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Diferencia entre revisiones de «Chelonoidis chilensis»

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Revisión del 18:53 2 abr 2017

fgg

Ejemplar silvestre adulto de la tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis).
Estado de conservación
Vulnerable (VU)
Vulnerable (UICN 2.3)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Testudines
Suborden: Cryptodira
Familia: Testudinidae
Género: Chelonoidis
Especie: Chelonoidis chilensis
Gray 1870
Distribución
En color rojo se observa la distribución de la tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis).
En color rojo se observa la distribución de la tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis).
Sinonimia
  • Geochelone chilensis
  • Geochelone donosobarrosi

La tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis) es una tortuga de la familia Testudinidae, endémica de los arbustales y bosques en las regiones áridas y semiáridas del centro-sur y sur de América del Sur.

Un ejemplar adulto de esta tortuga en cautividad.

Distribución

La tortuga terrestre argentina se distribuye desde el Gran Chaco hasta el norte de la Patagonia. Habita por el norte, desde la latitud 19°S en Curuyuqui, departamento de Santa Cruz, en el chaco de Bolivia; siguiendo por el chaco paraguayo y el norte de la Argentina, continuando por la región occidental de ese país hasta alcanzar los áridos arbustales del norte patagónico.[2]​ La distribución de la especie está fuertemente limitada principalmente por la temperatura promedio anual, el rango térmico, y la temperatura máxima del mes más cálido, asi mismo como por las precipitaciones de verano.[3]

Hábitat

Ejemplar en típico hábitat patagónico

Habita desde los semiáridos bosques chaqueños por el norte hasta los arbustales áridos e invernalmente muy fríos de la Patagonia septentrional, siendo incluso la especie de tortuga que se reproduce a la latitud más austral del mundo.

Características

Ejemplar joven.

Las hembras alcanzan 32 cm de largo y los machos 26 cm. Freiberg describe un ejemplar gigante de las siguientes dimensiones:

  • Caparazón: largo 433 mm; ancho 365 mm (ambos en línea recta); alto: 180 mm.;
  • Plastrón: largo: 295 mm.; ancho 266 mm.

Tanto en el tamaño y coloración general como en el diseño de las placas, la especie muestra una enorme variación fenotípica. Las patas son de color grisáceo oscuro con fuertes escamas córneas. A pesar de esta gran variación fenótipica, estudios genéticos revelan que se trata de una sola especie.[4]

Ejemplar adulto.
Haplogrupos de la tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis): haplogrupo “chaco seco” (en rosa); haplogrupo “del monte” (en verde).

Costumbres

Alimentación

Es una especie fundamentalmente herbívora, pues se alimenta con hojas, pastos, frutas, tubérculos, y cactus. Complementa su dieta con algunos invertebrados, en especial, caracoles.

Reproducción

Sus huevos son ovales y blancos, con un largo de 49 mm, y un ancho de 38 mm.

Vida en cautiverio

Esta tortuga terrestre es frecuente mascota en los domicilios argentinos, sin embargo se produce una paradoja ya que el cariño humano pone en peligro su subsistencia como especie ya que generalmente se tiene una sola tortuga lo que dificulta mucho la reproducción.

Taxonomía

Etimología

El nombre chilensis hace alusión a Chile, país que no cuenta con ninguna especie de tortuga terrestre. El error se debe a que el colector del ejemplar tipo escribió en la tarjeta de procedencia: Mendoza, Chile, lo cual indujo a la equivocación de John Gray al describirla en 1870. En ese mismo año, Philip Lutley Sclater al advertir el error geográfico, resolvió modificar el nombre científico proponiendo su reemplazo por la designación argentina, en vez de chilensis. Durante años varios autores continuaron empleando el nuevo nombre, pese a la opinión de Gray en 1872. Posteriormente, por acuerdos nomenclaturales, se empleó en adelante chilensis como nombre exclusivamente válido por la regla de prioridad.

Historia taxonómica

Las tortugas de lo que otrora se denominaba grupo chilensis, si bien ubicadas en distintos géneros, fueron conocidas por más de un siglo con un único nombre específico: chilensis. En 1973, el zoólogo argentino Marcos Abraham Freiberg describe dos nuevas especies de este grupo: Geochelone donosobarrosi (endémico del norte patagónico) y Geochelone petersi (de los sectores chaqueños más áridos, próximos a salitrales). Para la primera de ellas hay consenso entre los especialistas en que es una especie separable de las tortugas terrestres del oeste y norte argentino, de las cuales G. petersi era considerada como una simple variación. Recién en 1998,[5]​ se postuló que el ejemplar tipo empleado por el zoólogo británico John Edward Gray para describir a la especie Testudo chilensis era del mismo taxón patagónico que un siglo después describiría Freiberg, el que de este modo cayó en sinonimia del más antiguo chilensis, quedando el taxón septentrional sin su histórico nombre, debiéndose emplear el que usó Freiberg para describir esa variación chaqueña, pero el error de Freiberg terminaba otorgándole así el nombre válido a la especie del grupo chilensis de la región chaqueña: Chelonoidis petersi (Freiberg, 1973). Para otros autores todas componían un complejo de especies, el complejo chilensis.

Finalmente, como resultado de un profundo estudio genético se concluyó que las poblaciones de esta tortuga conformaban una única especie, si bien fue posible dividirla en dos grandes unidades: el haplogrupo “chaco seco” (con distribución chaqueña en Bolivia, Paraguay y el norte argentino) y el haplogrupo “del monte” (con geonemia en el centro-oeste argentino y norpatagonia).[6]

Relaciones con las tortugas de las Galápagos

Se ha establecido, a pesar de su diferencia de tamaño, la cercanía genética entre el complejo insular que integran las tortugas de las Galápagos y Chelonoidis chilensis, con una distancia genética menor que la que hay entre esta última y otras especies del género Chelonoidis del subcontinente sudamericano: el morrocoy sabanero y el morrocoy de la selva.

Referencias

  1. Tortoise & Freshwater Turtle Specialist Group (1996). «Geochelone chilensis». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2010.2 (en inglés). ISSN 2307-8235. Consultado el septiembre de 2010. 
  2. Chébez, J.C. (2008). Los que se van. Fauna argentina amenazada. 320 pp. Ed. Albatros, Buenos Aires, Argentina.
  3. Ruete, Alejandro; Leynaud, Gerardo C (2015). «Identification of limiting climatic and geographical variables for the distribution of the tortoise Chelonoidis chilensis (Testudinidae): a baseline for conservation actions». PeerJ 3: e1298. doi:10.7717/peerj.1298. 
  4. Fritz, Uwe; et al (2012). «Northern genetic richness and southern purity, but just one species in the Chelonoidis chilensis complex». Zoologica Scripta 41 (3): 220-232. doi:10.1111/j.1463-6409.2012.00533.x. 
  5. Cabrera, M. R. 1998 Las tortugas continentales de Sudamérica. Edición del autor. 108 pág.
  6. Sánchez, Julieta (2012). Variabilidad genética, distribución y estado de conservación de las poblaciones de Tortugas terrestres Chelonoidis chilensis (Testudines: Testudinidae) que habitan en la República Argentina. Director de Tesis: Dr. Alejandro Daniel Bolzán. Codirector de Tesis: Dr. Leandro Alcalde. Lugar de trabajo: Instituto Multidisciplinario de Biología Celular (IMBICE) CCT-CONICET La Plata – CICPBA. Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.

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