Bosque de la Alhambra

Bosque de la Alhambra desde el Paseo de los Tristes.

Castillo de la Alhambra y bosque desde un mirador del Albayzín.

El bosque de la Alhambra es el bosque que circunvala a la gran ciudad palatina andalusí que es la Alhambra, situado en Granada, comunidad autónoma de Andalucía, España. Las concentraciones arbóreas en que está subdividido, reciben distintos nombres a partir de su situación territorial dentro del ecosistema del entorno, Bosque de Gomérez, y los no peatonales, Bosque de San Pedro y Bosque del Generalife, prolongación del anterior. Sus límites viene impuestos por la cerca general que rodea al recinto y que nace del baluarte de la torre de los Picos, por el norte, con la ribera del río Darro, y por la muralla que une la Alhambra con las torres Bermejas, abarca la zona septentrional y occidental que rodea la fortaleza nazarí. Es un bosque secundario y abierto, característico de las zonas templadas del sur de Europa. La elevada y esbelta arboleda oculta la vista al cielo y dan a estos lugares grata sombra y frescura. Su colorida y olorosa masa forestal centenaria está combinada de árboles de hoja caduca, chopos, castaños de indias, saúcos, almeces, plátanos de sombra, acacias, avellanos, pinus halepensis, arces negados, y unos pocos álamos supervivientes de la primera época cristiana y algunos de hoja perenne como el laurel, que junto con el arrayán recortado en forma de setos conforman las siluetas de los senderos, espacio vegetal refrescado por la abundancia de agua que discurre en cascadas y canales-acequias que enmarcan los paseos.

El bosque trepa hasta las murallas, ocupa y puebla el valle situado entre la colina donde se asienta la Alhambra llamada por los andalusíes Al-Sabika (Handac Assabica) y el Cerro del Mauror que sustenta en su cúspide a las Torres Bermejas, en la vaguada, de orientación hacia poniente y de más suave pendiente, tuvieron los árabes una Maqbara o cementerio real donde fue enterrado Al-Ahmar, fundador del Reino Nazarita de Granada, la dinastía Nazarí, reemplazó a la anterior dinastía Zirí, que gobernaba en la Alcazaba Cadima. En la etapa musulmana, siglo XI, el perímetro circundante a la fortaleza estaba vacío de vegetación arbórea por un tema de defensa. La tradición de los jardines islámicos culminó en las extensas zonas florales y ajardinadas solamente en el interior de la Alhambra, donde se trasplantaron y aclimataron numerosas plantas exóticas; Destacando la enorme sequoya del Generalife, regalo de Cristóbal Colón.

El bosque de Gomérez, es el itinerario otoñal romántico por excelencia para acceder peatonalmente a la Alhambra. La puerta de las Granadas, monumento que enlazando con el recinto amurallado es frontera con la ciudad y marca la entrada a las bellas y frondosas alamedas surgidas en las primeras y originarias repoblaciones ordenadas por Luis Hurtado de Mendoza y Pacheco, II marqués de Mondéjar y III conde de Tendilla, durante el primer periodo de la denominación castellana, posteriormente en 1625 y en 1641 se reforma el contorno. Está segmentado en tres paseos, diseño proveniente de 1729, que se realizó con motivo del viaje a Granada de Felipe V, y en 1828 se efectuaron nuevas remodelaciones y, luego, en 1858 y 1862, se trazaron sobre los antiguos los actuales recorridos.​ El carril central, salpicado de bancos de piedra e iluminado en sus noches por pequeñas farolas fernandinas, está enmarcado por el fluir del agua en su peatonal etapa inicial, recorre toda la colina pasando por la entrada del monumento nasri, la taquilla, y aparcamientos, llegando hasta el actual cementerio de San José, era utilizado como vial para el transporte público y privado, dispone de tres plazas, en la segunda se encuentra la Fuente del Tomate y a pocos metros el polémico monumento-escultura (Fuente) erigido el 3 de octubre de 1921, en honor de Ángel Ganivet, obra del escultor almeriense Juan Cristóbal González Quesada (1898-1961),​ la otra placeta, camino arriba, es conocida como Fuente del Pimiento, el serpenteo hacia la izquierda del asfalto en pendiente conduce a una gran explanada, donde divisaremos la Iglesia de Santa María de la Alhambra, el Palacio de Carlos V, y el Parador Nacional de San Francisco; El paseo derecho, se inicia en cuesta por amplios escalones empedrados, al principio de la pared se halla una placa en conmemoración de Al-Ahmar, fundador de la Alhambra, el primer ramal lateral nos desvía a Torres Bermejas, el resto se dirige al Carmen de los Mártires y al Auditorio Manuel de Falla; El sendero izquierdo, conocido antiguamente como la gran Cuesta empedrada, en su estreno se encuentra una fuente de dos caños reconstruida en piedra de Sierra Elvira en 1838, y una Cruz devocional de mármol levantada en 1599 por el artillero de la Alhambra, Leandro de Palencia, ​ en su transitar, podemos toparnos con otros monumentos, como la estatua en bronce dedicado a Washington Irving, y el camino conduce al flanco sur de la muralla de la Alhambra donde se encuentran sus diferentes accesos, las puertas de la Justicia y los Carros, la Alcazaba, y lleva además al Palacio árabe por el Pilar de Carlos V, enclavado junto al cubo defensivo de la puerta de la Justicia, que mandó levantar en el siglo XVI el IV conde de Tendilla, que fue capitán general de Granada, al arquitecto constructor Pedro Machuca, siendo restaurada por Alonso de Mena y Escalante en el siglo XVII.

Puerta de Bib-Rambla.

Entre el arbolado, casi oculta por la frondosidad de la vegetación, y dentro del contorno del paseo central, se encuentran enclavados los restos reconstruidos por Leopoldo Torres Balbás de la puerta original de Bib-Rambla, erigida en el siglo XI o XII en la plaza que le da nombre, también conocida como Puerta de las Manos y Puerta de las Orejas, llamada así, al ser exposición permanente de los miembros cortados a los delincuentes considerados culpables. Declarado Bien de interés cultural del patrimonio español el 10 de noviembre de 1881.​

Un recorrido otoñal por los senderos alfombrados de hojas húmedas, ramas y láminas de corteza, nos descubre una rica comunidad vegetal de gran interés histórico huertal, más de 300 especies vegetales acompañan al mundo micológico, hay setas de chopo, de mimbre, sombreritos chinos, orejas de judas y mesentéricas entre otras, la mayoría son comestibles, aunque de mínimo valor gastronómico en general. Anidan en sus zonas verde, viven, y vuelan por el cielo del bosque, los vencejos, palomas, gorriones, golondrinas, petirrojos, y como ave dominante la curruca capirotada, le sigue en importancia numérica otra ave propia del clima mediterráneo, el chochín. No existe una catalogación oficial de especies, comienzan a proliferar pequeñas rapaces, entre ellas el cernícalo primilla, y podemos ver algunas rapaces nocturnas de pequeño tamaño, el autillo y los mochuelos. Dentro del microclima y el hábitat generado, la representación de los mamíferos se debe a la existencia de ardillas, del topillo común o mediterráneo, erizos, gatos, ratones de campo y en casos excepcionales pasean a sus anchas los zorros procedentes del collado del Sol.

El bosque está gestionado administrativamente por el Patronato de la Alhambra y el Generalife.