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Usuario:Charly23lp/Recesión de hoja de balance

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Este tipo de recesiones se genera al explotar una burbuja financiera o inmobiliaria en un contexto de apalancamiento privado excesivo. Al colapsar los precios de los activos los agentes se ven obligados a sanear sus balances, reduciendo su deuda al mínimo (se desapalancan). Si bien esto parece óptimo desde el punto de vista de cada firma, provoca una externalidad macroeconómica que reduce la demanda agregada generando una recesión.

Historia

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Bajo esta óptica podemos entender a la Gran Depresión como una recesión de hoja de balance. En el período anterior a octubre de 1929 los agentes contrajeron deuda de forma excesiva, al colapsar los precios de los activos los pasivos continuaron manteniendo el mismo valor y todos los agentes pasaron a cancelar deuda en simultaneo. Como consecuencia no había ningún agente dispuesto a tomar deuda o gastar el dinero.

Según Richard Koo[1]​ el próximo caso en la historia de este tipo de recesiones es el de la Década Perdida de Japón. A partir de 1995 la tasa de interés se bajó a niveles cercanos a cero, sin embargo no se pudo lograr a través de esta herramienta que aumente la oferta monetaria y luego el producto, ya que como veremos en las próximas secciones la política monetaria es inefectiva en estos casos. En el caso japonés durante los 4 años posteriores a 1985 se verificó la expansión de una burbuja financiera con deuda. Durante este periodo las empresas privadas no financieras se endeudaron, luego al explotar la burbuja en 1991 los precios de los activos cayeron abruptamente, pero los pasivos se mantuvieron en los balances. Por lo tanto durante los 10 años siguientes a 1995 todas las empresas japonesas se desapalancaron (cancelaron deuda) por lo que el producto se mantuvo en niveles muy bajos. Según cálculos del autor se estima que el sector corporativo se haya desapalancado en 6 puntos porcentuales del PBI por año, y los hogares en 4 puntos. Por lo tanto tenemos una perdida de producto de 10 puntos porcentuales del PBI por año.


Descripción y causas

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Durante el periodo de la burbuja, el sector privado es optimista y toma deuda de manera excesiva para invertir en los activos que se encuentran en la burbuja. De esta manera esperan obtener una rentabilidad tal que les permita repagar la deuda y obtener una ganancia de capital. Luego, al explotar la burbuja el valor de estos activos se desploma, pero el valor de las deudas se mantiene constante en los balances de las empresas, provocando una situación de quiebra en el sector privado.

En este tipo de quiebra los flujos de caja de las empresas se mantienen estables, al igual que sus políticas de marketing o su base de clientes funcionan adecuadamente. Sin embargo, la quiebra se produce porque las firmas tomaron un nivel excesivo de deuda durante la burbuja y al explotar la misma sus balances se vieron deteriorados. Decimos que el nivel de deuda tomado fue excesivo expost, antes de la explosión parecía racional endeudarse hasta esos niveles.

La respuesta racional que dan las empresas a este problema es utilizar los flujos de caja para cancelar deuda, y de esta forma sanear la hoja de balance. Eventualmente el balance volverá a estar equilibrado y la empresa podrá obtener nuevamente ganancias. Sin embargo por más que esta sea la mejor estrategia desde el punto de vista individual, cuando todas las firmas de la economía utilizan sus flujos de caja para cancelar deuda se genera una externalidad macroeconómica negativa sobre la demanda agregada. Es decir, los agentes a partir de una decisión que parece racional u optima desde su punto de vista individual, afectan de forma negativa al conjunto de todos los agentes (incluso a ellos mismos) sin tener en cuenta el alcance de sus decisiones.

Cuando un individuo ahorra o cancela deuda, el sector financiero se encarga de recibir estos fondos y se asegura de que haya otro agente que tome prestado el dinero para gastarlo en la economía, de esta forma se mantiene el nivel de PBI y la economía continua su funcionamiento. A través de la tasa de interés los agentes financieros se encargan de que el dinero llegue a las manos de los individuos que desean gastarlo, si existen demasiados prestatarios para los mismos fondos la tasa de interés aumenta, y si son muy pocos disminuye. En una situación en la cual todos los agentes se encuentran cancelando deuda porque tienen problemas de hoja de balance, ninguno de ellos deseará tomar deuda independientemente de cuál sea la tasa de interés (incluso para tasas iguales a cero). Por este motivo el ahorro generado (la deuda cancelada), ingresa al sistema bancario y queda atrapada allí, ya que ningún agente desea tomar deuda.
Bajo estas circunstancias se genera un mecanismo de reducción continua del PBI. Ilustramos dicho mecanismo con un ejemplo: Supongamos que un hogar posee un ingreso de $100, y decide gastar $60 y ahorrar $40 (tiene una propensión marginal a consumir de 0.6). Los $60 son el ingreso de otro agente de la economía, los $40 de ahorro ingresan al sistema financiero y luego son prestados a otro individuo que los toma y gasta. De esta manera los $60 y $40 son gastados, y de esta forma recomponen el ingreso original de $100. En circunstancias habituales la economía se desempeña de esta manera, si hay muchos individuos que prestan fondos y relativamente pocos que quieren pedir prestado, la tasa de interés bajará, en caso contrario aumentará.

Sin embargo si nos encontramos en un mundo donde los agentes se están desapalancando, los $40 de ahorro quedan atrapados en el sistema financiero. Como nadie desea tomar prestado la tasa de interés cae a cero, y no puede caer más allá de este punto, de manera que no se puede manejar la tasa de interés de forma tal que algún individuo decida tomar prestado para gastar, ya que todos los individuos están reduciendo su deuda. Entonces tenemos que los $60 son el ingreso de otro agente de la economía, y supongamos que posee la misma propensión marginal a consumir de 0.6, entonces de los $60 gasta $36 y los otros $24 quedan atrapados otra vez en el sistema financiero. De esta forma notamos que el ingreso total de la economía pasó de $100 a $60, y luego a $36, vemos que si este proceso continua el ingreso de la economía se reduce sistemáticamente.

Política monetaria y fiscal

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Si los individuos deciden no tomar prestado por más que la tasa de interés sea cero, la misma no puede caer más allá de dicho umbral para incentivar que se tome prestado (opera el límite inferior a la tasa de interés nominal). De lo anterior se desprende que la política monetaria es totalmente inefectiva en este contexto para reactivar la economía.

Para ilustrar este punto analizamos el siguiente gráfico:

El gráfico muestra que la expansión de la base monetaria no logra aumentar la oferta monetaria, como tampoco logra aumentar el crédito al sector privado.

Vemos que a pesar de un aumento de la base monetaria de más del 100%, la oferta monetaria tiene una respuesta mucho menor y su aumento es más lento, también se verifica una caída en el crédito privado hasta principios de 2011, y luego aumenta lentamente. En situaciones normales lo que tiende a suceder es que cuando el banco central aumenta la liquidez en circulación la oferta monetaria debería aumentar en una proporción similar, y con esto debería crecer el crédito al sector privado (prestamos) en el mismo porcentaje. Esto sucede porque el aumento de la oferta monetaria provoca una caída en la tasa de interés, lo que provoca un abaratamiento del crédito por lo que los prestamos al sector privado debería aumentar. El gráfico anterior muestra que la política monetaria utilizada por la Reserva Federal luego de la caída de Lehman Brothers no fue efectiva para aumentar el volumen de crédito privado.

La respuesta al problema de las recesiones de hoja de balance es la política fiscal. Es el gobierno el que debe realizar el gasto que no realizan los agentes privados para mantener el nivel de actividad de la economía. Siguiendo con el ejemplo anterior si el gobierno tomase prestados los $40 que utilizó el sector privado para cancelar deuda y los gastase, no se verificaría una reducción en el PBI. Como las compañías no toman prestados los ahorros, porque deciden repagar la deuda, es el estado el que debe tomar estos fondos y gastarlos. De esta manera se mantiene el nivel de actividad de la economía por lo que se mantienen los flujos de caja que reciben las empresas, de forma tal que pueden continuar cancelando deuda. Una vez el sector privado haya saneado los balances ya no sería necesario que el estado tome los fondos ahorrados, ya que serían los privados quienes deseasen tomar estos fondos. Sin embargo, lo anterior no se verifico en Japon, dando origen al llamado "Efecto Koo".


Efecto Koo, el problema de salida

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Este problema consiste en que una vez saneados los balances, los agentes económicos quedan con aversión a tomar crédito. En este marco por más que los bancos se muestren proclives a prestar, las tasas de interés sean bajas y las empresas no posean deudas (los balances ya se encuentran saneados), el sector privado no toma prestado ya que luego de la experiencia de desapalancamiento no desean tomar deuda para evitar caer en la situación de exceso de endeudamiento que generó el problema.


Referencias

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  1. Richard Koo 2011. The World In Balance Sheet Recession. Nomura Research Institute

Enlaces externos

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