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Diferencia entre revisiones de «Ur»

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En los años siguientes, el dominio de Ur y el del resto de la región se alternó entre [[Isín]] y [[Larsa]]. Tras las conquistas de [[Hammurabi]], durante el [[Babilonia|Imperio Paleobabilónico]] ([[siglo XVIII a. C.|siglos XVIII]] y [[siglo XVII a. C.|XVII a. C.]]), la ciudad jugó un papel muy importante como centro de culto. Mil años después, [[Nabucodonosor II]] llevó a cabo una ambiciosa reconstrucción de los templos de Ur, que aún era un importante centro urbano. El declive de la ciudad sólo se produjo tras el final de los reinos mesopotámicos, con la conquista de la región por parte del [[Imperio persa]].
En los años siguientes, el dominio de Ur y el del resto de la región se alternó entre [[Isín]] y [[Larsa]]. Tras las conquistas de [[Hammurabi]], durante el [[Babilonia|Imperio Paleobabilónico]] ([[siglo XVIII a. C.|siglos XVIII]] y [[siglo XVII a. C.|XVII a. C.]]), la ciudad jugó un papel muy importante como centro de culto. Mil años después, [[Nabucodonosor II]] llevó a cabo una ambiciosa reconstrucción de los templos de Ur, que aún era un importante centro urbano. El declive de la ciudad sólo se produjo tras el final de los reinos mesopotámicos, con la conquista de la región por parte del [[Imperio persa]].

== Arquitectura ==
[[Archivo:Ziggurat of ur.jpg|thumb|Reconstrucción por ordenador del [[Zigurat de Ur|zigurat de Ur-Nammu]].]]
Debido a su tamaño, el montículo formado por las ruinas de Ur destacó durante siglos después de su abandono. Entre las edificaciones de las que quedan restos destacan el ''Gipar'' y el [[zigurat]], construidos durante los primeros reinados de la dinastía III. No se conservan los templos del [[Imperio acadio]], ya que fueron destruidos al construir los templos posteriores. Del período Dinástico Arcaico sólo se conservan algunos restos en los que se aprecia una edificación a base de ladrillos plano convexos.

Los dos edificios religiosos que se conservan estaban situados en un segmento de la ciudad rodeado por una muralla de 8 metros, cuya pared exterior estaba inclinada 45º. La sección noroeste de este recinto sagrado estaba dedicado al dios [[Nannar]].

El [[Zigurat de Ur|zigurat de Ur-Nammu]], cuyo nombre en [[idioma sumerio|sumerio]] era ''é-temen-ní-gùr-ru'' (casa de cimientos revestidos de terror) fue construido durante la primera mitad del [[siglo XXI a. C.|siglo XXI a. C.]] y estaba rodeado por su propia muralla. La estructura aún se conserva y fue parcialmente reparada a finales de los años 70. Tiene planta rectangular de 61×45,7 metros y 15 metros de altura, si bien es probable que en su época tuviese bastante más metros de altura, perdidos debido a la erosión. El interior del zigurat no es hueco, si no que está completamente formado por ladrillos de barro. Las paredes exteriores están recubiertas por una capa de 2,4 metros de grosos de ladrillo cocido y [[betún]] y cada una de ellas está orientada a un punto cardinal. Es posible que en la cima albergase un templo. El acceso a las plantas superiores se realizaba a través de tres escaleras exteriores.

El Gippar era un recinto sagrado consagrado a [[Ningal]] situado en el sureste del recinto. Si bien fue remodelado por completo durante la dinastía III de Ur, es muy posible que su construcción se remontase al período Dinástico Arcaico. El interior del edificio estaba dividido en dos partes por un pasillo y contenía numerosas habitaciones que se situaban alrededor de patios. El Gippar funcionaba como residencia de la sacerdotisa ''en'' y su séquito. Además, la diosa Ningal tenía varias habitaciones reservadas a su uso.

En cuanto a la arquitectura residencial, la vivienda del Ur del [[II milenio a. C.|II milenio&nbsp;a.&nbsp;C.]] estaba organizada en torno a un espacio central y generalmente tenía dos plantas. El espacio central ha sido interpretado en ocasiones como un patio, si bien es probable que se encontrase cubierto. En la ciudad se ha encontrado otro tipo de edificaciones de peor calidad, formadas simplemente como un agrupamiento en línea de unas pocas habitaciones. Se ha especulado sobre la posibilidad de que se tratase de comercios o talleres, si bien también es posible que fuese un tipo más humilde de vivienda.<ref name="margarquit">{{cita libro | autor = Margueron, Jean-Claude | capítulo = La casa del hombre | título = Los mesopotámicos | año = 2002 | editorial = Fuenlabrada: Cátedra | id = ISBN 84-376-1477-5}}</ref>


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 00:37 14 ene 2010

Situación de las ciudades de la antigua Mesopotamia. En la zona más meridional, junto a Eridu, está Ur.

Ur fue una antigua ciudad del sur de Mesopotamia. Originalmente, estaba localizada cerca de Eridu y de la desembocadura del río Éufrates en el Golfo Pérsico. Hoy en día, sus ruinas se encuentran a 24 km al suroeste de Nasiriya, en el actual Iraq.[1]​ Según la Biblia fue el lugar de nacimiento de Abraham.

Trabajos arqueológicos

Restos de la ciudad de Ur con el Zugurat de Ur-Nammu al fondo. El zigurat fue restaurado en los años 70 para atraer turistas al área de Nasiriya.

Los restos de Ur forman una colina de ruinas de 12 m de altitud en mitad del desierto de Iraq, a unos 24 km al suroeste de Nasiriya. Las ruinas eran llamadas por los habitantes locales Tell al-Muqayyar (montículo de brea).

La primera investigación en la zona fue llevada a cabo por el cónsul británico en Basora J. E. Taylor en 1854 por sugerencia del Museo Británico. Ya entonces se encontraron tablillas que indicaban que los restos pertenecían a la Ur bíblica; sin embargo, esto no fue suficiente para que se realizasen investigaciones de importancia y poco después se abandonó el lugar, produciéndose saqueos. Miles de tablillas cuneiformes terminaron en los mercados de Bagdad y, desde allí, en colecciones privadas.

Tras la Primera Guerra Mundial, Iraq pasó a formar parte del Imperio británico. Esta situación fue aprovechada por el Museo Británico, que consiguió establecer excavaciones en Ur, Eridu y El Obeid entre 1918 y 1919. En 1920, arqueólogos de la Universidad de Pensilvania al mando de Leonard Woolley tomaron el relevo de los ingleses. En las excavaciones, que duraron hasta 1934, se encontraron numerosos objetos de valor, entre el que destacó el contenido de las llamadas Tumbas Reales.[1]

En la década de 1970 el gobierno de Saddam Hussein emprendió la restauración del zigurat de Ur-Nammu, que se convirtió en uno de los monumentos más importantes de Iraq.

Historia

Los primeros restos de Ur pertenecen al período de El Obeid (V milenio a. C.), en el cual se produjeron los primeros asentamientos urbanos en la zona. Ur es, por tanto, una de las ciudades más antiguas de Sumeria.

Durante el IV milenio a. C. (período de Uruk) la gran cantidad de cerámica encontrada parece indicar que Ur pudo haber sido un centro importante de producción. Esta situación se prolongó hasta el período Yemdet-Nasr, hacia el 3000 a. C. En algún momento del milenio siguiente se produjo una inundación de carácter local que dejó una importante capa de lodo en los estratos.[1]

Período Dinástico Arcaico

El Estandarte de Ur fue hallado en una tumba perteneciente a los siglos XXVII-XXV, en el período Dinástico Arcaico. Representa diversas escenas de la vida cotidiana y de guerra.

La información de las capas pertenecientes al período Dinástico Arcaico es reducida, ya que unos 500 años después se derribó gran parte de las antiguas estructuras para construir otras más monumentales. Sin embargo, la historia de la ciudad puede reconstruirse en base a inscripciones en otras ciudades.

En algunos textos de Lagash, ciertos monarcas de esa ciudad se atribuyen haber conquistado Ur, si bien no indican los nombres de los reyes derrotados. Tampoco en la lista Real Sumeria se menciona a esos conquistadores, si no que hace referencia a una cesión de la realeza desde Uruk, al monarca de Ur, Mesannepada. En los sellos de este rey se encuentra que se titulaba "rey de Kish", título que podría hacer referencia no tanto a la ciudad acadia como a todo el territorio de la Mesopotamia central, lo cual podría estar apoyado por el uso que, posteriormente, Sargón de Acad dio a este título. Esto indicaría una posible hegemonía de Ur en la zona a mediados del Dinástico Arcaico, lo cual estaría respaldado por algunos restos, que muestran el incendio de la ciudad de Shuruppak y la destrucción del palacio de Kish.[1]

Se conocen algunos datos de la familia de Mesanepada. Así, una tablilla de fundación encontrada en un templo cerca de tell Obeid nombra a un tal Aanepada, hijo de Mesannepada. El hijo de Aanepada se llamaba Meskiaga-nuna, y fue él quien sucedió a su abuelo en el trono. De este rey se conoce su existencia por una tablilla que le dedicó su esposa a su muerte. La lista real Sumeria menciona a estos dos reyes y a dos más, en la que denomina dinastía I de Ur. De estos dos últimos reyes destaca que sus nombres no son sumerios sino acadios.[1]

Los nombres de los monarcas de la dinastía II de Ur aparecen muy deteriorados en la lista Real; sin embargo, se conocen bien los acontecimientos de este período, marcado por la rivalidad entre las distintas ciudades. Hacia el siglo XXIV a. C. el rey de Umma Lugalzagesi conquista las ciudades del sur de Mesopotamia, incluida Ur, formando una hegemonía local y declarándose rey de Kish, al igual que habían hecho los monarcas de la dinastía I de Ur.[2]

Imperio acadio

El dominio de Lugalzagesi no duró mucho ya que hacia el 2335 a. C. Sargón de Acad fundó Agadé y comenzó sus conquistas, venciendo primero a Lugalzagesi y después a todas las ciudades sumerias, incluida Ur, a la que derribó sus murallas. Tras esto Ur y las demás ciudades sumerias quedaron incorporadas en el Imperio acadio. Tras la muerte de Sargón todas ellas se sublevaron, siendo reprimidas por su sucesor.[1]

Durante el reinado del nieto de Sargón, Naram-Sin, la ciudad seguía formando parte del Imperio acadio, si bien se produjeron rebeliones. A esta época pertenece un texto escrito por Enheduanna, una sacerdotisa en y escriba en el templo de Nannar en Ur.[3]​ La historia narra en primera persona el sufrimiento de la sacerdotisa que ha sido expulsada de Ur por el lugal local, Lugal-ane. La historicidad de los personajes parece estar demostrada; en el caso de Lugal-ane, por inscripciones en las que Naram-Sin le nombra como uno de los cabecillas de las revueltas de las ciudades del sur y, en el caso de Enheduanna, por un relieve en la que se le dibuja sentada junto al dios Nannar.

Los motivos de la expulsión de Enheduanna no están claros; el texto la menciona como hija de Sargón, lo cual podría indicar una filiación simbólica más que una relación familiar. De hecho, según su sello, fue nombrada sacerdotisa por el conquistador acadio. Así, es posible que esta designación hubiese incomodado al lugal de Ur, siendo éste el motivo de la expulsión.

La historia es representada como un conflicto entre el dios Nannar, que representa a Ur, e Innana, que representa a Agadé y al poder imperial; el árbitro del conflicto es el dios del cielo An de Uruk. Según la historia, An falla en favor de Inanna y Enheduanna recupera su posición. No se conoce cuál fue la historia real que inspiró esta alegoría, si bien se sabe que las revueltas de Ur y las demás ciudades fueron sofocadas por Naram-Sin.

A finales del siglo, durante el reinado de Sharkalisharri, hijo de Naram-Sin, el imperio se vio superado por las numerosas revueltas y los ataques de los pueblos vecinos. Así consiguió su independencia Ur.

Después de la dinastía III

En los años siguientes, el dominio de Ur y el del resto de la región se alternó entre Isín y Larsa. Tras las conquistas de Hammurabi, durante el Imperio Paleobabilónico (siglos XVIII y XVII a. C.), la ciudad jugó un papel muy importante como centro de culto. Mil años después, Nabucodonosor II llevó a cabo una ambiciosa reconstrucción de los templos de Ur, que aún era un importante centro urbano. El declive de la ciudad sólo se produjo tras el final de los reinos mesopotámicos, con la conquista de la región por parte del Imperio persa.

Referencias

  1. a b c d e f Leick, Gwendolyn (2002). «Ur». Mesopotamia: la invención de la ciudad. Barcelona: Rubí. 84-493-1275-2. 
  2. Margueron, Jean-Claude (2002). «La época del Dinástico Arcaico». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5. 
  3. Zgoll, Annette (1997). Ugarit-Verlag, ed. Der Rechtsfall der en-ḫedu-ana im Lied NIN-ME-ŠARA. p. 45. ISBN 3927120502. 

Véase también

Enlaces externos