Fontellas (Navarra)
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Fontellas es una pequeña villa de Navarra. Está situada en la orilla derecha del Ebro, muy cerca de Tudela. Pertenece a la Ribera Navarra. Por su término, además del Ebro, discurren el Canal Imperial y el de Lodosa, lo que permite cultivar una gran variedad de frutas y hortalizas.
Datos de interés
Fontellas | |
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Categoría histórica | Villa |
Categoría administrativa | Municipio |
Superficie forestal | 0,1 % |
Comunal | 491,8 ha |
Temperatura media | 14º |
Distancia a Pamplona | 99 km |
Fiestas patronales | Primer jueves de Septiembre |
Fiestas del cazador | Mes de Octubre |
Fiestas de la juventud | Mes de Mayo |
Historia
Se encuentran en el término municipal varios yacimientos arqueológicos: Pedriñal (Eneolítico), El Bocal (Bronce final) y El Castellar (Hierro II).
Fontellas existía como núcleo de población durante el periodo de dominio musulmán. Pasó a poder de los cristianos al conquistar Alfonso el Batallador la ciudad de Tudela en 1119.
Durante la Edad Media la villa de Fontellas fue un lugar de señorío (salvo breves periodos en los que se incorporó al patrimonio de la Corona) y permaneció en esta situación hasta la desaparición del régimen señorial, a mediados del siglo XIX.
El señorío de Fontellas se incorporó al linaje de los Peralta en 1438. A comienzos del siglo XVI pasó al linaje de los Gante, permaneciendo vinculado a esta familia hasta finales del siglo XIX. El 10 de abril de 1793, Carlos IV concedió a D. José Joaquín Díaz de Medrano el título de marqués de Fontellas.
Posteriormente la villa pasó a la familia Cavero, del linaje de los condes de Sobradiel. El 7 de febrero de 1898, la reina regente, Dª María Cristina de Austria, concedió a D. Joaquín Cavero Sichar el título de conde de Gabarda.
La extinción del régimen señorial no modificó el régimen de propiedad, ya que las tierras y casas del término siguieron siendo propiedad de los condes. Esta situación se mantuvo hasta mediados del siglo XX. En 1953 la Diputación compró al conde de Gabarda 2.000 robadas de regadío y años después 5.200 de secano, distribuyéndolas en lotes o patrimonios familiares.
El antiguo palacio de este lugar aparecía como de cabo de armería en las relaciones oficiales del Reino.
Escudo
Las armas de Fontellas son de plata, con un castillo de gules, triplemente donjonado y terrazado de sinople, con una teja de gules a cada lado; en punta trae tres fuentes de azur en fondo de sinople. El timbre utilizado es un yelmo, si bien podría timbrarse con corona de marqués en recuerdo del antiguo marquesado con su nombre.
Arte
El edificio parroquial, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad, es el único que presenta un cierto interés.
Fue erigido a mediados del siglo XVI y consta de una única nave de tres tramos, cabecera pentagonal y bóveda estrellada. Se adscribe al denominado estilo Reyes Católicos.
Posteriormente, en el siglo XIX, se realizó una pequeña ampliación, al construirse dos capillas laterales. También en esas fechas se construyó una nueva fachada de ladrillo.
El Bocal
Dentro del término de Fontellas se encuentra El Bocal Real. Es aquí donde tiene su origen el Canal Imperial de Aragón. La palabra "bocal" significa presa o azud que se levanta en un río con el fin de desviar su caudal.
Las primeras obras se iniciaron en 1528. El autor de esta primera presa fue Gil de Morlanés. De este periodo es también el Palacio de Carlos V, aunque posteriormente, en el siglo XIX sufrió importantes reformas. El Palacio está rodeado de un hermoso jardín, donde se pueden observar curiosas especies botánicas. Junto al mismo se encuentra la iglesia de San Carlos Borromeo (siglo XVIII).
En 1770 se inició la construcción de una nueva presa, aguas arriba de la anterior, que ya había quedado obsoleta. El impulsor de las mismas fue el canónigo zaragozano Ramón de Pignatelli. Para regular el caudal se edificó además, la Casa de Compuertas con once bocas. También se modificó el trazado del canal, dándole mayor profundidad y anchura, con el fin de que fuera navegable hasta Zaragoza.
Así mismo, entre el Palacio y el canal se construyó un poblado, que servía para albergar a los operarios encargados del mantenimiento, contando también con una posada para los viajeros que utilizaban el canal.