Diferencia entre revisiones de «Himen»

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Se han dado casos de mujeres embarazadas que llegan a la sala del parto con el himen intacto, por lo que el médico tiene que rasgarlo para facilitar el nacimiento del bebé.
Se han dado casos de mujeres embarazadas que llegan a la sala del parto con el himen intacto, por lo que el médico tiene que rasgarlo para facilitar el nacimiento del bebé.
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== Relación del himen con la virginidad y con el abuso sexual ==
== Relación del himen con la virginidad y con el abuso sexual ==

Revisión del 23:29 12 jun 2009

El himen es una capa delgada y frágil de tejido en el interior de los genitales femeninos.

Formación del himen

Al principio, durante el desarrollo fetal, no hay una apertura vaginal. La delgada capa que cubre la vagina se abre parcialmente antes del nacimiento.

El tamaño y forma varía mucho de una mujer a otra. Al nacer, la mayoría de los bebés de sexo femenino no tienen himen, ya que el tejido se divide completamente, estando aún en la matriz. En algunas ocasiones esto no sucede, y las niñas nacen con un himen no perforado (himen septado). Se ha demostrado recientemente, contra lo que se creyó durante mucho tiempo (véase mito), que la mayor parte de las mujeres no tienen ninguna membrana ni ninguna otra estructura anatómica que les produzca dolor ni sangrado durante la primera relación sexual.

El médico partero suele examinar las condiciones de la vulva de la recién nacida para confirmar que su himen se encuentra en perfecto estado. Si la niña nace con el himen cerrado y éste permanece así hasta la primera menstruación (algo no muy común), es posible que la menstruación no fluya libremente fuera del cuerpo, lo que puede resultar doloroso y tener complicaciones que incluso requieran de una intervención quirúrgica.

Antes de la pubertad, los tejidos de la vulva son generalmente muy frágiles y delgados. Cualquier actividad que someta estos tejidos a una gran tensión puede estirar y por tanto lastimar el himen. Así, se da el caso de que muchas jóvenes dañan o dilatan su himen al efectuar actividades físicas como deportes, montar a caballo, insertar o quitar tampones o al masturbarse. Una muchacha puede no ser consciente de que esto ocurre, sobre todo si no hay sangre o dolor durante el evento.

En algunas mujeres el himen se rompe en más de una ocasión. Incluso algunos son lo suficientemente elásticos para permitir que la vagina sea penetrada sin que el himen se desgaste. Esto suele ocurrir si la dilatación vaginal se produce gradualmente con los dedos o con otros objetos durante un período extenso de tiempo.

Se han dado casos de mujeres embarazadas que llegan a la sala del parto con el himen intacto, por lo que el médico tiene que rasgarlo para facilitar el nacimiento del bebé.

Relación del himen con la virginidad y con el abuso sexual

El que exista o no himen no es un indicativo exacto de que una chica siga siendo virgen (es decir, que haya tenido o no relaciones sexuales). No se puede verificar, con un simple examen físico, si una adolescente o mujer ha tenido coito o alguna otra experiencia sexual. Dado que, como ya se afirmó, pocas mujeres nacen con una membrana en el interior de su vagina, no puede afirmarse entonces que la ausencia de himen sea el indicio de que la mujer haya tenido relaciones sexuales. Sólo un 50 por ciento de las mujeres tienen sangrado la primera vez que las tienen, por lo que unas sábanas manchadas de sangre tampoco indican de forma fiable que la mujer haya tenido relaciones por primera vez.

El himen no desaparece por arte de magia cuando algo se inserta en la vagina. Puede estirarse sin romperse, o bien rasgarse. Por ejemplo, si una adolescente se introduce dos dedos en la vagina durante la masturbación, su himen puede rasgarse todavía al tener relaciones sexuales por vez primera, puesto que un pene suele ser más grueso que dos dedos. De igual manera, una mujer que haya tenido sexo vaginal puede tener restos de tejido del himen. Restos que no suelen causar ningún dolor durante el coito.

Al introducir juguetes en la vagina, al probar distintas posiciones durante el coito, o si la pareja actual de la mujer posee un pene de mayor grosor que los de sus parejas anteriores, el himen puede rasgarse de nuevo, o incluso puede rasgarse por primera vez.

Cuando un ginecólogo/a examina a chicas preadolescentes y adolescentes buscando evidencias de abuso sexual, buscará heridas o rasgados en el himen. Sin embargo, hay mujeres que nacen sin himen, y en tal caso será necesario buscar otros signos o señales de dicho abuso.

Tipos de himen

Hímenes considerados normales:

  • Labial
  • Semilunar
  • Franjeado o de herradura
  • Herradura franjeado


Hímenes anómalos:

  • Biperforado (con dos perforaciones)
  • Herradura obturada
  • Hipertrofiado (muy grande)
  • Imperforado (sin perforaciones)
  • Trifoliado (de tres pliegues)
  • Multifoliado (de varios pliegues)
  • Coroliforme (parecido a la corola de una flor)

Costumbres culturales relacionadas con el himen

A lo largo de la historia de la humanidad, la conservación del himen ha tenido mayor o menor importancia según la cultura a la que se pertenezca. En América, en el imperio inca, para las runas (hombres y mujeres de baja escala social) no tenía la menor importancia. Por el contrario, el hecho de perderlo era síntoma de que la mujer era deseada y, si llegaba a tener un hijo, confirmaba su fertilidad y se convertía en una mujer cotizada entre los runas varones. En la nobleza, en especial entre las consagradas al dios inti (vírgenes del sol), la conservación de la virginidad (himen) era primordial.

En varias culturas africanas aún se practica la infibulación a las niñas entre los 2 y los 8 años de edad, como manera de preservar el himen y la virginidad de las mujeres. La operación es realizada por una curandera o partera, sin anestesia, y consiste en una ablación (la llamada clitoridectomía), seguida por un cierre vaginal permanente. Solamente se deja una pequeña abertura para la emisión de orina y de sangre menstrual. La vulva se abre con un cuchillo inmediatamente después del matrimonio o antes de un parto.

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