Daniel Camargo

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Daniel Camargo Barbosa
Información personal
Apodo El sádico del Charquito, El Monstruo de los Manglares y El Asesino de Vírgenes Ver y modificar los datos en Wikidata
Otros nombres "El sádico del charquito"
"El monstruo de los manglares"
Nacimiento 22 de enero de 1930
Bandera de Colombia Anolaima, Cundinamarca, Colombia
Fallecimiento 13 de noviembre de 1994 (64 años)
Bandera de EcuadorQuito, Pichincha, Ecuador
Causa de muerte Apuñalamiento Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de El Batán Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Colombiana
Lengua materna Español Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Daniel Camargo Briceño y Teresa Barbosa Salazar
Cónyuge
  • Alcira Castillo (1960 - 1967)
Hijos 2 Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Vendedor de televisores y asesino en serie
Seudónimo Manuel Bulgarin Solis Ver y modificar los datos en Wikidata
Información criminal
Cargos criminales Asesinato
Violación
Condena 2 años
Situación penal Muerto (asesinado en prisión por un familiar de una de sus víctimas)

Daniel Camargo Barbosa (Anolaima, Cundinamarca, Colombia, 22 de enero de 1930 - Quito, Ecuador, 13 de noviembre de 1994) fue un violador y asesino en serie colombiano.[1]

Biografía

Primeros años

Daniel Camargo nació en Anolaima, Cundinamarca, Colombia. Cuando no había cumplido ni un año de edad, su madre murió. Su padre se casó con otra mujer, que tuvo problemas de infertilidad. Eso le provocó problemas mentales a la mujer que cayeron en el pequeño Daniel. De hecho, vistió de niña al chiquillo y lo obligaba a ir al colegio vestido de esta manera. A pesar de esta humillación, Daniel se destacó por ser un gran estudiante en el colegio León XIII de Bogotá. Sin embargo, su deseo de seguir estudiando se vio obstaculizado cuando se vio obligado a dejar la escuela para ayudar económicamente a su familia.

Entrada en el mundo de la delincuencia

En 1960, Camargo se casaría con Alcira Castillo. Había dejado atrás los problemas que vivió en su familia natal. Sin embargo, su feliz matrimonio se acabó desmoronando cuando, en 1967, sorprendió a su mujer con otro hombre. En ese momento, el odio por las mujeres fue el motor vital de Camargo. Según confesaría años más tarde, consideraba al sexo femenino como las culpables de todos los males que le habían acontecido en su vida.

Eso provocó que a partir de entonces, Camargo, junto a su nueva compañera sentimental, comenzara a violar a jovencitas vírgenes a base de narcotizarlas previamente. Pero la policía consiguió detenerlo en 1968 e imponerle una pena de cinco años. A su salida, Camargo continuó con sus actividades criminales y volvió a ingresar en prisión, esta vez con una pena de 25 años en la isla penitenciaria de Gorgona.

De los veinticinco años iniciales, Camargo tan sólo cumplió diez ya que consiguió escapar en 1984 pasando tres días a la deriva sin agua y sin comida. Logró llegar a orillas de Ecuador. En un país nuevo y donde no tenía antecedentes penales, Camargo empezó a cometer con total impunidad sus crímenes. Sus víctimas fueron de nuevo principalmente chicas jóvenes y vírgenes. Durante quince meses, la población ecuatoriana vivió aterrorizada por la presencia de un asesino, que despedazaba a sus víctimas. La policía no encontraba pistas ya que el asesino era extremadamente cuidadoso en sus crímenes. Fue condenado por 72 asesinatos (todas sus víctimas eran mujeres y niñas), pero se cree que mato a más de 150 mujeres o incluso a más de 200 mujeres. Existe una investigación detallada de sus asesinatos en el libro Los monstruos en Colombia sí existen del antropólogo Esteban Cruz Niño, en ella se copia parte de su diario personal y se establece que hablaba perfectamente inglés y portugués.

El final de las psicopatías de Camargo llegaría en 1986. Una inspección rutinaria de la policía ecuatoriana detuvo a un hombre de aspecto harapiento. Para sorpresa de los miembros del cuerpo de seguridad, descubrieron que, en la maleta que portaba, había numerosas prendas de ropa manchadas en sangre. En el interrogatorio posterior, Camargo confesó 71 víctimas. Después de un juicio sumarísimo, Camargo fue condenado a dieciséis años de cárcel y en prisión compartió patio con otro asesino serial prominente, Pedro Alonso López, llamado el Monstruo de Los Andes, quien se presume asesinó a más de trescientas niñas y jovencitas.

Fallecimiento

Camargo no cumplió toda su condena ya que fue asesinado por otro recluso, Giovanny Arcesio Noguera Jaramillo, en el Centro de Rehabilitación de Varones N° 2 de Quito, el 13 de noviembre de 1994. Su asesino resultó ser el sobrino de una de sus víctimas.

Fue sepultado en la fosa número 798 de la necrópolis “El Batán”, de Quito.

Véase también

Referencias

Bibliografía

Enlaces externos