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La gruta de Inti Huasi[editar]

La gruta de Inti Huasi es un domo andesítico de origen volcánico situado en la zona central de las sierras de San Luis en el Departamento Coronel Pringles a 20 km de La Carolina (San Luis) y a 100 km de la ciudad capital provincial, en la República Argentina.

Introducción[editar]

Esta gruta es considerada como uno de los yacimientos arqueológicos prehistóricos más importantes de América y es visitado por más de 10 000 personas cada año. Actualmente se desconoce el nombre original (probablemente henia-kamiare). El nombre relativamente actual Inti Huasi proviene del quechua y significa "Casa del Sol" (inti=sol, wasi= casa). Es de notar que este nombre no corresponde a la etnia que creó el yacimiento arqueológico puntano sino que le fue dado tras la conquista española (s. XVII) debido a que los misioneros cristianos usaron como lengua vehicular para la catequesis al quechua.

Historia [editar][editar]

Gruta Inti Huasi

Una amplia arcada, de origen volcánico, servía de defensa contra el sol del verano y las lluvias invernales. Siendo esta arcada el sitio más seco y de mayor luminosidad de toda la caverna. El hombre llegó a estos sitios cuando la temperatura había alcanzado extremos tales que generaron un proceso de desertización y la cuenca de los lagos estaba enormemente disminuida.

Los Intihuasi desaparecieron para reaparecer 300 años después, en el 5900 a.C., cuando la región había adquirido su fisonomía actual, para dedicarse a la cacería y la recolección de frutos, tales como los del algarrobo criollo (Prosopis). A partir de ese momento, la vida en el territorio sanluiseño se transformó y quedó reducida a las márgenes de las sierras de San Luis.

Cuando en el año 2000 a.C. ingresaron, los grupos que traían los fundamentos incipientes de la agricultura y ganadería, el hombre ya no pudo hacer sus traslados temporarios de acuerdo al clima de la época y comienza a buscar zonas intermedias para su asentamiento.

A partir del año 700 d.C. comienzan a generarse grupos aldeanos en los pequeños valles protegidos que permitieron, en sus partes más bajas y húmedas, los cultivos. Mientras que las paredes del embudo que constituían esos valles, sirvieron para el pastoreo del ganado. Las pampas altas y los lugares incultos continuaron aportando la cuota de caza y recolección de diversos frutos.

Las condiciones de las sierras no pudieron permitir jamás otro patrón que el de la aldea dispersa. Hoy, muchos de esos grupos aldeanos se han convertido en las poblaciones de distinta importancia que pueblan el actual Valle de Conlara.

Interés científico[editar][editar]

El interés científico por el sitio se remonta al año 1875 cuando fue estudiada por el geólogo alemán Luis Brackebusch quien publicó un voluminoso estudio sobre las sierras de San Luis, en ese entonces el recinto servía como corral de bovinos, cabras o equinos quienes depositaron con sus heces un considerable sedimento que fue removido durante las exhaustivas excavaciones arqueológicas dirigidas en 1951 por el arqueólogo, antropólogo y médico argentino Alberto Rex González.

Aspecto actual de la gruta de Inti Huasi.

La excavación arqueológica dio sorprendentes resultados sobre la historia de la gruta identificando en sus estratos más antiguos los contextos de la cultura precerámica Ayampitin, fechándose los restos de los niveles estratigráficos inferiores por el método de carbono 14, el primero efectuado en la República Argentina. Los resultados de las pruebas de radiocarbono remontaron la antigüedad del primer asentamiento humano de la gruta en 6.200 a.C.

Vialidad de la provincia de San Luis, mientras efectuaba excavaciones frente al talud del Cerro Intihuasi en el año 1948, debido al trazado de un camino que llegaba al recinto, puso al descubierto gran cantidad de objetos lÍticos, utensilios de huesos, pinturas rupestres y restos humanos. Ante este hallazgo, se designó al Dr. Alberto Rex González para realizar los trabajos de investigación en el año 1951.

Las pinturas rupestres que existieron en el faldón rocoso al fondo de la cueva se fueron perdiendo paulatinamente hasta desaparecer totalmente debido filtraciones de agua en las rocas, grietas producidas por los movimientos sísmicos de la zona, siendo los más importantes los ocurridos durante la década de 1970.

Material hallado en los niveles estratigráficos durante la excavación arqueológica de 1951[editar][editar]

Gruta de Inti Huasi frente

Vitrina dedicada a la excavación de la gruta de Inti Huasi, Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Nivel I

Aproximadamente 500-1500 d.C.[editar]

Periodo más tardío con cerámicas. Punta de proyectil pequeñas con base escatolada y barbas salientes.

Predominio de la calcedonia como material utilizado en la confección de las puntas de flecha.

Predominio de los colores amarillo y rojo empleado por igual tanto para la preparación del mastic -almáciga (resina)- como para la pintura corporal.

Alfarería lisa tosca.

Los entierros de esa época se realizaron en posición genupectoral y se determinó la deformación craneana tabular erecta.

Una mano de mortero decorada con motivos pintados en rojo, indica tempranas influencias del NOA principalmente desde la llamada actualmente Cultura Condorhuasi

Nivel II

Aproximadamente 1000 a.C

Puntas triangulares sin pedúnculo y puntas lanceoladas. Raspadores de diversas clases. Molinos y moletas. Dos tipos de ganchos de propulsor en hueso y piedra (estólicas o atlatl). raederas o cuchillos de pizarra. Cuentas circulares. Adornos de mica recortada.

Mortero proveniente de la excavación de la gruta de Inti Huasi, Museo de La Plata. Buenos Aires, Argentina.

Nivel III

Aproximadamente 3000 a.C.

Nivel difícil de definir como una unidad cultural propia. Predominio de puntas de proyectiles grandes.

47 puntas de calcedonia sobre un total de 143.

Nivel IV

Aproximadamente 6000 a.C.

Exclusivamente puntas lanceoladas (dos de calcedonia sobre un total de 57), raspadores grandes circulares, laterales e irregulares. Manos de conanas, molinos planos solo de forma irregular. Raederas, perforadores. Puntas con la base teñida de mástic negro, aunque también se usó pigmento hematítico y adornos óseos perforados.


Se puede evidenciar de la información tomada de la página Wikipedia, la información se presenta relativamente completa para obtener un paneo con grandes generalidades acerca de la gruta de Inti Huasi, lo que para una visita turística sería apropiado.

Para realizar un estudio más profundo sobre el mismo esta información resulta acotada incluso incompleta ya que no brinda fuentes de investigación, sino que solo nombra a  algunas personas que en un determinado momento hicieron trabajos de investigación allí como es el caso de Dr. Alberto Rex González, dejando de lado aspectos esenciales a tener en cuenta, como lo son por ejemplo el nombre de los primeros habitantes , especificando cuáles fueron las actividades que desarrollaron, cuánto tiempo permanecieron allí entre otras particularidades.

A este material proporcionado por Wikipedia sería adecuado incluir las siguientes categorías a fin de ampliar la información, incluyendo detalles de los primeros pobladores como así también información sobre los investigadores que hasta el día de hoy siguen brindando aportes significativos sobre la gruta de Inti Huasi-  

Historia de la investigación en Inti Huasi[editar]

Germán Ave-Lallemant, era agrimensor y hombre de ciencia que llegó a San Luis para realizar explotaciones mineras en los yacimientos auríferos que se encontraban en de La Carolina.

Su obra principal es una “Memoria descriptiva de la Provincia de San Luis” que fue publicada en el año 1888, realizó una contribución arqueológica de gran magnitud para la historia de San Luis que fue la primera mención sobre la gruta de Inti Huasi , que quedaron acentadas en las actas de la academia Nacional de Ciencias:

De las excavaciones realizadas en la gruta manifestó que se encontraron unos pedazos de cuarzo, trabajados perfectamente en forma de punta de flecha, cuyos dos filos están labrados en una forma de zic zaque que resulta ser muy curioso.

Contexto histórico de trabajo[editar]

El contexto imperante en ese momento en el país era de una época de política nacional , en donde se habían comenzado a crear los colegios nacionales, y en el año 1872 quedó conformado el Colegio Nacional de San Luis, en donde un tiempo después Lallemant es designado rector interino, desde ese lugar llevó a cabo investigaciones, publicando importantes contribuciones sobre la flora, la fauna, agricultura, arqueología, minería y costumbres puntanas.

H. Burmeinster (Stralsund, Alemania 1807- Buenos Aires 1892) incursionó por San Luis en marzo de 1857, con apoyo de Alberdi Urquiza y la Confederación Argentina, y escribe un libro de viajes que fue por criticado por (muy criticado por Viganti y Wappaus) por haber sido publicado en Alemán, sin dar detalles de la arqueología de San Luis.

F. Ameghino (Luján 1854- Buenos Aires 1911): Trabajo en la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba , donde revisó materiales de Inti Huasi (sin visitarlas) colocándolos en etapas sucesivas de más antiguo a modernos.

Su llegada marcó la aparición del primer paradigma científico del país: “El Evolucionismo”. Alberto Rex González realizó los primeros fechados de la historia de Sudamérica con materiales recuperados de la excavación de Inti Huasi. [1]

Con la finalización de la segunda Guerra Mundial llegó a Argentina el paradigma (difusionista) de “La escuela Histórica Cultural de Viena”. (O. Menguín y M. Bórmida): se intentaba establecer relaciones directas entre los artefactos y entidades étnicas acotadas temporal y geográficamente a los cuales se los denomina como “culturas arqueológicas”

Se modifica la recolección de datos sustentada en la realización de excavaciones estratigráficas más rigurosas.

La relación de Rex González con la escuela austro-alemana puede verse reflejada en su interés dirigido al establecimiento de secuencias cronológicas regionales y a la definición de contextos culturales, entendidos como asociaciones regulares de ciertos tipos de materiales arqueológicos.

El material difundido identificó elementos básicos para definir “contexto” y “secuencia” de ocupaciones cazadoras-recolectoras de Sierras Centrales aportando a la secuencia regional en la cual los momentos más antiguos, caracterizados por puntas lanceoladas o Ayampitín, eran sucedidas por otros contextos con puntas triangulares de tipo Ongamira (1960).

INTIHUASI I: Puntas pequeñas a pedunculadas de base escotada.

INTI HUASI II: Puntas triangulares a pedunculadas grandes. Ongamira.

INTIHUASI III: Con elementos II y III.

INTIHUASI IV: Puntas lanceoladas” Ayampitín”  

  1. Rex Gonzalez, Alberto (2004). «LA ARQUEOLOGÍA DEL NOROESTE ARGENTINO Y LAS CULTURAS FORMATIVAS DE LA CUENCA DEL TITICACA». Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XXIX.