De formación autodidacta y deformación autodidacta, ha ejercido el impenitente oficio de ESTUDIANTE. Tan cercano a la poesía y a la metafísica como distante del buen gusto, ha sabido transitar con paso digno y altanero entre los dos extremos irreconciliables de la cultura mexicana: la popular -a la cual repugna- y la alta cultura -la cual a su vez lo repugna.
"Hablar de mi no es fácil, sencillo o ameno: baste saber que no nazco, que mi vida corre peligro justo en este instante y que por sobre todo, El FIN JUSTIFICA EL MEDIO".