Sindicato Vertical

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La Organización Sindical Española, conocida comúnmente como Sindicato Vertical, fue la única organización de sindicato legal en España (1940-1976) durante el franquismo. Las uniones anteriores, como la anarquista CNT y la UGT socialista, fueron proscritas y pasaron a la clandestinidad. La Ley de Unión Sindical de 26 de enero de 1940 concentra en la Organización Sindical de la Falange toda actividad sindical.

Primera etapa

En la primera etapa de la dictadura (1939-1959) se promulgó la Ley de 26 de enero de 1940 sobre Unidad Sindical, que establecía que empresarios y trabajadores se integrarían en una única organización sindical bajo el mando de F.E.T. y de las J.O.N.S. por ramas de producción, llamado cada uno de ellos, Sindicato Nacional. Por otra parte, las localizaciones geográficas se hicieron llamar "Centrales Nacional-sindicalistas". El conjunto de todo ello era la Organización Nacional-Sindicalista prevista por el Fuero del Trabajo, a partir de entonces llamada símplemente Organización Sindical. El Estado controlaba todo el sistema y con la ley de Bases de la Organización Sindical de 6 de diciembre de 1940 además era implícita la afiliación de todo trabajador y todo empresario.

El Sindicato vertical u OSE fue fundado en 1940, como resultado de las varias legislaciones aprobadas por la dictadura, aunque no celebró su primer congreso hasta marzo de 1961.

El origen de la OSE residía en la Central Obrera Nacional-Sindicalista (CONS), fundada en 1935 por Falange Española de las JONS, aunque aplicando ideas muy diferentes en el fondo (presentándolas con una forma muy parecida, eso sí, por lo que ha habido mucha confusión en este tema desde entonces). La OSE fue el resultado de la fusión de las organizaciones obreras del falangismo, el tradicionalismo y las organizaciones patronales, con el fin de organizar a trabajadores, técnicos y a patrones dentro de una sola estructura vertical, ideal similar al fascista para las relaciones laborales en un estado corporativo, que es en lo que terminó todo (aunque seguramente sea más correcto compararlo con el modelo corporativo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera que con el modelo fascista), frente al ideal nacionalsindicalista de la Falange que en principio parecía quererse seguir (y que nunca se implementó). En ella, todos los trabajadores, llamados “productores,” y sus patrones tenían el derecho de elegir sus representantes mediante elecciones.

En esta OSE los trabajadores y los patrones presuntamente estaban en pie de igualdad (una diferencia esencial con el Nacionalsindicalismo de la Falange, pues esta ideología diferenciaba claramente entre empresario y capitalista, poniendo en pie de igualdad al obrero y al empresario,sí, pero excluyendo siempre al capitalista y rechazando tajantamente el principio de armonización entre trabajo y capital, ya que proponía la propiedad sindical de las empresas). Por ello, las huelgas fueron prohibidas.

Pero en realidad, los candidatos a estas elecciones tuvieron que ser aprobados por el régimen y todo el proceso era controlado férreamente (lo que le alejaba también de un falangismo que lo que defendía era la primacía del Sindicato en un "Estado sindical", y no un sindicato estatal), en coherencia con una política intervencionista hacia el mercado de trabajo: empleo completo para los hombres, incluso a expensas de salarios o inflación baja, la casi negación del derecho de trabajar para las mujeres casadas y ningún subsidio de desempleo en todos.


La Organización Sindical durante el franquismo

En España durante la dictadura de Francisco Franco la organización sindical arrancaba desde la esfera local y de las unidades o células de trabajo, diferenciando varios ámbitos: campesino, comarcal, tal como manifestaba Torcuato Fernández Miranda el año 1966. [1]

Esquema

  • Delegación Nacional de Sindicatos (D.N.S.):
    • Sindicatos nacionales.
    • Junta Nacional de Hermandades.
  • Centrales Nacionales Sindicales (C.N.S):
    • Sindicatos provinciales.
    • Cámara Oficial Sindical Agraria.
  • Delegaciones Sindicales Comarcales (D.S.C.):
    • Gremios Artesanos.
    • Cofradías de Pescadores.
    • Sindicatos de Empresas.
    • Entidades Mixtas.
    • Hermandades Sindicales del Campo.
  • Delegación Sindical Local.
    • Gremios Artesanos.
    • Cofradías de Pescadores.
    • Sindicatos de Empresas.
    • Entidades Mixtas.
    • Hemandad Sindical de Labradores y Ganaderos.
  • Empresas - familias campesinas - familias pescadoras - artesanos - productores independientes.

Jerarquías

Sindicatos nacionales

La Ley de 23 de junio de 1941 encuadra la organización sindical del Movimiento en 24 sindicatos nacionales, que se aumentarán posteriormente a 26:


Infiltración comunista

En aquel contexto, a comienzos de los años 60, el Partido Comunista de España (entonces clandestino) decidió una política de infiltración en la OSE, en teoría, para alcanzar los aumentos prácticos para las condiciones de los trabajadores. En realidad se trataba de aprovechar las estructuras del régimen para propiciar su caída. De ahí surgieron las Comisiones Obreras, en cuyo nacimiento tuvieron mucho que ver no sólo comunistas como Marcelino Camacho, sino también numerosos falangistas relevantes como Ceferino Maestú o Diego Márquez (posteriormente Jefe Nacional de Falange Española de las JONS.

La situación se mantiene hasta la ley Sindical 2/1971, de 17 de febrero, que estructura la Organización Sindical Española otorgándole naturaleza institucional y carácter representativo. La actividad sindical vuelve a depender del Ministerio de Relaciones Sindicales.

Al final de la dictadura de Franco, la OSE perdió su energía, siempre limitada y los sindicatos ilegales ganaron la fuerza (CCOO, UGT, USO, CNT...). De hecho, una vez fallecido el general Franco y hasta la supresión de la OSE, la mayoría de los empresarios preferían acordar convenios y pactos de empresa con la representación de la organizaciones sindicales clandestinas que con los representantes de la OSE.

Transición

En este contexto, y ante la presión de los trabajadores que demandaban una representación libre y democrática, el Sindicato Vertical fue abolido por el Gobierno de Adolfo Suárez en 1976, y los sindicatos de clase fueron legalizados definitivamente el 30 de abril de 1977.[2]​ Reconvirtieron el Sindicato Vertical en la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales (AISS), que ostentó la propiedad o gestión del llamado Patrimonio Sindical Acumulado (PSA). [3]

Referencias

  1. Torcuato Fernández Miranda, El hombre y la sociedad, Editorial Doncel, Madrid, 1966
  2. La Ley de 1 de abril de 1977 reconoció el derecho de asociación sindical y se extinguió la sindicación obligatorio por Real Decreto Ley de 2 de junio del mismo año.
  3. Por Real Decreto-Ley de 8 de octubre de 1976, la Organización Sindical se transformó en un organismo autónomo adscrito a Presidencia del Gobierno con el nombre de Administración Institucional de Servicios Socio-Profesionales (AISS), un paso efímero hasta su definitiva desaparición.

Recursos externos