Usuario:Luisedwin2105/Taller:Desarrollo del canon del Antiguo Testamento

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Cristo predicando en la Sinagoga, de Maurycy Gottlieb (1878-79).

El desarrollo del canon bíblico cristiano es un proceso extremadamente complejo que involucra la formación de la Torá, la compilación del Tanaj, la composición de la Septuaginta griega, las controversias dentro del judaísmo del Segundo Templo, la separación del cristianismo y el judaísmo, los debates rabínicos y patrísticos sobre el concepto de «canon» y la propia expansión del cristianismo.

La Biblia cristiana está tradicionalmente dividida en dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. La primera parte es descendiente directo del Tanaj judío y constituye un componente substancial de la autoridad bíblica cristiana. Sin embargo, la definición exacta de los libros que deben ser parte del «canon» veterotestamentario es una cuestión pendiente.

Si bien existe un consenso general sobre la preeminencia del Tanaj como la base del canon del Antiguo Testamento, existen libros (p. ej., el Testamento de los Doce Patriarcas o el Libro de los Jubileos) o partes de libros (p. ej., el Salmo 151 o las secciones griegas de Daniel) reconocidos como canónicos por algunas denominaciones cristianas pero no por otras.

En consecuencia, las diferencias entre los canones de la Biblia hebrea (reconocida por las Iglesias protestantes), la Septuaginta griega (reconocida por la Iglesia ortodoxa), la Vulgata latina (reconocida por la Iglesia católica), la Peshitta aramea (reconocida por las Iglesias siríacas), la Tewahedo etíope (reconocida por la Iglesia etíope) y otras ramas del cristianismo son amplias.

El judaísmo del Segundo Templo (siglos V a. C.-I d. C.)[editar]

Ezra leyendo la Ley (Dura-Europos, mediados del siglo III d. C.).

La formación de la Biblia hebrea[editar]

El canon tripartito del Tanaj[editar]

No existe un consenso historiográfico sobre la fecha de fijación del canon de la Biblia hebrea. Existe un amplio margen de fechas consideradas por los estudiosos: la época dinastía asmonea (140–40 a. C.), el siglo II o inclusive después.

La Septuaginta griega[editar]

La Septuaginta es considerada ampliamente como la Biblia del judaísmo helenístico. Su origen es la traducción de la Torá al griego realizada en Alejandría a mediados del siglo III a. C., a la que se fue agregando la traducción de los demás libros del Tanaj y otras obras compuestas en griego.

Las controversias en el judaísmo posbíblico[editar]

El testimonio de Josefo[editar]

El testimonio explícito más antiguo de un canon de las Escrituras judías proviene del historiador judeoromano Flavio Josefo. En el Testimonum Flavianum Canonicum, ubicado en su libro apologético Contra Apión, enfatiza que los judíos solo poseen «veintidós» libros sagrados: los cinco libros de Moisés, los trece libros de los profetas y los cuatro libros de «himnos a Dios y preceptos para la conducta de vida humana». Josefo va más allá y añade que «nadie se ha atrevido a añadir, quitar o alterar una sílaba» de la Escritura.

Nuestros libros, los cuales han sido justamente considerados como divinos, no son más que veintidós, y contienen el registro de todos los tiempos. De estos, cinco son los libros de Moisés, que comprenden las leyes y la historia tradicional desde el nacimiento del hombre hasta la muerte del legislador. [...] Desde la muerte de Moisés hasta Artajerjes, que sucedió a Jerjes como rey de Persia, los profetas posteriores a Moisés escribieron la historia de los acontecimientos de su propia época en trece libros. Los cuatro libros restantes contienen himnos a Dios y preceptos para la conducta de la vida humana.

El judaísmo protorabínico (siglos I-II d. C.)[editar]

El «concilio de Jamnia»[editar]

La definición de «canonicidad»[editar]

La cuestión de los libros no canónicos[editar]

La aparición del cristianismo (siglos I-II d. C.)[editar]

Las citas en el Nuevo Testamento[editar]

El Antiguo Testamento como «las Escrituras»[editar]

El cristianismo primitivo (siglos II-IV d. C.)[editar]

El surgimiento del concepto de «canonicidad»[editar]

Los debates patrísticos (siglos IV-VIII)[editar]

Jerónimo y la Hebraica Veritas[editar]

Agustín y la Septuaginta[editar]

El status quo en la Edad Media (siglos VIII-XVI)[editar]

La Reforma protestante (siglos XVI-XVII)[editar]

La cuestión de los «deuterocanónicos»[editar]

El concilio católico de Trento[editar]

El sínodo ortodoxo de Jerusalén[editar]

Los canones del Antiguo Testamento[editar]

Referencias[editar]