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Usuario:Ana.gp12/Taller

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Fantoches (revista)

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Fantoches
País Colombia
Idioma Español
Categoría Cómic, humor gráfico, critica social
Fundación 1926
Fundador Manuel José Jiménez
Circulación
Frecuencia Semanal
Circulación Semanal

Fantoches fue una revista colombiana que se publicaba semanalmente en Bogotá. Iniciando en 1926, en esta se buscaba demostrar las críticas sociales en el momento de una manera gráfica, satírica y llena de humor. El objetivo de esta era distraer y divertir al público de la melancolía que se vivía en Bogotá y una parte de Facatativá, era hacer algunas “monerías” para lograr molestar a los políticos de la época criticando la moral más absoluta cuando era necesario hacerlo.

Historia

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La revista nace en Bogotá en el año 1926, quince días después de la clausura de Sal y Pimienta, cuando su director y propietario, Manuel José Jiménez, inicia en los mismos talleres una revista humorística, de crítica social.

Los colaboradores eran escritores, tanto de la capital como de la provincia. Inicialmente, y hasta el número seis, la revista trató temas de tipo social; a partir del número siete esta se ocupó de temas políticos. En ese momento, a un mes de haber sido fundada, es que Manuel José Jiménez orienta la revista a su verdadero objetivo: la crítica al gobierno, la burla hacia la clase alta, denunciar los peculados de las transnacionales con los empresarios y políticos colombianos. Sus portadas mostraban la debilidad de un gobierno (Miguel Abadía Méndez) que permitía la violencia y la corrupción. Fantoches se publicó durante el fin de la Hegemonía Conservadora (1886-1930).

El primer autor de las caricaturas de Fantoches fue Alejandro Gómez Leal. Gómez Leal estudió en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá; fundó una oficina de publicidad en 1925 y colaboró en El Gráfico, Mundo al Día, Semana Cómica, Sal y Pimienta y Cromos.

El desarrollo técnico de Fantoches como una reproducción manual se debió a una técnica única en el país: una invención de Pepe Gómez que consistía en utilizar como plancha de grabado sus dibujos en papel mantequilla. También se utilizó el fotograbado. El mayor número de caricaturas políticas de Fantoches fue de Pepe Gómez, del cual se han encontrado los bocetos originales. Ocasionalmente colaboraron Lisandro Serrano, Adolfo Samper, Roca G., Scandroglio (activo de 1920 a 1940) Ricardo Rendón, Juancé (Juan C. García) y Jorge Hernández Posada.

Ideología

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Dicha revista se encargaba de poner a los políticos colombianos de una manera en la que fueran denunciados por venderse a postores internacionales. Las caricaturas de Fantoches eran reconocidas por sus posturas éticas frente a los temas; por eso uno de los temas que más sobresalía era el petróleo, eso significó que una de sus carátulas se utilizó la iconografía representando la muerte del Justo y del pescador. El pecador, quien era Juan Antonio Montalvo, y por otro lado, el capitán Flanagan, agente de una petrolera británica, puesto como el diablo de Flanagan se toma el tiempo de espera para llevárselo.

La revista relaciona la violencia que se vivía en Colombia con la política petrolera. A principios del mes de noviembre este denunció al Gobierno por el Proyecto Heroico, proyecto que trataba de la seguridad del país por medio de las armas y que recibía el apoyo de aquellas personas que querían apropiarse de las empresas petroleras.

Una de las carátulas muestra como el Tío Sam  asalta a Colombia por el petróleo del Catatumbo. Entre las acciones del personaje principal se ven, en forma de personas pequeñas, al presidente dormido, el ministro de Guerra Ignacio Rengifo, quien toma trago y contiene un puñal, por otro lado otro ministro trabaja y José Antonio Montalvo, con muletas y cojo, explica la política petrolera que se venía a un salón de clase donde los “alumnos” que se encontraban ahí estaban presentados como burros.

Fantoches condenó la humillación de los diarios a Estados Unidos; Herbert Hoover, quien se convirtió en presidente de los Estados Unidos en 1929, escribe la palabra "petroleó" con el humo de su cigarrillo.

Juan Bizonte, como se llamaba al dictador venezolano Juan Vicente Gómez, aparece en una revista como un divertido bailarín de latas y hace tratos petroleros con el general liberal Leandro Cuberos Niño y el candidato presidencial conservador Alfredo Vásquez Cobo

Fantoches fue el responsable de supervisar la huelga de los trabajadores bananeros. Un año después, Abadia, como Lady Macbeth, no  puede librarse de la culpa. Jorge Eliécer Gaitán, investigador sobre la masacre de una plantación de banano, pronuncia discursos  en el congreso que produce zambras.

Al igual que Bogotá Cómico, Fantoches tenía una clara inclinación arielista. La influencia de Rodó y su obra Ariel tradujo una actitud americana que mofaba a los que no creían en el talento nacional, rechazando el imperialismo yanqui en América Latina. Era un deber político desenmascarar algún tipo de imperialismo, ya fuera inglés, alemán o francés, para mostrar la fragilidad de los pueblos de Centro y Sudamérica.

La problemática que vivía Nicaragua estaba muy visible en Fantoches. La revolución de Sandino fue recibida con simpatía, y los bombardeos de Calvin Coolidge deberían ser condenados por la civilización. La VI Conferencia Panamericana (1928) en La Habana, inaugurada por Coolidge y con la presencia de Enrique Olaya Herrera como delegado, muestra la humillación de Colombia.

Mirada social

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Fantoches trató aspectos como el socialismo, por el que mostraba simpatía, denunció la inmoralidad de la rosca conformada por el Ministerio de Obras, la Gobernación y la Alcaldía de Bogotá. Manifestó su opinión con relación al clero y su injerencia en la política; comentó gráficamente acontecimientos nacionales e internacionales como el arribo del aviador Benjamín Méndez a la capital, cuando el tren y el avión eran símbolos del progreso en Colombia. La mujer fue motivo de homenaje y de crítica: María Cano fue protagonista de caricaturas y su figura se trataba con gran respeto.

Los temas culturales también tuvieron cabida en sus caricaturas publicadas: las discusiones sobre nacionalismo e internacionalismo en la música entre Guillermo Uribe White y Murillo; sobre artes plásticas con Ramón Barba, en la Escuela de Bellas Artes; sobre literatura con las conferencias de Baldomero Sanín Cano, Armando Solano y los modernistas como Eduardo Castillo.

En cuanto al arte, se reconoce que mientras los pintores se estacionaban en el academicismo y los “cromos sabaneros”, Fantoches recibía por medio de Scandroglio, Serrano y el mismo Gómez, al cubismo, al futurismo y a las tendencias recientes. Fantoches y la caricatura se convirtieron en precursoras del arte moderno en Colombia. Miguel Escobar define la caricatura como “vanguardia clandestina”.

Convirtiéndose en un referente del humor gráfico político con crítica social.

Referencias

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https://www.banrepcultural.org/la-caricatura-en-colombia/texto15.html

https://redaprende.colombiaaprende.edu.co/metadatos/recurso/fantoches-sus-antecedentes-y-el-mito-del-poder-de-/