Usuario:Moyaoborona96/a Agenda de Buen Gobierno 2000-2006

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Vicente Fox Quesada, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos

La Agenda de Buen Gobierno 2000-2006 integró todas las acciones de mejora y modernización de la administración pública implementadas en México durante la presidencia de Vicente Fox Quesada. Tuvo como objetivo la unificación de todos los programas de reforma con vista a la consolidación de un gobierno funcional, innovador, transparente y profesional, capaz de entregar más y mejores servicios. Fue presentada en el 2002, coordinada por la Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental. Su diseño se basa en principios gerenciales derivados de las ideas de la Nueva Gerencia Pública. La agenda está conformada por seis ejes de Buen Gobierno: Gobierno Digital, Gobierno profesionalional, Gobierno que busca mejoras regulatorias, Gobierno Honesto y Transparente, Gobierno que cueste menos y Gobierno de Calidad.[1]

Contexto Histórico[editar]

La burocracia del modelo autoritario de la hegemonía del PRI se veía definida por el clientelismo y subordinada a los imperativos del control político, por lo que las reformas no podían ser más que limitadas.El gobierno de José López Portillo comenzó a implementar programas de modernización orientados a la desburocratización, descentralización y simplificación de la administración pública, durante los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, persistieron tentativas menores de reforma. Fue hasta el Programa de Modernización de la Administración Pública de Ernesto Zedillo, que se introdujeron por primera vez los principios del gerencialismo a la administración pública mexicana a la vez que se intentó, sin mucho éxito, implementar un servicio civil profesional. Bajo Vicente Fox Quesada, primer militante del Partido de Acción Nacional en ejercer la presidencia después de casi 70 años de gobierno Priísta, se dio inicio a un programa comprehensivo de innovación, que pretende transformar las bases de la administración pública Mexicana. Fox se comprometió a la construcción de un sistema tecnocrático, en el cual los puestos de mayor importancia serían ocupados por aquellos que estuvieran más calificados para ejercerlos, recurriendo al reclutamiento de talento proveniente del sector privado.[1]

Durante el sexenio de Fox, la lucha contra la corrupción y por la transparencia se convierte en un asunto de Estado, culminando en el Programa de Combate a la Corrupción y Fomento a la Transparencia y el Desarrollo Administrativo (PNCCFTDA), que buscaba promover la transparencia y el acceso a la información, facilitar la rendición de cuentas y establecer un marco legal que regulara a la administración pública, reduciendo la discrecionalidad burocrática. El Modelo Estratégico para la Innovación Gubernamental (MEIG), programa elaborado por la Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental bajo la dirección de Ramón Muñoz Gutiérrez fue, asimismo, una fuente clave de las políticas comprendidas por la Agenda de Buen Gobierno. El Modelo presentó un marco integral dirigido a la mejorarde la capacidad para gobernar y la restauracion la confianza ciudadana en las autoridades Mexicanas, sustituyendo las antiguas estructuras verticales centralizadas y jerárquicas por modelos de red descentralizados, horizontales y flexibles. La Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental introdujo innovaciones provenientes de la administración corporativa bajo el influjo de las ideas de la Nueva Gerencia Pública, adoptando un modelo en el cual el gobierno se asemeja a una empresa y el ciudadano a su cliente. Buscaba reducir el número de plazas burocráticas con tal de liquidar el clientelismo politico. Entre las innovaciones más duraderas del Modelo Estratégico para la Innovación Gubernamental destaca el programa de gobierno digital y la adopción del enfoque de calidad.

Contenido[editar]

La Agenda del Buen Gobierno fue  presentada en el 2002, su implementacion a traves de todos los órganos de la función pública fue  inicialmente coordinada por la oficina de la presidencia para la innovación gubernamental. Basada en la innovación, la Agenda de Buen Gobierno ubica al ciudadano en el centro de toda actividad del gobierno y busca recuperar la confianza ciudadana en las autoridades. La agenda, inspirada por las ideas de la nueva gerencia pública, considera que la administración pública puede ser un terreno propicio para la competencia y la búsqueda de eficiencia y efectividad tal como lo es el sector privado. En la agenda de buen gobierno, se mezclan procesos (gobierno digital, gobierno profesional y gobierno que busca mejoras regulatorias) con resultados (gobierno honesto y transparente, gobierno que cueste menos y gobierno de calidad). La agenda de Buen gobierno sintetizó las premisas del Modelo Estratégico para la Innovación Gubernamental y el Programa de Combate a la Corrupción y Fomento a la Transparencia y el Desarrollo Administrativo, eventualmente desplazando a estos programas. En el 2002, la secretaría de contraloría y desarrollo administrativo asumió su actual título: la Secretaría de la Función Pública,  que se dedicaría a monitorear y evaluar la implementación de la Agenda de buen Gobierno en todos los órganos de la administración pública federal.

Los Seis Ejes[editar]

Los seis ejes de buen gobierno fueron estrategias diseñadas con tal modificar el desempeño de la administración pública y la percepción que la ciudadanía tenía sobre este. La Agenda de Buen Gobierno a promovia reformas correspondientes a los principios estipulados por cada eje a través de todas las dependencias de la administración pública, a la vez que buscaba crear un ambiente de competencia donde las dependencias fueran evaluadas en base a su desempeño y el cumplimiento de los objetivos del programa.

Gobierno Digital[editar]

El principal objetivo postulado por este eje era  el posibilitar la obtención de  información del gobierno y el acceso a los servicios de éste por parte de los ciudadanos desde cualquier lugar y en cualquier momento. Dado los grandes cambios tecnológicos y  las nuevas formas de comunicación de finales del siglo XX, entre los cuales destaca el  el internet, se crearon nuevos retos y se abrieron nuevas posibilidades para la administración pública. Con el gobierno digital,  se buscaba que los procesos gubernamentales no estuvieran atados a un solo lugar. Dado que la sociedad moderna se organiza y trabaja en red, los canales tradicionales para la prestación de servicios gubernamentales, basados en modelos jerárquicos,  resultaban cada vez mas insuficientes. La iniciativa de gobierno digital pretendia ser un medio que  integrará una oferta cada vez más amplia de servicios.

Dado que la capacidad de respuesta gubernamental resultaba ser muy lenta se necesitaba tener listos los nuevos canales necesarios para satisfacer las necesidades ciudadanas. La Agenda de Buen Gobierno buscaba optimizar la disponibilidad y calidad de los servicios al facilitar el acceso a la información. La capacidad de tener servicios disponibles dónde sea, cuándo sea y por cualquier canal se convertiría en un valor agregado para la gestión gubernamental. Para lograr esto, el gobierno buscaba contar con una red informática y de telecomunicaciones que integrara a todas las dependencias y a sus funcionarios públicos. Con esta red, se pretendía convertir al gobierno en una puerta de acceso a la información para así poder realizar transacciones completas y seguras por medios electrónicos (pagos de servicios o trámites) , reducir el costo de trámites gubernamentales al ser realizados por medios electrónicos, y entregar por medios electrónicos, además de por medios tradicionales, servicios gubernamentales de alto impacto. Todos estos objetivos pretendian ser alcanzados en el periodo 2004-2006.

Gobierno profesional[editar]

La iniciativa de gobierno profesional pretende atraer, retener y motivar a personal de alta calidad en el servicio público, construyendo una administración pública preparada para transitar de un sexenio a otro con el mínimo trastorno y  la máxima eficiencia posibles. Un servicio civil  profesional, caracterizado por la neutralidad política se convirtiera en un factor estratégico de la competitividad del país.

Antes de la Agenda del Buen Gobierno, México carecía de un sistema de recursos humanos en la administración pública, por lo que  esta se veía afectada la discontinuidad en los programas de gobierno, escasa inversión en capacitación de personal, falta de reconocimiento social del servicio público y en algunos casos un pobre desempeño, todas estas fallas evidenciaron la necesidad de hacer nuevas transformaciones. Para llevarlas a cabo se requería de una infraestructura administrativa básica junto con un desarrollo organizacional completo en áreas específicas.

Con el fin de orientar la administración pública hacía las competencias y resultados, se plantearon los siguientes objetivos para ser alcanzados en el periodo 2004-2006: instrumentar la ley y el sistema de profesionalización del servicio profesional de carrera, vincular la profesionalización del servicio público con las políticas públicas, incorporar convocatorias públicas y abiertas para reclutar personal, fomentar la movilidad y desarrollo con base en méritos, asegurar que los servidores públicos estén capacitados para las tareas que realizan, involucrar a la sociedad civil en la administración pública, involucrar a las agrupaciones sindicales de las dependencias y reorientar hacia la calidad y productividad las dependencias públicas.

A principios del siglo XXI, el aparato administrativo del sector público Mexicano se encontraba rezagado frente a sus contrapartes en países más desarrollados. El gobierno de Fox se dispuso a adoptar los últimos métodos de gestión sin contar con las estructuras del servicio civil que permitieron las reformas radicales de la Nueva Gerencia Pública en los países anglosajones. El modelo de servicio civil que el servicio profesional de carrera pretendia implementar en México comúnmente se entiende en base al tipo ideal de la burocracia del sociólogo Alemán Max Weber. Se trata de un sistema profesionalizado basado en la meritocracia y la formación especializada, en el cual existe una separación bien definida entre política y administración.

La Ley del servicio profesional de carrera del 2003 estableció un servicio civil gestionado por la Secretaría de la Función Pública. El servicio profesional de carrera buscaba poner fin al clientelismo y la politización que habían caracterizado a las burocracias del periodo de la hegemonía Priísta a través de la introducción de criterios meritocráticos, sentando las bases de una burocracia estable, capaz de adaptarse a la alternancia democrática. El sistema profesional de carrera pretendia gestionar cada aspecto de la carrera burocrática, incorporando mecanismos de ingreso, capacitación, certificación, y evaluación del desempeño. Desde sus inicios, el proyecto para el establecimiento del servicio profesional de carrera se enfrentó con el poder de las burocracias establecidas y los sindicatos del sector público.El sistema contemplaba 40,000 plazas o 10% del total de los funcionarios públicos, confinadas a puestos ejecutivos y dejando intacta a la base burocrática. Sin embargo, el programa fue incapaz de cumplir con sus promesas; un gran porcentaje de las plazas en concurso quedaron desocupadas.

Gobierno que busca mejoras regulatorias[editar]

Este eje comprende  medidas dirigidas a  garantizar la facilidad, rapidez y seguridad de los trámites administrativos. El marco normativo previo estaba basado en una cultura de control dirigida a la contención  del gasto público y la centralización de los trámites de autorización, por  lo que las dependencias se veían obligadas a dictar disposiciones adicionales que tendían a complicar aún más sus trámites internos. La proliferación de múltiples estándares normativos generaba confusión y obstaculizaba el funcionamiento eficiente del sector público. El servicio público  se veía abrumado por normas complejas y redundantes, incapaz de concentrarse  en ofrecer un servicio de calidad al ciudadano. La Agenda del Buen Gobierno pretendia hacer uso de los medios electrónicos para  mantener al tanto a las dependencias  gubernamentales de los últimos estándares regulatorios, instrumentar mecanismos para evitar el aumento de disposiciones,  simplificar los reglamentos existentes e incorporar prácticas que favorezcan la simplificación regulatoria. La Agenda de Buen Gobierno planteó los siguientes objetivos para ser alcanzados en el periodo 2004-2006 con tal de alcanzar las metas ya mencionadas: contar con servidores públicos que conozcan y tengan a su alcance la normatividad vigente, asegurar que las dependencias cuenten con un marco regulatorio que responda a criterios de simplificación, disponer de reglas claras que eviten la corrupción y permitan la operación ágil, oportuna y eficiente de la administración pública, alcanzar la autonomía de gestión de las dependencias, facilitar la operación y el logro de resultados por medio de instituciones públicas.

Gobierno Honesto y Transparente[editar]

La iniciativa de gobierno honesto y transparente pretendía recuperar la confianza de la sociedad en el gobierno. Reconociendo que la sociedad tenía una percepción negativa del sector público, relacionada con los problemas de corrupción, opacidad, discrecionalidad y falta de rendición de cuentas, la Agenda de Buen Gobierno buscaba mejorar la organización, la administración de recursos y la gestión en las dependencias del estado. Requería acciones coordinadas para establecer mejores sistemas de control, aplicar sanciones a conductas irregulares y promover una cultura social de combate a la corrupción, planteando los siguientes objetivos para ser completados en el periodo 2004-2006: consolidar sistemas integrales anticorrupción, fortalecer una cultura de la transparencia, contar con trámites y servicios que se lleven a cabo bajo sistemas que reduzcan el riesgo de corrupción, fortalecer el sistema de inteligencia para detectar y reducir actos y redes de corrupción, mejorar el nivel de México respecto de los índices de corrupción, consolidar un sistema de buenas prácticas anticorrupción en el servicio público.

Gobierno que cueste menos[editar]

Esta iniciativa pretendía reducir el gasto que no agrega valor social con tal ofrecer mayores beneficios a la sociedad al menor costo posible. Demandaba un presupuesto de egresos que tomara en cuenta las metas y prioridades nacionales pero que a la vez que fuera competitivo y  austero. Este eje comprendia la reducción del gasto administrativo y su traducción en inversión social, la eliminación de las redundancias en programas y estructuras administrativas, y la incorporación estrategias de austeridad en los demás ejes de la agenda de buen gobierno. Su principal objetivo en el periodo 2004-2006 fue el mantener el gasto corriente dentro de los parámetros óptimos sin afectar negativamente el servicio brindado al ciudadano.

Gobierno de Calidad[editar]

El gobierno de calidad buscaba enfocar la operación del gobierno hacia metricas de calidad basadas en la  satisfacción ciudadana. La falta previa de un sistema de gestión de calidad certificada, impidió la asignación adecuada de recursos, asi como el cumplimiento cabal en los productos y servicios otorgados por el gobierno. Anteriormente, la cultura de la administración pública no se enfocaba hacia una gestión de cumplimiento que tomara en cuenta las expectativas de los ciudadanos. Por lo tanto, se requería de un gobierno con procesos que se generarán a partir de las necesidades del ciudadano y que buscará mejorar constantemente sus niveles de eficiencia y satisfacción. Para lograr esto se plantearon los siguientes objetivos para ser alcanzados en el periodo 2004-2006: lograr una imagen confiable de las dependencias ante la sociedad, contar con resultados tangibles respecto a la mejora en procesos en las dependencias, medir permanentemente sus acciones, evaluar de forma continua la gestión de los recursos y efectos de los programas en base a la percepción de los ciudadanos, certificar con ISO 9000:2000 todos los procesos de producción y servicios con alto valor agregado para los ciudadanos.

Resultados[editar]

La agenda de buen gobierno alcanzó varios de sus principales objetivos.

Por medio de la ley federal de transparencia y acceso a la información (2002) y la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información, se logró que todos los mexicanos tuvieran acceso a información que en el pasado era estrictamente confidencial, cumpliendo así uno de los objetivos principales del eje de gobierno honesto y transparente.

En el eje de gobierno profesional se dieron pasos hacia la formación de un servicio profesional de carrera, sentando las bases de un servicio público abierto cualquier ciudadano en base en el mérito.

En el eje de gobierno de calidad se detectaron 270 trámites públicos deficientes que fueron posteriormente objeto de mejoras. Adicionalmente, se instrumentó un sistema de gestión denominado Carta Compromiso al Ciudadano, el cual proporciona al ciudadano la información necesaria para realizar cualquier trámite o solicitar cualquier servicio, enfatizando los estándares de calidad que cada dependencia gubernamental se compromete a cumplir. Se certificaron 1273 áreas en las instituciones del gobierno federal con el estándar internacional ISO 9000. También se implementó el modelo de calidad intergubernamental dentro de cada institución pública, el cual se basa en un esquema de evaluación externo que garantiza mayor calidad de servicios.

Dentro del eje de gobierno digital se logró la implementación tanto de la intranet como de la internet en todas las secretarías de la administración pública federal. La Secretaría de Relaciones Exteriores se implementó un proceso de modernización, ofreciendo nuevos servicios como la expedicion la matrícula consular, así como la agilizacion de la emisión de pasaportes a los ciudadanos mexicanos y de visas a los ciudadanos extranjeros. Para junio de 2005, se contaban con 1225 servicios y trámites gubernamentales disponibles en portales de internet, centros de atención telefónica, kioscos y ventanillas de atención al ciudadano.

En el eje de Gobierno con mejora regulatoria, se creo la Normateca Federal, herramienta electrónica constantemente actualizada en la cual se encuentra la normativa completa  de las dependencias públicas.  Para el 2007, esta herramienta contaba con 6870 servidores públicos como usuarios. Con la creación de los comités de mejora regulatoria se pudo racionalizar, simplificacar, mejorar y desregular, la normativa interna de cada dependencia.

Criticas[editar]

La Agenda del Buen Gobierno fue criticada por sus resultados mixtos y su pobreza teórica, sobre dependiente en las ideas de la Nueva Gerencia Pública. Las tentativas de reforma del sexenio de Fox se vieron definida por un sesgo empresarial y gerencial que enfatizaba los criterios de efectividad y competencia a la vez que marginalizaba los valores del servicio público. De acuerdo a sus críticos, esta obsesión con las métricas cuantitativas llegó a desplazar a los intereses cualitativos e incuantificables de la sociedad.

La Agenda se vio obstaculizada por las contradicciones entre su modelo gerencial que consideraba  a la sociedad como cliente y su compromiso con la mayor participación ciudadana. Recogía tendencias heredadas de pasados intentos de reforma que no necesariamente armonizaban con sus principios gerenciales y tecnocráticos. Sus pretensiones descentralizadoras chocaron con las tendencias centralizadoras del gobierno federal durante la administración Foxista, mientras que el modelo del servicio profesional de carrera entró en conflicto con los principios de la Nueva gerencia pública.

La Agenda de Buen Gobierno fue incapaz de resolver las contradicciones entre sus imperativas de profesionalización y las demandas laborales de los sindicatos del sector público.[2]​ El programa de reclutamiento de talento tuvo resultados mixtos, ya que la competencia en la gestión empresarial no necesariamente se traduce en una habilidad para navegar el sector público.[3]​ La agenda fue asimismo criticada por incorporar de manera indiscriminada las sugerencias de instituciones internacionales como la OCDE y el Banco Mundial, sin tener en cuenta la viabilidad de estas políticas dadas las circunstancias locales.[4]

Bibliografía[editar]

Rowling, J. K. (1998). Harry Potter y la cámara secreta. 

Véase también[editar]

Ramón Muñoz Gutiérrez

Vicente Fox Quesada

Programa de Modernización de la Administración Pública

Gobierno Digital

Referencias[editar]

  1. a b María del Carmen Pardo , “Propuesta del Gobierno de Fox para Modernizar La Administración Pública : Agenda de Buen Gobierno y Profesionalización”, en Gustavo Vegas Cánovas, México: Los Retos ante el Futuro, México D.F., El Colegio de México, 2007, pp. 124-128.
  2. Rowling, 2004, p. 31.
  3. Rowling, 1998, p. 30.
  4. Rowling, 1998, p. 25.

Enlaces Externos[editar]