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Catalina Zapata
Información personal
Nombre de nacimiento Catalina Juliana Zapata Roig
Otros nombres Catalina Zapata de Puig
Nacimiento 16 de febrero de 1833
Villahermosa, Tabasco
Fallecimiento 3 de agosto de 1892
Villahermosa, Tabasco
Familia
Padres Manuel Zapata Zavala
Catalina Roig
Cónyuge José Manuel Puig Domínguez
Hijos José Manuel Puig Zapata, Dolores Puig de León
Familiares Dolores Correa y Zapata (sobrina), Teutila Correa de Carter (sobrina), Gertrudis Tenorio Zavala (prima), José Manuel Puig Casauranc (nieto), Carlos Puig Casauranc (nieto)
Información profesional
Ocupación Escritora, poetisa.
Seudónimo Quintiliana

Catalina Zapata (Villahermosa, Tabasco, 16 de febrero de 1833 - íbid, 3 de agosto de 1892) también conocida como Catalina Zapata de Puig fue una destacada escritora y feminista mexicana del siglo XIX, parte de la primera ola del movimiento feminista mexicano, autora de varias novelas y múltiples contribuciones a revistas pioneras del periodismo literario femenino como Violetas del Anáhuac y La Siempreviva.

Biografía[editar]

Entorno familiar[editar]

Catalina Zapata nació en la ciudad de San Juan Bautista (hoy Villahermosa) el día 16 de febrero de 1833, siendo una de los ocho hijos de Manuel Zapata Zavala (1802-1868) y de Catalina Roig[1]​. Zapata perteneció a una familia de la élite ilustrada del sur de México, creciendo de forma cercana a la política y a las letras. Su padre fue un político liberal yucateco que se desempeñó como el secretario de gobierno de José Víctor Jiménez y fue elegido como diputado local y federal. Su tío abuelo fue el político y militar Lorenzo de Zavala, Secretario de Hacienda de México y Vicepresidente de la República de Texas. Su hermana fue la educadora María Zapata de Correa,[2]​ fundadora del "Colegio María" de San Juan Bautista que, junto al Instituto Ocampo, fueron los primeros y únicos establecimientos particulares de aquella época en que la instrucción era solamente laica.[3]​ Zapata fue además prima y frecuente colaboradora de la escritora, profesora y fundadora de La Siempreviva, Gertrudis Tenorio Zavala y tía de los profesores y escritores Dolores Correa Zapata y Alberto Correa Zapata y la novelista Teutila Correa de Carter.

En 1851 contrajo matrimonio con José Manuel Puig Domínguez y con él fue madre de las también escritoras Albertina Puig de Barberena y Dolores Puig de León. A través de su hijo José Manuel, fue la abuela de los políticos mexicanos Carlos y José Manuel Puig Casauranc.

Trayectoria[editar]

No se cuentan con muchos detalles sobre su vida temprana,[4]​ pero es probable que haya comenzado a escribir gracias a la influencia de su entorno familiar puesto que era en los espacios familiares de las clases altas ilustradas en donde las mujeres escritoras podían encontrar un espacio para escribir, así como las redes para conectarse con o ser mentoras de otras mujeres en el arte de la expresión literaria.[5]

El primer año del que se tienen noticias de composiciones escritas por Catalina Zapata fue en 1864. En ese año se publica una novela con el título de "Delia y Elvira" bajo el seudónimo de "Quintiliana". Su autoría es reconocida por la escritora en la publicación de su siguiente novela, revelando su nombre animada por la acogida que tuvo en Yucatán este primer ensayo literario.[6]​ Ese mismo año publica la composición "A Teapa" en "La Esperanza. Periódico literario redactado por una sociedad de jóvenes", una compilación de decenas de textos y composiciones donde sólo aparecen otras dos mujeres, Gertrudis Tenorio Zavala y una autora con el pseudónimo Cristabela.[7]​ Al año siguiente también en la ciudad de Mérida, Zapata presenta su segunda novela, titulada "Sobre una tumba, una flor".

Existen noticias de la publicación de al menos una tercera novela en la ciudad de Mérida en 1868, llevando el título de "Amor y celos". Algunos periódicos de la Ciudad de México retomaron como noticia su lanzamiento,[8][9]​ dando cuenta de la posición que había encontrado entre las escritoras de la época

"Amor y celos".- Está por publicarse por la imprenta que está a cargo de D. Alberto González, la preciosa novelita que tiene el título con que encabezamos estas líneas. Es obra de la Sra. Doña Catalina Zapata, que ha dado a luz otras obritas del mismo género que han sido recibidas con aprecio por el público de esta capital y de todo el Estado. La que ahora va a publicarse ha sido elaborada con esmero y no dudamos que agradará por su argumento y por su estilo.
El Constitucional: periódico político y literario, de artes, industria, teatros, anuncios, etc. 19-Diciembre-1868

En esta época se habrá trasladado con su familia a su natal San Juan Bautista, puesto que aparece en la prensa de esta ciudad como una de las participantes en el periódico literario "Flores y Espinas" de los redactores Felipe S. Díaz, Pedro C. Paz, Juan Medrano y José M. Puig (su esposo).[10]​ A partir de esta fecha, todas sus participaciones en prensa las firma desde esta ciudad. Entre 1870 y 1872, Zapata publicó al menos 13 composiciones, entre ensayos y poesías, en la revista "La Siempreviva", primera publicación periódica (que se conoce hasta ahora) escrita y editada enteramente por mujeres en México, creada en 1870 bajo la dirección de Rita Cetina Gutiérrez, Gertrudis Tenorio Zavala y Cristina Farfán.[11]

En la ciudad de San Juan Bautista se formó un círculo espiritista exclusivamente de mujeres en el año 1876, desempeñándose "la muy inteligente y conocida escritora" Catalina Zapata como su presidenta.[12]​ La autora parece haber abrazado con entusiasmo las doctrinas espiritistas de Allan Kardek,[2]​ siendo su casa el espacio donde se efectuaron las primeras sesiones que reunieron literatos, prominentes profesionales y a algunos ardientes seguidores del espiritismo.[13]​ Estas reuniones a veces contaban con la participación de la "médium de incorporación" Juana Taracena.[2]

Tres años más tarde fundaría el periódico "El Recreo del Hogar" junto con su usual colaboradora, Cristina Farfán, y su sobrina Dolores Correa Zapata.[14]​ Para mayo de 1882 comenzó a colaborar de nueva cuenta con una publicación de la ciudad de Mérida, esta vez "Álbum Recreativo", publicación coordinada por Rita Cetina, Gertrudis Tenorio Zavala y Mercedes González Shields en la publicación semanal "Álbum Recreativo" de la ciudad de Mérida, un semanario "dedicado a la educación civil y moral de la juventud yucateca"[15]

A pesar de ver quebrantada su salud,[16][17]​ Zapata siguió escribiendo y publicando. En 1885 publica en El Diario del Hogar "A Víctor Hugo" y en 1887 "Suicidas" en el periódico La Patria. Durante 1888 publicaría seis textos en uno de los periódicos feministas más importantes del siglo XIX, Violetas del Anáhuac, fundado por Laureana Wright de Kleinhans. En sus páginas publicó "La Suegra", "La Ancianidad", "La mujer de este siglo", "La Infancia", "Mi lira" y "Elucubraciones: mis tesoros, mis reliquias". En el mismo año -quizá su más productivo- publicó "Joyas de la naturaleza" y "Niños, qué os diré?" en El Escolar Mexicano.

En 1889 le publican de nueva cuenta su poesía "Mi lira" dentro de El Diario del Hogar, donde también publicarían "A la Magdalena" en 1891. La última publicación de la que se tiene noticia es "Al Grijalva", publicado de forma póstuma en 1893 en el periódico "El Comercio del Golfo".

Catalina Zapata falleció el 3 de agosto de 1892 en la ciudad que la vio nacer, siendo su muerte anunciada en distintos periódicos de circulación nacional y local[18][19][20][21]

"Ha fallecido en San Juan Bautista la distinguida escritora tabasqueña Sra. Doña Catalina Zapata de Puig, persona muy estimada en aquella sociedad, pues a su ilustración y talento que la hicieron figurar en el mundo de las letras, unía los más bellos sentimientos"
El Universal: Diario de la mañana, 04-Agosto-1892, p.4

Feminismo[editar]

Publicar escritos literarios era un desafío a la cultura patriarcal que afrontaban pocas mujeres en la sociedad yucateca,[22]​ sin embargo, Zapata siguió participando en publicaciones de la península a pesar de radicar en San Juan Bautista. En "La mujer de este siglo" (publicado en Violetas del Anáhuac, el 26 de febrero de 1888), Zapata de Puig enfrenta el discurso dominante del conservadurismo religioso que funcionó por siglos para mantener a las mujeres subyugadas como individuos silenciosos e invisibles de la sociedad.[4]​ Como los escritos de otras mujeres feministas de la época, presenta argumentos para el avance de las condiciones de la mujer, al tiempo de que se mantiene en los márgenes de las expectativas sociales, aunque estas fuesen las más iluminadas. Como lo hace su sobrina Dolores Correa Zapata en "La mujer científica", "La mujer de este siglo" avanza posturas a favor de la formación de mujeres en las ciencias como el único camino para la autonomía de decisión y pensamiento. El texto, dirigido a sus compañeras escritoras y lectoras, comienza así:

"Grato nos es consignar en estas páginas en que militan tantas plumas esclarecidas, honra de nuestro sexo, que la mujer ha logrado ocupar en nuestros días, el lugar que le corresponde, como eterna compañera que ha sido, es y será de esa mitad que con el título de hombre la tuvo bajo su tutela tantos siglos, para dejarla sumida en las sombras de la ignorancia, al no creerla digna de obtener las dotes intelectuales, sólo reservados a éste en el palenque de las letras."
Catalina Zapata de Puig, "La mujer de este siglo" [26-Feb-1888]

Si bien, mucho del texto justifica la instrucción de las mujeres en la ciencia y en la filosofía para que estos conocimientos formen las bases de una mejor crianza de los hijos, de una mejor relación con su fe cristiana o de su alejamiento de los vicios, también presenta la importancia de la instrucción para que las mujeres de la época, viéndose en la necesidad de proveer por ellas mismas lo necesario para sustentarse o a su familia, lo pueden hacer sin depender de los hombres, "que hasta hoy la han obligado a inclinar la frente ruburosa y altiva".[23]​ Estas aparentes contradicciones se debieron a la cautela con el que estas primeras escritoras se acercaron a la difusión de sus ideales,[24]​ sin retar abiertamente el espacio ocupado como esposas y madres dentro de los hogares, pero abogando por la instrucción científica como catalizador para alcanzar la igualdad. Actúa como otras escritoras decimonónicas, se fundamenta en las nociones de superioridad moral y afectiva de la naturaleza femenina para ejercer presión sobre la urgencia de dirigir estas facultades en favor de toda la sociedad.[25]​ Como apunta Melchor Campos García, "el progresismo científico en la educación de la mujer mantuvo una hebra religiosa como fuente de la caridad y del objetivo de la 'regeneración' de las mujeres.[22]

Dentro de las colaboradoras de La Siempreviva, Zapata sobresale por sus posiciones más abiertas sobre la emancipación de la mujer.[22]​ Quizá su escrito más abiertamente feminista fue uno anterior, titulado simplemente "La mujer", publicado en la ciudad de Mérida en 1871. De acuerdo a la investigadora Piedad Peniche Rivero, este texto "contiene ideas que evocan la rebeldía de Christine de Pizan, así como el conocimiento de las grandes feministas y literatas españolas Emilia Pardo Bazán y Gertrudis Gómez de Avellaneda, más cercanas a ella por la lengua y el tiempo."[26]​ Indignada por algún "escritor célebre" que se refirió a la mujer como “un perfume, un relámpago, un sonido: se exhala, brilla, resuena, para evaporarse, para apagarse, para desaparecer en el acto”, Zapata denuncia la deliberada eliminación del papel de las mujeres en la historia, recordando que es cuestión de

"... que se estudien los anales históricos, que se registren las bibliotecas antiguas y modernas, y se verá que la mujer —ya sea considerada artista que consagra los días al solaz de su corazón; ya como amiga que busca en los ar- canos insondables de la naturaleza algo nuevo con qué ilustrar a sus contemporáneos y a las generaciones venideras; ya como aliada de las libertades patrias; ya como hermana de la caridad que ejerce la filantropía sacrosanta del Evangelio, secando las lágrimas doquier que las encuentra; ya como maestra de la juventud, en quien siembra la preciosa semilla de la moral y religión, y a la que alumbra con las teas imperecederas del saber el ancho sendero de la vida; o, ya en fin, el mártir que debe sacrificarse por el bien general de la familia humana— no deja nada que desear al utopista más exigente."
Catalina Zapata de Puig, "La Mujer" [1-Sep-1871]

Si bien asume como 'convenidas' algunas características de lo que llama el "sexo débil y delicado", declara inaceptable "que la mujer aparezca como un cero el gran teatro social", repudiando a los críticos que "quieren hacer de la mujer y el perro un símil completo". Termina el texto recurriendo a la ironía, recordando al lector que este ensayo corto se origina por las palabras de uno de tantos escritores que menospreciaron el papel de las mujeres, diciendo:

"Cuando hemos visto en esas bellas humoradas de un día festivo los humanitarios consejos que se digna darnos el autor de ellas, no hemos podido menos que admirar la insigne pluma que los trasladó al papel con esa maestría que le es característica; y aunque lamentamos el duro fallo que deja caer sobre nuestras cabezas, nos consuela el pensamiento de que no todos los días de la semana tendrá humoradas tan negras que descargar sobre un sexo tan humilde, cuyos miembros se acogen a su buen criterio antes de lanzar al mundo literario uno de esos pobres libros sandios, que mucho es si se venden a seis reales el tomo. Vamos pues a concluir, dando las gracias a los que nos abruman bajo el peso de tanta galantería, y a pedirles perdonen el atrevimiento que nos indujo a alzar la voz contra tan benéfica intención, como es la de suprimir a la mujer del catálogo de los seres racionales."
Catalina Zapata de Puig, "La Mujer" [1-Sep-1871]

Para Zapata de Puig, la igualdad era esencial de tal forma que, juntos, mujeres y hombres pudieran trabajar para una "justa, noble, y gran civilización", buscando la "ilustración y sostenimiento de los intereses y derechos femeninos [...] para llegar al hermoso cielo de la emancipación de la mujer"[23][27]​ Aunque ella decididamente respaldó una sociedad de "asociación igualitaria", sin embargo, expresó su descripción de "sociedad progresista" en términos cristianos. Al hacerlo, sin embargo, mientras invocaba los fundamentos conservadores del positivismo porfiriano, lo puso de cabeza.[28]​ Para Zapata de Puig, las mujeres eran los "ángeles del hogar" de la sociedad y, como tales, los fundamentos morales y religiosos que los hombres recibieron "inconscientemente" del "seno materno amoroso" fueron precisamente los valores que las impulsaron a "cumplir el misterioso destino de la humanidad", que fue la creación de una sociedad progresista fundada en los principios del "positivismo científico". Si bien describió la contribución de las mujeres a este proceso, su discurso secularizado efectivamente empañó los límites entre lo público y lo privado, y por lo tanto entre las esferas masculina y femenina.[28]

Relación de publicaciones[editar]

Novelas publicadas[editar]

Año Título Notas
1864 Delia y Elvira Publicado bajo el seudónimo 'Quintiliana'. Disponible para consulta en la Biblioteca Virtual de Yucatán
1865 Sobre una tumba, una flor Disponible para consulta en la Biblioteca Virtual de Yucatán
1868 Amor y celos Disponible para consulta en la Biblioteca Virtual de Yucatán
s.f. Confidencias

Ensayos y poesías publicados[editar]

Año Publicación Título Notas
1864 La Esperanza A Teapa
1869 Flores y Espinas Colaboradora de esta publicación impresa en Tabasco
1870 La Siempreviva A las simpáticas redactoras de La Siempreviva No.10. Ensayo
1871 Mis recuerdos No.17. Poesía dedicada a "Las apreciables redactoras de La Siempreviva"
Al crepúsculo de la mañana No. 24. Poesía
Llorar y orar No. 25. Ensayo
¡Está loca! No. 26. Poesía
Al sauce No. 28. Poesía
A un pajarillo en la tarde No, 29. Poesía
A mi querida prima Gertrudis Tenorio Zavala No. 30. Poesía
La mujer No. 32. Ensayo
Laura y Leonor (Dos primas) No. 36. Poesía
Desvelo No. 37. Poesía
Melancolía No. 37. Ensayo
1872 Al jazmín No. 43. Poesía
1879 Recreo del Hogar Colaboradora de esta publicación impresa en Tabasco. Lo redactó Zapata junto con Cristina Farfán y Dolores Correa Zapata.
1882 Álbum Recreativo Colaboradora junto con Rita Cetina, Gertrudis Tenorio Zavala y Mercedes González Shiels.
1885 El Diario del Hogar A Víctor Hugo 26-Julio-1885. Poesía
1887 La Patria Suicidas 8-Marzo-1887. Ensayo
1888 Violetas del Anáhuac La suegra No. 11. Ensayo.
La mujer de este siglo No. 13. Ensayo. Firmado el 29-Enero-1888 en San Juan Bautista de Tabasco
La ancianidad No. 23 y 24. Ensayo publicado en dos partes. Firmado el 24-Abril-1888 en San Juan Bautista de Tabasco
La infancia No. 30. Ensayo. Firmado en mayo de 1888 en San Juan Bautista de Tabasco
Mi lira No. 30. Poesía. Firmado el 15-Junio-1888 en San Juan Bautista de Tabasco. Publicado de nuevo el 31-Enero-1889 en El Diario del Hogar.
Elucubraciones: mis tesoros, mis reliquias No. 38. Ensayo. Firmado el 30-Junio-1888 en San Juan Bautista de Tabasco
El Escolar Mexicano Niños ¿qué os diré? 9-Septiembre-1888. Ensayo
Joyas de la naturaleza 16-Diciembre-1888. Poesía
1891 El Diario del Hogar A la Magdalena 26-Noviembre-1891. Poesía
1893 El comercio del Golfo Al Grijalva 15-Octubre-1893. Poesía

La "Cantora del Grijalva"[editar]

En diferentes textos se hace referencia a que Catalina Zapata firmó como "La cantora del Grijalva",[29][11][26]​ esto es probablemente producto de una confusión. Este sobrenombre lo llevó Teresa Vera (Comalcalco, Tabasco, 14 de abril de 1834 - 29 de mayo de 1859) también tabasqueña y contemporánea de Catalina. El 20 de mayo de 1859 el periódico tabasqueño "El Demócrata" publicó sobre su suicidio "Teresa Vera, la joven poetisa de Comalcalco, y conocida entre nosotros como "la Cantora del Grijalva", en un endemoniado arrebato de desesperación, decidió dejar la vida por la puerta falsa".[30]

Referencias[editar]

  1. "México, Tabasco, registros parroquiales, 1803-1970," database with images, FamilySearch (https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:NJWD-641 : 9 March 2018), Catalina Juliana Zapata, Baptism 28 Feb 1833, Villahermosa, Centro, Tabasco, México; citing parroquias Católicas, Tabasco (Catholic Church parishes, Tabasco); FamilySearch digital folder 004032297.
  2. a b c Balcázar Antonio, Elías (2000). Villahermosa: crónicas y remembranzas : siglo XX. UJAT. p. 110. 
  3. Biblioteca Nacional (1919). Biblios: Boletín semanal de información bibliográfica publicado por la Biblioteca Nacional. 
  4. a b Enoch, Jessica,; Ramírez, Cristina Devereaux, 1971-; Pouwels, Joel Bollinger,; Devereaux, Neil Jay,. Mestiza rhetorics : an anthology of Mexicana activism in the Spanish-language press, 1887-1922. ISBN 978-0-8093-3740-8. OCLC 1054376849. Consultado el 27 de febrero de 2020. 
  5. Matthews, Michael, 1978-; Neufeld, Stephen,. Mexico in verse : a history of music, rhyme, and power. ISBN 978-0-8165-0173-1. OCLC 903621123. Consultado el 8 de marzo de 2020. 
  6. Zapata, Catalina (1865). Sobre una tumba, una flor. Mérida: Impresa por Leonardo Cervera. 
  7. «La Esperanza. Periódico literario redactado por una sociedad de jóvenes». 1864. 
  8. «Amor y celos». El Constitucional. 19 de diciembre de 1868. 
  9. «Amor y celos». El Siglo Diez y Nueve. 23 de diciembre de 1868. 
  10. «Flores y espinas». Iberia: periódico de literatura, ciencias, artes, agricultura, comercio, industria y mejoras materiales. 23 de octubre de 1869. 
  11. a b Salgado Velázquez, Denisse Romina (2017). La Siempreviva (1870-1872), Primera publicación periódica redactada y editada por mujeres en México: un estudio desde la óptica del feminismo relacional.. Tesis para obtener el título de Licenciada en Historia, UAEMex. 
  12. «Noticias». La Ley de Amor. Periódico del círculo espirita 'peralta'. 01-06-1876. p. 5. 
  13. Santamaría, Francisco J. (1930). Bibliografía General de Tabasco. Tomo I. Secretaría de Relaciones Exteriores. p. 346. 
  14. «El recreo del hogar». La Ilustración Católica. 23 de mayo de 1879. 
  15. «Colaboración». Álbum Recreativo. 22 de mayo de 1882. p. 1. 
  16. «La Sra. Catalina Zapata». El Tiempo. 31 de agosto de 1883. p. 4. 
  17. «Regreso». La Libertad. 01-09-1883. p. 3. 
  18. «Sección necrológica». El correo español. 04-08-1892. p. 5. 
  19. «Gacetilla». El tiempo. 04-08-1892. p. 3. 
  20. «Muerte de una escritora». La voz de México. 04-08-1892. p. 3. 
  21. «Personal». El universal: Diario de la mañana. 04-08-1892. p. 4. 
  22. a b c Campos García, Melchor (2010). La siempreviva, 1870-1872: el arte de combatir por la emancipación de las mujeres. Instituto para la Equidad de Género en Yucatán. 
  23. a b Zapata de Puig, Catalina (26 de enero de 1888). «La mujer de este siglo». Violetas del Anáhuac. p. 151-153. 
  24. Tuñón, Julia, “¿Convicción o táctica? Atrevimiento y precaución en el primer feminismo mexicano (1873-1935)”, en Dimensión Antropológica, vol. 25, mayo-agosto, 2002, pp. 9-58. Disponible en: http://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=833
  25. Cruz, Luz Marina. Entre repeticiones sin origen y diferencias insumisas. Escrituras y re-escrituras del signo mujer en la prensa femenina de habla hispana (1826-1889). Consultado el 08-03-2020. 
  26. a b Peniche Rivero, Piedad,. Rita Cetina, La Siempreviva y el Instituto Literario de Niñas : una cuna del feminismo mexicano, 1846-1908 : orígenes de la educación femenina en Yucatán (Primera edición edición). ISBN 978-607-9419-47-9. OCLC 952578746. Consultado el 9 de marzo de 2020. 
  27. Clark de Lara, Belem.; Speckman, Elisa. (2005). La república de las letras : asomos a la cultura escrita del México decimonónico. Universidad Nacional Autónoma de México. ISBN 970-32-1089-9. OCLC 63701581. Consultado el 9 de marzo de 2020. 
  28. a b Zavala, Adriana. (2010). Becoming modern, becoming tradition : women, gender, and representation in Mexican art. Pennsylvania State University Press. ISBN 978-0-271-03471-3. OCLC 318057912. Consultado el 9 de marzo de 2020. 
  29. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México,. Rita Cetina, Dolores Correa, Laura Méndez, Rosaura Zapata. (Primera edición edición). ISBN 978-607-9419-15-8. OCLC 938944307. Consultado el 8 de marzo de 2020. 
  30. Cervera, Juan (1989). «Teresa Vera, la poeta suicida». El Águila Mexicana.