Pinguécula

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Pinguécula

pingüécula
Especialidad oftalmología

La pinguécula (también conocida como pingüécula) es una degeneración de la conjuntiva del ojo.

Signos y síntomas[editar]

Se ve como un depósito amarillo y blanco[1]​ en la conjuntiva adyacente al limbo (la unión entre la córnea y la esclerótica). (Debe distinguirse clínicamente de un pterigión, que es un área de fibrosis en forma de cuña que puede crecer en la córnea). Una pinguécula generalmente no causa ningún síntoma. Es más común en climas tropicales y existe una correlación directa con la exposición a los rayos UV.

Histológicamente, hay degeneración de las fibras de colágeno del estroma conjuntival con adelgazamiento del epitelio suprayacente y ocasionalmente calcificación.[1]​ Se cree que la exposición actínica del tejido conjuntival delgado causa que los fibroblastos produzcan más fibras de elastina, que están más retorcidas que las fibras de elastina normales y pueden conducir a la degradación de las fibras de colágeno.[2]​ Alternativamente, se ha postulado que las fibras de colágeno subepiteliales sufren degradación y asumen las cualidades del tejido elástico mientras se fragmentan y retuercen en una configuración diferente de su estado normal.[3]

Se cree que la alta reflectividad del tejido escleral blanco sólido subyacente al tejido conjuntival puede dar lugar a una exposición adicional a los rayos UV en la parte posterior del tejido.[4]​ El lado de la nariz también refleja la luz solar en la conjuntiva. Como resultado, las pinguéculas tienden a ocurrir con mayor frecuencia en el lado nasal del ojo. Si bien la mayoría de las pinguéculas se encuentran en personas mayores de 40 años, son posibles en adultos de 20 y 30 años que pasan mucho tiempo expuestos al sol.

La superficie del tejido conjuntival que recubre una pinguécula interfiere con la propagación normal de la película lagrimal. La prueba del helecho lagrimal revela anormalidades del componente mucoso de la película lagrimal, por lo que es útil como un predictor de la tolerancia de una persona a las lentes de contacto blandas hidrofílicas.[5]​ La intolerancia a la lente de contacto también puede ser el resultado de la elevación del borde periférico de la lente de contacto si se superpone a una pinguécula.

Tratamiento[editar]

Las pinguéculas pueden agrandarse lentamente con el tiempo, pero son una afección benigna que generalmente no requiere tratamiento. Las lágrimas artificiales pueden ayudar a aliviar la incomodidad, si ocurre. Si la estética es una preocupación, a veces se realiza una escisión quirúrgica. Ocasionalmente, una pinguécula puede inflamarse, produciendo una condición llamada pingueculitis. Se desconoce la causa de la pingueculitis y no se conocen agentes infecciosos asociados. Si una pinguécula inflamada está causando molestias o problemas estéticos, puede tratarse con un agente antiinflamatorio, como las gotas de prednisolona.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b Kanski, Jack J.; Bowling, Brad (24 de marzo de 2015). Kanski's Clinical Ophthalmology E-Book: A Systematic Approach (en inglés). Elsevier Health Sciences. ISBN 9780702055744. Consultado el 1 de septiembre de 2019. 
  2. Weedon, David.; Rubin, Adam I.; Weedon, David. (2010). Weedon's skin pathology (3rd ed edición). Churchill Livingstone/Elsevier. ISBN 9780702034855. OCLC 473431810. Consultado el 1 de septiembre de 2019. 
  3. American Academy of Ophthalmology. Basic and clinical science course ([Ed.] 2007/08 edición). ISBN 9781560558149. OCLC 1074636435. Consultado el 1 de septiembre de 2019. 
  4. «Eye Growth & Bumps Often Pinguecula». Harmony EyeCare Center (en inglés). 26 de junio de 2010. Consultado el 1 de septiembre de 2019. 
  5. Ravazzoni, L.; Ghini, C.; Macrí, A.; Rolando, M. (1998-5). Graefe's Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology = Albrecht Von Graefes Archiv Fur Klinische Und Experimentelle Ophthalmologie 236. pp. 354-358. doi:10.1007/s004170050090. Consultado el 1 de septiembre de 2019. 

Enlaces externos[editar]