Diferencia entre revisiones de «Nicolas de Condorcet»

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'''Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat''', marqués de Condorcet ([[Ribemont]], [[Aisne]], [[Francia]], [[17 de septiembre]] de [[1743]] - [[Bourg-la-Reine]], [[28 de marzo]] de [[1794]]) fue un [[filosofía|filósofo]], [[matemáticas|matemático]] y [[politología|politólogo]] [[Francia|francés]].
'''Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat''', marqués de Condorcet ([[Ribemont]], [[Aisne]], [[Francia]], [[17 de septiembre]] de [[1743]] - [[Bourg-la-Reine]], [[28 de marzo]] de [[1794]]) fue un [[filosofía|filósofo]], [[matemáticas|matemático]] y [[politología|politólogo]] [[Francia|francés]].


== Juventud ==
Era pirujo

Nacido en [[Ribemont]] ([[Aisne]]), es uno de los descendientes de la familia Caritat. Los Caritat llevaban su título por la ciudad de [[Condorcet (Drôme)|Condorcet]] ([[Dauphiné]]) de los que eran originarios. Su padre murió siendo él aún muy joven. Su madre, muy religiosa, confió su educación al colegio [[Compañía de Jesús|jesuita]] de [[Reims]] primero, y luego al [[Colegio de Navarra de París]].


== Matemático ==
== Matemático ==

Revisión del 08:18 9 nov 2009

Marqués de Condorcet

Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet (Ribemont, Aisne, Francia, 17 de septiembre de 1743 - Bourg-la-Reine, 28 de marzo de 1794) fue un filósofo, matemático y politólogo francés.

Juventud

Nacido en Ribemont (Aisne), es uno de los descendientes de la familia Caritat. Los Caritat llevaban su título por la ciudad de Condorcet (Dauphiné) de los que eran originarios. Su padre murió siendo él aún muy joven. Su madre, muy religiosa, confió su educación al colegio jesuita de Reims primero, y luego al Colegio de Navarra de París.

Matemático

Pronto Condorcet se destacó por sus capacidades intelectuales. El primero de los terrenos en los que se destacó fue el de las matemáticas. A los 16 años, D'Alembert y A.C. Clairaut descubrieron su capacidad de análisis , y pronto pasó a ser alumno de D’Alembert.

Entre 1765 y 1774, se concentró especialmente en las ciencias. En 1765, publicó su primer trabajo relacionado con las matemáticas, titulado Ensayo sobre el cálculo integral, que tuvo una favorable acogida, y disparó su carrera de matemático de prestigio. Además, este ensayo sólo será el primero de una larga serie.

El 25 de febrero de 1769, fue elegido como miembro de la Real Academia de Ciencias.

En 1772, vuelve a publicar trabajos relacionados con el cálculo integral, que recibieron una gran acogida y se consideraron revolucionarios en muchos de los campos abordados. Poco después conoció y trabó amistad con el economista Turgot, que llegó a ser administrador en tiempos de Luis XV (1772), y controlador general de Finanzas durante el reinado de Luis XVI (1774).

Se casó con Sophie de Grouchy, hermana del futuro mariscal de Grouchy, que a su vez era cuñado de Pierre Jean Georges Cabanis.

Político

En 1774, Turgot nombra a Condorcet inspector general de la Moneda. A partir de ese momento, Condorcet desplaza su centro de interés desde las matemáticas a la filosofía y la política. Los años siguientes, se interesa por la defensa de los Derechos humanos, en particular los de las mujeres. Recibió las ideas innovadoras que llegaban desde los recientemente constituidos Estados Unidos, y realizó en Francia propuestas de reformas políticas, administrativas y económicas.

En 1776, Turgot fue cesado en su puesto de controlador general. Condorcet decidió entonces dimitir en su puesto de inspector general de la Moneda, pero se rechazó su dimisión, y tuvo que permanecer en su puesto hasta 1791. Más adelante, Condorcet escribió la Vida de M. Turgot (1786), en donde expondrá y demostrará lo fundamentado de las teorías económicas de Turgot.

Condorcet siguió obteniendo puestos de prestigios en la administración: en 1777, fue nombrado secretario de la Academia de Ciencias, y en 1782, secretario de la Academia francesa.

Historiador

No es un historiador tan importante como Voltaire, pero va a anticipar ideas muy innovadoras. Va a representar el extremo máximo de la filosofía en su plano científico. Para él, el progreso será como una divinidad.

En su vida, participó en la Revolución Francesa, y será diputado de los Girondinos (centro), que más tardíamente serán desplazados por los Jacobinos, conducidos por Robespierre. Condorcet tiene que esconderse y durante su ocultación en una casa escribe Esbozo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano. Es una historia universal, que para hacerla no se basó en ningún documento, porque carecía de ellos al estar encerrado en una casa. Al final, lo encuentran y lo matan, por lo que no puede acabar su obra, pero queda de ella un primer borrador, que está lleno de imprecisiones.

La obra pretende ser una historia Universal, pero es muy distinta a la de Voltaire. Para realizarla, intenta encontrar las Leyes de la Historia, ya que son descubribles y así se puede conocer el futuro (esto ya lo había planteado antes Joaquín de Fiore). Estas leyes son:

  • Su ley fundamental es el progreso del espíritu humano, lo que permite mejorar moral y materialmente al hombre. Este progreso viene dado a través de los conocimientos.
  • Hay una lucha entre el afán de saber y la superstición de los que pretenden conservar sus privilegios. Por lo tanto es una lucha entre curas y filósofos. Por lo tanto se trata de una historia agonista. A la larga se impondrán los partidarios del progreso.
  • Lo que dificulta al progreso son las desigualdades, tanto individuales como nacionales. Dice que si hay igualdad, habrá felicidad.
  • Según Condorcet, la Humanidad ha pasado por diez fases de evolución, que empiezan con unos acontecimientos decisivos. La última fase había empezado con la Revolución Francesa, que era la que permitía el progreso. Estas fases son:
  1. Los hombres se agrupan en poblados.
  2. Descubrimiento de la ganadería.
  3. Descubrimiento de la agricultura.
  4. Invención de la escritura alfabética.
  5. División de las ciencias en Grecia.
  6. Alta Edad Media (hay un pequeño retroceso).
  7. Las Cruzadas, con lo que se contacta con Oriente.
  8. Invención de la imprenta.
  9. Las ciencias y la filosofía proponen una cosmología nueva.
  10. La Revolución Francesa, que permite el progreso.

Paradoja de Condorcet

En 1785, Condorcet publicó uno de sus principales trabajos: el 'Ensayo sobre la aplicación del análisis a la probabilidad de las decisiones sometidas a la pluralidad de voces. En esta obra, explora la paradoja de Condorcet, que describe como la intransitividad posible de la mayoría: entre un mismo electorado, y en el curso de una misma elección, es posible que una mayoría prefiera A a B, que otra mayoría prefiera B a C, y que una tercera mayoría prefiera C a A. Las decisiones adoptadas por una mayoría popular siguiendo este modelo de escrutinio serían pues incoherentes con respecto a las que adoptaría un individuo racional. El mismo Condorcet aclara en sus trabajos cómo solucionar su paradoja, a la vez que aclara que cuestiones prácticas de tiempo convierten en imposibles las soluciones, al menos en su época.

Ejemplo

Considemos por ejemplo una asamblea de 60 votantes que deben elegir entre tres propuestas a, b y c. Las preferencias se manifiestan de este modo (entendiendo que a > b representa el hecho de que se prefiere a a b):

23 votantes prefieren: a > c > b
19 votantes prefieren: b > c > a
16 votantes prefieren: c > b > a
2 votantes prefieren: c > a > b

En un proceso de voto pluralista, a gana con 23 votos, sobre b con 19 votos y sobre c con 18, por lo que a > b > c.

Sin embargo, en las comparaciones por pares obtenemos:

35 prefieren b > a contra 25 para a > b
41 prefieren c > b contra 19 para b > c
37 prefieren c > a contra 23 para a > c

Lo que nos lleva a la preferencia mayoritaria c > b > a, exactamente contraria a la elección pluralista.

Hay que señalar que contrariamente a la creencia común, esta paradoja sólo cuestiona la coherencia de determinados sistemas de votación, no la de la propia democracia.

Su ensayo expone también el método de Condorcet, concebido para simular elecciones por parejas de candidatos. Mantuvo numerosas discusiones con Jean-Charles de Borda, en las que comparaban sus respectivos métodos. El método Condorcet se usa hoy en día en Minería de datos.

Bajo el prisma de la Paradoja de Arrow

La Paradoja de Arrow demostrará en el Siglo XX que ningún sistema general de votación (salvo la dictadura, en la que sólo se tiene en cuenta la opinión del dictador) permite, en base a hipótesis razonables, asegurar la agregación coherente de elecciones individuales que a su vez sean coherentes. Las hipótesis de Arrow, evidentemente, siguen siendo discutidas, a tenor de las repercusiones del problema.

Sin embargo, se demuestra que a pesar de la paradoja de Arrow, un sistema de agregación siempre proporciona elecciones coherentes si (y sólo si) las preferencias de los ciudadanos pueden orientarse, al menos en el momento del voto sobre un único eje. Y se ve, en efecto, como las grandes democracias evolucionan hacia grandes bipolarizaciones sucesivas a lo largo del tiempo.

Otros trabajos

En 1786, Condorcet volvió a trabajar sobre el cálculo integral y las ecuaciones diferenciales, mostrando un nuevo modo de tratar los cálculos infinitesimales. Estos trabajos quedaron inéditos. En 1789, publicó la Vida de Voltaire, en la que muestra la misma oposición a la Iglesia que Voltaire.

Revolución francesa

En 1789, al estallar en Francia la Revolución, Condorcet tuvo un papel protagonista, como defensor de numerosas causas liberales, y esperaba una reconstrucción racionalista de la sociedad. Tras la Toma de la Bastilla fue elegido para el Consejo Municipal de París. De tal modo que en 1791, fue elegido representante de París en la Asamblea legislativa, tras haber solicitado la implantación de la República. Incluso llegó a ser secretario de la Asamblea. Se alineó con los Brisotinos (Girondinos). La Asamblea adoptó, como sistema educativo de la nación, el que proponía Condorcet: introdujo la noción básica de laicismo en la enseñanza. Incluso propuso un borrador de constitución para la nueva Francia. Además, adoptó una posición activa en la lucha de las mujeres, mostrándose partidario al voto de las mujeres en un artículo del Journal de la Société de 1789, y publicando en 1790 Sobre la admisión de las mujeres en el derecho de ciudadanía. Condorcet se encontró pronto en situación incómoda. Se enfrentaban dos corrientes con puntos de vista opuestos a la hora de reformar el Estado francés: los Girondinos, partidarios de una reconstrucción pacífica del país y los Jacobinos, dirigidos por Maximiliano Robespierre, que propugnaban una depuración radical del pasado imperial francés. Condorcet estaba entre los Girondinos, y votó contra la ejecución de Luis XVI.

Los Girondinos perdieron el control de la Asamblea en favor de los Jacobinos, en 1793. El Jacobino Marie-Jean Hérault de Séchelles propuso una nueva constitución, muy distinta a la de Condorcet. Éste la criticó, lo que le hizo ser condenado por traición. El 3 de octubre de 1793, se redacta una orden de arresto contra él.

La huida

La orden de arresto contra Condorcet le obligó a esconderse. Halló refugio durante cinco meses en París, en casa de Madame Vernet. Allí escribió su Esbozo para un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano que se publicó de modo póstumo en 1795. El 25 de marzo de 1794 abandonó su escondite, convencido de que ya no se trataba de un lugar seguro y trató de huir de París. Fue detenido en la casa de Jean Baptiste Antoine Suard en Clamart dos días más tarde, y encarcelado en Bourg-Egalité (Bourg-la-Reine). Fue hallado muerto dos días después en su celda, víctima de un edema pulmonar. También se habló de suicidio.

Traslado al Panteón de París

Con motivo de la celebración del bicentenario de la Revolución Francesa, en presencia de François Mitterrand, presidente de la República, las cenizas de Condorcet fueron trasladadas de modo simbólico al Panteón de París junto a las del abad Gregoire y las de Gaspard Monge, el 12 de diciembre de 1989. De modo simbólico, porque el ataúd que debiera haber llevado los restos de Condorcet estaba vacío: después de haber sido enterrado en la fosa común del antiguo cementerio de Bourg-la-Reine, que se despejó en el siglo XIX, sus restos mortales nunca se han hallado.

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