Diferencia entre revisiones de «La creación de Adán»

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La inspiración de Miguel Ángel pudo haber venido del [[himno]] [[medieval]] ''[[Veni Creator Spiritus]]'', en el que se pide que el dedo de la mano paterna derecha ''(digitus paternae dexterae)'' dé a los fieles amor y corazón.
La inspiración de Miguel Ángel pudo haber venido del [[himno]] [[medieval]] ''[[Veni Creator Spiritus]]'', en el que se pide que el dedo de la mano paterna derecha ''(digitus paternae dexterae)'' dé a los fieles amor y corazón.

El cuadro es muy iluminado. Se aprecia el movimiento alrededor de un centro aparentemente quieto, en el gesto del toque a punto de producirse sugieriendo al observador una historia anterior hasta ese instante y otra, la siguiente a partir de que los dedos se junten. El toque, aun no efectuado en el cuadro, deja abiertas multitud de iterrogantes. El gesto sugiere que ambos desean el toque definitivo o que aun sin haberse producido el contacto, ya a la distacia, el hombre está recibiendo vida que lo incorpora sobre la tierra.


== Teorías anatómicas ==
== Teorías anatómicas ==

Revisión del 22:00 26 dic 2017

La creación de Adán
(Creazione di Adamo)
Año 1511
Autor Miguel Ángel
Técnica Fresco
Estilo Renacimiento
Tamaño 280 cm × 570 cm
Localización Capilla Sixtina, Roma, Bandera de Ciudad del Vaticano Ciudad del Vaticano

La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Génesis en el cual Dios le da vida a Adán, el primer hombre. Cronológicamente es el cuarto de los paneles que representan episodios del Génesis en el techo de la capilla, fue de los últimos en ser completados y es una de las obras de arte más apreciadas y reconocidas en el mundo.

Composición

Dios es representado como un hombre anciano y con barba envuelto en una alborotada túnica color púrpura, la cual comparte con unos querubines. Su brazo izquierdo está alrededor de una figura femenina, normalmente interpretada como Eva, quien no ha sido creada aún y, en sentido figurado, espera en los cielos a que le sea dado un lugar en la Tierra. El brazo derecho de Dios se encuentra estirado, para impartir la chispa de vida de su propio dedo al de Adán, cuyo brazo izquierdo se encuentra en idéntica posición al de Dios. Es famoso el hecho de que ambos dedos están separados por una mínima distancia. La pintura tomó de tres a cuatro años en ser completada.

Las posiciones idénticas de Dios y Adán se basan en el Génesis 1:27, que dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Al mismo tiempo Dios, que aparece flotando en el aire contrasta con la imagen terrenal de Adán, quien se encuentra acostado en un estable triángulo de tierra. El nombre de Adán viene del hebreo y significa hombre y la forma femenina Adamah significa Tierra.

La inspiración de Miguel Ángel pudo haber venido del himno medieval Veni Creator Spiritus, en el que se pide que el dedo de la mano paterna derecha (digitus paternae dexterae) dé a los fieles amor y corazón.

El cuadro es muy iluminado. Se aprecia el movimiento alrededor de un centro aparentemente quieto, en el gesto del toque a punto de producirse sugieriendo al observador una historia anterior hasta ese instante y otra, la siguiente a partir de que los dedos se junten. El toque, aun no efectuado en el cuadro, deja abiertas multitud de iterrogantes. El gesto sugiere que ambos desean el toque definitivo o que aun sin haberse producido el contacto, ya a la distacia, el hombre está recibiendo vida que lo incorpora sobre la tierra.

Teorías anatómicas

Las manos de Adán y de Dios

Varias hipótesis han surgido en torno al significado de la composición original de La creación de Adán. Muchas de estas toman la bien documentada experiencia de Miguel Ángel en la anatomía humana como punto de partida. En 1990, el doctor Frank Lynn Meshberger publicó en la Revista de la Asociación Médica Norteamericana que las figuras y sombras representadas tras la figura de Dios aparecían como una acertada representación del cerebro humano incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo, la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo. Alternativamente, ha sido observado que el manto rojo alrededor de Dios tiene la forma del útero humano y que la bufanda verde que cuelga de él, podría ser un cordón umbilical recién cortado.[1]

Referencias

  1. Mónica Careaga (19 de diciembre de 2013). «La anatomía oculta en las obras de Miguel Ángel». Twitter @mon_cop. Consultado el 1 de agosto de 2016. 

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