Batungasta

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Batungasta Localidad prehispánica en ruinas ubicada en el departamento Tinogasta, provincia de Catamarca, Argentina.

Etimología

También llamada Guatungasta, Huatungasta, su denominación original parece haber sido Watungasta, nombre de una parcialidad de los diaguita, en el idioma de estos (el cacán) gasta significa pueblo, y watun significaría grande, de este modo el nombre se traduce por Pueblo Grande; algunos sugieren pueblo de grandes hechiceros.

Ubicación

Batungasta se encuentra en el sureste del departamento Tinogasta de la provincia argentina llamada Catamarca. Las coordenadas de las ruinas son: 27°52′60″S 67°40′60″O / -27.88333, -67.68333 Coordenadas: segundos de latitud >= 60
Coordenadas: segundos de longitud >= 60
{{#coordinates:}}: latitud no válida, y su altitud es de 1.480 msnm.

Las ruinas se encuentran a orillas de la desembocadura del río de La Troya en el río Abaucán, esto significa que Batungasta se encuentra en la entrada del valle y quebrada de La Troya y casi en el centro del Valle de Abaucán.
A ambas orillas del pequeño y torrencial río de La Troya se observan esparcidas gran cantidad de adobes y piedras de sillería que sirvieron para las murallas, en especial de las viviendas. Las partes más perceptibles de estas ruinas se notan en unas pequeñas lomadas volcánicas desprovistas de vegetación a ambas orillas del río de La Troya, sobresalen los restos de dos pucarás con murallas de adobe y círculos de piedras.
Las localidades más cercanas son la capital departamental (Tinogasta) que se encuentra unos 30 kilómetros al sureste y con la cual se comunica mediante la RN 60; esa misma ruta también conecta las ruinas de Batungasta con la pequeña localidad de la Anillaco catamarqueña o "Anillaco Vieja" que se encuentra a sólo 6 kilómetros de las ruinas y en plena Ruta del Adobe.

Reseña prehistórica e histórica

Batungasta surge hace más de 1.000 años como asentamiento de poblaciones humanas agroalfareras correspondientes a la cultura Belén, la ubicación del poblado que era una encrucijada entre el mesotérmico (o templado) valle de Chaschuil, el Valle de Abaucán, el elevado Bolsón de Fiambalá y, remontando el río de Fiambala, el acceso a la Puna de Atacama y el importante transcordillerano Paso de San Francisco, hizo que, aprovechando la calidad arcillosa de gran parte de sus suelos, los habitantes watungastas establecieran un importante alfar (centro de fabricación masiva de alfarería), las piezas cerámicas de los watungasta – y del "Alfar de La Troya", nombre con el cual se conoce también al sitio– eran exportadas hacia las zonas circundantes, estableciéndose un bastante importante circuito comercial, gran parte de las construcciones pristinas fue realizada con adobes directamente cimentados bajo el suelo, sin requerir otra mampostería auxiliar, esto merced a la sequedad del territorio.
Esto persistió y al parecer se reforzó durante la cultura Santa María o "diaguita" clásica, e incluso tras caer bajo el control quechua y la anexión al Tahuantinsuyu hacia el 1480. El dominio quechua significó sin embargo una reorganización de la circulación de los bienes ( gran parte de ellos eran enajenados y concentrados en territorios quechuas del Perú) e incluso de la planta urbana: como en el Cusco, la planta urbana se reestructuró en secciones cuadradas centradas en dos plazas, una curiosidad es que aún los incas mantuvieron en este sitio el antiquísimo (preincáico) método de construcción con adobes .
En 1536, con Diego de Almagro llegan los primeros españoles lo cual significó el cese del imperio quechua, ahora suplantado por el hispano. Pero, si los quechuas, debido al tipo de sus producciones agrícolas y pecuarias afines a las "diaguitas" habían, tras vencer cruentamente la resistencia "diaguita", logrado un statu quo, la llegada de los europeos (españoles) con requisitos e imposiciones totalmente nuevos en cuanto a la producción provocó la rebelión de los diaguitas, la cual no finalizó sino hacia 1650, durante la prolongada Guerra Calchaquí la población de Watungasta se vio arruinada y gran parte de sus habitantes reducidos a regímenes de encomienda en zonas dispersas del valle de Abaucán.

Véase también

Enlaces externos