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Carlos Manfroni

== es un escritor, abogado, investigador, docente y activista argentino contra la corrupción y el terrorismo, que nació en la ciudad de Buenos Aires en 1953. Dedicó la mayor parte de su obra al problema de la corrupción, el terrorismo y el crimen organizado en general. Sus primeros libros se enfocaron sobre los aspectos jurídicos y políticos de esas amenazas y, en una segunda etapa, llevó a cabo investigaciones históricas y periodísticas que revelaron aspectos desconocidos e inimaginables de la acción de las organizaciones criminales sobre la política, tales como la alianza entre la cúpula de un sector de la guerrilla en la Argentina y la comandancia de la Armada en ese país, en los años 70, bajo la influencia de la famosa logia italiana Propaganda Due. En 2003, fue candidato a vicejefe de la ciudad de Buenos Aires, en una fórmula con Patricia Bullrich, candidata a jefa de gobierno.[1]. Su campaña promovió una serie de medidas para prevenir la corrupción en el gobierno de la ciudad.

Fue el único invitado argentino a la Primer Conferencia Internacional de Ética en el Gobierno, organizada en Washington D.C., en 1994, con la presencia de participantes de más de 50 países, y más tarde a la Conferencia Internacional para Combatir la Corrupción, convocada por el entonces vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, en el Departamento de Estado de ese país.[2]. Durante 1994 y 1995, fue miembro del Grupo de Expertos de la OEA que redactó la Convención Interamericana contra la Corrupción; el primer compromiso internacional para prevenir y combatir los delitos contra la administración pública de los países del continente americano. Su influencia durante las negociaciones fue decisiva para incluir en la convención la obligación de penalizar el enriquecimiento ilícito de los funcionarios y cooperar con su persecución, así como también para ayudar a lograr consenso, entre los negociadores de América latina, para la incorporación al tratado de la penalización del delito de soborno transnacional, impulsada por la delegación de Estados Unidos. En 1997, Carlos Manfroni escribió, junto con Richard Werksman —miembro de la delegación de los Estados Unidos—, el libro La Convención Interamericana contra la Corrupción - Anotada y comentada​, que es utilizada como fuente para la interpretación histórica del tratado.​ Más tarde, la obra se publicó también en inglés en los Estados Unidos.​ Inmediatamente después de firmada la Convención Interamericana, Manfroni llevó a cabo un intenso activismo contra la corrupción en su país y en otras naciones de América. Hacia fines de 1996, impulsó desde la Fundación Ética Pública, que por entonces presidía, la creación de la Oficina Nacional de Ética Pública, después llamada Secretaría Nacional de Ética Pública, Transparencia y Lucha contra la Corrupción y de un sistema de declaraciones juradas patrimoniales abierto al público, en lugar de las declaraciones en sobre cerrado que existían hasta ese momento.[3] También abogó firmemente por la independencia del control [4]. A comienzos de 2000, Manfroni consiguió la derogación de un decreto que reformaba el sistema de contrataciones públicas de la Argentina y eliminaba toda posibilidad de transparencia.[5]. Más adelante, por medio de sus artículos en la prensa y en revistas especializadas, se opuso férreamente al gobierno de los Kirchner y a lo que él consideró como una utilización de los derechos humanos para facilitar la corrupción.[6] . Tanto en la Argentina como en el exterior, reclamó por la igualdad en la aplicación de la ley en el juzgamiento por violaciones a los derechos humanos, que en la Argentina excluyeron a los miembros de organizaciones terroristas, a partir del gobierno de Néstor Kirchner.[7] Junto con Emilio Cárdenas y Javier Vigo Leguizamón, publicó también el libro: "El terrorismo como crimen de lesa humanidad"​ La Inter-American Bar Association​ (Federación Interamericana de Abogados) otorgó, en tres oportunidades a Manfroni el Primer Premio al libro por sus obras: "La Convención Interamericana contra la Corrupción"; "Soborno transnacional"​ y "Control Político en el capitalismo global"​.[8]. "Control político en el capitalismo global", un análisis del proceso de descentralización del poder impulsado por la globalización, fue prologado por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y más tarde presidente de la comisión asesora del Papa Francisco. Como consultor, Manfroni asesoró al gobierno de Nicaragua durante la presidencia de Enrique Bolaños Geyer, para el rediseño de la Oficina Nacional de Ética Pública de ese país.[9]. En Perú, trabajó para la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en un diagnóstico sobre debilidades del sistema de salud peruano. En Honduras, actuó como contratista de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en la elaboración de un manual para contrataciones gubernamentales, en Tegucigalpa, y la capacitación a 300 funcionarios municipales del país en San Pedro Sula, bajo la dirección de Management Systems International. En la Argentina, se desempeñó como consultor de la Oficina Nacional de Ética Pública para la redacción del borrador del Código de Conducta para Funcionarios del Poder Ejecutivo y, más tarde, para la Oficina Anticorrupción, para la cual colaboró en el rediseño de las normas de implementación de la Ley de Ética Pública. Entre 2001 y 2008, Manfroni dirigió en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires el curso Reglas Internacionales contra la Corrupción​, destinado a jueces, fiscales y funcionarios judiciales, con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina. En la segunda etapa de su labor como escritor, se dedicó a la investigación periodística y publicó "Montoneros, soldados de Massera"​ (la revelación del pacto entre la cúpula de la organización guerrillera Montoneros y el almirante Emilio Eduardo Massera, miembro de la Junta Militar que dio el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 en la Argentina, acuerdo fundamentalmente encaminado a la denominada Contraofensiva de Montoneros); "Los otros muertos" ​ (con la co-autoría de Victoria Villarruel, sobre las Víctimas de las organizaciones guerrilleras en Argentina en la década de 1970; y "Propaganda Due"​, una investigación apoyada en más de 100.000 páginas de documentos de la Comisión del Parlamento de Italia para la Investigación de la Logia Masónica P2, en el cual desentrañó el plan de esa organización secreta de Italia, con ramificaciones en América del Sur, especialmente en la Argentina, y sus relaciones con el terrorismo islámico, el tráfico de drogas y de armas. La obra muestra de qué modo el jefe de esa logia, Licio Gelli, que se llamaba a sí mismo "El Titiritero", movió tanto los hilos de las cúpulas militares como de la guerrilla, en la Argentina y en Italia, en su afán de ganar poder político y económico, alejar a esos países del mundo Occidental, acercarlos a los países árabes y llevar a cabo sus negocios con el petróleo, las finanzas, el tráfico de armas y de drogas, entre otros. En ese camino, traza una línea de investigación que vincula el asesinato de Pedro Eugenio Aramburu, en 1970, con el de Aldo Moro, en 1978.

Pensamiento

Carlos Manfroni es miembro del Consejo Académico de la fundación Libertad y Progreso [10], que integra la Red Liberal de América Latina, una organización que propicia el esfuerzo individual y combate el avance excesivo del Estado sobre la vida de la comunidad. Manfroni sostiene que el capitalismo genera millones de empleos que no existirían en una economía diferente y que la inadecuada y excesiva intervención del Estado en la acción social adormece la conciencia solidaria que deben tener las personas individuales en beneficio del prójimo, además de generar grandes oportunidades de corrupción. En apoyo de esta conclusión, cita la encíclica Centesimus annus, del Papa Juan Pablo II y sostiene que es perfectamente posible la coexistencia de un sistema de libre mercado con la religión. Señala, como las principales amenazas al mundo de hoy, la droga y el terrorismo, únicos flagelos capaces de destruir el sistema democrático moderno. Elogia la Revolución Americana, que afianzó un sistema verdaderamente democrático de descentralización del poder y de responsabilidad individual, en contraposición con la Revolución Francesa, que en su opinión acentuó la existencia de un Estado piramidal que busca homogeneizar la vida social y suele anular las capacidades de los individuos y organizaciones intermedias, a la vez que ha promovido la confrontación y desembocado en los dos grandes totalitarismos del siglo XX: el nacionalsocialismo y el comunismo. .​