Anexo:Inventos bizantinos

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El característico perfil multipantalla de la bizantina Hagia Sophia, la primera pechina en la historia, ha dado forma a la arquitectura de la iglesia ortodoxa oriental y a la arquitectura islámica por igual.[1]

Esta es una lista de los inventos bizantinos. El Imperio bizantino o Romano de Oriente representó la continuación del Imperio romano después de que una parte del mismo se derrumbara. Sus principales características eran las tradiciones estatales romanas, la cultura griega y la fe cristiana[2]

Arquitectura[editar]

Maquinaria de guerra[editar]

  • Fundíbulo de contrapeso. El primer registro escrito del fundíbulo de contrapeso, un diseño mucho más poderoso que el trebuchet de tracción simple,[14]​ aparece en el trabajo del historiador del siglo XII Aniceto de Konya, que describe un proyector de piedras utilizado por el futuro emperador Andrónico I Comneno en el asedio de Zevgminon en 1165. Este estaba equipado con un aparejo diferencial, un aparato que no requería ni la tracción ni el fundículo híbrido para lanzar proyectiles.[15]​ Chevedden tiene la hipótesis de que el nuevo tipo de artillería se introdujo en el sitio de Nicea (1097) cuando se informó que el emperador Alejo I Comneno, un aliado de los cruzados sitiadores, había inventado nuevas piezas de artillería pesada que se desviaban del diseño convencional y causaban una profunda impresión en todos.[16]
  • Fundíbulo de mano. El fundíbulo de mano era una honda de bastón montada en un poste que utilizaba un mecanismo de palanca para propulsar proyectiles. Básicamente era un catapulta portátil que podía ser manejada por un único hombre, y el emperador Nicéforo II lo recomendó alrededor del año 965 para desbaratar las formaciones enemigas en el campo abierto. También se mencionó en la táctica del general Nicéforo Urano (ca. 1000), y en el Anonymus De obsidione toleranda como una forma de artillería.[17]
  • Fuego griego. La invención y el uso militar del fuego griego jugó un papel crucial en la defensa del imperio contra los primeros ataques de los árabes musulmanes. Traída a Constantinopla por un refugiado de Siria llamado Kallinikos,[18]​ el arma incendiaria llegó justo a tiempo para salvar la capital de los asedios musulmanes de 674-678 y 717-718, que de otra manera podrían haber resultado fatales para el estado bizantino.[19]
El fuego griego, al que los cronistas bizantinos se refieren como «fuego de mar» o «fuego líquido»,[20][21]​ era principalmente un arma naval, utilizada en la batalla de «barco a barco» contra las galeras enemigas. La composición exacta era un secreto de estado bien guardado, hasta el punto de que los estudiosos modernos siguen debatiendo sus ingredientes, pero el método principal de proyección es bastante claro, indicando efectivamente un lanzallamas: la mezcla líquida, calentada en un brasero y presurizada por medio de una bomba, era expulsada por un operador a través de un sifón en cualquier dirección contra el enemigo.[22]​ Alternativamente, podía ser vertida desde grúas giratorias o lanzada en granadas de cerámica.[23]
El fuego griego tenía una temible reputación entre los numerosos enemigos de Bizancio que comenzaron a lanzar sus propios combustibles, probablemente de composición diferente.[24]​ Sin embargo, no era un arma maravillosa, sino que dependía de condiciones favorables como un mar en calma y viento que viniera de atrás.[25]​ No se sabe exactamente cuándo y cómo se dejó de usar el fuego griego. De acuerdo con una teoría, los bizantinos perdieron el secreto debido al exceso de compartimentación mucho antes del sitio de Constantinopla (1204).[26]
  • Granada incendiaria. Las granadas aparecieron no mucho después del reinado de León III (717-741), cuando los soldados bizantinos aprendieron que el fuego griego no únicamente podía ser proyectado por lanzallamas, sino que también podía ser lanzado en jarras de piedra o cerámica.[27]​ Los contenedores más grandes eran lanzados por catapultas de remolque al enemigo, ya sea para que se encendieran antes de ser liberadas o se incendiaran con flechas de fuego después del impacto.[28]​ Las granadas fueron adoptadas más tarde para su uso por los ejércitos musulmanes: en gran parte del mundo islámico se encontraron recipientes con la característica forma esférica que muchos autores identifican como casquillos de granada,[29]​ y en la ciudad siria de Hama se excavó un posible taller para la producción de granadas del siglo XIII.[30]
  • Lanzallamas. Para los lanzallamas de los barcos, véase el fuego griego arriba. Los sifones portátiles de mano se usaban en la guerra terrestre.

Vida cotidiana[editar]

  • Corpus iuris civilis. Bajo el reinado de Justiniano I se iniciaron reformas que tuvieron un claro efecto en la evolución de la jurisprudencia, ya que su Corpus iuris civilis se convirtió en la base de la jurisprudencia en el mundo occidental.
  • Icono. Los iconos son imágenes de seres santos como Jesús, María y los santos que, pintados de acuerdo a ciertas reglas tradicionales, han jugado un papel fundamental en la veneración de la Iglesia Ortodoxa desde sus inicios. La forma bizantina más distintiva son las representaciones en paneles de madera portátiles pintados con las técnicas helenísticas de témpera o encáustica. Otras variedades incluyen relieves de metal (preciosos) o paneles estilo mosaico engastados con teselas de piedras preciosas, oro, plata y marfil. El uso de los iconos fue violentamente combatido durante la controversia iconoclasia que dominó gran parte de la política interna de Bizancio en los siglos VIII y IX, pero finalmente fue reanudado por los iconodas victoriosos. Muy pocos iconos tempranos han sobrevivido a la iconoclasia, siendo los ejemplos más prominentes la colección del Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí siglo VI-VII.[31][32]
  • Molinos de barco. El historiador Procopio de Cesarea registra que los molinos de barco fueron introducidos por Belisario durante el sitio de Roma (537-538), inicialmente como una solución improvisada. Después de que los ostrogodos interrumpieran el suministro de agua de los acueductos de los que dependía la ciudad para hacer funcionar sus molinos de agua, Belisario ordenó que se equiparan los barcos fluviales con engranajes de molino; éstos estaban amarrados entre los muelles del puente donde la fuerte corriente impulsaba las ruedas de agua montadas en el barco. El uso innovador encontró rápidamente aceptación entre los molinos de agua medievales, llegando a París y al reino de los francos en la época merovingia dos décadas después.[33]
  • Teoría del ímpetu. La teoría del ímpetu fue introducida por Juan Filópono, que también fue el precursor de los conceptos de inercia, impulso y aceleración.[34]
  • Hospital. El concepto de hospital como institución para ofrecer atención médica y la posibilidad de una cura para los pacientes debido a los ideales de la caridad cristiana, en lugar de un lugar para morir, apareció en el Imperio bizantino.[35]
  • Separación de siameses. El primer ejemplo conocido de separación de siameses ocurrió en el Imperio bizantino en el siglo X. Un par de gemelos unidos vivieron en Constantinopla durante muchos años cuando uno de ellos murió, así que los cirujanos de Constantinopla decidieron retirar el cuerpo del muerto. El resultado fue en parte exitoso ya que el gemelo sobreviviente vivió tres días antes de morir. El hecho de que la segunda persona sobreviviera durante unos días después de separarlo fue mencionado un siglo y medio después de nuevo por los historiadores. El siguiente caso registrado de separación de siameses fue el de 1689 en Alemania.[36][37]

Referencias[editar]

  1. a b c Heinle y Schlaich, 1996, p. 32.
  2. Kinder y Hilgemann, 1989, p. 139.
  3. Ousterhout, 1996, p. 25.
  4. Lange, 1986, p. 93, fn. 4.
  5. Rasch, 1985, pp. 129 f..
  6. Heinle y Schlaich, 1996, pp. 30–32.
  7. a b c Galliazzo, 1995, p. 92.
  8. a b O’Connor, 1993, p. 129.
  9. a b Hild, 1977, p. 145.
  10. Hellenkemper, 1977–1999, pp. 730f..
  11. Guillou, 1993, p. 36.
  12. Mango, 1976, p. 129.
  13. Tunç, 1978, p. 108.
  14. Chevedden, 2000, pp. 73–76.
  15. Chevedden, 2000, p. 86.
  16. Chevedden, 2000, pp. 76–86; 110 f.
  17. Chevedden, 2000, p. 110.
  18. Pryor y Jeffreys, 2006, p. 607.
  19. Haldon y Byrne, 1977, p. 91.
  20. Pryor y Jeffreys, 2006, pp. 608 f.
  21. Ellis Davidson, 1973, pp. 61 f.
  22. Haldon y Byrne, 1977, p. 93.
  23. Pryor y Jeffreys, 2006, pp. 378 f. y 609.
  24. Pryor y Jeffreys, 2006, pp. 609–617.
  25. Pryor y Jeffreys, 2006, p. 384.
  26. Roland, 1992, pp. 655–679.
  27. Forbes, 1964, p. 107.
  28. Pászthory, 1986, p. 32.
  29. Pentz, 1988, pp. 89 f.
  30. Pentz, 1988, p. 93.
  31. Kazhdan, 1991, pp. 977–981.
  32. Pentcheva, 2010, pp. 265–283.
  33. Wikander, 2000, pp. 383 f.
  34. https://plato.stanford.edu/entries/philoponus/
  35. Lindberg, David. (1992) The Beginnings of Western Science. University of Chicago Press. p. 349
  36. «The Case of Conjoined Twins in 10th Century Byzantium - Medievalists.net» (en inglés). 4 de enero de 2014. 
  37. Montandon, Denys (diciembre de 2015). «THE UNSPEAKABLE HISTORY OF THORACOPAGUS TWINS’ SEPARATION». denysmontandon.com. 

Bibliografía[editar]

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Enlaces externos[editar]