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Diferencia entre revisiones de «Popol Vuh»

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De los términos en idioma [[quiché]]: '''Popol''' - reunión, comunidad, casa común, junta y '''Vuh''' que significa libro.
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[aRieL]w-H alejandro coronel wh El '''Popol Vuh''' o '''Popol Wuj''' (El nombre quiché se traduciría como: "''Libro del Consejo''" o "''Libro de la Comunidad''"), es una recopilación de varias leyendas de los k'iche's, un reino de la [[civilización Maya]] al sur de [[Guatemala]]; más que un sentido histórico tiene valor e importancia en el plano religioso. De hecho se le ha llamado el ''Libro Sagrado'' o la ''Biblia de los mayas k'iche's''.<ref>Montejo, Victor (1999) ''Popol Vuj, libro sagrado de los mayas'' ed.Artes de México ISBN-968-6533-85-0</ref>
[aRieL]w-H alejandro coronel wh LOS QE SAQEN TAREA DE AKI NOS LA PELAN El '''Popol Vuh''' o '''Popol Wuj''' (El nombre quiché se traduciría como: "''Libro del Consejo''" o "''Libro de la Comunidad''"), es una recopilación de varias leyendas de los k'iche's, un reino de la [[civilización Maya]] al sur de [[Guatemala]]; más que un sentido histórico tiene valor e importancia en el plano religioso. De hecho se le ha llamado el ''Libro Sagrado'' o la ''Biblia de los mayas k'iche's''.<ref>Montejo, Victor (1999) ''Popol Vuj, libro sagrado de los mayas'' ed.Artes de México ISBN-968-6533-85-0</ref>


Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.
Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.

Revisión del 00:32 24 sep 2009

alejandro coronel wh

Primera página del manuscrito del Popol Vuh, guardado en la Biblioteca Newberry, Chicago, Colección Ayer.

De los términos en idioma quiché: Popol - reunión, comunidad, casa común, junta y Vuh que significa libro.

[aRieL]w-H alejandro coronel wh LOS QE SAQEN TAREA DE AKI NOS LA PELAN El Popol Vuh o Popol Wuj (El nombre quiché se traduciría como: "Libro del Consejo" o "Libro de la Comunidad"), es una recopilación de varias leyendas de los k'iche's, un reino de la civilización Maya al sur de Guatemala; más que un sentido histórico tiene valor e importancia en el plano religioso. De hecho se le ha llamado el Libro Sagrado o la Biblia de los mayas k'iche's.[1]

Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.

Historia del Popol-Vuh

Se desconoce la existencia de una versión original del Popol Vuh, según Delia Goetz: "Deberíamos suponer que sería un libro de pinturas con jeroglíficos que los sacerdotes interpretaban al pueblo para mantener vivo el conocimiento del origen de su raza y los misterios de su religión.". Según Fray Francisco Ximénez la primera versión escrita fue elaborada en lengua Quiché utilizando caracteres del alfabeto latino a mediados del siglo dieciséis. Según él dicha versión permaneció oculta hasta 1701, cuando los mayas quiché de la comunidad de Santo Tomás Chuilá (hoy Chichicastenango, Guatemala) le mostraron la recopilación de sus historias y mitología.

Se desconoce el nombre del autor de esta primera versión pero Fray Francisco Ximénez, al notar la importancia del documento, decidió traducir el texto al idioma español, asegurando la fidelidad del escrito. Su versión está estructurada en 2 columnas, en una estaba la versión quiché; y en la otra la traducción de Ximénez. La primera versión fue una traducción demasiado literal y resultó muy confusa y oscura. Luego escribió una segunda versión menos literal que incluyó en su "Historia de la Provincia de Santo Vicente de Chiapa y Guatemala" que terminó en 1722.

Los trabajos de Ximénez permanecieron archivados en el Convento de Santo Domingo hasta 1830 cuando fueron trasladados a la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1854 fueron encontrados por el austriaco Dr. Charles Scherzer, quien en 1857 la publicó en Viena bajo el título primitivo "Las Historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala".

El sacerdote y misionero Charles Étienne Brasseur de Bourbourg sustrajo el escrito original de la universidad, lo llevó a Europa y lo tradujo al francés. En 1861 publicó un volumen bajo el título de "Popol Vuh, Le livre Sacré et les mythes de l'antiquité Américaine". Él fue quién le dio el nombre.

El libro original fue vendido al coleccionista Alfonso Pinart, más tarde su viuda lo vendió a su vez al etnólogo Otto Stoll, posteriormente fue comprado por Edward E. Ayer, quién lo devolvió a América. Actualmente la primera traducción de Ximénez al castellano, y su "Manuscrito de Chichicastenango" se encuentran en la Biblioteca Newberry, en Chicago, Estados Unidos.[2]

La localidad de Santa Cruz del Quiché, fue fundada por los españoles que sustituyeron a Q’umar Ka’aj, la capital del reino k’iche’. Juan de Rojas y Juan Cortés, aparecen citados en el libro como los últimos integrantes de la generación de los reyes k'iche'.[3]

Originalidad del Popol Vuh como texto maya

Muchos de los estudiosos aceptan que fue escrito por los mayas en la época prehispánica y que contiene mitos originalmente contados. Para ello algunos arqueólogos se han esforzado en encontrar las narraciones del Popol Vuh en las estelas mayas del período prehispánico, otros aseguran que fue escrito en lengua maya con caracteres latinos con base en la tradición oral, pero dado que el texto de Ximénez procede de la época colonial algunos niegan esos orígenescita requerida[cita requerida].

Estudiosos como René Acuña han puesto en duda que el contenido reflejado en el Popol Vuh sea realmente maya, pues señala: «[...] el Popol Vuh es un libro diseñado y ejecutado con conceptos occidentales. Su unidad de composición es tal, que da pie para postular un solo recolector de las narraciones. Y no parece que éste haya sido un autodidacta espontáneo nativo, que se puso a redactar las memorias de su nación».[4]​ Se debe tener en cuenta que el libro fue utilizado para evangelizar a los indios en su momento.

Para apoyar esta teoría se basa en ciertos errores de transcripción que comete Ximénez al trasladar el texto, lo cual revela su desconocimiento de la lengua quiché. Señala categóricamente Acuña: «Si la fidelidad con que Ximénez copió y tradujo el texto quiché fuera el criterio para establecer la autenticidad del Popol Vuh, habría, de inmediato, que declararlo falso. [...] Enumerar a detalle todos los desfiguros que Ximénez introdujo podría justificar un trabajo de páginas cuyo número no se puede cuantificar. [...] Ante la imposibilidad de efectuar aquí un examen pormenorizado de las traducciones que hizo Ximénez del Popol Vuh, tendré que limitarme a decir que son desiguales y muy infieles, y que el fraile omitió traducir un elevado porcentaje del texto. Mi apreciación se basa en el minucioso análisis comparativo que he realizado de las primeras 1180 líneas del Popol Vuh con las dos versiones españolas de fray Francisco. Pero mi intención no está dirigida a desacreditar la competencia lingüística de este religioso, sino a hacer manifiesto que, con el escaso conocimiento de la lengua quiché que poseía, resulta natural que haya desfigurado la obra al copiarla».[5]​ Al poner en duda la capacidad de Ximénez de manejar la lengua mayanse se abren una serie de interrogativas: ¿qué tan seguros podemos estar de que el Popol Vuh es un texto original maya si solo tenemos actualmente la versión de Ximénez?

Es posible abrir cuestionamientos acerca de la existencia de un libro original de procedencia prehispánica. O bien que fue escrito apoyados en la tradición oral. Su muy cercana analogía con el Génesis de la biblia hace pensar que su escritura estuvo dirigida por frailes cristianos. Así mismo, la aparición de las genealogías que se extienden hasta la época colonial hacen imposible que el original que copió Ximénez pertenezca al período prehispánico.

Contenido del Popol Vuh

I. Creación referida

  1. Los dioses crean el mundo.
  2. Los dioses crean a los animales, pero ya que no los alaban los condenan a comerse unos a otros.
  3. Los dioses crean a los seres de barro, los cuales son frágiles e inestables y no logran alabarlos.
  4. Los dioses crean a los primeros seres humanos de madera, éstos son imperfectos y carentes de sentimientos.
  5. Los dioses destruyen los primeros seres humanos, los cuales se convierten en monos.
  6. Los dioses Gemelos Hunahpú e Ixbalanqué destruyen al arrogante ser Vucub-Caquix, y luego a sus hijos Zipacná y Cabracán.

II. Historias de Hunahpú e Ixbalanqué

  1. Xpiyacoc y Xmucane engendran dos hermanos.
  2. HunHunahpú y Xbaquiyalo engendran a los "gemelos mono" HunBatz y HunChouen.
  3. Xibalbá mata a los hermanos HunHunahpú y VucubHunahpú, colgando la cabeza de HunHunahpú en un árbol.
  4. HunHunahpú y Xquic engendran a los "héroes gemelos" Hunahpú e Ixbalanqué (la cabeza de HuhHunahpu escupe a la mano de Xquic, embarazándola).
  5. Nacen los héroes gemelos y viven con su madre y su abuela paterna Xmucane, compitiendo con sus medio hermanos HunBatz y HunChouen.
  6. Los "Héroes Gemelos" derrotan a Xibalbá, casa de la penumbra, los cuchillos, el frío, el jaguar, el fuego y los murciélagos.

III. Creación de los hombres de Maíz. Descripción de comunidades

  1. Los primeros cuatro hombres reales son creados: Balam-Quitzé,el segundo Balam-Acab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.
  2. Las primeras cuatro mujeres son creadas.
  3. Tribus descendientes. Hablan el mismo lenguaje y viajan a TulanZuiva.
  4. El lenguaje de las tribus se confunde y éstas se dispersan.
  5. Tohil es reconocido como un dios y exige sacrificios humanos.

IV. Listado de generaciones

  1. Tohil convence a los señores de la tierra a través de sus sacerdotes pero su dominio destruye el Quiché.

Fragmentos

I. Creación del Mundo y los Primeros Intentos por crear a los Hombres

El Popol Vuh relata la inexistencia del mundo hasta que el creador y formador decidió generar la vida. La intención era que sus propias creaciones le pudieran hablar y agradecer por la vida. Primero crearon la Tierra, después los animales y, finalmente, los hombres. Éstos fueron inicialmente hechos de barro, pero como el intento fracasó, el Gran creador y formador decidió extraerlos de la madera. Una vez constituidas otras tantas familias, el creador y formador, temeroso de que a sus criaturas pudiera tentarlas la idea de suplantarlos en sabiduría, disminuyó la vista e inteligencia de los ocho.

La Creación según el Popol Vuh

Ésta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.

Ésta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía.

No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada junto, que hiciera ruido, ni cosa alguna que se moviera, ni se agitara, ni hiciera ruido en el cielo. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia.

Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules.

Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gugumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gugumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la claridad en acción del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.

El primero se llama Caculhá Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es Raxa-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.

Entonces vinieron juntos Tepeu y Gugumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento.

-¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe el espacio, que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.

Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra:

- ¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha.

Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y al instante crecieron las montañas.

Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las montañas y los valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie.

Y así se llenó de alegría Gugumatz, diciendo:

-¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú, Chípi-Caculhá, Raxa-Caculhá!

-Nuestra obra, nuestra creación será terminada, contestaron.

Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas.

Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua..

De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz terminación.

Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles (víboras), guardianes de los bejucos.

Y dijeron los Progenitores:

-¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.

Así dijeron cuando meditaron y hablaron enseguida. Al punto fueron creados los venados y la aves. En seguida les repartieron sus moradas los venados y a las aves:

-Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque os multiplicaréis, en cuatro pies andaréis y os tendréis. Y así como se dijo, así se hizo.

Luego designaron también su morada a los pájaros pequeños y a las aves mayores:

-Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis, allí os sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos. Así les fue dicho a los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos.

De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales de la tierra.

Y estando terminada la creación de todos los cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por el Creador y Formador y los Progenitores:

-Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno. Así les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes.

-Decid, pues, nuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra madre, vuestro padre. ¡Invocad, pues, a Huracán, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra el Creador, el Formador, los Progenitores; hablad, ínvocadnos, adoradnos!, les dijeron.

Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y graznaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.

Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí:

-No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien, dijeron entre sí los Progenitores. Entonces se les dijo:

-Seréis cambiados porque no se ha conseguido que habléis. Hemos cambiado de parecer: vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra habitación y vuestros nidos los tendréis, serán los barrancos y los bosques, porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis. Todavía hay quienes nos adoren, haremos otros seres que sean obedientes. Vosotros, aceptad vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. Así será. Ésta será vuestra suerte. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequeños y grandes que hay sobre la faz de la tierra.

Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.

-¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; ¡hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. De este modo hicieron a los seres humanos que existen en la tierra.

Los Dioses Gemelos: Hunahpú e Ixbalanqué

El Popol Vuh también relata las hazañas de Los Dioses Gemelos: Hunahpú e Ixbalanqué, que descendieron a Xibalbá (inframundo) y vencieron a los Ajawab, y se convirtieron en el Sol y la Luna. He aquí un fragmento de la historia de su nacimiento:

Cuando llegó el día de su nacimiento, dio a luz la joven que se llamaba Ixquic; pero la abuela no los vio cuando nacieron. En un instante fueron dados a luz los dos muchachos llamados Hunahpú e lxbalanqué. Allá en el monte fueron dados a luz.

Luego llegaron a la casa, pero no podían dormirse.

-¡Anda a botarlos afuera!, dijo la vieja, porque verdaderamente es mucho lo que gritan. Y en seguida fueron a ponerlos sobre un hormiguero. Allí durmieron tranquilamente. Luego los quitaron de ese lugar y los pusieron sobre las espinas.

Ahora bien, lo que querían Hunbatz y Hunchouén era que murieran allí mismo en el hormiguero, o que murieran sobre las espinas. Deseábanlo así a causa del odio y de la envidia que por ellos sentían Hunbatz y Hunchouén.

Al principio se negaban a recibir en la casa a sus hermanos menores; no los conocían y así se criaron en el campo. Hunbatz y Hunchouén eran grandes músicos y cantores; habían crecido en medio de muchos trabajos y necesidades y pasaron por muchas penas, pero llegaron a ser muy sabios. Eran a un tiempo flautistas, cantores, pintores y talladores; todo lo sabían hacer.

Tenían noticia de su nacimiento y sabían también que eran los sucesores de sus padres, los que fueron a Xibalbá y murieron allá. Grandes sabios eran, pues Hunbatz y Hunchouén y en su interior sabían todo lo relativo al nacimiento de sus hermanos menores. Sin embargo, no demostraban su sabiduría, por la envidia que les tenían, pues sus corazones estaban llenos de mala voluntad para ellos, sin que Hunahpú e lxbalanqué los hubieran ofendido en nada.

Estos últimos se ocupaban solamente de tirar con cerbatana todos los días; no eran amados de la abuela ni de Hunbatz, ni de Hunchouén. No les daban de comer; solamente cuando ya estaba terminada la comida y habían comido Hunbatz y Hunchouén, entonces llegaban ellos, Pero no se enojaban, ni se encolerizaban y sufrían calladamente, porque sabían su condición y se daban cuenta de todo con claridad. Traían sus pájaros cuando venían cada día, y Hunbatz y Hunchouén se los comían, sin darle nada a ninguno de los dos, Hunahpú e lxbalanqué.

La sola ocupación de Hunbatz y Hunchouén era tocar la flauta y cantar.

Referencias

  1. Montejo, Victor (1999) Popol Vuj, libro sagrado de los mayas ed.Artes de México ISBN-968-6533-85-0
  2. *Barrios Carrillo, Jaime. «"Patrimonio no renovable" web Siglo XXI Guatemala». Consultado el 21 julio|fechaacceso= y |Añoacceso= redundantes (ayuda). 
  3. *Florescano, Enrique. «"Chichén Itzá, Teotihuacán y los orígenes del Popol Vuh" web La jornada semanal UNAM-No. 536». Consultado el 21 julio|fechaacceso= y |Añoacceso= redundantes (ayuda). 
  4. Acuña (1998), p. 28.
  5. Acuña (1998), pp. 29-31

Bibliografía

En castellano

  • Acuña, René (1998). Temas del Popol Vuh. México: UNAM, Instituto de Investigaciones Filológicas. Colección: Ediciones especiales, 10. 
  • Anónimo (1993). El libro del consejo (Popol Vuh) (Traducción y notas de Georges Raynaud, J. M. González de Mendoza y Miguel Ángel Asturias, prólogo de Francisco Monterde, introducción de Maricela Ayala Falcón, 5ª ed., México: UNAM, Coordinación de Humanidades. Colección: Biblioteca del estudiante universitario, 1. edición). 
  • Anónimo (2008). Popol Vuh. Relato maya del origen del mundo y de la vida. Versión, introducción y notas de Miguel Rivera Dorado. Primera versión crítica y anotada presentada por un investigador español desde el siglo XVIII. Colección: Paradigmas. Tapa dura. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-965-9. 
  • Chávez, Adrián Inés (1981). Popol Wuj: Poema mito-histórico kí-chè. Edición Guatemalteca. Centro Editorial Vile. 
  • De la Garza, Mercedes & Ilia Nájera Coronado, Marta (2002). Religión maya. Colección: Enciclopedia Iberoamericana de Religiones nº 2. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-555-2. 
  • Estrada Monroy, Agustín (ed.) (1973). Popol Vuh. Reproducción del Manuscrito de Ximénez, con anotaciones. Editorial José de Piñeda Ibarra, Guatemala. 
  • Recinos, Adrián (1979). El Popol Vuh: las antiguas historias del quiché. Décima edición. Editorial Universitaria Centroamericana. 
  • Rivera Dorado, Miguel (2006). El pensamiento religioso de los antiguos mayas. Colección: Paradigmas. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-871-3. 
  • Sáenz de Santamaría, Carmelo (1985). Primera parte del tesoro de las lenguas cakchiquel, quiché y zutuhil, en que las dichas lenguas se traducen a la nuestra, española. Publ. esp. no. 30, Academia de Geografía e Historia de Guatemala; Tipografía Nacional, Guatemala. 
  • Sam Colop, Luis Enrique (1999). Popol Wuj — Versión Poética K‘iche‘. Proyecto de Educación Maya Bilingüe Intercultural.  Texto «PEMBI/GTZ/Cholsamaj, Guatemala. (In the Quiché Maya language)

» ignorado (ayuda)

En inglés

  • Akkeren, Ruud van (2003). Authors of the Popol Vuh. Ancient Mesoamerica 14: pags. 237-256. ISSN 0956-5361. 
  • Edmonson, Munro S. (1971). The Book of Counsel: The Popol-Vuh of the Quiche Maya of Guatemala. Publ. no. 35, Middle American Research Institute, Tulane University. 
  • Tedlock, Dennis (1996). Popol Vuh: The Definitive Edition of the Mayan Book of the Dawn of Life and the Glories of Gods and Kings. Touchstone Books. ISBN 0-684-81845-0. 

En alemán

  • Schultze Jena, Leonhard (1944). Popol Vuh: das heilige Buch der Quiché-Indianer von Guatemala. 

Enlaces externos