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Revisión del 17:40 15 may 2009

Batalla de Junín
Campañas del Sur; Independencia del Perú
Parte de Guerra de Independencia de Perú y guerras de independencia hispanoamericanas
Fecha 6 de agosto de 1824
Lugar Pampa de Junín Junín, Perú
Coordenadas 11°12′53″S 75°58′26″O / -11.214766, -75.973834
Resultado Victoria independentista.
Beligerantes
Perú

Gran Colombia
Provincias Unidas del Río de la Plata[1]

Chile[2]
Estados beligerantes
España
Comandantes
Simón Bolívar José de Canterac
Fuerzas en combate
Ejército Unido Libertador del Perú
1.000 caballería
7.900 infantería
Ejército Real del Perú
1.300 caballería
2.700 infantería
Bajas
148 bajas 248 bajas
80 prisioneros

Plantilla:Campaña Independencia del Perú

La batalla de Junín, fue uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron los ejércitos realistas e independentistas, en el proceso de la independencia del Perú. La batalla se desarrolló en la pampa de Junín en el actual departamento de Junín, el 6 de agosto de 1824; la victoria de los independentistas, aumentó la moral de las tropas independentistas.

Simón Bolívar, Libertador y Presidente de la Gran Colombia continuó la guerra de emancipación del Perú. En el año 1824 los realistas se sostenían aún en la sierra central y el Alto Perú. Bolívar tenía en su ejército más de 8.000 hombres, equivalente en número al realista, pero las fuerzas realistas estaban dispersas entre el valle del Mantaro y Alto Perú. Esto fue debido a la sublevación en el Alto Perú del General Realista Olañeta que fracturó la defensa del virreynato, y obligó al virrey a mandar sobre el Alto Perú parte importante de sus ejércitos al mando de Jeronimo Valdez, unos 5.000 regulares que tenían su base en Puno.

Bolívar conocedor de esta ventaja aprovechó la oportunidad, y en junio de 1824 enfila su ejército hacia la sierra central del Perú para aislar a las solitarias fuerzas Realistas del general realista José de Canterac situadas en el norte.

La batalla

El 2 de agosto Simón Bolívar pasó revista a su ejército en el llano de Rancas, y terminó con estas palabras elocuentes:

¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.

¡Soldados! Los enemigos que vais a destruir se jactan de catorce años de triunfos; ellos, pues serán dignos de medir sus armas con las vuestras que han brillado en mil combates.

¡Soldados! El Perú y la América toda aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria, y aún la Europa liberal os contempla con encanto porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del Universo. ¿La burlaréis? No. No. Vosotros sois invencibles.
Simón Bolívar

El 6 de agosto Canterac marchaba apresuradamente alrededor del lago Junín tratando de evitar el combate con Bolívar. Esa tarde el Ejército Unido había cruzado el río Grande a la altura de Rumichaca, al llegar a una elevación pudieron observar al ejército realista en retirada acercándose a la llanura de Junín.

Sin perder tiempo Bolívar ordenó a 900 jinetes de su caballería para intentar detener a los realistas mientras la infantería los alcanzaba. Viendo esto Canterac ordenó a su caballería atacar a la caballería enemiga.

El terreno era difícil, la caballería destacada por Bolívar marchaba en columnas por un espacio angosto entre un cerro y un pantano. A la cabeza de la caballería iba el regimiento de Granaderos de Colombia comandado por Felipe Braun, seguido por el escuadrón de Granaderos de los Andes al mando de Bruix, el de Coraceros del Perú del comandante Suárez, y el regimiento de Húsares de Colombia del coronel Silva. La caballería independentista salió del trecho por el que venía y comenzó a formarse en la pampa pero antes de que todas sus unidades hubiesen salido del trecho y formado fue atacada por la caballería realista. Miller sin poder flanquear por la derecha como fue ordenado se vio obligado a cargar de frente.

Braun y Sandoval con varias compañías del Granaderos de Colombia rompieron con su primera carga la izquierda realista y empezaron a atacar la retaguardia de la izquierda realista. En esos momentos el resto de los Granaderos y Húsares colombianos se retiraron perseguidos por los realistas y volvieron caras para atacar a la caballería realista que los perseguía. Miller se retiró y ejecutó la táctica de fingir la retirada tras lo que volvió y atacó la caballería realista que lo seguía mientras el escuadrón de Suárez hacía lo mismo por detrás de los perseguidores.

Arrojados los realistas a la llanura la caballería independentista cargo contra los jinetes realistas quienes se habían dividido en grupos. Bolívar mando a llamar varias compañías de granaderos, pero para cuando llegaron la lucha había terminado. La batalla fue encarnizada. El combate se libró solamente con el sable y la lanza sin registrarse ningún disparo.

El ejército Unido obtuvo una importante victoria. El resultado de esta batalla, fue de 248 muertos y heridos y 80 prisioneros para el bando realista y de 143 soldados muertos y heridos entre los independentistas. De ese total de 143, 64 soldados pertenecían al regimiento Húsares del Perú.

En reconocimiento a la brillante acción de la caballería peruana, a partir de entonces, el general Bolívar le cambió el nombre de Húsares del Perú por el de Regimiento Húsares de Junín (en la actualidad este regimiento del Ejército del Perú, es denominado Glorioso Regimiento Húsares de Junín, Escolta del Presidente de la República).

Todo el enfrentamiento duró aproximadamente cuarenta y cinco minutos a una altura de 4.100 metros sobre el nivel del mar. El triunfo en la Pampa de Junín haría renacer la moral entre el ejército unido.

Cita del parte oficial de la batalla mencionando a los oficiales destacados

S. E. el Libertador, testigo del valor heróico de los bravos que se distinguieron en el dia de ayer, recomienda á la admiracion de la América al señor General Necochea, que se arrojó á las filas enemigas con una impetuosidad heróica, hasta recibir siete heridas, al señor General Miller, que con el primer regimiento del Perú flanqueó al enemigo con mucha habilidad y denuedo: al señor Coronel Carvajal, que con su lanza dio muerte á muchos enemigos: al señor Coronel Silva, que en medio de la confusion del combate rehizo parte de su cuerpo, que estaba en desórden, y rechazó los escuadrones que lo envolvían: al señor Coronel Bruix, que con el Capitán Pringles, algunos oficiales y Granaderos de los Andes, se mantuvo firme en medio de los peligros: al Comandante del primer escuadron del regimiento de caballería de línea del Perú, Suárez, que condujo su cuerpo con la destreza y resolucion que honrarán siempre á los bravos del Perú: al Comandante Sowersby, del segundo escuadron, que gravemente enfermo, se arrojó á las lanzas enemigas hasta recibir una herida: al comandante Blanco, del tercer escuadron: al Mayor Olavarría y al Capitán Allende, del primer escuadron del mismo regimiento: al bravo Comandante Medina, Edecan de S. E.: al Capitán Camacaro, de Húsares de Colombia, que con su compañía tomó la espalda de los escuadrones enemigos y les cortó el vuelo de su instantáneo triunfo: á los Capitanes Escobar y Sandoval, de Granaderos; y á los Capitanes Jiménez y Peraza, de Húsares de Colombia: á los Tenientes Segovia y Tapia, y Alférez Lanza, que con el Mayor Braun persiguieron los escuadrones enemigos hasta su infantería.

Proclama de Simón Bolívar

"¡Peruanos! La campaña que debe completar vuestra libertad ha empezado bajo los auspicios más favorables.El ejército del general Canterac ha recibido en Junín un golpe mortal, habiendo perdido, por consecuencia de este suceso, un tercio de sus fuerzas y toda su moral.

Los españoles huyen despavoridos abandonando las más fértiles provincias, mientras el general Olañeta ocupa el Alto Perú con un ejercito verdaderamente patriota y protector de la libertad.

¡Peruanos! Bien pronto visitaremos la cuna del Imperio peruano y el templo del Sol. El Cuzco tendrá en el primer día de su libertad más placer y más gloria que bajo el dorado reino de sus Incas."

Cuartel General del Ejército Unido de Huancayo, 13 de agosto de 1824.

Notas

  1. Provincias Unidas del Río de la Plata: un escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de Buenos Aires (mencionado también como Granaderos montados de los Andes), fue mandado reorganizar por Bolívar con los jinetes que amotinados en Lurín apresando a sus jefes, no se unieron a los sublevados del Callao (Memorias del general O'Leary. pág. 139. Publ. por S.B. O'Leary en 1883. Escrito por Daniel Florencio O'Leary).
  2. República de Chile: 300 reclutas que llegaron de Chile al puerto de Santa a fines de 1823 al mando del coronel Pedro Santiago Aldunate para completar las formaciones colombianas. (Los Peruanos y su Independencia. Pág. 95. Escrito por José Augusto De Izcue. Publicado por BiblioBazaar, LLC, 2008. ISBN 0-559-43532-0, 9780559435324)

Bibliografía

Véase también