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La muralla de la ciudad de Orduña es el conjunto defensivo público más importante de Bizkaia. Antiguamente, llegó a alcanzar casi dos kilómetros de largo. Hoy en día, permanecen en pie dos terceras partes de la muralla, y parte de ella se encuentra oculta por edificios. El tramo que se sitúa en los alrededores de la parroquia de Santa María es el más visible.

La muralla está compuesta de un muro con caras externas de mampostería, reforzado con mortero y relleno en el interior de piedras pequeñas.

En la construcción de la muralla se pueden observar tres etapas; la parte más antigua se construyó en 1229, cuando se le otorgó la carta puebla a Orduña. Esa muralla protegía lo que hoy en día es la parte vieja de la villa. En 1256, edificaron la segunda parte, cuando la villa fue fundada de nuevo. La última etapa, finalmente, coincide con la expansión de Orduña.

La muralla tenía tres torres (dos se conservan aún) y seis puertas, además de dos portales que unían la parte vieja de la villa con la plaza. En el exterior, unos arroyos hacen la función de foso y en otros puntos se aprovechó la pendiente natural del terreno.


El colosal edificio de la Aduana fue construido por orden de Carlos III, entre los años 1787 y 1792. Era el lugar donde se registraban las mercancías, y, precisamente, esa función fue la que condicionó la estructura del edificio. Además de las oficinas, el edificio albergaba los almacenes para guardar el género y la vivienda del administrador.

La Aduana es un edificio neoclásico, sin decoración, donde domina la simetría. Consta de tres pisos, una entreplanta y un gran patio interior con arcos y columnas. La fachada principal está dividida en trece tramos; los arcos de medio punto y las ventanas separan esos tramos. Los tres tramos centrales sobresalen de los demás y culminan en un frontón con un escudo en el centro.

La iglesia de la Sagrada Familia es conocida actualmente como la iglesia de San Juan. Es un templo barroco ornamentado del siglo XVII. Posee una planta de cruz latina, de tres naves con cabecera cuadrada. En su interior hay ocho altares, todos ellos barrocos.

Por el exterior es de mampostería recogida con mortero, excepto la fachada principal, que es de sillería. Esa fachada está dividida en dos pisos, la parte de abajo, casi cuadrada tiene un pórtico de tres arcos. Más arriba, a la altura del coro, hay un gran lucero y a su lado tres tarjetones con anagramas de los jesuitas. Culminan la fachada dos espadañas de dos pisos con un escudo entre ellas.

La fundación de la iglesia de Nuestra Señora de Orduña está relacionada con una antigua leyenda. Según esa historia, un pastor halló milagrosamente una imagen de la Virgen enredada entre las ramas de una morera al pie del monte Txarlazo.

El edificio cuenta con planta de cruz latina, y en el techo se pueden admirar bóvedas tabicadas de lunetos. La fachada está realizada en estilo barroco severo, y dispone de un pórtico de triple arco.

Cabe destacar, asimismo, la imagen de la Virgen, ya que se trata de una llamativa estatua gótica del siglo XIV, tallada en madera de tilo y policromada. Los retablos de estilo neoclásico son otros de los elementos que forman el mobiliario del santuario: los colaterales están realizados en madera y el central en negro jaspe.

La sala de exposiciones se encuentra en la Casa de Cultura, en el céntrico Palacio Olaso. Está abierta a particulares y asociaciones para organizar cualquier tipo de exposición. El mismo edificio alberga la biblioteca municipal, la escuela de música, y los talleres de arte y artesanía.

El palacio de Murga es un edificio barroco del siglo XVII, con planta rectangular. En su origen fue una casa torre, pero las transformaciones realizadas durante siglos han dado como resultado el palacio de hoy en día. Se encuentra en el barrio de Mimetiz, en pleno centro urbano del municipio, dentro de una parcela arbolada de más de una hectárea de extensión.

Lo más destacado de este palacio de tres plantas es el escudo de armas, de los Salcedo y los Ayala, situado encima de la entrada principal. Remata el escudo una cabeza humana bigotuda y a ambos lados se sitúan dos leones con cabeza humana.

El Palacio de Murga ha sido restaurado para acoger el Ayuntamiento de Zalla.

La torre de Terreros fue construida por Juan Galíndez de Terreros en el siglo XV. Es un edificio vertical, de unos 15 metros de altura y con planta cuadrada. Los gruesos muros, de 1,20 metros, están hechos en mampostería.

La planta baja servía como cuadra y almacén, y en ocasiones como cárcel. La entrada está situada bajo un arco apuntado. El primer piso era residencial y a ella se accedía por una escalera exterior de piedra. Esta planta es muy alta, alcanza casi la mitad de la altura de la torre, lo que traía problemas de iluminación y ventilación, por lo que fue necesario abrir grandes luceros.

En la segunda planta se ubicaba el salón, y en la última el camarote, poco habitual en las torres de la época. Además contaba con ladroneras, para poder atacar a los que conseguían acercarse a la torre.

Desde su construcción, la torre ha sufrido pocas modificaciones, únicamente se le adosó un caserío a un lado. Hoy en día, se mantiene toda la estructura exterior de la torre, salvo el tejado.

La Torre de Terreros forma parte del Conjunto Monumental de La Herrera, junto con el Palacio Urrutia y la ermita de San Antonio de La Mella.

La torre de Zamudio está situada en el barrio Elexalde, junto a la iglesia parroquial y en las inmediaciones del solar de Cadalso y la casa consistorial. Es una reconstrucción de un elemento defensivo destruido a mediados del siglo XV por los Butrón. Tiene un aire militar y cuenta en cada una de sus cuatro esquinas con garitones. Las armas del escudo de los Zamudio se repiten en la parroquia, ya que eran a su vez patronos de dicha iglesia.

De planta casi cuadrada, la torre es un volumen cúbico, aparejado en mampuesto y sillería. Tiene dos accesos. El primero, a nivel del suelo, apuntado y de dovelas, sirve de paso a la primera sala, reconvertida en sala de exposiciones. El otro está orientado hacia la iglesia de San Martín y es de medio punto y de dovelas radiales.

Curiosa es la entrada a través de uno de los elementos más característicos de la torre: una escalera exterior cerrada, adosada y fortificada con almenas y bocas de artillería.

En el siglo XVIII la torre pasó a ser propiedad de los Malpica. Después, hasta hace no muchos años, fue utilizada como casa de labranza.

Actualmente, alberga la biblioteca municipal.






El calero de San Justo se ubica en un robledal junto a la ermita de Justo y Pastor. De estructura del tipo conocido como francés, el calero de San Justo se caracteriza por estar excavado en una zona pendiente.

Aunque la estructura se encontraba abandonada desde el año 1950, la asociación Ipizki Taldea comenzó las labores de recuperación del calero en el año 1996. Desde entonces, dicha asociación pone en funcionamiento el calero cada mes de agosto.

Se puede visitar la estructura desde el exterior. Además, el primer domingo de agosto se realiza una exposición en la ermita situada junto al calero.

Tipo de monumento: Calero.

Distancia a núcleo urbano: 3-4 kilómetros.

Aparcamiento: Existen varias zonas de aparcamiento gratuito en las proximidades del calero.

La ermita Nuestra Señora de Zeberiogana es una de los elementos arquitectónicos de mayor valor de Zeberio. Su planta rectangular está dividida en cuatro tramos, todos cubiertos de aristas excepto el segundo, más amplio que el resto y cubierto por una bóveda.

Por otro lado, en la ermita encontramos tres retablos rococó de madera dorada, creados por Domingo Gutiérrez y con policromía de Luis de Foncueba.

Así mismo, el elemento más reseñable de la ermita de Zeberiogana es su coro, uno de los más destacados de Bizkaia. Dicho coro posee un gran valor artístico y conserva incluso policromía original.

En la ermita también se guardan interesantes juegos de vasijas.

Se realiza una festividad cada 15 de agosto, en honor a Andra Mari y, ese mismo día, se celebra una misa en la ermita.

Tipo de monumento: Ermita.

Periodo: Siglo XVI.

Requisitos de acceso: La ermita suele permanecer cerrada, por lo que no se puede acceder a su interior.


Situada en un robledal de Zeberio, la iglesia de Santo Tomás de Olabarrieta constituye uno de los ejemplos góticos más brillantes de la arquitectura vizcaína de finales del siglo XV, donde su espectacular pórtico y su pavimento de encachado brillan con luz propia.

Compuesto por una planta rectangular de tres tramos, la iglesia Santo Tomás de Olabarrieta cuenta con bóvedas estrelladas y coro renacentista. Otro de los puntos destacables de la iglesia es la sacristía, que se trata de una especie de museo parroquial, el mejor de Bizkaia.

La iglesia suele permanecer cerrada, aunque se puede pedir la llave en el caserío Beaskoetxea.

Tipo de monumento: Iglesia.

Estilo artístico: Gótico.

Periodo: Siglo XV.

Distancia a núcleo urbano: 1,5 kilómetros.

Aparcamiento: Posee un parking.

El Museo Simón Bolívar alberga colecciones que informan de la vida de los vizcaínos en la Edad Media y de la trayectoria personal y política de Simón Bolívar, el "Libertador" de varias naciones de América. Se inauguró el 24 de julio de 1983, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar. Se encuentra en Ziortza-Bolibar, antes La puebla de Bolibar (Markina-Xemein), lugar de los antepasados de Bolivar, en el caserío denominado Errementarikua, junto a la calzada jacobea.

ENTRADA GRATUITA

Colecciones: Colecciones de historia bolivariana y de etnografía.

Exposiciones permanentes: En el hall-recibidor se muestra la iconografía bolivariana, la planta primera presenta un recorrido a través de la Edad Media: modo de vida y paisaje medieval, la iglesia en el medievo, las actividades económicas, las ferrerías y la fundación de la villa. La planta segunda está dedicada enteramente a Simón Bolívar con la biografía del personaje, genealogía, viajes de Bolívar a Europa, geografía de la independencia de los países bolivarianos y otros objetos.

El prestigioso ciclo de música antigua Ziortzako Kontzertuak cuenta cada año con la presencia de importantes grupos especializados en este tipo de música. En efecto, ofrece conciertos de artistas vascos de gran renombre en el ámbito internacional y de importantes figuras internacionales, todos ellos de gran calidad artística, que han dotado a este ciclo musical de un gran prestigio.

Las actuaciones se desarrollan en la histórica Colegiata de Zenarruza y en la iglesia de Markina-Xemein. Cabe destacar el famoso órgano de la Colegiata, considerado el más antiguo de Euskadi y que a día de hoy, es el instrumento central del ciclo de música antigua Ziortzako Kontzertuak.

Recintos: Colegiata de Zenarruza: Goierri, 11 (Ziortza-Bolibar) Iglesia de Markina-Xemein: Plaza del Carmen, 5


Declarada Monumento Nacional de Euskadi, la Colegiata de Santa María de Zenarruza o Ziortza se encuentra a los pies del monte Oiz (1.026 m), a pocos kilómetros de la localidad vizcaína de Bolibar. Cuenta la tradición que el día de la Asunción de la Virgen del año 968, cuando el pueblo asistía a una misa en Santa Lucía de Garai, en la vecina Gerrikaitz, un águila cogió entre sus garras una calavera del osario y, volando, la trasladó hasta un lugar donde la dejó caer. Ese lugar es el actual emplazamiento de la Colegiata.

El conjunto de instalaciones monásticas comprende una iglesia del siglo XV de estilo gótico renacentista (donde destaca el retablo plateresco de su altar mayor), un precioso claustro de mediados del siglo XVI y distintas dependencias propias de la clausura y la vida comunitaria como las casas del abad, la de los colonos, el refectorio y la antigua hospedería-hospital, donde actualmente hay un edificio nuevo.

A la Colegiata de Zenarruza se puede acceder por los restos de una calzada empedrada utilizada antaño por los peregrinos jacobeos. Zenarruza, única colegiata existente en Bizkaia, y considerada como uno de los tesoros del territorio, fue un importante enclave del Camino de Santiago por la Costa durante la Edad Media y, sobre todo, el Renacimiento.


La popular ermita de Nuestra Señora de los Remedios de Larraitz se halla en las faldas del monte Txindoki (1.346 m), en un entorno realmente privilegiado, pues se trata de uno de los accesos principales al Parque Natural de Aralar.

Esta construcción del siglo XVIII rinde culto a la Virgen María mediante una talla gótica con el niño en el brazo izquierdo. La Virgen es muy venerada por los baserritarras y los pastores de la zona, dado que siempre se le han atribuido poderes milagrosos.

Por otro lado, numerosos montañeros inician el ascenso al monte Txindoki en este hermoso lugar. Además, en sus inmediaciones, cuenta con varios restaurantes y un merendero con mesas y bancos, muy animado en verano y los fines de semana.

Cabe destacar, a su vez, que con la llegada de las fiestas de San Pedro se celebra una gran romería en la ermita.


Esta importante estación megalítica está situada en el Parque Natural de Aralar, en un entorno lleno de robles, hayas y grandes zonas de pastizales que comparten Gipuzkoa y Navarra. Fue en esta sierra donde descubrieron precisamente el primer dolmen de Gipuzkoa, en 1879, y donde se realizaron posteriormente las primeras prospecciones megalíticas. El eminente paleontólogo y etnógrafo Don Joxe Miguel Barandiaran fue el encargado de investigar los numerosos yacimientos arqueológicos de Aralar, además de numerosas leyendas y mitos que tienen su origen en esta sierra.

Actualmente, se encuentran catalogados 80 megalitos en la estación de la sierra de Aralar. De ellos, 30 están enclavados en territorio guipuzcoano, mientras que los otros 50 conjuntos se hallan dentro de la Comunidad Foral. Dólmenes, menhires, túmulos y círculos de piedras completan la zona de Gipuzkoa declarada como Bien Cultural Calificado, con la categoría de Conjunto Monumental.

La gran mayoría de estos elementos patrimoniales se encuentran en la zona occidental de Aralar, en tierras pertenecientes a los municipios guipuzcoanos de Zaldibia, Amezketa, Abaltzisketa, Lazkao y Ataun. Ascendiendo desde Amezketa o desde Zaldibia hacia Auza Gaztelu, en el collado de Ausokoi, se encuentra el dolmen homónimo, y, en sus alrededores, se alza el menhir de Atauru Gañe. Desde este lugar hacia la zona de Uidui nos encontramos con una serie de dólmenes, entre los cuales destacan los de Aranzadi, Arraztagaña, Jentilarri, Argarbi, Uidui, Zearragoena y Uelogoena. Cerca de estos dólmenes se encuentra el menhir de Supitaitz, y accediendo a la zona de Alotza, se localiza el hermoso menhir de Saltarri, tumbado en el centro de sus prados. Saliendo de esta zona, se halla el menhir de Irazustako Lepoa.

Desde el alto de Lizarrusti o bien desde el Guardetxe (refugio) situado en la parte navarra, se accede a varias zonas megalíticas. Así, en la zona central de la sierra de Aralar hay dos importantes enclaves: Beaskin e Igaratza. Próximo a la majada de Beaskin, se ubica el pequeño túmulo no excavado de Beaskin. Por otra parte, en la zona de Igaratza, en las praderas de Perileku, se encuentra un conjunto de cinco megalitos: dos dólmenes, un túmulo, un menhir y un círculo de piedras.

Por otra parte, adentrándonos en la zona sudoeste de la sierra, hay que citar el dolmen de Lareo, al norte del embalse del mismo nombre (rodeado de hayedos y alerces) y junto a la pista que va hacia Baiarrate. Por último, en la zona de Sastarri podemos ver los dólmenes de Erremedio, Txotxeta y Matxitxane.

Al margen de los monumentos megalíticos, Aralar ofrece muchos más atractivos al visitante, como por ejemplo la ermita de San Miguel, que está ubicada en la parte navarra del Parque y que ofrece un excepcional paisaje. El segundo domingo de agosto se conduce la imagen del santo en peregrinación hasta la altiplanicie de Igaratza (Gipuzkoa).


Las cuevas de Altxerri se encuentran dentro del complejo de cuevas prehistóricas del Golfo de Bizkaia, junto con las de Ekain, Santimaniñe e Isturitz, y están situadas al pie de la ladera oriental del monte Beobategaña.

En julio de 2008, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO reunida en Quebec declaró Patrimonio de la Humanidad las cuevas de Altxerri (Aia), Santimamiñe (Kortezubi) y Ekain (Deba-Zestoa), así como otros doce santuarios de arte rupestre de la Cornisa Cantábrica.

Tanto la entrada actual a la cueva como la natural se abren en un tajo casi vertical de la roca. La cueva está abierta en calizas, bien estratificadas.

La cueva encierra grabados y pinturas. Las primeras se conservan bien, pero las pinturas están muy deterioradas. La humedad de las paredes ha arrastrado la pintura. Por ello, la cueva ha estado siempre cerrada al público y es visitada solamente por prehistoriadores que acrediten la calidad de investigadores con sus publicaciones, y personas colaboradoras.

Situado en el corazón del Parque Natural de Pagoeta, próximo al caserío de Iturraran, el Conjunto Ferro Molinero está formado por la Ferrería de Agorregi y cuatro molinos, además de la infraestructura de embalses, presas y canales.

Reproduce fielmente la industria de elaboración del hierro en el siglo XVIII. Hoy, igual que hace 250 años, se pueden ver trabajando el inmenso martillo que golpea el metal y el enorme fuelle para avivar el fuego movido mediante energía hidráulica. Asimismo, llama la atención el sistema de depósitos de agua a diversas alturas, muy original y efectivo.

Exposiciones permanentes: Ferrería, molinos y presas.



La sala de exposiciones se encuentra en la casa de cultura. Se utiliza como tal en verano, ya que durante el curso escolar se utiliza para realizar talleres y otras actividades culturales.

La sala de exposiciones se encuentra en las dependencias de la casa de cultura del municipio y está abierta a cualquier persona o asociación que desee realizar una muestra.

La sala de exposiciones se encuentra en las dependencias de la biblioteca municipal. Está abierta a cualquier persona o asociación que desee realizar una muestra.

La sala de exposiciones está ubicada en las instalaciones del ayuntamiento. Ofrece todo tipo de muestras y funciona también como sede para otras actividades culturales.

La sala de exposiciones está disponible para cualquier tipo de exposición tanto de particulares como de grupos. Sólo se abre cuando hay muestras. Se utiliza también para otras actividades culturales como charlas y cursos.

Situada en una posición elevada desde donde se domina el boquete que forma el río Oria, es una de las antiguas casas-torre que constituían la defensa de Andoain contra los posibles ataques provenientes por el Oria.

Este bonito edificio es hoy en día de propiedad privada. Aunque las obras realizadas en el interior han cambiado su aspecto original, sus propietarios han respetado la fachada, el nervio de la casa y características medievales como, por ejemplo, las saeteras.

Posee tres plantas: la primera es un garaje, la segunda tiene dos viviendas y la última sirve de desván.


La sala de exposiciones de Bastero Kulturgunea acoge todo tipo de muestras. Además, Bastero organiza actividades culturales como teatro, danza, concursos o cursos de música.

La casa-Torre Iztuitza, situada en la entrada de Andoain, cerca de la carretera N-1, es una de las primitivas casas-torre que constituían la defensa de Andoain contra las invasiones que pudieran venir de la parte de Navarra, por Amasa o Tolosa, o de Azpeitia por el puente de Azelain.

Es un edificio de estilo Gótico-Renacentista (XV-XVI) que destaca por sus dimensiones. Aunque el paso del tiempo lo ha convertido en edificio de viviendas de vecinos, con las consiguientes alteraciones, mantiene elementos destacables como un acceso de medio punto dovelado en la planta baja, una gran ventana conopial en el primer piso y tres pequeños ventanucos en el desván.

El alero, de cierto vuelo en todo el perímetro, se sujeta por medio de tornapuntas muy numerosas que se apoyan en unos pequeños modillones de piedra.

Nos encontramos ante una casa-torre de estilo gótico con claros rasgos medievales, como los arcos ojivales y las ventanas conopiales. Cuenta con tres plantas, y, en la primera de ellas, veremos un sencillo entramado de madera. Mientras, en la parte trasera de la casa, podemos admirar tres saeteras cegadas.

Sus paredes fueron testigo de un hecho de gran relevancia histórica. No en vano, en 1479, tuvo lugar una reunión para solucionar las contiendas entre Donostia-San Sebastián y Tolosa.

Utilizada antiguamente para defender al pueblo de Andoain de las invasiones francesas, más tarde funcionó como caserío de labranza. Es la casa donde el 31 de mayo de 1845 nació Juana Josefa, la madre Cándida María de Jesús, fundadora de la congregación de las Hijas de Jesús, consagrada a servir al Señor con la dedicación a la educación cristiana de la niñez y juventud.

En la actualidad es residencia de la congregación que a su vez regenta el colegio que se ve a su lado, por lo tanto no es visitable. Aunque sí es posible visitar la hermosa capilla que esconde en su interior, donde cada domingo se celebra una misa a las 12:00 horas.

La Casa-Torre de Ateaga es un caserío erigido en el año 1666, según consta en el escudo que luce encima de la entrada principal. Se construyó al estilo habitual de los caseríos de aquella época, en estilo barroco, con planta rectangular, tejado a dos aguas, ventanas pequeñas y entrada con arco de medio punto. Asimismo, la estructura es de madera y queda a la vista en la fachada, a modo de decoración, al igual que el escudo que tiene en la fachada principal.

La historia de esta casa está unida a la familia que la ha habitado durante siglos. En los siglos XVIII y XIX, varios miembros de los Ateaga sirvieron en la Casa Real.

En 1888, la Infanta Eulalia, hija de Isabel II y hermana de Alfonso XII, pasó una temporada de descanso en esta casa. En aquella época recibió la visita de su cuñada, la Reina María Cristina.


La Iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVI en estilo renacentista, cuenta con una sola nave, ábside poligonal y bóvedas de crucería.

Se accede a ella a través de una sencilla portada que cuenta con arco de medio punto. La torre se dispone a los pies de la iglesia.

La iglesia fue remodelada en diversas ocasiones en los siglos XVII y XVIII.


La primera mención documental de esta ermita es de 1503. Situada en la antigua calzada real, por su ubicación ha sido venerada por multitud de caminantes.

Enfrente de la ermita estaba situado el Crucero (hoy colocado cruzando el camino), al cual acudían los niños y niñas tardíos en el andar, dando tres vueltas al Crucero y, en cada vuelta, besando el gallo que hay en la parte baja de la cruz principal. A continuación, entraba la madre con la criatura en la ermita a orar y a ofrecer una vela o una limosna.

En el interior, se puede visitar una inigualable talla gótica de la Virgen María del siglo XVI. Asimismo, esta iglesia contaba con otra talla aún más antigua (siglo XV), la de María Magdalena, que fue trasladada a Donostia-San Sebastián.


La ermita, que antiguamente estaba dedicada a San Lorenzo, se sitúa fuera del casco urbano, en el barrio de Galartza, rodeada de unas preciosas vistas. Actualmente, su patrona es Santa Águeda. El 5 de febrero se celebra su festividad, con la tradicional bendición del pan y las semillas. Únicamente se celebra misa ese día.

La ermita, que presenta una única nave y ha sido restaurada con asiduidad, ha dado lugar a varias anécdotas y sucesos. En 1984, por ejemplo, robaron una talla de la virgen Santa Ana, del siglo XIII, del retablo mayor de la iglesia, que afortunadamente fue recuperada posteriormente.


La sala de exposiciones se encuentra en el Palacio Olaran, del siglo XVI. Acoge todo tipo de muestras, tanto de particulares como de asociaciones.

La actual Iglesia de San Martín se erigió sobre una antigua ermita que ha sido reformada y ampliada en numerosas ocasiones.

El edificio es de planta rectangular y tiene una sola nave cubierta por una bóveda de cañón de medio punto. La portada principal está bajo un arco rebajado y cuenta con torre campanario. Dentro, se puede observar una talla de la Virgen, el único testimonio de la fase primitiva del templo.

Como dato de interés cabe destacar que el antiguo templo sirvió como lugar de encuentro de las autoridades de la zona hasta el siglo XIX.


Desde el siglo XIV, la Casa-Torre de Galartza se alza orgullosa en las faldas del monte Murugain (778 m), fuera del casco histórico de Aretxabaleta.

El linaje de los Galartza, una de las familias más poderosas de este entorno, construyó este edificio de planta cuadrada y marcado carácter defensivo con el fin de controlar el valle de Léniz. Sus gruesos muros dieron cobijo a los Galartza hasta que en el siglo XIX decidieron trasladarse a la vecina Arrasate-Mondragón.

El 2 de agosto de 1990 se produjo un incendio que destruyó el ya muy deteriorado edificio. Entonces, el Ayuntamiento de Aretxabaleta asumió la responsabilidad de recuperar el histórico edificio impulsando su reconstrucción y rehabilitación en 1997.

Desde el punto de vista artístico conserva algunos elementos interesantes. Tiene muros de mampostería reforzados con sillería en las esquinas, una entrada principal en forma de arco apuntado, pequeñas ventanas geminadas, saeteras y vanos apuntados y ojivales, típicos de la estética gótica adaptada a la arquitectura civil.


Ubicado junto a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, el palacio de Arratabe se construyó en 1726 por indicación de María Isabel de Otalora, viuda de Enrique Antonio de Arratabe y Araoz. Para ello, se aprovecharon materiales procedentes de la casa de Uribe, documentada desde el siglo XVI, y de un palacio de Eskoriatza.

Se trata de un edificio rectangular con tejado a cuatro aguas con planta baja y piso principal con un saliente más pequeño y rectangular encima del tejado. Su fachada principal es de piedra de sillería, mientras que el resto es de mampostería.

Lo más llamativo es el escudo esquinado de la fachada principal. Dividido en cuatro cuarteles, figuran en él los escudos de los Arratabe, los Otalora, los Galarza y los Araoz-Lazarraga.

Desde 1986, alberga la casa consistorial de Aretxabaleta.


El valle de Léniz, compuesto primitivamente por 17 núcleos de población, no tenía un edificio que sirviera como lugar de reunión de las autoridades municipales. La iglesia y pórtico de cada lugar se empleaban para las reuniones públicas a toque de campana.

En el siglo XVII, a raíz de la separación de Eskoriatza y Aretxabaleta, se erigió el antiguo ayuntamiento en la céntrica calle Durana.

Se trata de una construcción realizada en piedra de sillería. Llama la atención el escudo de su fachada principal, con un águila bicéfalo y las armas de Aretxabaleta, Gipuzkoa y Castilla y León.

Actualmente es sede de Loramendi Euskara Elkartea.




Esta casa-torre, antigua residencia de los Otalora, uno de grandes linajes del valle, es actualmente el Centro de Desarrollo Directivo y Cooperativo del grupo Mondragón (www.otalora.com).

No obstante, aún conserva las trazas de su antiguo esplendor y poderío: el escudo de armas, su mirador de corte renacentista, su hermoso artesonado que se asoma por el alero del tejado, su obra en piedra de sillería, los remates de puertas y ventanas y las saeteras.


La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción comenzó a construirse a finales del siglo XVI, aprovechando la existencia de una ermita en el lugar. A mediados del siglo XVII, el edificio estaba ya terminado.

No obstante, la torre se construyó un siglo más tarde según el proyecto de Francisco de Echanove y Martín de Carrera. Lo último en realizarse fue el pórtico.

El templo está ubicado en el centro la villa, junto al río Deba, y consta de una única nave, cubierta con bóvedas de medio cañón y arcos fajones. El ábside, por su parte, está cubierto por una bóveda esférica.

En su interior, el Cristo de Bedarreta, magníficamente restaurado, y la Virgen de Salluente, ocupan con sobriedad el puesto que les corresponde en el altar mayor.



Esta casa señorial, situada al lado de la iglesia parroquial, fue construida en 1746, tal y como muestra la inscripción de la fachada.

Se trata de un elegante edificio de tres plantas realizado en estilo barroco. Sus muros son de mampostería, reforzados con sillería en las esquinas. En su fachada principal, los dos pisos superiores presentan tres ventanales con arcos rebajados separados por pilares.

Fue residencia del General Tablas, por casamiento en segundas nupcias con doña Concepción de Otalora. Años más tarde, fue casa de cultura y, después, pasó a formar parte del Convento de las Agustinas. Caja Laboral-Euskadi Kutxa compró el edificio para sede de sus oficinas.


La iglesia de San Juan Bautista, construida en los siglos XIII y XIV, se halla en frente de la Casa Consistorial. La obra tiene planta de cruz latina, tres naves y un ábside. Sus altos muros y arcos ojivales demuestran que los responsables de la misma se decantaron por el estilo gótico.

El templo cuenta con elementos no muy comunes en la arquitectura religiosa vasca: gárgolas. Estas caras de animales y monstruos cumplen dos funciones: expulsar el agua del tejado y decorar. También se decía que creaban un efecto de miedo entre los fieles y que estos se aferraban más a la fe de Dios.

El campanario fue construido y adosado a la iglesia en el siglo XVI. La parroquia fue restaurada en la década de los 90.

La Oficina de Turismo de Debagoiena organiza visitas guiadas al Casco Histórico de la localidad, en las que se visita esta iglesia.


Construido en el siglo XVI en la calle Iturriotz, muy cerca de la parroquia, el palacio perteneció al linaje de los Bañez de Artazubiaga, que se trasladaron a la villa desde Bedoña para escapar de la sumisión de los Guevara de Oñate. En Bedoña, se vieron obligados a incendiar su casa solariega.

La fachada principal del palacio es de sillería y en él fue colocado un escudo que narra aquel acontecimiento. La frase escrita en latín en la parte superior de la puerta dice así: "Solus labor parit virtutem; sola virtus parit honorem" (Incendiado por la libertad de nuestro linaje). Los balcones están construidos con hierro forjado y la casa está adornada con columnas.

Hoy en día, en el palacio hay viviendas particulares, por lo que no se puede visitar por dentro. No obstante, la oficina de turismo del Alto Deba organiza visitas guiadas dentro del programa Conoce Debagoiena en las que se muestra por fuera.

La villa de Arrasate-Mondragón fue construida en la Edad Media y tenía forma ovalada. Debido a las guerras banderizas que azotaban todo el territorio, tuvieron que protegerla con una muralla, de la cual aún se conservan algunas partes.

Inicialmente existían cinco puertas o entradas, pero actualmente se conservan sólo tres: la puerta del Portalón, la de Zurgin Kantoia, que es la más antigua, y la puerta de Kontzezino. Se abrían y cerraban todas las noches y mañanas. Curiosamente, en casos de incendios las puertas se cerraban para que sus habitantes ayudaran en las labores de extinción.

Dentro del recinto amurallado, se encuentran muchos de los principales monumentos histórico-artísticos de la villa, como la Iglesia de San Juan Bautista, el Palacio Andikano-Loiola, el Palacio Bañez de Artazubiaga y el Palacio Okendo.


En el nuevo centro cultural de Arrasate, llamado Kulturate, está situada la sala de exposiciones del municipio. Desde su apertura la sala ha acogido diferentes obras de arte que han cautivado al público.

El Palacio de Okendo, construido en el siglo XVII, presenta una fachada de sillería. Es de estilo barroco herreriano y está provisto de unos balcones decorados con verja. Cuenta también con el escudo de armas de la familia Barrutia.

Actualmente dentro del palacio hay viviendas particulares, por lo que no se puede visitar por dentro. No obstante, la Oficina de Turismo de Debagoiena realiza visitas guiadas en las que se muestra el edificio por fuera.

El Palacio de Monterrón fue construido en el siglo XVIII en estilo barroco herreriano, sin muchos adornos y con verjas en las ventanas. La fachada es un trabajo de sillería y presenta dos escudos de armas, una de la familia Andikano-Zelaa y la otra de los Aranguren-Unzueta.

La antigua entrada principal está protegida por robustas cadenas. Frente a la entrada actual se puede ver una escultura de la argentina Marta Medici, realizada en 1986.

Declarado Monumento Histórico Artístico el 17 de enero de 1964, alberga hoy en día la Casa de Cultura del municipio.

Lo que antiguamente era el jardín es hoy un parque en el que se pueden encontrar numerosas especies botánicas: castaños, hayas, robles, platanero, magnolias... Existen también árboles muy antiguos como las secuoyas gigantes que se encuentran en los laterales.



El palacio donde trabajan las autoridades municipales de Arrasate-Mondragón, data del siglo XVIII. Su edificación comenzó en el año 1756, siendo el arquitecto Martin Karrera jefe del proyecto.

El edificio es de estilo barroco, con paredes de sillería. La fachada principal cuenta con cinco arcos de medio punto, que sirven como entrada al interior. En el piso de arriba, se encuentra un gran balcón de hierro forjado y, un poco más arriba, se puede ver el escudo del pueblo, de estilo rococó francés.

En el interior, se guardan con gran orgullo la escalera principal, cuyos peldaños están realizados con una sola piedra, y el impresionante trabajo de madera tallada de la sala de plenos.


Una galería de tres vistosos arcos romanos de medio punto forma la entrada de este edificio de sillería de piedra negra.

Diseñada por el arquitecto José Lizardi, cuenta en los dos pisos superiores con dos balcones de hierro forjado sujetados por ménsula. Fueron realizados por Gregorio Aguirre de Elgoibar.

En 1760 estaba terminada, incluyendo entre sus dependencias la escuela de niños, la alhóndiga y la posada. Se remató colocando en el tejado una cruz dorada sobre una piramide y bola realizadas por Pablo Etxeberria de Asteasu.

En 1762 se inauguró el nuevo Concejo. El escudo de armas que luce en la fachada se esculpió en 1865 y fue pintado en 1890 por Crespulo Gonzalez de Tolosa.


Los Murgia fueron, desde la Edad Media, la familia más poderosa de los alrededores de Astigarraga. Su palacio, casa torre al principio, se asienta en un alto desde el que se controla la vega del Urumea.

Es una notable edificación de planta rectangular y consta de planta baja y dos alturas, con cubiertas a cuatro aguas. Conserva buena parte de los antiguos muros de sillería retundida.

Sufrió incendios en los siglos XVI y XIX a causa de las diversas contiendas que asolaron el país y tuvo que ser recontruida varias veces.

Reformada por última vez a finales del siglo pasado, presenta sobre la actual puerta principal el escudo de Murgia. De esta última reforma son el cuerpo de miradores de madera de estilo gótico adosados en un lateral y la original escalinata imperial y los jardines que le preceden.

Guarda un archivo histórico y una biblioteca de gran valor.


La Casa de Cultura de Astigarraga tiene una sala polivalente que se utiliza además de para albergar exposiciones, para representaciones de obras de teatro, charlas y cursos, entre otros. Por otro lado, el edificio acoge también la biblioteca municipal.

El Museo de la Sidra Vasca - Sagardoetxea consta de tres espacios diferenciados: el museo, el manzanal y el centro de cata y degustación.

El espacio museístico está dotado de fotografías, paneles informativos, juegos y material interactivo.

El manzanal es un espacio al aire libre donde apreciar de una forma dinámica y pedagógica la cultura de la manzana. Permite observar y estudiar un gran número de variedades de manzana y las diferentes técnicas de cultivo e injerto.

El tercer espacio está dedicado a la cata y degustación de la sidra y en especial a la iniciación del rito del txotx. Se degustan los productos de las trece sidrerías que conforman el Consorcio Sagardun.

El Museo de la Sidra Vasca - Sagardoetxea posibilita, con los medios adecuados, la realización de análisis sencillos de suelo, de maduración de frutos y de diversas actividades que hagan a los visitantes sentirse partícipes. Además, se ha acondicionado el centro como lugar de visita cuando las inclemencias climáticas impidan el paseo exterior e imposibiliten la realización de actividades en el exterior.

Exposiciones permanentes: El Museo de la Sidra Vasca - Sagardoetxea muestra, a través de paneles informáticos, material interactivo, fotografías y juegos, el pasado, el presente y el futuro del apasionante mundo de la manzana y su importancia cultural en Euskadi.

La Parroquia de Santa María de la Asunción (también denominada Santa María de Murgía) se erige en lo alto de la colina conocida hoy en día como Markesmendi. Desde tiempos inmemoriales ha estado sujeta al patronato de los Murgia, cuya casa solar se sitúa a los pies del templo.

Es una pequeña iglesia construida en fábrica de sillería, con planta de cruz latina, con nave de dos tramos rectangulares cubiertos por medio de bóvedas de crucería enervadas, apoyadas en pilastras, y crucero con ábside ochavado.

La torre ubicada en el esquinal izquierdo es de planta cuadrangular, posee 25 m de altura y aloja las campanas. Tiene adosadas la sacristía, el baptisterio y un gran pórtico de madera. Sobre el acceso figura el escudo del linaje de Murgia.

El retablo fue destruido en la última guerra carlista siendo sustituido en 1888 por otro procedente de la iglesia de San Vicente de Donostia-San Sebastián, manteniendo algunas de las imágenes del anterior.


No tienen sala específica para exposiciones; por ello, el Ayuntamiento ced...


El órgano de la iglesia de San Martín de Tours de Ataun es uno de los más conocidos y apreciados de toda Gipuzkoa. Fue construido por el oñatiarra Lorenzo de Arrazola en el año 1761.

A pesar de que en todo el territorio existen más de 150 órganos, casi todos ellos son de los siglos XIX o XX. Únicamente existen siete órganos de la época barroca, y uno de ellos es el de Ataun.

A lo largo del año se puede apreciar su buen estado en diversos festivales. Los dos más importantes son el Festival Barroko Aire, que cada otoño reparte sus actividades entre Ordizia y Ataun, y el Festival del Órgano Barroco de Ataun, que se celebra en el mes de julio.


Hermoso palacio barroco construido a mediados del siglo XVIII, es único en su género, puesto que correspondiendo a la mentalidad innovadora de la ilustración, se desarrolló todo un tratado teórico de arquitectura en su edificación.

Fue cuna de Xabier de Munibe (Conde de Peñaflorida), fundador de la Academia de Azkoitia, y luego de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País en 1764.

Tras unos importantes trabajos de rehabilitación, El Palacio Insausti volvió a abrir sus puertas en 2006 reconvertido en sede de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, con despachos, sala de reuniones, salón de actos y una sala de la Memoria Histórica. Asimismo, es sede del Instituto Internacional Xabier de Munibe, y alberga las oficinas de Iraurgi Lantzen, entidad para del desarrollo de Urola Medio.


El Palacio Floreaga fue inicialmente de piedra y estilo gótico. Tras la orden de destrucción de las torres por Enrique IV, su dueño, Pedro Sánchez de Zuazola, tuvo que reconstruirla en ladrillo y en estilo mudéjar. Destacan la soberbia puerta que da acceso a la galería principal, las ventanas ajimezadas y una ventana de arco conopial, en la fachada oriental.

A partir de 1677, la casa pasó a la administración de los Condes de Garcíez y perdió su original esplendor.

En este palacio, transformado con el paso del tiempo en casa de labranza, nació en 1904 el renombrado pelotari Atano III.

Hoy por hoy el edificio acoge el Restaurante Joseba.

La ermita de Nuestra Señora de Urrategi fue fundada en 1617 por Francisco López de Irarraga y está dedicada a la Inmaculada Concepción. La imagen titular de Nuestra Señora de Urrategi es considerada patrona de Azkoitia desde 1950, año de su coronación.

Se trata de una pequeña iglesia rural en la que llaman la atención el pórtico de la entrada y la estructura de madera del interior.

En el barrio Urrategi se ha llevado a cabo un proyecto innovador: se ha colocado una letrina prefabricada que se limpia automáticamente, se ha pavimentado la plaza, se ha colocado una acera que la rodea y se ha construido una rampa para llegar a la ermita.


La Torre de Idiakez, conocida también como Etxe Beltz, sorprende al visitante por la negrura de sus paredes. Y es que la historia de esta casa está llena de batallas. Fue construida como vivienda de la familia Idiakez en la Edad Media, en estilo gótico. La fachada principal aún conserva el escudo de esta familia: un buey atravesando un árbol.

En este lugar se ratificó la boda del primer Rey Carlista, Carlos V de Borbón, con la Princesa de Beira. Pocos años más tarde, en la II. Guerra Carlista, la casa fue asediada e incendiada, quedando sus paredes totalmente ennegrecidas (de ahí su nombre).

En el exterior puede observarse la fuente de Las Barricas, datada en 1831.

Actualmente, es propiedad de los Duques de Granada de Ega, por lo que no está abierto al público.


Esta casa fue construida durante los últimos años del siglo XII o los primeros del siglo XIII, por lo que su existencia es anterior a la fundación del pueblo. En un principio estuvo destinada a labores de defensa. Sin embargo, en 1456, el rey Enrique IV ordenó desmochar todas las casas-torre, por lo que tuvieron que darle un aspecto civil.

Esta casa fue uno de los centros gamboínos durante las luchas de bandos. De aquella época es el escudo que luce el palacio en la fachada principal.

Además de grandes guerreros, en esta casa nació la madre de San Ignacio de Loyola, Doña Marina Sáez de Licona y Balda. Por ello, posteriormente se construyó una capilla en honor del santo.

Hasta el siglo XVI, estos muros dieron cobijo a la parroquia del pueblo. Después se construyó la actual iglesia en tierras de los Bastarrica. La leyenda cuenta que el sacerdote recibió un disparo mortal del arcabuz de los Balda mientras trasladaba la imagen del Santísimo.


La Parroquia de Santa María la Real, de estilo renacentista vasco, data del siglo XVI. Tiene planta de salón y tres naves de la misma altura. Ocho enormes columnas toscanas sostienen su techo. La torre ha experimentado varias modificaciones a lo largo de la historia.

En su interior se pueden apreciar valiosos retablos, tallas y pinturas de distintas épocas, desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Pero su mayor tesoro es el último órgano romántico fabricado por Cavaillé-Coll. Se inauguró en 1898, y es una verdadera obra de arte debido a su excepcional sonoridad.






La Sala de Exposiciones Torre Zuri ofrece sus servicios a muchos artistas azkoitiarras y de los alrededores, prestando sus locales a quienes quieran dar a conocer sus obras. Es una sala dedicada a exposiciones de todo tipo, tanto de particulares como de grupos.

El colosal edificio del Santuario de Loiola se construyó en el siglo XVII. Este monumento es una de las más singulares construcciones barrocas del mundo y fue obra del arquitecto italiano Carlo Fontana.

Con planta circular y rematada por una espectacular cúpula, la basílica fue erigida en honor a San Ignacio de Loiola, fundador de la Compañía de Jesús. En su interior destaca el retablo mayor, de carácter excepcional tanto por el uso de materiales nobles (mármoles, jaspes y alabastro), como por el diseño, ya que se considera una de las mejores trazas de Ignacio de Ibero. Entre las esculturas que contiene, destaca la del santo titular, San Ignacio de Loiola, realizada en plata.

Además, el conjunto del Santuario alberga en su interior la casa torre de los Loiola, donde nació el Santo en 1491.

El Santuario de Loiola ofrece también la oportunidad de pasear por los amplios jardines desde donde se aprecia la majestuosidad del edificio.

Además, junto a la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua (Zumarraga) y el Santuario de Nuestra Señora de Arantzazu (Oñati), forma parte de la Ruta de los Tres Templos.

La festividad de San Ignacio, patrón de Bizkaia y Gipuzkoa, se celebra el 31 de julio en numerosas localidades, como Getxo y Barakaldo. Pero cobra especial relevancia en Azpeitia, cuna de San Ignacio. Ese día tiene lugar una misa mayor en la parroquia de San Sebastián de Soreasu, y, después, una procesión recorre las calles del casco antiguo del municipio guizpuzcoano. La jornada siguiente las celebraciones religiosas se trasladan al Santuario de Loiola.

Para pedir información sobre el Santuario de Loiola, anunciar la visita y reservar la Capilla de la Conversión o la Basílica para Misas de peregrinos, hay que llamar al 943 025 000 en el horario arriba citado o escribir un e-mail a loiolasant@euskalnet.net.




La Ermita de Santa María Magdalena está situada en la salida del pueblo, junto a la carretera que viene de la costa. Data del siglo XIV, y, desde entonces, parte del edificio ha sido empleada como hospital de peregrinos.

Esta iglesia, al igual que otras de Azpeitia, estuvo estrechamente vinculada a San Ignacio de Loiola, ya que éste impartió clases de catecismo en sus instalaciones.

Arquitectónicamente, la fachada principal consta de un pórtico con tres arcos de medio punto en la planta baja y decoración de ladrillos en la planta principal.

Fue restaurada en 1921 con ocasión del IV centenario de la herida de San Ignacio en Pamplona-Iruña.


Las fiestas de San Ignacio (patrón de Bizkaia y Gipuzkoa) tienen gran relevancia en el municipio de Azpeitia, enclave que abre un paréntesis festivo de cuatro días con el cohete del 30 de julio. Durante estos días, Azpeitia acoge a miles de visitantes que se acercan para disfrutar de su ambiente, su feria taurina y sus solemnes celebraciones religiosas.

Por una parte, estas fiestas destacan sobre todo por las corridas de toros en el marco de la Feria Taurina de Azpeitia, que ha adquirido un gran renombre y categoría. Por otro lado, los aficionados a la pelota tienen una cita especial durante estas fechas, ya que se organizan numerosos partidos en el frontón Izarraitz.

Los actos religiosos también son muy significativos durante estos días festivos. La primera celebración en honor a San Ignacio es la misa mayor que tiene lugar en la parroquia del municipio el día 31 de julio, precedida por la procesión que recorre las calles del casco antiguo. Así mismo, el día 1 de agosto la solemnidad de San Ignacio tiene especial celebración en la Basílica de Loyola, ya que se celebra una misa.

Fecha: Del 30 de julio al 2 de agosto

Transporte público: Con motivo de las fiestas de San Ignacio, la compañía Euskotren ofrece durante estos días festivos un servicio especial de autobuses en el municipio de Azpeitia.


La Casa Torre de los Loiola es la casa en la que nació San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús, en el año 1491. Se encuentra dentro de los límites del Santuario y, actualmente, alberga un pequeño museo en el que se da a conocer la vida de los Loiola, parientes mayores del bando oñacino, y su personaje más ilustre, San Ignacio.

Al igual que muchas de las torres medievales, la de los Loiola es de planta cuadrada, cuatro pisos y tejado a cuatro aguas.

Tras la orden de Enrique IV de desmochar todas las construcciones de defensa, el abuelo de Ignacio de Loiola mandó destruir la parte de arriba y reconstruirlo en ladrillo, en estilo mudéjar. Es por ello que el edificio tiene dos estilos: gótico en la parte baja y mudéjar en la superior.


La Ermita de Nuestra Señora de Olatz se encuentra a medio camino de la recta entre Azpeitia y el Santuario de Loiola.

Durante siglos este templo ha estado muy unido a los Loiola, ya que eran sus patronos. San Ignacio, por ejemplo, tenía una especial devoción por esta Virgen a la que solía rezar una salve.

En este lugar se reunían, además, las Juntas Generales de Gipuzkoa hasta principios del siglo XVIII.

El templo data del siglo XIII. La puerta principal es de medio punto, y, en el interior, destaca la bóveda y el coro de madera. No obstante, la mayor joya es la talla gótica de la Virgen, de madera policromada.

Se abre solamente para las celebraciones religiosas. El 18 de diciembre se conmemora el día de la Virgen de Olatz, y se celebra una misa a las 17:00 horas.

En pleno casco histórico de la villa se encuentra desde la Edad Media la Parroquia de San Sebastián de Soreasu. El templo fue construido en tiempos de la orden de los templarios (la torre es de aquella época), aunque a partir del siglo XVI ha sido remodelado en varias ocasiones.

La portada, por ejemplo, es de estilo plateresco, y fue construida en el siglo XVIII siguiendo el diseño de Ventura Rodríguez.

En el interior, destacan el retablo barroco y la pila bautismal donde tomó las aguas el propio San Ignacio de Loiola. Asimismo, es importante la Capilla de la Soledad, donde se instala un Nacimiento cada Navidad desde el año 1894.



La antigua Torre de Enparan se remonta al año 1320. En ella vivieron los Enparan, parientes mayores del bando oñacino. Muchos de los nacidos en esta casa sirvieron en las Cortes de Castilla.

El rey Enrique IV de Castilla ordenó desmochar todas las casas-torre de Gipuzkoa, para poder terminar así con la guerra de bandos, por lo que en 1535 se llevó a cabo la reconstrucción de esta casa, derribando la parte alta. De todas formas, no tomó el aspecto que tiene en la actualidad hasta 1750.

Hoy por hoy es una casa gótica rectangular compuesta por tres cuerpos: el central es de planta cuadrada, más alto que los dos laterales, y consta de pináculos en el tejado.

En la actualidad alberga la biblioteca municipal.

El Museo del Medio Ambiente-Ingurugiro Etxea cuenta con cuatro salas renovadas casi por completo donde se tratan diversas áreas temáticas con la sostenibilidad como eje principal (Atmosfera y Agua, Biodiversidad, Demografía, Ciudades, Arquitectura Bioclimática, Urbanismo Sostenible, Movilidad, Energía y Transporte, Ruido, Residuos y Consumo, y Desarrollo Sostenible).

Para ello, además de visitas guiadas al Museo, también se organizan visitas a otras instalaciones que ofrecen servicios relacionados con el medio ambiente: al vertedero, a la planta de compostaje y a la sala de consumo sostenible de Lapatx, y a centros relacionados con la gestión del ciclo del agua (el embalse de Nuarbe y la planta depuradora de Lasao), por ejemplo.

La mayoría de los programas que se llevan a cabo en el Museo del Medio Ambiente-Ingurugiro Etxea se desarrollan mediante paneles y maquetas. No obstante, hay temas, como el de los residuos, más dinámicos, donde los alumnos deben clasificar la basura que se les da.

Asimismo, hay diverso material para los más pequeños: un CD para tratar el tema del ruido, una simulación en la sala sobre consumo sostenible, vídeos...

ENTRADA GRATUITA

El Museo Vasco del Ferrocarril ofrece una visión de la historia ferroviaria de Euskadi mediante la exhibición de más de sesenta vehículos totalmente restaurados y en funcionamiento: locomotoras de vapor, tranvías urbanos, vagones de viajeros y mercancías, trolebuses, etc. Muestra la evolución de este medio de transporte en 150 años de historia. Además, se pueden contemplar colecciones de relojes ferroviarios, máquina-herramienta, uniformes, faroles, etc. Se trata de uno de los museos más importantes de su género en Europa.

Exposiciones permanentes: Trenes, objetos de estaciones y trenes, maquetas, uniformes y relojes.

Programación: Viajes en tren de vapor y Aula Ambiental.




Situado en el casco histórico de Azpeitia, junto a la Iglesia Parroquial de San Sebastián de Soreasu, fue mandado construir en el siglo XVI por Juan de Antxieta, músico y capellán de los Reyes católicos.

La fachada llama especialmente la atención, ya que se trata de un prototipo de estilo mudéjar. Es un tipo de arquitectura caracterizado por la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo de la ornamentación árabe.

Consta de diversos tramos y los materiales empleados son variados, entre ellos la piedra o el ladrillo. Cabe destacar que la decoración está realizada con un esquema único en Gipuzkoa.

Actualmente acoge la principal sala de exposiciones de la localidad, así como un centro de día para discapacitados intelectuales.



El Convento de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas fue construido en el siglo XVI muy cerca de la Casa Torre de Enparan.

La iglesia es el monumento más destacado de este conjunto, sobre todo la rica decoración policromada de sus bóvedas y cúpula, obra de finales del siglo XIX o principios del XX. En la cúpula, por ejemplo, se puede observar una balaustrada en fuga con macetas llenas de flores variadas.

Asimismo, en esta iglesia se guarda como un verdadero tesoro una imagen de Cristo crucificado, elaborada por Jerónimo de Larrea.

La iglesia únicamente se abre para las ceremonias religiosas, mientras que el convento permanece cerrado al público.

La sala de exposiciones se encuentra en el Ayuntamiento del municipio y está abierta a la organización de cualquier tipo de exposición.

El dolmen de Larrarte está situado en el collado del mismo nombre, al que se accede desde el barrio de Astigarreta (a 10 kilómetros de Beasain). Se trata de un pequeño dolmen abierto, formado por cuatro losas y sin cubierta. Tres de estas losas son de piedra caliza, pero, curiosamente, la cuarta es de marga.

Este monumento megalítico fue descubierto en 1980, pero su excavación arqueológica no se realizó hasta seis años después. Los expertos de la Sociedad Aranzadi encontraron en la cámara del interior varios restos y objetos (algunos de pedernal), y, tras analizarlos, concluyeron que el dolmen pudo haber sido construido en la época Neolítica y reutilizado en el Eneolítico (aproximadamente 4000 años antes de Cristo).


La sala de exposiciones del Usurbe Antzokia cuenta con una programación estable de exposiciones temporales. Muestra tanto pintura como fotografía, escultura o artes plásticas. Usurbe ofrece cine, teatro, música, danza y otros espectáculos y actividades. Otros espacios para exposiciones en el municipio son Aterpe Taberna y la Ermita de San Martín (exposición fija sobre la vida de San Martín de Loinaz).

La Basílica de San Martín de Loinaz se construyó en el siglo XIX, por decisión de las Juntas Generales de Gipuzkoa, para venerar al mártir San Martín de Loinaz que nació cerca de aquí, en el caserío Amunabarro. No obstante, tras la I Guerra Carlista quedó totalmente destruida y tuvieron que edificarla nuevamente.

Se trata de una iglesia de estilo neoclásico, con planta de cruz griega en el interior y cuadrada en el exterior. Tiene una compleja cubierta con diferentes caídas. En la fachada principal se puede observar el escudo de Gipuzkoa.

Dentro, encontraremos retablos en honor a San Martín de Loinaz y sus dos compañeros de martirio.


El conjunto medieval de Igartza se encuentra a la entrada de Beasain, municipio al que pertenece. Está compuesto por varios edificios: el Palacio, la ermita, el molino, la casa del molinero, la ferrería, la casa del herrero con los establos, el lagar (prensa de manzana) y el puente. Sólo pueden visitarse por dentro el Palacio, la ermita y el molino. Igartza data del siglo XII, cuando en lugar del Palacio existía una Casa-torre defensiva, acorde con los tiempos de guerras entre banderizos. Los señores de Igartza construyeron el Palacio en el siglo XVI y lo rodearon de los servicios necesarios: molino, ferrería, lagar, cuadras, etc. Este grupo de construcciones es lo que hoy en día conforma el conjunto medieval de Igartza.

Colecciones: Los edificios que pueden visitarse se conservan igual que en la Edad Media, con los muebles y objetos propios de la época.

Programación: Bodas, entregas de premios, charlas literarias, teatro, música.

La primera mención histórica de este templo data del año 1565. Se trata de una iglesia de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas. Fue construida, en gran parte, en mampostería, aunque las esquinas y los ventanales son de sillería.

Llama la atención la estructura de madera del pórtico de la ermita, así como el escudo de armas de la casa señorial de Arriaran. En el interior, el techo tiene una bóveda de cañón construida con arcos perpiaños.


Los túmulos de Trikuaizti son dos. Ambos fueron descubiertos por J. Zufiaurre en 1978 y excavados entre los años 1981 y 1985: Trikuaizti I entre 1981-1984 y Trikuaizti II entre 1984-1985, bajo la dirección de los arqueólogos J.A. Mujika y A. Armendariz de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Tras ello, fueron reconstruidos hasta conseguir algo parecido al aspecto exterior que tenían al comienzo.

Trikuaizti I es algo más grande y, según los directores que llevaron a cabo la excavación, fue utilizado en dos épocas diferentes: en el Neolítico y en el Eneolítico.

En cuanto a Trikuaizti II, los arqueólogos no pudieron determinar su antiguedad, aunque el menaje hace pensar que se trata de un monumento muy antiguo, posiblemente uno de los ejemplos más antiguos del megalitismo de Euskal Herria.

Están catalogados como Patrimonio Cultural Clasificado con denominación de Conjunto Monumental (BOPV, 05/03/2001).



El parque Sagastigutia se halla en el casco urbano del municipio de Beasain, a escasos metros de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. A pesar de estar situado en el centro urbano, ofrece la posibilidad de disfrutar de la naturaleza.

El parque dispone de más de 50 especies diferentes de árboles entre los que se pueden ver acebos, robles y castaños. Asimismo, ofrece la posibilidad de pasear por diferentes senderos y acceder así a una zona donde hay mesas, barbacoas y fuentes. Se trata de una zona donde se puede disfrutar de un buen día al aire libre.

Desde lo alto de este parque se pueden ver unas bonitas vistas de la comarca del Goierri.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra en la parte alta del pueblo. El primer documento de este templo data del año 1495. Su construcción ha conocido diversas fases, por lo que se pueden apreciar distintos estilos arquitectónicos en la obra, desde el gótico tardío hasta el barroco, pasando por el renacentista.

El templo cuenta con una única nave y ábside octogonal. Sus muros, sujetados por 11 contrafuertes, son de mampostería, aunque las esquinas están terminadas en sillería. Tiene también un pórtico en forma de L.

La entrada al interior se realiza a través de un arco de medio punto. El techo está formado por bóvedas de crucería en todo el templo, menos en el ábside que es una bóveda lisa.

En este templo se encuentra la pila bautismal en la que tomó las aguas San Martín de Loinaz en 1566.


Los Señores de Igartza eran una de las familias más poderosas de la orilla del río Oria. Alrededor de su palacio, reunieron todo tipo de servicios, y de esta manera completaron su poder. Así, podemos encontrar en este conjunto, además de la vivienda de los señores, una ermita, una ferrería, un molino, la prensa de manzana, un palomar, la casa del zapatero, la del herrero...

El palacio es el edificio más destacado de todo el conjunto. Fue construido en el siglo XVI, y está dividido claramente en dos partes: la de abajo está construida en mampostería, mientras que la de arriba tiene estructura de madera. Los trabajos de restauración han sacado a la luz misteriosos elementos como un horóscopo escrito con el alfabeto del siglo XV y una frase de la misma época citando los elementos básicos de la vida.

Hoy por hoy todo el conjunto está preparado para recibir visitas y se da a conocer cómo trabajaban en la ferrería, en el molino y en el lagar, así como la vida y costumbres de los vascos en la Edad Media. Las visitas se realizan los fines de semana en invierno, y en verano también los viernes. El resto de los días, hay que llamar por teléfono para poder visitar el Conjunto Monumental de Igartza.

Sin embargo, debido a las obras de restauración, el Conjunto Monumental de Igartza permanecerá cerrado de mayo a octubre.

La ermita de la Virgen de la Soledad está situada en la carretera que une Beizama con Tolosa. Se trata de un pequeño templo al que los lugareños acudían para pedir una buena cosecha. La ermita fue restaurada en 2001.

La iglesia cuenta, además, con un pequeño Vía Crucis elaborado, aproximadamente, en 1730.

En Viernes Santo por la tarde se celebra una procesión desde la iglesia parroquial de San Pedro hasta esta ermita.


La sala de exposiciones está abierta a quien desee mostrar su obra.

La casa Azkarate Marutegi, conocida también como Agirrebeña, se erigió en el año 1541 por orden de Juan Martínez de Marutegi Azkarate, contable del Rey de Castilla. Se trata de una construcción con varios elementos interesantes en sus fachadas.

En una de las esquinas, por ejemplo, se puede observar un precioso balcón construido a principios del siglo XVII y coronado por el escudo de armas de la familia.

La fachada que da a la calle San Pedro, por el contrario, cuenta con 53 impresionantes placas de cerámica policromada, realizadas en Alemania en el siglo XVI. Al parecer, en aquella época, la función de estas cerámicas era formar una estufa, pero en este caso se emplearon para decorar la fachada.

El edificio alberga actualmente el Batzoki del Partido Nacionalista Vasco de Bergara.

El Palacio Irizar, conocido también como Urrutia-Espilla, fue construido en el siglo XVII en el solar que ocupaba una antigua casa. Ignacio de Urrutia, tras haber servido durante años en el ejército, volvió a Bergara e hizo construir este palacio junto a su esposa Ana de Espilla.

Rodeado de una zona ajardinada, se trata de un edificio sobrio con pocos ornamentos. No obstante, cabe destacar un escudo de armas situado en una de las esquinas y los trabajos de forja de las balaustradas de los balcones.

Como dato curioso, hay que mencionar que en este palacio tuvo lugar el "Abrazo de Bergara". En 1839, los generales Maroto y Espartero firmaron en esta casa el Convenio de Bergara, que supuso el término de la I Guerra Carlista.

Actualmente, alberga oficinas municipales, por lo que únicamente se puede visitar por fuera.


La Casa Arrese es una construcción de principios del siglo XVI. Sus características, un único arco de entrada y pequeñas ventanas, son de una torre medieval, dedicada a la defensa.

No obstante, a finales del siglo XVI se construyó un balcón renacentista en una de sus esquinas, dándole un aspecto más palaciego. El balcón está en ángulo sobre el escudo de armas de la familia que habitaba la casa.

Según las últimas investigaciones, este balcón fue obra del maestro Pedro de Ibarra, todo un artista que consiguió deformar algunos elementos para que sean mejor vistos en perspectiva desde el suelo. La obra consta de pilastras jónicas a los lados, un arquitrabe, un friso no decorado y una cornisa adintelada. Sobre ello se encuentra el tímpano, en cuyo centro se puede ver el busto de una mujer.

En la actualidad, el edificio alberga viviendas particulares, por lo que únicamente se puede visitar por fuera.




Bergara es una villa medieval que ha sabido conservar sus monumentos más antiguos y valiosos.

En el núcleo histórico, por ejemplo, podemos visitar una gran cantidad de edificios de la época del Renacimiento, como son la Casa Agirrebeña y la Casa Arrese, con sus balcones en los vértices; e incluso casas más antiguas, como la casa gótica en la que nació el escritor Koldo Eleizalde (Goenkalea, 3).

Hay que destacar que la oficina de turismo de Bergara se abre en verano, Semana Santa y los puentes de otoño. En esas fechas se organizan visitas guiadas al centro histórico de la localidad.


El templo actual es de los siglos XVI y XVII, aunque se edificó ocupando el mismo lugar de una iglesia anterior. Es una obra de corte renacentista, aunque la torre es barroca, ya que se construyó en la primera mitad del siglo XVIII.

En el interior de la iglesia se guardan dos joyas. Uno es el lienzo de la Adoración de los Pastores, situado en la nave lateral derecha. La obra muestra a la Virgen María enseñando al niño Jesús a los pastores. Se trata de una obra maestra de la pintura, pues el autor fijó el centro de luz en el niño y distribuyó todos los elementos partiendo de aquí.

La escultura del Santo Cristo de la Agonía es también digna de ver. Juan Pérez de Irazabal, contador del Rey, encargó esta obra al escultor Juan de Mesa, uno de los grandes maestros de la escuela sevillana del siglo XVII. Años más tarde envió la escultura a su Bergara natal. Muchos opinan que se trata de una de las mejores esculturas del barroco.


Ubicada en la primitiva zona medieval de la Villa, la casa de Aroztegi posee una imponente fachada realizada en piedra sillar, y en ella un gran arco de entrada ligeramente apuntado y formado por grandes dovelas. En este espacio lleno de historia se encuentra la Sala Aroztegi. en ella se muestran toda clase de colecciones, pintura, arquitectura...

El de Agirre (o Agarre) es el único hórreo auténtico de la primera mitad del siglo XVI que existe en Gipuzkoa. Fue restaurado durante los años 1983-1985 por el Ayuntamiento, que es el propietario de este monumento.

Los cerramientos y separaciones del Hórreo de Agirre están hechos en madera de roble perfectamente machihembrada, sin clavos.

El hórreo se alza poco más de un metro desde el suelo y está colocado sobre cuatro pies de piedra. De piedra son también las escaleras que dan acceso a la entrada, dispuesta perpendicularmente a la fachada principal del caserío de Agirre.

En el interior hay una gran arca de madera con compartimentos para guardar cereal, mientras a ambos lados hay departamentos empleados para conservar y secar frutos. Ya en la planta baja, hay un espacio que estuvo cerrado y se utilizaba como trastero para aperos de labranza.


La Casa Torre Gabiria fue construida en la vera del río Deba, dominando los terrenos de la zona. Al igual que otras viviendas medievales, contaba al principio con todos los elementos necesarios para la defensa. Años después, fue desmochada por orden del rey Enrique IV, y se le dio una forma más palaciega. Emplearon mampostería, casi en su totalidad, aunque las esquinas y los vanos son de sillería.

El monumento, aunque muy deteriorado en gran parte por el incendio que sufrió en el siglo XVIII, fue declarado Bien Cultural por el Gobierno Vasco en el año 2002.

Tras más de año y medio de reformas, la Casa Torre Gabiria volvió a abrir sus puertas en enero de 2008 reconvertido en sede de las oficinas de la empresa Tavex Algodonera.






La construcción de esta parroquia, ejemplo del gótico vasco, se llevó a cabo en dos fases bien diferenciadas: 1542-1607 y 1648-1672. No obstante, su estilo es uniforme.

Se trata de un templo de planta rectangular, tres naves separadas por pilares y cubierta de bóveda de crucería. En el interior, llaman la atención el coro, de estilo neoclásico, y el impresionante retablo principal, de estilo rococó.

En el siglo XVIII se le añadió la torre de estilo barroco.


La Casa Jauregi fue construida a finales del siglo XV o principios del siglo XVI. Aunque en todo este tiempo ha sufrido grandes reformas, aún se conserva una de las grandes joyas artísticas de aquella época: un bello relieve que se extiende a lo largo de la primera planta en el que se pueden ver motivos vegetales, imágenes de reyes con corona y cetro, escenas como la caza de un jabalí, un trovador y su dama, animales fantásticos enfrentados...

Estos grabados eran frecuentes en Alemania en aquella época, a finales del siglo XV, y corresponden al estilo gótico tardío centroeuropeo.

Actualmente alberga viviendas particulares, por lo que únicamente se puede visitar por fuera.

La fachada del Palacio Egino-Mallea es una de las mejor conservadas de la época renacentista en Gipuzkoa. Tiene todas las características del estilo manierista: sobriedad, poca decoración y distribución simétrica de elementos clásicos.

En la parte central de la fachada se alza una portada como si de un arco del triunfo se tratara. La estructura de los tres pisos que enlaza es muy parecida.

En el bajo, un arco de medio punto decorado con dovelas permite la entrada a la casa. A cada lado, cuenta con dos columnas jónicas.

El piso principal tiene una estructura muy parecida, pero en lugar de arco de medio punto, el vano es adintelado y las columnas sostienen un friso decorado. Finalmente, en el piso superior, el vano es más pequeño.

Obra del maestro Pedro de Ibarra, actualmente alberga viviendas particulares, por lo que únicamente se puede visitar por fuera.


Esta casa fue erigida a principios del siglo XVI, y se ha conservado hasta hoy debido a que fue construida en piedra. Emplearon sillería en el bajo y en las ménsulas que sostienen el primer piso, que son de estilo gótico.

El edificio está en el casco histórico, justo detrás de la iglesia de San Pedro de Ariznoa.

Koldo Eleizalde, escritor y uno de los fundadores de Euskaltzaindia, nació en este lugar en el año 1878.

Existe una réplica de este edificio en el parque El Pueblo Español de Barcelona.


La sala de exposiciones se encuentra dentro de la casa de cultura, en el Palacio Errotalde del siglo XVI. Organiza exposiciones de todo tipo, principalmente pintura y fotografía de particulares y grupos. Puede dividirse en dos espacios. En el mismo edificio se encuentran otras instalaciones como la biblioteca municipal, la sala de reuniones, etc.

La Casa Torre Ozaeta es hoy propiedad de Koldo Lasa, quien ha ubicado allí el Restaurante Lasa. No obstante la historia de esta casa torre comenzó en la Edad Media.

Lo construyeron fuera del casco urbano y muy cerca del camino que conduce a Arrasate-Mondragón. Años más tarde, en 1565, fue reconstruido tras la orden de Enrique IV de desmochar todas las construcciones defensivas.

La casa fue vivienda de una de las familias del bando de los Oñaz, y en ella vivió, por ejemplo, una de las hermanas de Iñigo de Loiola.

No obstante, uno de los últimos propietarios fue otro personaje histórico, un hombre importante en la política y la cultura vasca: Telésforo Monzón.


El Santuario de Santa María de Itziar es un templo antiquísimo. Las primeras noticias se remontan al siglo VIII, y, posteriormente, la iglesia fue reformada en el siglo XVI. Tiene una única nave de anchura singular, sin columnas intermedias, y dividida en tres tramos rectangulares.

En el interior del templo destaca la imagen de la Virgen, que se cree que es una de las más antiguas de Gipuzkoa junto a la del Juncal de Irun. Esa imagen del altar mayor, muy venerada por los marineros vascos, tiene una cara proporcionada y expresiva, y tiene fama de ser una de las más bellas de la iconografía vasca.

La iglesia cuenta, además, con un magnífico retablo, una pieza perteneciente al arte plateresco. Ese retablo de madera fue construido por Andrés de Araoz en el siglo XVI.

Fuera del Santuario, se puede contemplar la magnífica escultura en acero "Amatasuna" (La maternidad) del escultor oriotarra Jorge Oteiza.


A comienzos del siglo XVI, la Orden de San Francisco de la Observancia intentó fundar un convento junto al Santuario de Itziar, pero los cabildos eclesiásticos se opusieron por lo que debieron desistir del empeño.

Fue entonces cuando Juan Pérez de Licona les donó el astillero de Sasiola y las tierras que lo circundaban para construir lo que sería el segundo convento de franciscanos de Gipuzkoa.

Del antiguo monasterio se conservan restos del claustro y del hospital y la iglesia. Este último es un templo de una sola nave con espadaña y está dividido en tres tramos reforzados en su exterior mediante contrafuertes e incluso un arbotante.

En su interior, destaca un magnífico retablo de madera de nogal del siglo XVII con escenas de la vida de San Francisco, que se conserva en perfecto estado.


La pequeña ermita de Santa Cruz está emplazada frente a la casa consistorial, en la plaza principal de la villa, justo en la entrada de la Calzada Real que viene de Itziar, cerca de la antigua fuente del casco histórico. Su origen es desconocido, aunque los restos arqueológicos allí encontrados hacen pensar que es muy antigua.

En el siglo XIX, las autoridades de Deba quisieron derribar este templo por entender que era muy pequeño, estaba deteriorado y ubicado en un lugar profano donde se celebraban fiestas. Afortunadamente, el Obispado no aceptó la sugerencia.

La tradición cuenta que esta ermita era lugar de culto de aquellas personas cuyos oficios estaban estrechamente ligados a la mar: marineros y pescadores en su mayoría, además de los ferrones que transportaban el hierro río arriba hacia las ferrerías.