Diferencia entre revisiones de «Historia de la mineralogía»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Página creada con «Los primeros escritos sobre mineralogía, especialmente sobre piedras preciosas, provienen de la antigua Babilonia, del antiguo mundo grecorromano, de la Hist…»
(Sin diferencias)

Revisión del 05:07 9 abr 2019

Los primeros escritos sobre mineralogía, especialmente sobre piedras preciosas, provienen de la antigua Babilonia, del antiguo mundo grecorromano, de la China antigua y medieval, y de los textos sánscritos de la antigua India.[1]​ Algunos libros sobre el tema, como la Naturalis Historia de Plinio el Viejo, no solo describían muchos minerales diferentes, sino que también explicaban muchas de sus propiedades. El especialista del Renacimiento alemán Georgius Agricola escribió obras como De re metallica ('de metales', 1556) y De Natura Fossilium (' de la naturaleza fósil', 1546) que comenzaron el enfoque científico del tema. En la Europa posterior al Renacimiento se emprendieron los estudios científicos sistemáticos de minerales y rocas.[2]​ El estudio moderno de la mineralogía basado en los principios de la cristalografía y del estudio microscópico de las secciones de roca empezó con la invención del microscopio en el siglo XVII.[2]

Europa y Oriente Medio

Teofrasto

Los antiguos escritores griegos Aristóteles (384-322 a. C.) y Teofrasto (370-285 a. C.) fueron los primeros autores en la tradición occidental en escribir sobre los minerales y sus propiedades, así como en dar explicaciones metafísicas sobre ellos. El filósofo griego Aristóteles escribió Meteorologica, y en ella hipotetizó que todas las sustancias conocidas estaban compuestas de agua, aire, tierra y fuego, con las propiedades de sequedad, humedad, calor y frío.[3]​ El filósofo y botánico griego Teofrasto escribió De Mineralibus, en la que aceptaba la opinión de Aristóteles, y dividía los minerales en dos categorías: aquellos afectados por el calor y aquellos afectados por la humedad.[3]

La teoría metafísica de Aristóteles sobre la emanación y exhalación (anathumiaseis) incluía una temprana especulación sobre las ciencias de la tierra, incluida la mineralogía. Según su teoría, aunque se suponía que los metales se congelarían mediante la exhalación húmeda, la exhalación gaseosa seca (pneumatodestera) era la causa eficiente de los minerales encontrados en el suelo de la Tierra.[4]​ Postuló estas ideas utilizando ejemplos de humedad en la superficie de la tierra (un vapor húmedo «potencialmente como agua»), mientras que el otro era de la propia tierra, perteneciente a los atributos de caliente, seco, ahumado y altamente combustible («potencialmente como fuego»).[4]​ La teoría metafísica aristotélica tuvo una amplia influencia desde la antigüedad sobre las teorías similares encontradas en la Europa medieval posterior, como señaló el historiador Berthelot:

La teoría de las exhalaciones fue el punto de partida de ideas posteriores sobre la generación de los metales en la tierra, que encontramos con Proclus y que reinó a lo largo de la Edad Media.
The theory of exhalations was the point of departure for later ideas on the generation of metals in the earth, which we meet with Proclus, and which reigned throughout the middle ages.
Berthelot[1]
Amianto fibroso sobre moscovita

La terminología griega antigua sobre los minerales también se ha incorporado y generalizado a lo largo del tiempo en los tiempos modernos. Por ejemplo, la palabra griega asbestos (que significa 'inextinguible' o 'insaciable'), para designar el mineral inusual conocido hoy en día que contiene estructura fibrosa.[5]​ Los historiadores antiguos Estrabón (63 a. C.-19 d. C.) y Plinio el Viejo (23–79 d. C.) ambos escribieron sobre el asbesto, sus cualidades y sus orígenes, con la creencia helenística de que era de un tipo de vegetal.[5]​ Plinio el Viejo lo catalogó como un mineral común en la India, mientras que el historiador Yu Huan (239-265) de China enumeró esta 'tela ignífuga' como un producto de la antigua Roma o de Arabia (chino: Daqin).[5]​ Aunque la documentación de estos minerales en la antigüedad no se ajusta a la forma de la clasificación científica moderna, hubo un extenso trabajo escrito sobre mineralogía temprana.

Plinio el Viejo

octahedral shape of diamond.
Baltic amber necklace with trapped insects

However, before the more definitive foundational works on mineralogy in the 16th century, the ancients recognized no more than roughly 350 minerals to list and describe. Plinio el Viejo, por ejemplo, dedicó cinco volúmenes completos de su obra Naturalis Historia (77 d. C. a la clasificación de «tierras, metales, piedras y gemas».[6]​ No solo describe muchos minerales desconocidos o no tratados por Teofrasto, sino que también analiza sus aplicaciones y propiedades Fue el primero en reconocer correctamente el origen del ámbar, por ejemplo, como el remanente fosilizado de resina de árbol a partir de la observación de insectos atrapados en algunas muestras. Sentó la base de la cristalografía al hablar del hábito de los cristales, especialmente de la forma octaédrica del diamante. Su discusión sobre los métodos de minería no tuvo rival en el mundo antiguo e incluía, por ejemplo, un relato de un testigo ocular sobre la minería de oro en el norte de España, un relato que está totalmente confirmado por las investigaciones modernas.

Sin embargo, antes de los trabajos fundacionales más definitivos sobre mineralogía en el siglo XVI, los antiguos no reconocieron más que aproximadamente 350 minerales que enumeraron y describieron.[7]

Jabir y Avicena

Con filósofos como Proclo, la teoría del neoplatonismo también se difundió en el mundo islámico durante la Edad Media, proporcionando una base para las ideas metafísicas sobre la mineralogía en el Medio Oriente medieval. Los científicos islámicos medievales también ampliaron esto, incluido el científico persa Ibn Sina (ابوعلى سينا ​​/ پورسينا), (980-1037), también conocido como Avicena, que rechazó la alquimia y la noción anterior de los metafísicas griegos de que los elementos metálicos y otros podían ser transformados unos en otros.[1]​ Sin embargo, lo que era en gran medida cierto de las antiguas ideas metafísicas griegas y medievales sobre la mineralogía, era el lento cambio químico en la composición de la corteza de la Tierra.[1]​ También destacó el alquimista y científico islámico Jābir ibn Hayyān (721-815), quien fue el primero en llevar el método experimental a la alquimia. Ayudado por las matemáticas griegas y las matemáticas islámicas, descubrió las síntesis para el ácido clorhídrico, el ácido nítrico, la destilación y la cristalización (las dos últimas son esenciales para la comprensión de la mineralogía moderna).

Georgius Agricola, «padre de la mineralogía»

Agricola, autor de De re metallica
 It was an impressive work outlining applications of mining, refining, and smelting metals, alongside discussions on geology of ore bodies, surveying, mine construction, and ventilation.

Agricola had many various theories on mineralogy based on empirical observation, including understanding of the concept of ore channels that were formed by the circulation of ground waters ('succi') in fissures subsequent to the deposition of the surrounding rocks.[8]​ As will be noted below, the medieval Chinese previously had conceptions of this as well. A principios del siglo XVI, los escritos del científico alemán Germán Bauer, seudónimo Georgius Agricola (1494-1555), en su Bermannus, sive de re metallica dialogus (1530) se consideran el establecimiento oficial de la mineralogía en e sentido moderno de su estudio. Escribió el tratado mientras trabajaba como médico de una ciudad y hacía observaciones en Joachimsthal, que era entonces un centro minero y de industrias de fundición metalúrgica. En 1544, publicó su obra escrita De ortu et causis subterraneorum, que se considera la obra fundacional de la geología física moderna. En él (al igual que IAvicena) criticó duramente las teorías expuestas por los antiguos griegos, como Aristóteles. Su trabajo sobre mineralogía y metalurgia continuó con la publicación De veteribus et novis metallis en 1546, y culminó en sus trabajos más conocidos, el De re metallica de 1556. Fue un trabajo impresionante que describía las aplicaciones de la minería, la refinación y fundición de los metales, junto con discusiones sobre la geología de los cuerpos de mineral, topografía, construcción de minas y ventilación. Elogiaba a Plinio el Viejo por su trabajo pionero Naturalis Historia y hacía extensas referencias a su discusión sobre los minerales y los métodos de extracción. Durante los dos siglos siguientes, ese obra siguió siendo el texto autorizado sobre la minería en Europa.

Agricola tenía muchas teorías diversas sobre mineralogía basadas en la observación empírica, incluida la comprensión del concepto de canales de mineral que se formaron por la circulación de aguas subterráneas ('succi') en fisuras posteriores a la deposición de las rocas circundantes. Como se señala a continuación, los chinos medievales también anteriormente tenían concepciones similares.

Por sus obras, Agricola fue conocido póstumamente como el «padre de la mineralogía».

Después del trabajo fundacional escrito por Agricola, la comunidad científica está ampliamente de acuerdo en que Gemmarum et Lapidum Historia de Anselmus de Boodt (1550–1632) de Brujas es el primer trabajo definitivo de mineralogía moderna.[7]​ El químico minero alemán J.F. Henckel escribió su 'Flora Saturnisans de 1760, que fue el primer tratado en Europa para tratar los minerales geobotánicos, aunque los chinos lo mencionaron ya en tratados anteriores de 1421 y 1664.[9]​ Además, el escritor chino Du Wan hizo claras referencias a los procesos de desgaste y erosión en su 'Yun Lin Shi Pu de 1133, mucho antes de la obra de Agricola de 1546.[10]​ After the foundational work written by Agricola, it is widely agreed by the scientific community that the Gemmarum et Lapidum Historia of Anselmus de Boodt (1550–1632) of Bruges is the first definitive work of modern mineralogy.[7]​ The German mining chemist J.F. Henckel wrote his Flora Saturnisans of 1760, which was the first treatise in Europe to deal with geobotanical minerals, although the Chinese had mentioned this in earlier treatises of 1421 and 1664.[9]​ In addition, the Chinese writer Du Wan made clear references to weathering and erosion processes in his Yun Lin Shi Pu of 1133, long before Agricola's work of 1546.

China y Lejano Oriente

In ancient China, the oldest literary listing of minerals dates back to at least the 4th century BC, with the Ji Ni Zi book listing twenty four of them.[11]​ Chinese ideas of metaphysical mineralogy span back to at least the ancient Han Dynasty (202 BC–220 AD). From the 2nd century BC text of the Huai Nan Zi, the Chinese used ideological Taoist terms to describe meteorology, precipitation, different types of minerals, metallurgy, and alchemy.[12]​ Although the understanding of these concepts in Han times was Taoist in nature, the theories proposed were similar to the Aristotelian theory of mineralogical exhalations (noted above).[12]​ By 122 BC, the Chinese had thus formulated the theory for metamorphosis of minerals, although it is noted by historians such as Dubs that the tradition of alchemical-mineralogical Chinese doctrine stems back to the School of Naturalists headed by the philosopher Zou Yan (305 BC–240 BC).[13]​ Within the broad categories of rocks and stones (shi) and metals and alloys (jin), by Han times the Chinese had hundreds (if not thousands) of listed types of stones and minerals, along with theories for how they were formed.[13][14]

In the 5th century AD, Prince Qian Ping Wang of the Liu Song Dynasty wrote in the encyclopedia Tai-ping Yu Lan (circa 444 AD, from the lost book Dian Shu, or Management of all Techniques):


En la antigua China, la lista literaria más antigua de minerales se remonta al menos al siglo IV aC, con el libro Ji Ni Zi con veinticuatro de ellos.11 Las ideas chinas de mineralogía metafísica se remontan al menos a la antigua dinastía Han (202 BC – 220 dC). Desde el siglo II aC, el texto del Huai Nan Zi, los chinos usaron términos ideológicos taoístas para describir meteorología, precipitación, diferentes tipos de minerales, metalurgia y alquimia.12 Aunque la comprensión de estos conceptos en los tiempos de Han fue taoísta en la naturaleza, las teorías propuestas eran similares a la teoría aristotélica de las exhalaciones mineralógicas (señalada anteriormente) .12 En el 122 a. C., los chinos formularon así la teoría de la metamorfosis de los minerales, aunque es notada por historiadores como Dubs que la tradición de la alquimia. La doctrina mineralógica china se remonta a la Escuela de Naturalistas dirigida por el filósofo Zou Yan (305 a. C. a 240 a. C.) .13 Dentro de las amplias categorías de rocas y piedras (shi) y metales y aleaciones (jin), en tiempos de Han, los chinos tenía cientos (si no miles) de tipos enumerados de piedras y minerales, junto con teorías sobre cómo se formaron.13 14

En el siglo V d. C., el príncipe Qian Ping Wang de la dinastía Liu Song escribió en la enciclopedia Tai-ping Yu Lan (ca. 444 dC, del libro perdido Dian Shu, o 'Gestión de todas las técnicas'):

Las cosas más preciosas del mundo se almacenan en las regiones más internas de todas. Por ejemplo, hay orpiment. Después de mil años se convierte en realgar. Después de otros mil años, el realgar se transforma en oro amarillo.
The most precious things in the world are stored in the innermost regions of all. For example, there is orpiment. After a thousand years it changes into realgar. After another thousand years the realgar becomes transformed into yellow gold.
[15]

En la China antigua y medieval, la mineralogía quedó firmemente vinculada a las observaciones empíricas en farmacopea y medicina. Por ejemplo, el famoso horólogo e ingeniero mecánico Su Song (1020-1101) de la dinastía Song (960-1279) escribió sobre mineralogía y farmacología en su Ben Cao Tu Jing de 1070. En ella creó un enfoque sistemático para el listado de varios minerales diferentes y sobre su uso en mezclas medicinales, como todas las formas de mica que se pueden usar para curar varios males a través de la digestión.[16]​ Su Song también escribió sobre la fractura subconcoidal del cinabrio nativo, signos de yacimientos de minerales, y proporcionó una descripción en forma de cristal.[8]​ Similar a los canales de mineral formados por la circulación del agua subterránea mencionada anteriormente con el científico alemán Agricola, Su Song hizo declaraciones similares con respecto al carbonato de cobre, al igual que el anterior Ri Hua Ben Cao de 970 con sulfato de cobre.[8]

El científico de la dinastía Yuan Zhang Si-xiao (fallecido en 1332) proporcionó un innovador tratado sobre la concepción de los yacimientos de mineral a partir de la circulación de aguas subterráneas y fisuras de rocas, dos siglos antes de que Georgius Agricola llegara a conclusiones similares. En su Suo-Nan Wen Ji, aplica esta teoría al describir la deposición de minerales por evaporación (o precipitación de) las aguas subterráneas en los canales de mineral.[14]

Además de la teoría alquímica ya mencionada, escritores chinos posteriores como el médico de la dinastía Ming Li Shizhen (1518-1593) escribieron sobre la mineralogía en términos similares a la teoría metafísica de Aristóteles, como escribió este último en su tratado farmacéutico Běncǎo Gāngmù (本草綱目, Compendio de Materia Médica, 1596).[1]​ Otra figura de la era Ming, el famoso geógrafo Xu Xiake (1587-1641) escribió sobre lechos minerales y esquistos de mica en su tratado.[17]​ Sin embargo, la literatura europea sobre mineralogía se amplió y variados, los escritores de las dinastías Ming y Qing escribieron poco sobre el tema (incluso en comparación con los chinos de la era de la canción anterior). Las únicas otras obras de estas dos eras que vale la pena mencionar fueron el Shi Pin ('Jerarquía de las piedras') de Yu Jun en 1617, el Guai Shi Lu ('Rocas extrañas') de Song Luo en 1665, y el Guan Shi Lu ('Una mirada a las piedras') en 1668.[17]​ Sin embargo, una figura de la era Song que vale la pena mencionar sobre todo es Shen Kuo.

In ancient and medieval China, mineralogy became firmly tied to empirical observations in pharmaceutics and medicine. For example, the famous horologist and mechanical engineer Su Song (1020–1101 AD) of the Song Dynasty (960–1279 AD) wrote of mineralogy and pharmacology in his Ben Cao Tu Jing of 1070. In it he created a systematic approach to listing various different minerals and their use in medicinal concoctions, such as all the variously known forms of mica that could be used to cure various ills through digestion.[16]​ Su Song also wrote of the subconchoidal fracture of native cinnabar, signs of ore beds, and provided description on crystal form.[8]​ Similar to the ore channels formed by circulation of ground water mentioned above with the German scientist Agricola, Su Song made similar statements concerning copper carbonate, as did the earlier Ri Hua Ben Cao of 970 AD with copper sulfate.[8]

The Yuan Dynasty scientist Zhang Si-xiao (died 1332 AD) provided a groundbreaking treatise on the conception of ore beds from the circulation of ground waters and rock fissures, two centuries before Georgius Agricola would come to similar conclusions.[18]​ In his Suo-Nan Wen Ji, he applies this theory in describing the deposition of minerals by evaporation of (or precipitation from) ground waters in ore channels.

   However, while European literature on mineralogy became wide and varied, the writers of the Ming and Qing dynasties wrote little of the subject (even compared to Chinese of the earlier Song era). The only other works from these two eras worth mentioning were the Shi Pin (Hierarchy of Stones) of Yu Jun in 1617, the Guai Shi Lu (Strange Rocks) of Song Luo in 1665, and the Guan Shi Lu (On Looking at Stones) in 1668.

Teorías de Shen Kuo

Shen Kuo (沈括) (1031-1095))

The medieval Chinese Song Dynasty statesman and scientist Shen Kuo (1031-1095 AD) wrote of his land formation theory involving concepts of mineralogy. In his Meng Xi Bi Tan (梦溪笔谈; Dream Pool Essays, 1088), Shen formulated a hypothesis for the process of land formation (geomorphology); based on his observation of marine fossil shells in a geological stratum in the Taihang Mountains hundreds of miles from the Pacific Ocean.[19]​ He inferred that the land was formed by erosion of the mountains and by deposition of silt, and described soil erosion, sedimentation and uplift.[20]​ In an earlier work of his (circa 1080), he wrote of a curious fossil of a sea-orientated creature found far inland.[21]​ It is also of interest to note that the contemporary author of the Xi Chi Cong Yu attributed the idea of particular places under the sea where serpents and crabs were petrified to one Wang Jinchen. With Shen Kuo's writing of the discovery of fossils, he formulated a hypothesis for the shifting of geographical climates throughout time.[22]​ This was due to hundreds of petrified bamboos found underground in the dry climate of northern China, once an enormous landslide upon the bank of a river revealed them.[22]​ Shen theorized that in pre-historic times, the climate of Yanzhou must have been very rainy and humid like southern China, where bamboos are suitable to grow.[22]

In a similar way, the historian Joseph Needham likened Shen's account with the Scottish scientist Roderick Murchison (1792–1871), who was inspired to become a geologist after observing a providential landslide. In addition, Shen's description of sedimentary deposition predated that of James Hutton, who wrote his groundbreaking work in 1802 (considered the foundation of modern geology).[10]​ The influential philosopher Zhu Xi (1130–1200) wrote of this curious natural phenomena of fossils as well, and was known to have read the works of Shen Kuo.[23]​ In comparison, the first mentioning of fossils found in the West was made nearly two centuries later with Louis IX of France in 1253 AD, who discovered fossils of marine animals (as recorded in Joinville's records of 1309 AD).[24]

América

Perhaps the most influential mineralogy text in the 19th and 20th centuries was the Manual of Mineralogy by James Dwight Dana, Yale professor, first published in 1848. The fourth edition was entitled Manual of Mineralogy and Lithology (ed. 4, 1887). It became a standard college text, and has been continuously revised and updated by a succession of editors including W. E. Ford (13th-14th eds., 1912–1929), Cornelius S. Hurlbut (15th-21st eds., 1941–1999), and beginning with the 22nd by Cornelis Klein. The 23rd edition is now in print under the title Manual of Mineral Science (Manual of Mineralogy) (2007), revised by Cornelis Klein and Barbara Dutrow.

Equally influential was Dana's System of Mineralogy, first published in 1837, which has consistently been updated and revised. The 6th edition (1892)[25]​ being edited by his son Edward Salisbury Dana. A 7th edition was published in 1944, and the 8th edition was published in 1997 under the title Dana's New Mineralogy: The System of Mineralogy of James Dwight Dana and Edward Salisbury Dana, edited by R. V. Gaines et al.

Véase también

Notas

  1. a b c d e Needham, Volume 3, 637.
  2. a b Needham, Volume 3, 636.
  3. a b Bandy, i (Forward).
  4. a b Needham, Volume 3, 636-637.
  5. a b c Needham, Volume 3, 656.
  6. Ramsdell, 164.
  7. a b c Needham, Volume 3, 646.
  8. a b c d e Needham, Volume 3, 649.
  9. a b Needham, Volume 3, 678.
  10. a b Needham, Volume 3, 604
  11. Needham, Volume 3, 643.
  12. a b Needham, Volume 3, 640.
  13. a b Needham, Volume 3, 641.
  14. a b Needham, Volume 3, 651.
  15. Needham, Volume 3, 638.
  16. a b Needham, Volume 3, 648.
  17. a b Needham, Volume 3, 645.
  18. Needham, Volume 3, 650.
  19. Sivin, III, 23.
  20. Sivin, III, 23-24.
  21. Needham, Volume 3, 618.
  22. a b c Needham, Volume 3, 614.
  23. Chan, 15.
  24. Chan, 14.
  25. Edward Salisbury Dana (1911). The system of mineralogy of James Dwight Dana (2 edición). New York: J. Wiley & Sons. Consultado el 6 de julio de 2009. 

Referencias

  • Bandy, Mark Chance and Jean A. Bandy (1955). De Natura Fossilium. New York: George Banta Publishing Company.
  • Chan, Alan Kam-leung and Gregory K. Clancey, Hui-Chieh Loy (2002). Historical Perspectives on East Asian Science, Technology and Medicine. Singapore: Singapore University Press ISBN 9971-69-259-7
  • Hazen, Robert M. (1984). "Mineralogy: A historical review". Journal of Geological Education, 32, 288–298.
  • Needham, Joseph (1986). Science and Civilization in China: Volume 3. Taipei: Caves Books, Ltd.
  • Povarennykh A.S. (1972) "A Short History of Mineralogy and the Classification of Minerals". Crystal Chemical Classification of Minerals, 3–26. Springer, Boston, MA. ISBN 978-1-4684-1743-2
  • Ramsdell, Lewis S. (1963). Encyclopedia Americana: International Edition: Volume 19. New York: Americana Corporation.
  • Sivin, Nathan (1995). Science in Ancient China. Brookfield, Vermont: VARIORUM, Ashgate Publishing.

Enlaces externos