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Oralidad secundaria es un término con el cual el filólogo Walter J. Ong se refiere a la cultura de lenguaje hablado en los medios de comunicación, por contraste a la cultura escrita. Se presenta al hacer uso de la escritura y la oralidad para conformar el lenguaje. Al representar los fonemas, a través de la escritura, le da una presencia más duradera.  Define a una lengua hablada dentro de una sociedad que posea la escritura y que no la necesita como soporte de la memoria colectiva, ya que ese papel lo desempeña la justamente la escritura.

La tecnología electrónica como el teléfono, la radio, la televisión y varias clases de cintas sonoras, nos ha conducido a la era de la oralidad secundaria. Ya que está basada en permanentemente en el uso de la escritura y de material impreso.[1]

¿Cómo surge?[editar]

Walter J Ong analiza la cultura oral y los cambios en el pensamiento y la expresión producidos por la escritura en su libro "Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra". A partir de los estudios lingüísticos de Ferdinand de Saussure, la influencia que tiene la oralidad y la escritura en los diferentes grupos humanos. Ong explica que el lenguaje es completamente oral, ​lo cual explica la necesidad de las sociedades para comunicarse, por lo tanto a través del lenguaje que se construyen los significados que le dan sentido a la realidad. El autor expone a la oralidad como un evento "natural", pues menciona que en toda cultura se aprende a hablar, a menos que lo impidan cuestiones fisiológicas o psicológicas en el individuo.

La escritura encierra las palabras en un campo visual que impide percibirlas sólo en su sonoridad, por lo tanto no puede recuperar el sentido de lo que la palabra significa en una cultura oral. Las culturas de oralidad primaria aprenden por experimentación, repetición, participación de la memoria colectiva, memorización. En cambio las culturas de oralidad secundaria, aprenden por medio de la formación académica donde la lecto- escritura es la base en la que se sustenta la mayor parte del aprendizaje. El ejercicio de la memoria por repetición a lo largo de los años, repetición llena de sentido y no meramente funcional, y la propia experimentación, han sido reemplazadas por el enciclopedismo, es decir la acumulación (relativa) de datos registrados por escrito.

Conceptos relacionados[editar]

Oralidad[editar]

Ong se centra en la oralidad como un medio comunicacional sin embargo la cultura misma es secundaria pues se sustenta en la palabra escrita y la imagen visual. Expone a la oralidad como un evento "natural", pues menciona que en toda cultura se aprende a hablar, a menos que lo impidan cuestiones fisiológicas o psicológicas en el individuo. Menciona, que la escritura es tecnología y la define así por ser "artificial", ya que no es algo integrado al cuerpo como la voz, sino que es un invento del ser humano. Pero esto no quiere decir que no esté presente la oralidad.

Adicional a lo anterior, menciona que la oralidad puede ser independiente de la escritura, pero esta última no puede llegar a ser completamente independiente del mundo oral, puesto que al simple acto de leer, lo escrito se transforma en sonido.

La oralidad es, entonces, fugacidad y permanencia. Es la conjunción entre lo inmediato y lo mediato, entre la memoria ancestral y la no memoria. Este fenómeno doble ha permitido a la oralidad debatirse entre el mundo de la cultura escrita y transformarse. Las culturas son orales porque tienen una historia común, valores comunes, un corpus, una cultura, precisamente; pero las llamadas culturas escritas parecerían adolecer de ello.

La escritura[editar]

Ong se reriere a la escritura como la materialización de la palabra, como tecnología y la define así por ser "artificial", ya que no es algo integrado al cuerpo como la voz, sino que es un invento del ser humano. Cabe aclarar que esto no quiere decir que no esté presente la oralidad. Él dice que la escritura reconstituyó la palabra hablada, originalmente oral, en el espacio visual y la impresión la incrustó más categóricamente en el espacio.[2]

Lo impreso[editar]

Según Ong, lo impreso refuerza y trasnforma los efectos de la escritura en el pensamiento y la expresión, dado que el giro del lenguaje oral al escrito es en esencia un cambio de sonido al espacio visual. La impresión creó un nuevo sentido de la propiedad privada de las palabras[3]​.

Oralidad primaria[editar]

Ong la define como la oralidad de una cultura que carece de todo conocimiento de la escritura o de la impresión. Se presenta cuando el lenguaje es hablado y no depende de un medio visual para que pueda ser interpretado, es decir, no hay escritura, solamente hay narrativa.1​ Por lo que se basa en la duración del sonido, un acontecimiento instantáneo y poco duradero. Además marca un contraste con la 'oralidad secundaria' de la actual cultura de alta tecnología, en la cual se mantiene una nueva oralidad mediante el teléfono, la radio, la televisión y otros aparatos electrónicos que para su existencia y funcionamiento dependen de la escritura y la impresión".

Aunque existen paralelismos o precedentes que van desde Marshall McLuhan a Spinoza, este término se mencionó por primera vez en el trabajo: Cf. Walter J. Ong, "The Literate Orality of Popular Culture", en: Ong, Rhetoric, Romance, and Technology: Studies in the Interaction of Expression and Culture, Ithaca: Cornell University Press, 1971.

Diferencia entra la oralidad primaria y la oralidad secundaria[editar]

Quienes poseen una cultura oral primaria aprenden mucho y poseen sabiduría pero no “estudian”, Dado que estudiar implica un aprendizaje sistematizado. Dichas culturas aprenden en cambio por medio de entrenamiento, por discipulado, escuchando, por repetición de lo que oyen, etc. Por otro lado si bien su pensamiento es hasta cierto punto analítico, dividiendo sus elementos en varios componentes, la oralidad primaria no puede (ni pretende) realizar un examen abstractamente explicativo, ordenador y consecutivo como sí pueden hacerlo las culturas de oralidad secundaria

La tradición en la cultura de oralidad primaria no posee permanencia tal como la posee la escritura que “fija” la palabra, es por ello que concebir con precisión y sentido la cultura de oralidad primaria es sino imposible sumamente difícil justamente por ese carácter de impermanencia o de inmaterialidad.

En la oralidad primaria las palabras parten de acontecimientos y/o hechos. En cambio en las culturas de oralidad secundaria las palabras son como “huellas” y registros.

Las palabras a diferencia de una cultura oral, no tienen una presencia visual en una oralidad primaria.

En las culturas orales la palabra trae aparejada un sentido de "poder" simultáneamente relacionada a un suceso. Es decir, el poder de trasmitir y referenciar que tiene una palabra. A diferencia de las culturas de oralidad secundaria que tienden a no asociar la palabra con el suceso, que en cierto modo es estática, vacía, carente de identidad. El sonido no puede manifestarse sin intercesión del poder[4]​.

Ventajas y desventajas del registro escrito y el registro oral[editar]

El registro escrito permite un desarrollo y expansión del conocimiento, mientras que la oralidad depende indefectiblemente de la existencia de un narrador y un oyente que pueda retener lo que escucha, creando así una memoria colectiva.

Por otra parte el escrito tiende a perder la riqueza de la oralidad en cuanto pausas, ritmos, gesticulaciones, sonoridad e incluso toda la información que aporta el contexto. Pero principalmente se pierde la capacidad de transmitir sensaciones y emociones que pueda llegar a generar el narrador. tomando el rol de nexo entre las partes.[5]

Vale la pena recordar que no existiría la escritura sin oralidad.

Referentes del pensamiento[editar]

Walter J. Ong[editar]

Walter J. Ong

Walter Jackson Ong nació el 30 de noviembre de 1912 y murió el 12 de agosto de 2003 en Kansas City, Missouri. Fue Profesor de filología inglesa, historiador cultural, lingüista, filósofo, educador, académico y cura. Conocido por sus aportaciones fenomenológicas y personales de la literatura del Renacimiento e historia intelectual, de la evolución del sentido, del pensamiento de Gerard Manley Hopkins, del catolicismo americano contemporáneo, y, en general, de la cultura contemporánea. En 1982 escribió “Tecnología de la palabra”, donde explica la relevancia de la oralidad y la escritura en las sociedades, manifestando así, la implicancia del lenguaje como constructor de significados que dan sentido a la realidad social. Su mayor interés se basó en la transición de la oralidad a la escritura, lo cual argumenta, tiene una influencia en la cultura y la conciencia humana.

Ferdinand de Saussure[editar]

Ferdinand de Saussure

Ferdinand de Saussure nació en Ginebra el 26 de noviembre de 1857 y falleció en Morges el 22 de febrero de 1913. Fue un lingüista suizo, cuyas ideas sirvieron para el inicio y posterior desarrollo del estudio de la lingüística moderna en el siglo XX. Se le conoce como el padre de la "lingüística estructural" del siglo XX, traicionando a su maestro August Leskien. También inició la Escuela de Ginebradentro de las llamadas "Escuelas Estructuralistas". Un grupo lingüista continuó su labor. Pese a esto, muchos lingüistas y filósofos consideran que sus ideas estaban fuera de tiempo.

Referencias[editar]

  1. Ong, Walter Jackson (1982). «V». Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra. Fondo de cultura económica, lengua y estudios literarios. p. 134. ISBN 950-557-170-4. Consultado el 17 de octubre de 2017. 
  2. Ong, Walter Jackson (1982). «V». Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra. p. 120. ISBN 978-968-16-2498-9. Consultado el 17 de octubre de 2017. 
  3. Walter Jackson Ong (1982). «Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra». Fondo de cultura económica, lengua y estudios literarios. p. 129. Consultado el 17 de octubre de 2017. 
  4. Walter Jackson Ong (1982). «Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra». Fondo de cultura económica. Consultado el 17 de octubre de 2017. 
  5. Walter Jackson Ong. «Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra». Fondo de cultura económica, lengua y estudios literarios. Consultado el 17 de octubre de 2017.