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Diferencia entre revisiones de «Almas (críptido)»

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Hay reportes de exploradores europeos desde [[1430]]. En este año, [[Hans Schiltberger]] reportó sus avistamientos de estas criaturas mientras era prisionero del [[Khan]] [[mongol (etnia)|mongol]]. [[Nikolai Przhevalsky]] reportó a estos seres en Mongolia en [[1871]].{{Cita requerida}}
Hay reportes de exploradores europeos desde [[1430]]. En este año, [[Hans Schiltberger]] reportó sus avistamientos de estas criaturas mientras era prisionero del [[Khan]] [[mongol (etnia)|mongol]]. [[Nikolai Przhevalsky]] reportó a estos seres en Mongolia en [[1871]].{{Cita requerida}}


En 1958, en la [[Academia de Ciencias de la Unión Soviética|Academia de Ciencias de la URSS]] tras las noticias del [[Yeti]] en el [[Himalaya]], [[Borís Pórshnev]] y [[A.G. Pronin]] se presentó un escrito en el que se informaba de la existencia de un almati en la [[Cordillera del Pamir]].<ref name="IC">{{Cita libro|apellido=Cabria|nombre=Ignacio| título=''Así creamos los monstruos. Las leyendas del Yeti, el Chupacabras y otros seres de la criptozoología''|editorial=Luciérnaga|ubicación=[[Barcelona]]|año=[[2023]]| edición=1ª|pp=260|isbn=9788419164353}}</ref>
En 1958, en la [[Academia de Ciencias de la Unión Soviética|Academia de Ciencias de la URSS]] tras las noticias del [[Yeti]] en el [[Himalaya]], [[Borís Pórshnev]] y [[A.G. Pronin]] se presentó un escrito en el que se informaba de la existencia de un almati en la [[Cordillera del Pamir]].<ref name="IC">{{Cita libro|apellido=Cabria|nombre=Ignacio| título=''Así creamos los monstruos. Las leyendas del Yeti, el Chupacabras y otros seres de la criptozoología''|editorial=Luciérnaga|ubicación=[[Barcelona]]|año=[[2023]]| edición=1ª|pp=260|isbn=9788419164353}}</ref> Tras el informe se creó una Comisión que organizó una expedición que duró nueve meses a la zona de [[Takiyistán]] y que al no conseguir ningún resultado dde interés fue disuelta. La prensa soviética concluyó que la Ciencia [[comunista]] había demostrado que el almati no existía y que todo era una excusa de Occidente para espiar las zonas de influencia soviética.<ref>{{Cita libro|apellido=Regal|nombre=Brian|título=''Searching for Sasquatch. Crackpots, Eggheads and Cryptozoology''|editorial= Palgrave Macmillan|ubicación=[[New York]]|año=[[2011]]|pp=143|isbn=9780230111479}}</ref>


Según los criptozoólogos, el pediatra Iván Ivlovs estudió una familia entera de almas en [[1960]]{{cita requerida}}. En [[Abjasia]], [[Cáucaso]], en [[1850]], supuestamente fue atrapada una mujer alma. Se habría resistido salvajemente al cautiverio, pero finalmente fue “domada”. Se la habría llamado Zana y sostuvo relaciones con uno de los hombres de la villa, dando a luz a varios niños que en su mayoría morían muy pequeños.{{Cita requerida}}
Según los criptozoólogos, el pediatra Iván Ivlovs estudió una familia entera de almas en [[1960]]{{cita requerida}}. En [[Abjasia]], [[Cáucaso]], en [[1850]], supuestamente fue atrapada una mujer alma. Se habría resistido salvajemente al cautiverio, pero finalmente fue “domada”. Se la habría llamado Zana y sostuvo relaciones con uno de los hombres de la villa, dando a luz a varios niños que en su mayoría morían muy pequeños.{{Cita requerida}}

Revisión del 14:33 13 may 2023

Los almas (voz mongola) son un mito originario de Mongolia y el Cáucaso sobre unas criaturas salvajes. La palabra misma significa “hombre salvaje”, se dice que son seres trogloditas, de largos cabellos rojos en todo el cuerpo, frentes abultadas y comportamiento totalmente primitivo. Algunos criptozoólogos afirman que son sobrevivientes del neanderthal.

En el “Libro de Medicina Tibetana” se enumeraron todos los animales conocidos por los tibetanos. No es como el bestiario medieval que contiene seres míticos; contiene solamente animales reales, existentes, científicamente palpables excepto dos: los yetis y los almas. Es muy extraño [cita requerida] que los tibetanos pusieran en un libro que, a pesar de ser antiguo es a todas luces un registro científico de la fauna local, a dos seres mitológicos, a no ser que hayan sido realmente parte de la fauna local.

Hay reportes de exploradores europeos desde 1430. En este año, Hans Schiltberger reportó sus avistamientos de estas criaturas mientras era prisionero del Khan mongol. Nikolai Przhevalsky reportó a estos seres en Mongolia en 1871.[cita requerida]

En 1958, en la Academia de Ciencias de la URSS tras las noticias del Yeti en el Himalaya, Borís Pórshnev y A.G. Pronin se presentó un escrito en el que se informaba de la existencia de un almati en la Cordillera del Pamir.[1]​ Tras el informe se creó una Comisión que organizó una expedición que duró nueve meses a la zona de Takiyistán y que al no conseguir ningún resultado dde interés fue disuelta. La prensa soviética concluyó que la Ciencia comunista había demostrado que el almati no existía y que todo era una excusa de Occidente para espiar las zonas de influencia soviética.[2]

Según los criptozoólogos, el pediatra Iván Ivlovs estudió una familia entera de almas en 1960[cita requerida]. En Abjasia, Cáucaso, en 1850, supuestamente fue atrapada una mujer alma. Se habría resistido salvajemente al cautiverio, pero finalmente fue “domada”. Se la habría llamado Zana y sostuvo relaciones con uno de los hombres de la villa, dando a luz a varios niños que en su mayoría morían muy pequeños.[cita requerida]

En 1929, una pequeña tropa del ejército ruso buscaba a un grupo de soldados enemigos, que supuestamente se escondían en una apartada caverna en la actual frontera con Kazajistán. Al llegar a dicho sitio, oyeron extraños ruidos que provenían del interior de la caverna. Poco después un humanoide similar a un Neandertal atacó a los soldados, quienes le dieron muerte.[cita requerida]

El novelista Michael Crichton recrea la posibilidad de que un grupo de hombres de Neandertal hubieran sobrevivido en las estepas rusas y levanta una polémica ficticia sobre ello en su novela Devoradores de cadáveres.

Las Almas en la región del Cáucaso son conocidas también como Biaban-guli y en 1899 el zoólogo ruso Konstantin Satunin vio a un Biaban-guli en las montañas Talysh al sur del Cáucaso en donde testifica que "dicha criatura tiene totalmente movimientos humanos".[3]

Algunas publicaciones refieren a la captura y domesticación de un Alma en donde en 1850 se hace referencia a haber incluso procreado con humanos.[4]

Véase también

Referencias

  1. Cabria, Ignacio (2023). Así creamos los monstruos. Las leyendas del Yeti, el Chupacabras y otros seres de la criptozoología (1ª edición). Barcelona: Luciérnaga. p. 260. ISBN 9788419164353. 
  2. Regal, Brian (2011). Searching for Sasquatch. Crackpots, Eggheads and Cryptozoology. New York: Palgrave Macmillan. p. 143. ISBN 9780230111479. 
  3. Cremo, Michael A. (1993). «The Almas of Central Asia». The Hidden History of the Human Race (en inglés). Bhaktivedanta Institute. 
  4. [1]

Enlaces externos