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Usuario:Joaquingarcia156/Taller

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Cansancio Retiniano[editar]

Cuando hay dos colores muy parecidos (con solo una variación de tono), al centrarse en el color del medio los conos se cansan. Entonces la saturación de color decrece, hasta el punto de igualarse con el color del fondo. En otras palabras, los dos colores se agrisan al ir hacia su complementario y los percibimos iguales. Observa fijamente el centro de la imagen, notarás como los cuadrados verdes aparecen y desaparecen de la imagen.

Dinámica de centro en la fóvea[editar]

El ojo se mueve a gran velocidad para enfocar el objeto o la parte interesante de una escena que estamos viendo en la fóvea. Eso sucede porque solo en la fóvea las imágenes que nos llegan son percibidas con total claridad.

Velocidad de refresco del ojo[editar]

Nuestra visión capta un total de 30 fotogramas por segundo. Es nuestra mente la que crea la sensación de que vemos continuamente. Cuando dos imágenes fijas se alternan a una frecuencia mayor que la velocidad de refresco del ojo, no podemos percibirlas por separado sino la mezcla de los dos. Nuestra percepción, es decir, nuestra visión, produce imágenes que han sido recogidas por nuestros ojos a través del tiempo. Percibimos a saltos y si hay un objeto que aparece y desaparece en un lapso de tiempo muy pequeño, no lo percibiremos. Nuestro cerebro no es capaz de procesar multitud de imágenes en un segundo, por eso vemos a saltos. Estos "saltos" se asemejan a contemplar imágenes fijas, una detrás de otra a una velocidad tal que nos parece que su presencia y movimiento es continuo. La frecuencia con la que las imágenes que vienen del ojo son procesadas por nuestra percepción se llama "frecuencia de refresco del ojo" y está comprendida en el ser humano entre 20 y 30 hercios, en otras palabras: vemos entre 20 y 30 imágenes por segundo.

Adaptación al Brillo[editar]

Dependiendo de la intensidad lumínica de una escena, la pupila y la retina cambian su tamaño. Esto sucede porque el espectro de intensidades de luz es muy amplio y nuestro ojo está preparado para adaptarse gracias a dos sistemas: a la actividad de los bastoncillos (células receptoras que se activan con luminosidad escasa o visión escotópica) y a la contracción del iris y pupila cuando hay exceso de luz (visión fotópica).

Si no contamos con ellas y seguimos andando, corremos el peligro de "quemar" las células de la retina y quedarnos temporalmente ciegos. Si la insolación es excesiva, la ceguera puede ser permanente.

Adaptación a las Condiciones de Luz[editar]

La adaptación a la falta o exceso de luz se genera gracias a la pupila; cuando hay demasiada luz, el iris se extiende haciendo que la pupila sea más pequeña, si hay escasa luz, el iris se contrae y permite que la pupila agrande su tamaño, entrando más luz a la retina. Una escena cambia de color dependiendo de la cantidad y tonalidad de color que lo alumbre; entonces, la retina y las neuronas del cerebro se adaptan a esa condición de luz corrigiendo el exceso de color que se encuentre allí.

Percepción del Color[editar]

La percepción del color inicia con la luz. La luz que entra por nuestros ojos puede ser medida en diferentes longitudes, entonces, dependiendo de la longitud de onda de la luz, nuestro cerebro captará un color u otro. En resumen, los colores no son más que sensaciones que crea nuestra mente.

Ondas Luminosas[editar]

La luz es un tipo de onda electromagnética. Los colores que pertenecen a la luz son ondas que tienen una longitud de entre 380 nanómetros (violeta) y 780 nanómetros (rojo). Este rango es el único visible por el ojo humano. Las ondas cortas (en las que entran la luz ultravioleta, rayos x, gamma y los rayos cósmicos) son más potentes y pueden causar más daños a nuestra salud.

El color que vemos en un objeto no le pertenece. Es la interpretación perceptual de una onda electromagnética con una proporción concreta. Es más una propiedad de la luz que de los objetos. Estos solo reflejan, absorben o dejan atravesar las ondas provenientes de una fuente de luz. Las células fotorreceptoras o conos se especializan en captar tres longitudes de onda diferentes y que pertenecen a los tres colores primarios (R=Red (Rojo); G=Green (Verde); B=Blue (Azul)). Los demás colores no poseen conos propios para captar la luz, por lo que tienen que valerse de la combinación (en diferentes proporciones) de los conos pertenecientes a dos o tres colores. Todos estos colores los inventa el cerebro cuando le llega información de esos tres tipos de conos en proporciones distintas. Nuestra memoria y la idea equivocada de que las características de los objetos son inmutables, nos hace pensar que los objetos mantienen su color original cuando los estamos viendo de otro color. Es decir, el color real de los objetos coincide con el que percibimos, no con el que pensamos que es. Gran parte de la evaluación que hacemos al percibir el tono y el color se centra en cómo se relacionan estos con el entorno. Por lo tanto, un objeto se percibirá como más claro si su entorno es oscuro y viceversa.

Conos y CCD[editar]

Los conos son células especializadas en captar los tres colores principales del espectro (rojo, verde y azul). Solamente se activarán algunas de ellas dependiendo del color que capten. En cuanto a los demás colores, no existen células especializadas en ellos, entonces se activarán los conos de dos o más colores en diferentes proporciones para obtener la mezcla del color.

Si no llega ninguna información de color, veremos negro; no obstante, si llega información de los tres colores en iguales proporciones, percibiremos blanco.

Algunas cámaras de video son capaces de captar la luz infrarroja o la ultravioleta, pero las que se usan normalmente son las que captan el rojo, el azul y el verde. Las cámaras que mejor captan los colores poseen tres receptores 3CCD (dispositivos acoplables de carga) cada uno de ellos capta uno de estos tres colores principales. El color que mejor captamos o al que mejor respondemos es el verde.