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Bueno, en su ateísmo fuerte, no sólo niega la existencia de Dios, sino que critica la idea filosófica de Dios como contradictoria, insustancial y absurda.
Bueno, en su ateísmo fuerte, no sólo niega la existencia de Dios, sino que critica la idea filosófica de Dios como contradictoria, insustancial y absurda.


Forma parte del Patronato de Honor de la [[Fundación para la Defensa de la Nación Española]] desde el [[22 de marzo]] de [[2006]]<ref>Web oficial de la [[Fundación]]: www.nacionespanola.org [http://www.nacionespanola.org/esp.php?articulo1157] </ref> (DENAES) que tiene por objeto la pretensión de recuperar e impulsar desde la sociedad civil el conocimiento y la reivindicación de la nación española.
Forma parte del Patronato de Honor de la [[Fundación para la Defensa de la Nación Española]] desde el [[22 de marzo]] de [[2006]]<ref>Web oficial de la [[Fundación]]: http://www.fgbueno.es/[http://www.nacionespanola.org/esp.php?articulo1157] </ref> (DENAES) que tiene por objeto la pretensión de recuperar e impulsar desde la sociedad civil el conocimiento y la reivindicación de la nación española.


== Bibliografía ==
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[[Categoría:Filósofos de La Rioja (España)]]
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Gustavo Bueno Martínez (Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, España, 1924) es un filósofo español, autor principal (junto con otros autores) del sistema filosófico que han denominado materialismo filosófico.

Biografía académica

Gustavo Bueno nació en 1924, en Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, España, ciudad que lo nombró Hijo Predilecto en 1997, y estudió en las Universidades de Logroño, Zaragoza y Madrid. Tras realizar su tesis doctoral como becario del CSIC obtiene a los veinticinco años, en 1949, una cátedra de Enseñanza Media, y comienza ese año su vida docente en el Instituto Lucía de Medrano de Salamanca que ejercerá hasta 1960. Desde 1960 a 1998 fue catedrático de Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos de la Universidad de Oviedo. En 1960 se establece definitivamente en Asturias, donde ejerce como catedrático en la Universidad de Oviedo, institución en la que colabora hasta 1998.

A partir de esta fecha desarrolla su labor en la Fundación que lleva su nombre, que tiene su sede en Oviedo, ciudad que en 1995 le reconoció como Hijo Adoptivo. Fundador de la revista El Basilisco es autor de numerosos libros y artículos. Su obra está recogida en distintos diccionarios y obras generales. Entre sus libros más importantes deben señalarse Ensayos materialistas (donde presenta la ontología materialista que distingue distintos géneros de materialidad, sobre la que se basa todo su sistema filosófico), Teoría del cierre categorial (en curso de publicación, del que han aparecido ya 5 tomos, y que contiene la teoría de la ciencia del materialismo filosófico), El animal divino (donde se expone su teoría materialista de la religión), Primer ensayo sobre las categorías de las «Ciencias Políticas» (en el que diseña su teoría de la política y del Estado), El sentido de la vida (donde se tratan las principales ideas que afectan a la Ética, la Moral y el Derecho), El mito de la cultura (ensayo de una filosofía materialista de la cultura, que ha merecido ya varias ediciones), España frente a Europa (en el que desde la perspectiva de una filosofía materialista de la historia se discute la naturaleza de la identidad de España y la estructura de su unidad), Televisión: Apariencia y Verdad (donde se ofrece la primera teoría filosófica sobre la televisión, con la distinción esencial entre televisión material y televisión formal). Buena parte de su popularidad la debe Bueno más que a sus libros a su presencia en los medios, prensa, radio y televisión.

Ideológicamente, Gustavo Bueno se define de muchas maneras: ateo católico -es decir, ateo esencial pero que no reniega del entorno cultural católico en que ha nacido-, marxista heterodoxo -crítico con el "marxismo vulgar", ya que entiende el Materialismo Filosófico como una "vuelta del revés" del marxismo clásico-, tomista no creyente -defensor de la tradición escolástica española iniciada en la Escuela de Traductores de Toledo-, platónico -en el sentido de la Filosofía Académica de la Academia de Platón-, de izquierdas -aunque pasando de un filocomunismo soviético antes de 1991 para, en la actualidad, postularse como parte de una izquierda materialista muy crítica con las izquierdas realmente existentes en España, lo que le ha valido la acusación por parte de aquellas de haberse vuelto conservador-, y nacionalista español -entendiendo España como nación política en sentido ilustrado, concepto de España heredado de las Cortes de Cádiz-.

Obra: el materialismo filosófico

Las características fundamentales del materialismo filosófico pueden trazarse siguiendo los tres ejes que se definen como organizantes del espacio antropológico (en tanto este espacio abarca al «mundo íntegramente conceptualizado» de nuestro presente):

  • Desde el eje radial (relaciones de los hombres con su entorno no animado), el materialismo filosófico se nos presenta como un materialismo cosmológico, y hace la crítica (principalmente) a la visión del mundo como efecto contingente de un Dios creador que poseyera a su vez la providencia y el gobierno del mundo.
  • Desde el eje circular (relaciones de unos hombres con otros hombres), el materialismo filosófico se aproxima al materialismo histórico, en la medida en que éste constituye la crítica de todo idealismo histórico y de su intento de explicar la historia humana en función de una «conciencia autónoma» desde la cual estuviese planeándose el curso global de la humanidad.
  • Desde el eje angular (relaciones de los hombres con entidades corpóreas no humanas y no reducibles al eje radial), el materialismo filosófico toma la forma de un materialismo religioso que se enfrenta críticamente con el espiritualismo (que concibe a los dioses, a los espíritus, a las almas y a los númenes, en general, como incorpóreos), propugnando la naturaleza corpórea y real (no alucinatoria o mental) de los sujetos numinosos que han rodeado a los hombres durante milenios. El materialismo religioso identifica esos sujetos con los animales, y se guía por el siguiente principio: «El hombre no hizo a los dioses a imagen y semejanza de los hombres, sino a imagen y semejanza de los animales.»

Respecto del materialismo tradicional tiene como rasgo común la negación del espiritualismo, la negación de la existencia de sustancias espirituales. Pero no reduce por supuesto el materialismo a un burdo corporeísmo, como de hecho sucede con otros materialismos. El materialismo filosófico admite la realidad de seres materiales incorpóreos: la relación real (no mental) de la distancia que existe entre dos botellas de agua que están encima de una mesa es tan real como esas dos botellas corpóreas; esa distancia es material incorpórea, y nada tiene de espiritual.

Para romper el círculo vicioso (sustancia espiritual es la sustancia no material, y sustancia material es la no espiritual) el materialismo filosófico introduce la idea de la Vida, definiendo la sustancia espiritual como sustancia viviente incorpórea. El materialismo en general (así reinterpretado frente a variantes groseras) y el materialismo filosófico en particular, niega la existencia y posibilidad de sustancias vivientes incorpóreas.

Además el materialismo filosófico niega el monismo, por cuanto defiende el pluralismo ontológico, pluralismo que no se reduce al reconocimiento de las diferencias entre los seres, sino a la afirmación de que entre éstos hay discontinuidades irreducibles (acogiéndose al principio de discontinuidad implicado en la symploké platónica, según la cual «no todo está relacionado con todo»); y en esto se diferencia del monismo materialista tradicional que, como el monismo teológico monoteísta, defiende que «todo está relacionado con todo».

El materialismo filosófico también niega el corporeísmo, porque, además de las realidades corpóreas (que se incluyen en un primer género de materialidad) reconoce la realidad de un segundo género de materialidad incorpóreo pero temporal (por ejemplo un dolor de cabeza) y de un tercer género de materialidad inespacial e intemporal (como pueda serlo un teorema matemático).

El materialismo filosófico utiliza también el concepto de Materia ontológico general como multiplicidad pura que se presenta en función del mundo de los fenómenos, constituido lisológicamente por los tres géneros de materialidad (la materialidad primogenérica, la materialidad segundogenérica y la materialidad terciogenérica), pero morfológicamente organizado según diferentes plataformas (materia inorgánica, materia orgánica, materia viviente, materia social, materia etológica, antropológica o institucional) y categorías establecidas en función de las ciencias positivas.

Sus características fundamentales, determinadas en función del espacio antropológico (en tanto este espacio abarca al «mundo íntegramente conceptualizado» de nuestro presente) pueden trazarse siguiendo los tres ejes que se definen como organizantes de ese espacio: el eje radial, el eje circular y el eje angular.

El materialismo filosófico, desde el eje radial (relaciones de los hombres con su entorno no animado), se nos presenta como un materialismo cosmológico, y hace la crítica (principalmente) a la visión del mundo como efecto contingente de un Dios creador que poseyera a su vez la providencia y el gobierno del mundo.

El materialismo filosófico, desde el eje circular (relaciones de unos hombres con otros hombres), se aproxima al materialismo histórico, en la medida en que este materialismo constituye la crítica de todo idealismo histórico y de su intento de explicar la historia humana en función de una «conciencia autónoma» desde la cual estuviese planeándose el curso global de la humanidad.

El materialismo filosófico, desde el eje angular (relaciones de los hombres con entidades corpóreas no humanas y no reducibles al eje radial), toma la forma de un materialismo religioso que se enfrenta críticamente con el espiritualismo (que concibe a los dioses, a los espíritus, a las almas y a los númenes, en general, como incorpóreos), propugnando la naturaleza corpórea y real (no alucinatoria o mental) de los sujetos numinosos que han rodeado a los hombres durante milenios. El materialismo religioso identifica esos sujetos numinosos corpóreos con los animales, y se guía por el siguiente principio: «El hombre no hizo a los dioses a imagen y semejanza de los hombres, sino a imagen y semejanza de los animales.»

En la historia de la evolución del sistema filosófico del materialismo filosófico se han producido, hasta ahora, tres distintas oleadas. Ver [1]

Polémica

A lo largo de su carrera, Bueno se ha visto envuelto en numerosas polémicas con diferentes grupos:

En 1975, en pleno Conflicto Chino-Soviético, unos estudiantes maoístas de Barcelona le tiraron a la cara un bote de pintura, protestando por, según ellos, apoyar a la URSS frente a China.

En 1977 un grupo de extrema derecha, denominado AAA, incendió de madrugada un todo-terreno de su propiedad, en la Avenida de Galicia, de Oviedo.

En 1985, con la publicación de su libro "El Animal Divino", entró en una larga polémica hoy todavía no saldada con el embajador español Gonzalo Puente Ojea. El embajador acusó a Bueno de errar en su diagnóstico sobre el origen de las religiones, que para Puente-Ojea nacen mediante la introspección y las preguntas que asaltaron al hombre primitivo ante el vasto mundo que le rodeaba buscando la trascendencia. Para Bueno, en cambio, las religiones surgen en un proceso histórico y dialéctico que se inicia con el culto a los animales, distinguiendo así tres etapas históricas en la evolución religiosa de las sociedades humanas: la de las Religiones Primarias (las que rendían culto a los animales), la de las Religiones Secundarias (que empezaron a rendir culto de manera animista y politeísta a deidades numinosas, con características a la vez animales y humanas), y la de las Religiones Terciarias (la de los monoteísmos que personalizan a Dios, en mayor o menor grado, principalmente el judaísmo, el cristianismo y el islam). Para Bueno, la creencia reciente en seres extraterrestres es una recuperación de esas Religiones Secundarias, ya que esos extraterrestres serían una versión contemporánea de los númenes adorados en la Antigua Grecia.

En 1989, en el desaparecido programa La Clave de José Luis Balbín, en Televisión Española, entabló en directo una disputa con un jesuita en torno al Milagro de Fátima, acusando Bueno al jesuita de desconocimiento total de su propio dogma religioso y calificando de absurdo al milagro.

En 1999, con la publicación de "España Frente a Europa", entró en polémica con el profesor de filosofía Juan Bautista Fuentes Ortega, en torno a las tesis españolistas de Bueno, tal y como las denominó Fuentes, mientras que Bueno le calificó de trotskista, esgrimiendo que la nación política es la única nación realmente existente defendible desde posiciones marxianas, y defendiendo la idea de Imperio como categoría política de la que no se puede prescindir en ninguna etapa histórica política. A partir de la publicación de este libro, y de "El mito de la Cultura", es cuando comenzaron las acusaciones de volverse conservador.

En 2003, con la publicación de "El mito de la izquierda", se ganó la enemistad de grupos secesionistas españoles, que le acusaron de "fascista", al igual que algunos politólogos criticaron su teoría de las generaciones de izquierda. Bueno se defendió diciendo que esos grupos no tenían ni idea de lo que es la izquierda política y de sus orígenes. Para Bueno, la izquierda o es definida, esto es, tiene un proyecto con respecto al Estado, ya sea transformándolo (socialdemocracia, liberalismo), ya sea tomando el poder (jacobinismo, comunismo, maoísmo), ya sea destruyéndolo (anarquismo), o es indefinida (no tiene un proyecto de Estado y se acoge a argumentos éticos). Acusa así a sus detractores de moverse en la izquierda indefinida de clara influencia socialdemócrata. Además de fascista, Bueno ha sido acusado de estalinista, por pretender, según sus detractores, crear una especie de alianza entre liberales, comunistas y católicos frente a la socialdemocracia. Durante una conferencia en Bilbao, tuvo que ser desalojado del recinto donde daba la conferencia tras una amenaza de bomba. Para Bueno, las izquierdas definidas son generaciones que han cumplido según el momento en que nacieron y que podría haber una séptima generación de izquierdas nacida, según algunos de sus seguidores, en el subcontinente iberoamericano.

En 2007, grupos independentistas andaluces calificaron a Bueno de conservador e islamófobo tras criticar que se designara en el nuevo Estatuto de Andalucía a Blas Infante como padre de la patria andaluza. Además, recordaron una entrevista a Bueno realizada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas en la que afirmaba "Hay que destruir las raíces del Islam con el arma del racionalismo". Bueno se defendió de las acusaciones arguyendo que, si bien no hay que culpar a todo el Islam de los atentados terroristas, sí hay que decir que ese tipo de atentados en los que se inmola el terrorista sólo pueden darse en el budismo y en el Islam, religiones en las que, según su argumentación, como Dios no se ha hecho carne, elevando así al hombre a Dios, la carne, el cuerpo, es visto como algo superfluo e incluso odioso. Para Bueno, ese es uno de los motivos de la superior racionalidad del cristianismo (y del catolicismo en particular) sobre el Islam, el judaísmo o el budismo, ya que, para el materialismo filosófico, la racionalidad es siempre corpórea. Sobre su petición de destrucción de las raíces filosóficas del Islam, Bueno se defendió de las acusaciones de islamófobo diciendo que de la misma manera en que en los siglos XVII y XVIII el racionalismo filosófico trituró las raíces ideológicas cristianas, hay que hacer lo mismo con el Islam y con cualquier religión. Asimismo, calificó de ridículas y absurdas las calificaciones de conservador o racista por criticar al Islam, llamando ignorantes a los que lo hacían. Para Bueno, ateo convencido, la idea de que criticar al Islam es de derecha es absurda por el mero hecho de que todas las generaciones de izquierda definida han criticado la religión y se han opuesto a todo proyecto político religioso (todo proyecto que no separe la religión del Estado). Otro argumento suyo es que Mahoma jamás recibió revelación alguna de Dios por el arcángel Gabriel, sino que Mahoma entró durante su estancia en La Meca en contacto con cristianos arrianos expulsados de Bizancio, los cuales explicaron a Mahoma sus teorías de la no-divinidad de Jesucristo y su consideración del mismo como mero profeta de Dios. De ahí sacó Mahoma sus ideas que le llevaron a la creación del Islam. Para Bueno, la idea de Dios en el Islam, y también en el judaísmo, es la idea del Acto Puro de Aristóteles.

Bueno, en su ateísmo fuerte, no sólo niega la existencia de Dios, sino que critica la idea filosófica de Dios como contradictoria, insustancial y absurda.

Forma parte del Patronato de Honor de la Fundación para la Defensa de la Nación Española desde el 22 de marzo de 2006[1]​ (DENAES) que tiene por objeto la pretensión de recuperar e impulsar desde la sociedad civil el conocimiento y la reivindicación de la nación española.

Bibliografía


Bibliografía sobre el Materialismo Filosófico como Teoría de la Literatura

Una bibliografía completa puede encontrarse aquí:

Véase también

Materialismo

Materialismo cultural

Enlaces externos


Notas