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Diferencia entre revisiones de «Conservación y restauración»

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El Patrimonio Cultural es un componente fundamental de la identidad de los pueblos y de su diversidad. Su naturaleza particular y su carácter irrepetible, comporta la obligación moral de transmitirlo a las generaciones futuras y la necesidad de sensibilizar tanto a los profesionales del sector como a ciudadanos y representantes públicos, sobre sus orígenes, su historia, su vulnerabilidad y la necesidad de su imprescindible tutela.

Revisión del 00:58 5 nov 2017


Antes

Durante

Después
Restauración de El Juicio Final (Capilla Sixtina).

La conservación y restauración de bienes culturales es una actividad profesional dedicada a fomentar la permanencia de aquellas manifestaciones culturales y artísticas, al protegerlas y rescatarlas responsablemente de manera que, se logren transmitir a generaciones futuras al asegurar su uso actual y al respetar su significado histórico, artístico y social. La toma de decisiones en ambos casos se apoya en un proceso completo de investigación y diálogo multidisciplinario.

Etimología

El vocablo conservación deriva del latín conservatio, compuesto por cum, que tiene el valor de continuidad, y el verbo servare, salvar.[1]

El origen etimológico de restauración proviene del término en latín de restauratĭo y sus componentes léxicos son: el prefijo re (repetición) y el verbo estatuere (colocar, erigir).[2]

Consideraciones iniciales

Retablo en restauración.

La identidad cultural de un grupo o comunidad se define por diversos aspectos en los que se manifiesta como los instrumentos de comunicación, la lengua, relaciones sociales, ritos y ceremonias, comportamientos colectivos, sistemas de valores y creencias.[3]​ El patrimonio cultural se refiere a todo aquello que el hombre produce con su ingenio el cual agrupa en un acervo que transmite a las generaciones futuras y que al formar un patrimonio común, son la clave para distinguirse de cualquier otro grupo social, es por ello que proteger aquello que se produjo se traduce en cuidar los testimonios de su identidad.[4]​ El patrimonio cultural se divide en patrimonio cultural tangible y patrimonio cultural intangible, dentro del primero se desprenden los bienes culturales muebles y los bienes culturales inmuebles,[5]​ los cuales son preocupación directa de la conservación y la restauración.

Los bienes culturales muebles son aquellos que por sus características se pueden desplazar, es decir trasladarse de un lugar a otro gracias a sus dimensiones o peculiaridades de manufactura.[6]​ Dentro de estos bienes se pueden encontrar diversos objetos o artefactos como obra pictórica, escultórica, gráfica, bibliográfica y hemerográfica, material fotográfico, textiles, mobiliario , objetos ornamentales, entre otros.

Los bienes inmuebles al contrario de los anteriores, son aquellos que no pueden ser desplazados y tienen una situación fija, esta compuesto por conjuntos arquitectónicos, obras de ingeniería, monumentos revestidos de valor arqueológico, histórico, arquitectónico, artístico o científico. Dentro de ellos se desprenden los bienes inmuebles por destino, que son aquellos elementos que están estrechamente vinculados al edificio histórico en el que se encuentra, como pintura mural realizada directamente sobre los muros, techos o bóvedas; pintura sobre lienzo o tabla adosadas a las paredes, también incluye retablos, relieves, pisos, techos, vitrales, puertas y ventanas, fuentes, cruces atriles y esculturas adosadas a la arquitectura.[7]

Dentro de los bienes que integran el patrimonio cultural, también se incluye a aquellos objetos a los que se les reconoce una cualidad artística, las obras de arte asumen una peculiar relevancia dentro de los bienes culturales debido a su doble naturaleza referida como "condición dual", es decir por su valor como documento y como unidad de imagen[8]

Historia

Proceso de restauración del portón de entrada de la Iglesia de La Asunción en Villamelendro de Valdavia.

El cuidado del patrimonio cultural tiene una larga historia dentro de las tradiciones de fijado y la reparación de objetos,[9]​ y en las restauraciones de obras de arte individuales. Aunque las actividades de restauración de objetos se remontan a los inicios de la humanidad, como actividad pública y profesional, ésta comenzó en el siglo XIX. En el pasado se realizaron intervenciones de restauración principalmente en objetos de uso ritual, en México se han encontrado vasijas que se rompieron y después fueron unidas por medio de una costura. Plinio el Viejo ya menciona en su Historia técnicas para desprender murales, práctica común entre los romanos que de esta forma expoliaron edificios griegos. Durante la edad media y el renacimiento las labores de restauración eran realizadas por artesanos, pero con el advenimiento del concepto de artista se comenzó a delegar estas actividades a artesanos marginados.

Es hasta el siglo XIX que comienzan a surgir personas solo dedicadas a conservar, mantener y en algunos casos reconstruir objetos del pasado. Los campos de la ciencia y el arte se volvieron cada vez más interdependientes gracias a científicos como Michael Faraday quien comenzó a estudiar los efectos nocivos del medio ambiente en las obras de arte. Luis Pasteur también llevó a cabo análisis científicos sobre la pintura durante este periodo.[10]​ Sin embargo, quizás el primer intento organizado para conservar el patrimonio cultural fue la Sociedad para la Protección de Edificios Antiguos en el Reino Unido. Influenciada por los escritos de John Ruskin esta sociedad fue fundada por William Morris en 1877. Durante el mismo período un movimiento con objetivos similares, también se había desarrollado en Francia bajo la dirección de Eugène Viollet-le-Duc un arquitecto y teórico francés al que se le puede considerar el primer restaurador. Viollet-le-Duc realizó un extenso estudio de la arquitectura gótica y se dispouso a reconstruir y completar las obras inconclusas de la época. Es también uno de los primeros en poner por escrito sus ideas y métodos; así como también es uno de los primeros en ser criticado públicamente por Ruskin.

El desarrollo de la conservación del patrimonio moderna recibió un impulso en Alemania, cuando en 1888 Friedrich Rathgen se convirtió en el primer químico en ser empleado por un museo, el Museo Real de Berlín. No sólo desarrolló un enfoque científico para el cuidado de los objetos de las colecciones, si no que difundió este enfoque con la publicación de un Manual de conservación en 1898.[11]​ A lo largo del siglo XX la ciencia de conservación ha ido adquiriendo una importancia creciente para proveer información física, química, biológica, geológica, etc. sobre los materiales y el entorno de los bienes culturales, permitiendo identificar las causas del deterioro, los mecanismos de degradación y proponer metodologías para la caracterización y protección de los bienes.[12]

Ya en el siglo XX comienza una corriente para dar fundamento a las prácticas de rescate de los objetos del pasado, comenzando en Italia con las obras de Camillo Boito. Con la asunción de la Italia fascista se comienza una labor de restauración y reconstrucción del pasado romano y renacentista del país que crea las condiciones para que más tarde se cree el Istituto Centrale per il Restauro. En esta institución surgirá el más conocido teórico de la restauración, Cesare Brandi.

La necesidad de establecer principios para regular la conservación y restauración de monumentos históricos quedó plasmada en la "Carta de Venecia"" o Carta Internacional sobre la conservación y restauración de monumentos y sitios, suscrita en 1964.

Conservación

La conservación es una disciplina profesional con carácter interdisciplinario, desarrolla continuamente criterios, metodologías, acciones y medidas que tienen como objetivo la salvaguarda del patrimonio cultural tangible, asegurando su accesibilidad,[13]​ prolongando y manteniendo el mayor tiempo posible sin deterioro los materiales que constituyen a la obra, los valores que se les atribuyen y convierten al objeto en patrimonio cultural. Estas medidas y acciones deben respetar su autenticidad, el significado y las propiedades físicas del bien cultural, así como el valor documental, los signos del tiempo y las transformacionses propias de los materiales cuando no pongan en riesgo al objeto.[14]

La conservación es un acto crítico, conjunta términos prácticos, técnicos y teóricos en las actividades que le competen; los conservadores interpretan los valores reconocidos en el bien cultural, y crean una estrategia de trabajo delimitada por ejes éticos de la propia profesión, así como de cartas, acuerdos, documentos, convenciones, así como legislaciones locales e internacionales.

La conservación esta dividida en tres campos de acción: la conservación preventiva, la conservación curativa o directa y la restauración.

Conservación preventiva o indirecta

La conservación preventiva consiste en todas aquellas medidas, politicas y acciones que tengan como objetivo evitar, retardar o minimizar futuros deterioros o pérdidas en el patrimonio cultural. Estas acciones se realizan sobre el contexto (las causas del deterioro) o el área circundante al bien, o más frecuentemente un grupo de bienes, sin tener en cuenta su edad o condición. Estas medidas y acciones son indirectas, es decir, no interfieren con los materiales y las estructuras de los objetos, no modifican su apariencia, busca que la restauración y la conservación curativa o directa no sean la primera opción de conservación.[15]​La conservación preventiva es considerada como sistema de mayor eficacia para promover la preservación a largo plazo de los bienes culturales.[16]​ Algunos ejemplos son: iluminación, control de humedad relativa, control de temperatura, registro, embalaje, planes y manejo de riesgos.[17]

Conservación curativa o directa

Conservación curativa, directa o activa: son todas aquellas acciones aplicadas de manera directa sobre un bien o un grupo de bienes culturales que tengan como objetivo detener los procesos dañinos presentes o reforzar su estructura (efectos y deterioros estructurales). Estas acciones sólo se realizan cuando los bienes se encuentran en un estado de fragilidad notable o se están deteriorando a un ritmo elevado, por lo que podrían perderse en un tiempo relativamente breve. Estas acciones a veces modifican el aspecto de los bienes, su finalidad es dar un mayor tiempo de vida al objeto sin perder las propiedades que lo definen como patrimonio cultural y que experimente la menor cantidad posible de alteraciones.[18]​ Entre estas actividades se encuentran: consolidación, eliminación de productos de corrosión, desalinización, desacidificación, desinfestación.[19]​ También limpieza mecánica y fisicoquímica, reentelado, fijado, por mencionar algunos.

Restauración

La restauración hace referencia a todas aquellas acciones aplicadas de manera directa a un bien individual y estable, que tengan como objetivo facilitar su apreciación, comprensión y uso (efectos estéticos y a sus valores). Estas acciones sólo se realizan cuando el bien ha perdido una parte de su significado o función a través de una alteración o un deterioro pasados. En la mayoría de los casos, estas acciones modifican el aspecto del bien, buscan devolver al objeto su significado, y preservarlo para el futuro. Ejemplos: Reintegración cromática, unión de fragmentos, correción de deformaciones, por mencionar algunos.[20]

Para reforzar lo anterior, se menciona la reflexión de Carlos Chanflón Olmos hace sobre la finalidad de la Restauración "proteger las fuentes objetivas del conocimiento histórico",[21]​ dicha situación conlleva una acción responsable por proteger los bienes culturales. Por tal motivo, toda actividad de conservación y restauración sobre estos bienes requiere de un planteamiento crítico previo de defunción y valoración del objeto sobre el que se pretende actual. Por lo que, antes de cualquier práctica ejecutoria es necesario desarrollar "...una lectura previa del texto de la obra de arte [bien cultural] y, por consiguiente, una interpretación del mismo, una reacentuación valorativa de este texto entrando en diálogo con él y con las lecturas pasadas del mismo, así como anticipando posibles lecturas futuras".[22]

Conservador-restaurador

La conservación, actividad del conservador-restaurador, consiste en el examen técnico, la preservación y la conservación/ restauración de los bienes culturales: El examen es el primer paso que se lleva a cabo para determinar la estructura original y los componentes de un objeto, así como el alcance de los deterioros, alteraciones y pérdidas que sufre y la documentación sobre los descubrimientos realizados. La preservación es la acción emprendida para retardar o prevenir el deterioro o los desperfectos que los bienes culturales son susceptibles de sufrir, a modo de control de su entorno y/o tratamiento de su estructura, para mantenerlos el mayor tiempo posible en una condición estable. La restauración es la actividad llevada a cabo para rendir identificable un objeto deteriorado o con desperfectos, sacrificando el mínimo de su integridad estética e histórica[23]

Referencias

  1. González-Vara, Ignacio (2008). Conservación de bienes culturales. Teoría, principios y normas. Ediciones Cátedra. p. 539. ISBN 978-84-376-1721-3. 
  2. «¿Qué es la restauración?». Consultado el 10 de junio de 2016. 
  3. González-Varas, Ignacio. Conservación de bienes culturales. Teoría, historia, principios y normas. Ediciones Cátedra. p. 43. 
  4. Chanflón Olmos, Carlos (1996). Fundamentos teóricos de la restauración. Universidad Nacional Autónoma de México. p. 115. 
  5. «Los diversos patrimonios». Consultado el 10 de junio de 2016. 
  6. «Manual de conservación preventiva de bienes culturales en recintos religiosos». Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de Antropología e Historia. 
  7. «Manual de conservación preventiva de bienes culturales en recintos religiosos». Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, Instituto Nacional de Antropología e Historia. 
  8. González-Varas, Ignacio. Conservación de bienes culturales. Teoría, historia, principios y normas. p. 45. 
  9. Pye, E, 2001. Caring for the past: Issues in conservation for archaeology and museums. London: James and James
  10. Stoner, Joyce Hill. 2005. «Changing approaches in art conservation: 1925 to the present». En Scientific Examination of Art: Modern Techniques in Conservation and Analysis (Sackler NAS Colloquium). Proceedin of the National Academy of Sciences. p. 41
  11. Gilberg, Mark. (1987) Friedrich Rathgen: The father of modern archaeological conservation. Journal of the American Institute for Conservation, Vol. 26, No. 2 (Autumn, 1987), pp. 105-120
  12. Plan Nacional de Investigación en Conservación [1]
  13. «Terminología para definir la conservación del patrimonio cultural tangible. Resolución que se presentará a los miembros del ICOM-CC durante la XV a Conferencia Trianual, Nueva Delhi.». International Council Of Museums (ICOM), Grupo ESpañol International Institute for Conservation (GE-iic). 22-26 de septiembre de 2008. Consultado el 10 de junio de 2016. 
  14. González-Vara, Ignacio (2008). Conservación de bienes culturales. Teoría, principios y normas. Ediciones Cátedra. p. 75. ISBN 978-84-376-1721-3. 
  15. Ibarra Carmona, Laura Olivia (2006). «Metodología de aproximación para la recuperación de la sonoridad de un instrumento musical.». Tesis dde Licenciatura Escuela Nacional de Conservación , Restauración y Museografía "Manuel del Castillo Negrete". 
  16. American Institute for Conservation (AIC) (1997). «Commentaries to the Guidelines for Practice». http://www.conservation-us.org (en inglés). Consultado el 10 de junio de 2016. 
  17. Idea and design: A.J. van Dam. «Conservation: who, what & why?». http://www.icom-cc.org (en inglés). Consultado el 10 de junio de 2016. 
  18. Muñoz Viñas, Salvador. Teoría contemporánea de la restauración. Editorial Síntesis. p. 23. ISBN 84-9756-154-6. 
  19. «Resolución que se presentará a los miembros del ICOM CC durante la XV a Conferencia Trianual, Nueva Delhi.Terminología para definir la conservación del patrimonio cultural tangible». International Council of Museums (ICOM), Grupo Español International Institute for Conservation GE-IIC. Consultado el 10 de junio de 2016. 
  20. «Resolución que se presentará a los miembros del ICOM-CC durante la XVa Conferencia Trianual, Nueva Delhi. Terminología para definir la conservación del patrimonio cultural tangible». International Council of Museums (ICOM), Grupo Español- International Institute for Conservation (Ge- icc). 22-26 de septiembre de 2008. Consultado el 10 de junio de 2016. 
  21. Chanflón Olmos, Carlos. Fundamentos teóricos de la restauración. pp. 303-304. 
  22. Martínez Justicia, María José (2008). Historia y teoría de la conservación y restauración artística. Techos. p. 24. 
  23. «El conservador-restaurador: una definición de la profesión». Grupo Español de Conservación. 

Bibliografía

  • Ruskin, John: LAS SIETE LAMPARAS DE LA ARQUITECTURA.
  • Viollet-le-Duc, E.: DICTIOANAIRE RAISONNÉ DE L'ARCHITECTURE FRANÇAISE DU XIe AU XVI SIECLÈ,
  • Tarragó, I Cid, Salvador: RESTAURACIÓN DE MONUMENTOS Y LA ARQUITECTURA DE CONTRASTE,
  • Lizzi, Fernando: RESTAURO STATICO DEI MONUMENTI;
  • Riegl, A.: EL CULTO MODERNO A LOS MONUMENTOS.
  • Brandi, Cesare: Teoría de la Restauración.
  • Jorge Antonio Rojas Ramírez: Procedimientos y Tecnologías en la Restauración:
  • Arquitectura, Conjuntos y Naturaleza.
  • Acidini, Cristina, ET ALL: IL RESTAURI DEL DUOMO DI MODENA: (1875 - 1984):
  • Chanfón, Olmos, Carlos: FUNDAMENTOS TEORICOS DE LA RESTAURACION:
  • PROBLEMAS TEORICOS DE LA RESTAURACIÓN y TERMINOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA.
  • Capitel, Antón: METAMORFOSIS DE MONUMENTOS Y TEORÍA DE LA RESTAURACIÓN.
  • Mastridicasa, Sisto: DISSESTI STATICI DELLE STRUCTURE EDILIZIE:
  • Wieberson, Dora: LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA DE ALBERTI A LEDOUX.
  • Biermann, Verónica, et All: TEORÍA DE LA ARQUITECTURA DEL RENACIMIENTO A LA ACTUALIDAD.

Enlaces externos

España
México

El Patrimonio Cultural es un componente fundamental de la identidad de los pueblos y de su diversidad. Su naturaleza particular y su carácter irrepetible, comporta la obligación moral de transmitirlo a las generaciones futuras y la necesidad de sensibilizar tanto a los profesionales del sector como a ciudadanos y representantes públicos, sobre sus orígenes, su historia, su vulnerabilidad y la necesidad de su imprescindible tutela.