Inhibición de la conducta
La inhibición de la conducta es una de las denominadas funciones ejecutivas (FE). Se refiere a la interrupción de alguna respuesta o secuencia de conductas, que anteriormente han sido automatizadas o aprendidas, para resolver alguna tarea o acción.
La conducta o acción inhibida deberá permanecer suspendida ante algún estímulo novedoso para permitir que otra serie de respuestas o acciones se ejecuten. Un ejemplo de esto es la incapacidad de algunos pacientes de pasar por una puerta sin intentar abrirla.
También puede demorarse esta secuencia de acciones de manera temporal, en la espera de un momento posterior más adecuado para ponerse en práctica.
Esta FE ocupa un lugar central en el modelo explicativo del TDAH conocido como modelo de autorregulación o del déficit en la inhibición conductual,[1] elaborado por Russell Barkley.
Referencias[editar]
- ↑ «Servera, M. (2005). Modelo de autorregulación de Barkley aplicado al trastorno por déficit de atención con hiperactividad: una revisión. Revista de Neurología, 40 (6): 358-368.». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2013. Consultado el 24 de noviembre de 2013.