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Diferencia entre revisiones de «Guerra del Fútbol»

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Esta escalada de tensión fue aprovechada por los gobiernos de ambos países para orientar la atención de sus poblaciones hacia afuera, en vez de los conflictos políticos internos de cada país. Los medios de comunicación de ambos países jugaron un papel importante, alentando el odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en [[El Salvador]] temían que la expulsión de salvadoreños de Honduras causase tensiones sociales: más campesinos implicarían más presiones socio-económicas en [[El Salvador]] (cosa que finalmente ocurrió). Finalmente, debido a la pasividad mostrada por el gobierno hondureño ante el genocidio que cometía ''La Mancha Brava'' sobre los salvadoreños en Honduras, las autoridades de El Salvador decidieron intervenir militarmente en [[Honduras]].
Esta escalada de tensión fue aprovechada por los gobiernos de ambos países para orientar la atención de sus poblaciones hacia afuera, en vez de los conflictos políticos internos de cada país. Los medios de comunicación de ambos países jugaron un papel importante, alentando el odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en [[El Salvador]] temían que la expulsión de salvadoreños de Honduras causase tensiones sociales: más campesinos implicarían más presiones socio-económicas en [[El Salvador]] (cosa que finalmente ocurrió). Finalmente, debido a la pasividad mostrada por el gobierno hondureño ante el genocidio que cometía ''La Mancha Brava'' sobre los salvadoreños en Honduras, las autoridades de El Salvador decidieron intervenir militarmente en [[Honduras]].


LA CONTENIDA
== La contienda ==
[[Archivo:Chance_vought_corsair_f4u-5n_FAH-609.jpg|thumb|derecha|250px|Un caza [[Chance Vought F4U Corsair|F4U-5N ''Corsair'']] hondureño, que participó en el que sería el último combate aéreo entre aviones de pistón de la historia.]]
El [[14 de julio]] el ejército de El Salvador lanzó la invasión a Honduras y ataques aéreos sobre suelo hondureño, un pelotón del ejército de El Salvador capturó la guarnición fronteriza de Ocotepeque en Honduras, y otro contingente se desplazó a través del paso fronterizo de El Amatillo. Simultáneamente, su aviación bombardeó los aeropuertos de La Mesa y de Toncontin sin éxito.<ref>[http://archivo.elsalvador.com/vertice/2001/7/22/pag12Vertice.pdf El héroe de San José de la Fuente]: "Después de volar por varios minutos, se encontraron con una intensa nubosidad, la inseguridad se apoderó de los pilotos. De repente, cuando pensaban en regresar el cielo se despejó y vieron las luces del aeropuerto. Descargaron sus bombas y sus municiones sobre el objetivo y regresaron a la base. Según el piloto (Andrés) Panameño, no encontraron la totalidad de los aviones de la FAH. Por lo que no lograron inhabilitar a la flotilla de combate hondureña".</ref><ref>[http://aviaciondeapie.org/2010/11/02/la-guerra-de-las-100-horas/ La Guerra de las Cien Horas]: "Más tarde, durante una inspección a la base y el aeropuerto de Toncontín, se determina que las bombas salvadoreñas habían errado el blanco por completo, cayendo algunas en una montaña despoblada al Sur del aeropuerto, otras más en las inmediaciones de la colonia San José, cerca de Comayagüela y las últimas en las cercanías de la colonia 15 de Septiembre. En resumen, no se reportaban daños materiales en el aeropuerto ni en la base de la FAH. Informes similares se reciben desde todas las áreas bombardeadas."</ref> En respuesta, la aviación hondureña lanzó bombardeos.
El [[14 de julio]] el ejército de El Salvador lanzó la invasión a Honduras y ataques aéreos sobre suelo hondureño, un pelotón del ejército de El Salvador capturó la guarnición fronteriza de Ocotepeque en Honduras, y otro contingente se desplazó a través del paso fronterizo de El Amatillo. Simultáneamente, su aviación bombardeó los aeropuertos de La Mesa y de Toncontin sin éxito.<ref>[http://archivo.elsalvador.com/vertice/2001/7/22/pag12Vertice.pdf El héroe de San José de la Fuente]: "Después de volar por varios minutos, se encontraron con una intensa nubosidad, la inseguridad se apoderó de los pilotos. De repente, cuando pensaban en regresar el cielo se despejó y vieron las luces del aeropuerto. Descargaron sus bombas y sus municiones sobre el objetivo y regresaron a la base. Según el piloto (Andrés) Panameño, no encontraron la totalidad de los aviones de la FAH. Por lo que no lograron inhabilitar a la flotilla de combate hondureña".</ref><ref>[http://aviaciondeapie.org/2010/11/02/la-guerra-de-las-100-horas/ La Guerra de las Cien Horas]: "Más tarde, durante una inspección a la base y el aeropuerto de Toncontín, se determina que las bombas salvadoreñas habían errado el blanco por completo, cayendo algunas en una montaña despoblada al Sur del aeropuerto, otras más en las inmediaciones de la colonia San José, cerca de Comayagüela y las últimas en las cercanías de la colonia 15 de Septiembre. En resumen, no se reportaban daños materiales en el aeropuerto ni en la base de la FAH. Informes similares se reciben desde todas las áreas bombardeadas."</ref> En respuesta, la aviación hondureña lanzó bombardeos.


LA ONU LOS DEMANDO POR PELEAR ENTRE LOS DOS.
La [[Organización de Estados Americanos]] negoció un alto al fuego la noche del 18 de julio que entró en vigor el [[20 de julio]]. El gobierno salvadoreño exigió que cesara la persecución de sus compatriotas, pero la OEA le exigió antes desalojar suelo hondureño. Las tropas salvadoreñas se retiraron a principios de agosto.


Fue la última confrontación de la historia donde combatieron aeronaves de pistón y hélice. Ambos bandos tenían en servicio material de origen norteamericano que sirvió al final de la Segunda Guerra Mundial. Se enfrentaron dos de las mejores aeronaves de este tipo jamás construidas: por un lado, los [[F4U Corsair]] de la Fuerza Aérea Hondureña, por el otro, los [[P-51 Mustang]] de la Fuerza Aérea Salvadoreña,{{cita requerida}}. Ambos bandos utilizaron sus aviones [[C-47 Skytrain]] como bombarderos improvisados, cuando la Fuerza Aérea Salvadoreña bombardeó el [[Aeropuerto Internacional Toncontin]] en Honduras, en cambio cuando Honduras bombardeó el [[Aeropuerto de Ilopango]] en El Salvador.
Fue la última confrontación de la historia donde combatieron aeronaves de pistón y hélice. Ambos bandos tenían en servicio material de origen norteamericano que sirvió al final de la Segunda Guerra Mundial. Se enfrentaron dos de las mejores aeronaves de este tipo jamás construidas: por un lado, los [[F4U Corsair]] de la Fuerza Aérea Hondureña, por el otro, los [[P-51 Mustang]] de la Fuerza Aérea Salvadoreña,{{cita requerida}}. Ambos bandos utilizaron sus aviones [[C-47 Skytrain]] como bombarderos improvisados, cuando la Fuerza Aérea Salvadoreña bombardeó el [[Aeropuerto Internacional ToncLOLntin]] en Honduras, en cambio cuando Honduras bombardeó el [[Aeropuerto de Ilopango]] en El Salvador.


El Mayor Fernando Soto Henríquez al mando de su nave una Chance Vought F4U Corsair con registro FAH-609 de la Fuerza Aérea de Honduras, anotó tres derribos en combate: un Cavalier P-51D Mustang y dos Goodyear FG-1D Corsair S de la Fuerza Aérea Salvadoreña el 17 de julio de 1969, logrados así, el de un P-51 por la mañana y dos FG-1 por la tarde, con esto se convierte en el único piloto latinoamericano en obtener tres victorias en un conflicto bélico en suelo continental americano. Esto le logró varios reconocimientos a nivel mundial e invitado de honor al «Eagles Gathering».
El Mayor Fernando Soto Henríquez al mando de su nave una Chance Vought F4U Corsair con registro FAH-609 de la Fuerza Aérea de Honduras, anotó tres derribos en combate: un Cavalier P-51D Mustang y dos Goodyear FG-1D Corsair S de la Fuerza Aérea Salvadoreña el 17 de julio de 1969, logrados así, el de un P-51 por la mañana y dos FG-1 por la tarde, con esto se convierte en el único piloto latinoamericano en obtener tres victorias en un conflicto bélico en suelo continental americano. Esto le logró varios reconocimientos a nivel mundial e invitado de honor al «Eagles Gathering».

Revisión del 22:02 15 feb 2018

Guerra de las Cien Horas
Fecha 14 - 18 de julio de 1969
Lugar Frontera entre El Salvador y Honduras Ciudades y pequeñas aldeas en ese tiempo Ocotepeque y Tegucigalpa
Casus belli Deportación masiva de granjeros salvadoreños de Honduras.
Resultado Alto al fuego negociado por parte de la OEA.
Virtual imposibilidad de continuación del Mercado Común Centroamericano.
Beligerantes
Bandera de El Salvador El Salvador Bandera de Honduras Honduras
Comandantes
Bandera de El Salvador Fidel Sánchez Hernández
Bandera de El Salvador Salvador Henríquez
Bandera de Honduras Oswaldo López Arellano
Bandera de Honduras Emmanuel Velasquez
Fuerzas en combate
~1000[1]
29 aviones[2]
~13000[2]​2 aviones
Bajas
700 (incluyendo civiles) 1200 (incluyendo civiles)
Mensaje del Presidente Fidel Sánchez Hernández del 18 de julio de 1969.

La Guerra de las 100 horas fue un conflicto armado ocurrido entre el 14 al 18 de julio de 1969 entre las repúblicas de El Salvador y Honduras. Esta guerra conocida en la historiografía anglosajona como Guerra del Fútbol (en inglés: Football War o Soccer War), debido a la coincidencia con un partido de fútbol que el 26 de junio de 1969 enfrentó a las selecciones nacionales de El Salvador y Honduras, con motivo de las clasificatorias para la Copa Mundial de Fútbol de 1970; dicho nombre fue acuñado por el reportero polaco Ryszard Kapuściński y el reportero jamaiquino Bob Dickens,[3]​ quienes desconocían las causas reales que provocaron el conflicto entre las dos repúblicas de Centroamérica.[cita requerida]

Durante esta guerra se evidenciaron las tensiones políticas que llevaron al conflicto armado a estos dos países. Fue una guerra breve (los combates duraron apenas cuatro días) y donde ambos bandos utilizaron aviones de combate notablemente obsoletos para la época. De hecho, esta guerra fue la última ocasión en la que los aparatos estadounidenses Cavalier P-51D Mustang, F4U-1 Corsair, T-28A Trojan, Douglas C-47 Skytrain (como bombardero improvisado por ambos bandos) y AT-6C Texan —todos veteranos de la Segunda Guerra Mundial— participaron en acciones bélicas.

Antecedentes

Un elemento importante en la tensión diplomática de ambos países fue la situación social en El Salvador y Honduras, cuando se buscaba por parte de los militares gobernantes en los dos Estados una salida conveniente para los grupos en el poder político de cada país. Los dos países contendientes se caracterizaban por tener una economía nacional basada en la producción de materia prima de origen agrícola, al ser muy escasos el poderío de la industria y el sector servicios de ambas economías. Una gran parte de la población de los dos países estaba formada por campesinos sin tierras, quienes trabajaban como jornaleros en fincas de grandes terratenientes.

En meses previos a la denominada guerra surgió un escuadrón clandestino hondureño llamado la Mancha Brava, para aterrorizar a más de 300 000 salvadoreños que se habían afincado en los años 60 en Honduras para trabajar en plantaciones bananeras y establecer negocios en ese país. Estas formaciones paramilitares asesinaron y detuvieron a una gran cantidad de salvadoreños en la zona fronteriza, lo que agudizó aún más la situación entre los dos países.[cita requerida]

Los grandes hacendados controlaban la mayor parte de la tierra cultivable en El Salvador desde los años 1920, ya que los sucesivos gobiernos salvadoreños habían rechazado todo proyecto de distribución de tierras a campesinos pobres. Esto llevó a la emigración constante de campesinos salvadoreños a regiones de Honduras cercanas a la frontera con El Salvador, pues si bien la extensión territorial de El Salvador era igual (entonces como ahora) apenas al 20% del territorio hondureño, la población salvadoreña era bastante más numerosa que la de Honduras en el año 1969: 3 600 000 salvadoreños ante 2 600 000 hondureños. La sobrepoblación de El Salvador halló una válvula de escape en la emigración de campesinos salvadoreños a Honduras, país con menos población y con demanda de mano de obra no calificada, al punto que hacia 1969 había casi 300 000 jornaleros salvadoreños viviendo en Honduras, formando casi el 20% de los peones rurales de dicho país. Esto permitía a las élites de El Salvador reducir la alta densidad demográfica de su país sin sacrificar sus intereses financieros, evitando todo posible "reparto de tierras".

En 1969 la situación cambió en Honduras. Los grandes terratenientes hondureños también experimentaban la presión social de tener grandes masas de jornaleros sin tierras que podían ser fuente de revueltas contra el gobierno. Para paliar el descontento de los campesinos pobres de Honduras, el presidente Osvaldo López Arellano decidió realizar una reforma agraria pero sin afectar a los grandes propietarios de tierras (entre los que se contaba la empresa estadounidense United Fruit Company, dueña del 10% de la tierra cultivable de Honduras). La solución del gobierno hondureño consistió en expropiar tierras a los campesinos salvadoreños que habían vivido ahí durante varias generaciones y los que se habían hecho propietarios a base de esfuerzo propio, además de expulsar a los jornaleros salvadoreños residentes en Honduras. Esto generó una persecución de salvadoreños en Honduras principalmente por el denominado grupo clandestino La Mancha Brava, que asesinó a una gran cantidad de salvadoreños y atemorizó a otros, lo cual produjo un "regreso" masivo a El Salvador.

Esta escalada de tensión fue aprovechada por los gobiernos de ambos países para orientar la atención de sus poblaciones hacia afuera, en vez de los conflictos políticos internos de cada país. Los medios de comunicación de ambos países jugaron un papel importante, alentando el odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en El Salvador temían que la expulsión de salvadoreños de Honduras causase tensiones sociales: más campesinos implicarían más presiones socio-económicas en El Salvador (cosa que finalmente ocurrió). Finalmente, debido a la pasividad mostrada por el gobierno hondureño ante el genocidio que cometía La Mancha Brava sobre los salvadoreños en Honduras, las autoridades de El Salvador decidieron intervenir militarmente en Honduras.

LA CONTENIDA El 14 de julio el ejército de El Salvador lanzó la invasión a Honduras y ataques aéreos sobre suelo hondureño, un pelotón del ejército de El Salvador capturó la guarnición fronteriza de Ocotepeque en Honduras, y otro contingente se desplazó a través del paso fronterizo de El Amatillo. Simultáneamente, su aviación bombardeó los aeropuertos de La Mesa y de Toncontin sin éxito.[4][5]​ En respuesta, la aviación hondureña lanzó bombardeos.

LA ONU LOS DEMANDO POR PELEAR ENTRE LOS DOS.

Fue la última confrontación de la historia donde combatieron aeronaves de pistón y hélice. Ambos bandos tenían en servicio material de origen norteamericano que sirvió al final de la Segunda Guerra Mundial. Se enfrentaron dos de las mejores aeronaves de este tipo jamás construidas: por un lado, los F4U Corsair de la Fuerza Aérea Hondureña, por el otro, los P-51 Mustang de la Fuerza Aérea Salvadoreña,[cita requerida]. Ambos bandos utilizaron sus aviones C-47 Skytrain como bombarderos improvisados, cuando la Fuerza Aérea Salvadoreña bombardeó el Aeropuerto Internacional ToncLOLntin en Honduras, en cambio cuando Honduras bombardeó el Aeropuerto de Ilopango en El Salvador.

El Mayor Fernando Soto Henríquez al mando de su nave una Chance Vought F4U Corsair con registro FAH-609 de la Fuerza Aérea de Honduras, anotó tres derribos en combate: un Cavalier P-51D Mustang y dos Goodyear FG-1D Corsair S de la Fuerza Aérea Salvadoreña el 17 de julio de 1969, logrados así, el de un P-51 por la mañana y dos FG-1 por la tarde, con esto se convierte en el único piloto latinoamericano en obtener tres victorias en un conflicto bélico en suelo continental americano. Esto le logró varios reconocimientos a nivel mundial e invitado de honor al «Eagles Gathering».

Al final de la guerra, los ejércitos de ambos países encontraron un pretexto para rearmarse y el Mercado Común Centroamericano quedó en ruinas. Bajo las reglas de dicho mercado, la economía salvadoreña (la más industrializada en Centroamérica en aquella época) estaba ganando mucho terreno en relación a la economía hondureña.

Las dos naciones firmaron el Tratado General de Paz en Lima (Perú) el 30 de octubre de 1980, por el cual la disputa fronteriza se resolvería en la Corte Internacional de Justicia: ello dio paso a la solución negociada del litigio fronterizo por el control de unos 450 kilómetros cuadrados, conocido como Los Bolsones, los cuales pasaron a formar parte del territorio hondureño, en detrimento del territorio salvadoreño.

Resultados de los encuentros

Estos son los resultados de los partidos de fútbol entre las selecciones de ambos países:

Consecuencias de la guerra

Archivo:Honor.jpg
Mayor Jorge Colindres Reyes (derecha) participando en una ceremonia al finalizar la guerra.
  • La muerte de entre 4.000 y 6.000 civiles, y más de 15.000 heridos, dependiendo de la fuente.[3]
  • Entre 60.000 y 130.000 de los 300.000 salvadoreños indocumentados que vivían en Honduras fueron forzados a regresar a su país.[3]
  • El fin del esfuerzo de integración regional conocido como Mercado Común Centroamericano (MCCA), diseñado por EE. UU. como una contraparte económica regional para contrarrestar los efectos de la revolución socialista en Cuba.
  • El refuerzo del papel político de los militares en ambos países. En El Salvador, en las elecciones legislativas que siguieron, la mayoría de los candidatos del Partido de Conciliación Nacional (PCN) de El Salvador, en esa fecha en el gobierno, salidos del Ejército, hicieron una enorme apología de su papel en el conflicto y, por consiguiente, resultaron victoriosos en las elecciones de diputados y alcaldes.
  • El agravamiento de la situación social en El Salvador, producto de las deportaciones desde Honduras, ya que el gobierno tuvo que facilitar a estas personas la reinserción económica, lo que no logró satisfacer adecuadamente (actualmente sigue siendo la zona más pobre de El Salvador). Aumentó la presión social que derivó en la guerra civil que viviría el país centroamericano.

Referencias

  1. Modern Wars 1945 - Present
  2. a b LAAHS: The 100 Hour War, p. 4.
  3. a b c «Jamás imaginé lo que desencadenaría mi gol». El País. 20 de julio de 2009. 
  4. El héroe de San José de la Fuente: "Después de volar por varios minutos, se encontraron con una intensa nubosidad, la inseguridad se apoderó de los pilotos. De repente, cuando pensaban en regresar el cielo se despejó y vieron las luces del aeropuerto. Descargaron sus bombas y sus municiones sobre el objetivo y regresaron a la base. Según el piloto (Andrés) Panameño, no encontraron la totalidad de los aviones de la FAH. Por lo que no lograron inhabilitar a la flotilla de combate hondureña".
  5. La Guerra de las Cien Horas: "Más tarde, durante una inspección a la base y el aeropuerto de Toncontín, se determina que las bombas salvadoreñas habían errado el blanco por completo, cayendo algunas en una montaña despoblada al Sur del aeropuerto, otras más en las inmediaciones de la colonia San José, cerca de Comayagüela y las últimas en las cercanías de la colonia 15 de Septiembre. En resumen, no se reportaban daños materiales en el aeropuerto ni en la base de la FAH. Informes similares se reciben desde todas las áreas bombardeadas."

Enlaces externos

Véase también