Escape del Cuartel San Carlos

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Escape del Cuartel San Carlos

Cuartel San Carlos, lugar donde tuvo lugar la fuga
Localización
Lugar Cuartel San Carlos, Caracas, Venezuela
Datos generales
Tipo fuga de prisión
Histórico
Fecha 1967

El escape del Cuartel San Carlos, también conocido como la fuga del Cuartel San Carlos, es el nombre con el que se puede referir a dos fugas que ocurrieron en el Cuartel San Carlos, en Venezuela.

Antecedentes[editar]

Durante su actividad como guerrillero, Teodoro Petkoff fue detenido tres veces. En la primera oportunidad, logró escaparse del Hospital Militar de Caracas. En 1963, los guerrilleros Teodoro Petkoff y Argimiro Gabaldón se mantenían escondidos en una casa alquilada en Los Guayabitos, Caracas, donde almacenaban el equipaje necesario para ser enviado al frente guerrillero Simón Bolívar en el estado Lara, del cual Teodoro había sido designado como comisario político, incluyendo armas, ropa y calzado. El 19 de marzo del mismo año, Petkoff y Gabaldón se trasladaban en Baruta en un vehículo conducido por Beatriz Rivera, para entonces esposa de Petkoff. Dos agentes armados del servicio de inteligencia, la DIGEPOL, seguían a Petkoff y a Gabaldón a bordo de un carro que circulaba con un aviso de taxi por pertenecer al Partido Comunista y por conspirar en contra del Estado. Los agentes les pidieron que se detuvieran a un lado de la vía. Una vez parados, Rivera y Gabaldón pudieron escapar, pero Petkoff tenía un yeso que le cubría toda la pierna izquierda y había sido movido a la unidad policial disfrazada de taxi.[1]

Hechos[editar]

Petkoff fue detenido durante 40 días en los calabozos de la comisaría de la DIGEPOL y trasladado al Cuartel San Carlos, en La Pastora. Desde su arresto empezó a planificar su fuga. Oswaldo Barreto Miliani, encargado de las comunicaciones entre el aparato logístico del partido y los detenidos que pedían permiso para escaparse, brindó como plan de escape de Teodoro fingiera una hemorragia digestiva, que fuera trasladado al Hospital Militar de Caracas y evadiera la vigilancia del comandante Ernesto Pulido Tamayo. El único piso del hospital que tenía vigilancia era el séptimo, a donde eran trasladados los reclusos enfermos.[1]

La esposa, Rivera, contactó a un amigo médico, Salvador Navarrete, para que explicara cómo Petkoff debía ingerir medio litro de sangre para fingir la hemorragia, vomitándola en el momento adecuado; Beatriz también contactó a Marina Barreto, hermana de Oswaldo, para que aparentara un embarazo y le diera una larga cuerda al guerrillero Chema Saer, quien se encontraba recluido en el séptimo piso del hospital; Saer también escondió en su habitación una segueta y hojas de afeitar. Adicionalmente, Rivera se encargó de conseguir la sangre, escondiendo la bolsa debajo del vientre sin que fuera registrada.[1]

En la noche del 30 de agosto de 1963, Petkoff empezó a serruchar los barrotes de la ventana del baño, tarea a la que se sumaron Chema Saer, el teniente Leal Romero (encarcelado por El Porteñazo) y Lorenzo Mercado (detenido por estar involucrado en el intento de asesinato de Rómulo Betancourt), y una vez removidos los barrotes, Teodoro bajó desde la cornisa de la ventana con la cuerda de nylon desde el séptimo piso.[1]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b c d «Teodoro Petkoff se fugó con sangre». El Estímulo. Consultado el 27 de noviembre de 2021.