos
murió por cobarde y traidor
Mas murió con la espada en la mano
defendiendo la Constitución.

El Rey no tiene corona
que la tiene de cartón
que la Corona de España
no la tiene ningún ladrón.


(catalán)
La Reina vol corona?
que vingui a Barcelona!
Corona li donarem...
I el coll li tallarem!

Si el Rei demana corona
corona li donarem
que vingui a Barcelona
i el coll li tallarem

(Traducción del catalán)
¿La reina quiere corona?
Que venga a Barcelona!
Corona le daremos...
¡Y el cuello le cortaremos!

Si el Rey pide corona
corona le daremos
que venga a Barcelona
¡Y el cuello le cortaremos!


(catalán)
Si vols sopar no te'n vagis
sardines torrades tenim
al Berenguer amb tomàquet
i de postre a l'Alfonso fregit

(Traducción del catalán)
Si quieres cenar no te vayas
tenemos sardinas asadas
A Berenguer con tomate
Y de postre al Alfonso frito

La Moderación

Esta letra fue introducida en 1836.

Que mueran los que claman
por la moderación
para atacar los fueros
de la Constitución.

Polémicas e interpretaciones en actos oficiales

Copa Davis, 2003

El 28 de noviembre de 2003, el Himno de Riego sonó por error como himno oficial de España durante la inauguración de la final de la Copa Davis de Tenis en Melbourne (Australia),[3][4]​ antes de un partido que debían disputar los equipos español y australiano. Al sonar los primeros compases, Juan Antonio Gómez Angulo, el entonces secretario de Estado para el deporte, presente en las gradas, ordenó a los jugadores volver a los vestuarios y elevó una protesta a la organización, refiriéndose al hecho como a una "ofensa a la nación española."[5][6]​ Ésta se disculpó alegando que, al parecer, se debió a un error en el disco compacto suministrado por la Federación Australiana al trompetista James Morrison[1], encargado de interpretar los himnos nacionales. Sin embargo estas disculpas no se consideraron suficientes, por lo que se pidieron explicaciones oficiales al gobierno australiano.

Santiago de Chile, 2007

El 8 de noviembre de 2007 El himno de Riego sonó en Chile durante una visita oficial del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.[7][cita requerida]

Cuzco, 1951

Ernesto Guevara, antes de convertirse en el famoso Che Guevara, recoge en sus Diarios de motocicleta, sobre el viaje que hizo en su juventud con Alberto Granado por Hispanoamérica, una curiosa anécdota sobre el Himno de Riego acontecida en Cuzco en 1951, en la que, cuando los religiosos de la ciudad decidieron que una orquesta tocara el himno para agradecer al general Francisco Franco la subvención para reconstruir el templo de Santo Domingo, dañado por un desastre natural. Debido a una equivocación tocaron el himno de Riego hasta que se dieron cuenta del error. Así lo recoge él en sus diarios:

Los campanarios de la catedral, derribados por el terremoto de 1950, había sido reconstruidos por cuenta del gobierno del general Franco y en prueba de gratitud se ordenó a la banda ejecutar el himno español. Sonaron los primeros acordes y se vio el bonete rojo del obispo encarnarse más aún mientras sus brazos se movían como los de una marioneta: “Paren, paren, hay un error”, decía, mientras se oía la indignada voz de un gaita: “dos años trabajando, ¡para esto!”. La banda -no sé si bien o mal intencionada-, había iniciado la ejecución del himno republicano.[8]

Véase también

Referencias

Bibliografía

Enlaces externos