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La '''tragedia''', cuya etimología deriva de la palabra [[Idioma griego|griega]] ''τράγος'' /"Trágo Dia "/, es decir, [[macho cabrío]], apelativo que se daba al dios [[Dionisos]], es una forma [[dramática]] cuyos personajes protagonistas se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el universo o los dioses, moviéndose siempre hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la [[fatalidad]], el sino, el [[hado]] o ''fatum'', anunciado siempre por diversos oráculos. Las tragedias han de acabar generalmente en la muerte o en la destrucción física, social, intelectual o moral del personaje principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente o ''[[hybris]]''. También existen las tragedias de [[sublimación (psicología)|sublimación]], en la que el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la admiración del espectador, como es el caso de [[Antígona]] de [[Sófocles]].
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La tragedia nació como tal en Grecia con las obras de [[Tespis]] y [[Frínico]], y se consolidó con la tríada de los grandes trágicos del clasicismo griego: [[Esquilo]], [[Sófocles]] y [[Eurípides]]. Las tragedias clásicas se caracterizan por generar una [[catarsis|catársis]] en el espectador.



Revisión del 20:57 21 abr 2009

La tragedia, cuya etimología deriva de la palabra griega τράγος /"Trágo Dia "/, es decir, macho cabrío, apelativo que se daba al dios Dionisos, es una forma dramática cuyos personajes protagonistas se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el universo o los dioses, moviéndose siempre hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el sino, el hado o fatum, anunciado siempre por diversos oráculos. Las tragedias han de acabar generalmente en la muerte o en la destrucción física, social, intelectual o moral del personaje principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente o hybris. También existen las tragedias de sublimación, en la que el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la admiración del espectador, como es el caso de Antígona de Sófocles. La tragedia nació como tal en Grecia con las obras de Tespis y Frínico, y se consolidó con la tríada de los grandes trágicos del clasicismo griego: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Las tragedias clásicas se caracterizan por generar una catársis en el espectador.

Historia

Grecia una representación teatral

La primera tragedia latina la compuso Livio Andrónico y se representó en Roma en el año 54 de su fundación en tiempo del consulado de C. Claudio Cento y M. Sempronio, unos ciento sesenta años después de la muerte de Sófocles y Eurípides y doscientos veinte años antes de la de Virgilio.

Melpómene, una de las nueve musas, es considerada como la diosa o numen de la tragedia. Su nombre deriva del griego yo canto. Se representa ricamente vestida, de aspecto grave y serio y calzando el coturno. Tiene en una mano cetros y a los objetos elevados o heroicos que ella trata, y en la derecha un puñal ensangrentado. Otras veces, ese le da una maza o clava para indicar la tragedia en los tiempos heroicos en los cuales estaba en uso este arma. En pos de ella, se la figura algunas veces con el Terror y la Piedad.

Aparte de los citados autores romanos, las diez tragedias

Tiempos modernos

Entre los modernos no reapareció la tragedia hasta la época del Renacimiento y aun por traducciones o imitaciones de la antigüedad. Cierto que se encuentran algunos ensayos en lengua vulgar, sobre todo, en Grecia, desde los siglo XIII al XVI pero es indudable que la primera tragedia regular es Sofonisba, compuesta por Trisino y representada en Roma en 1515. En 1552, el poeta Jodelle, el primero en Francia, hizo representar la tragedia de su invención Cleopatra cautiva. Roberto Garnier, Hardy Durier, Mairet y su ejemplo hasta que en 1635 apareció Corneille, con su primera tragedia Medea, siguiéndole después Racine que elevó a la perfección el restaurado género. Entre los autores modernos que más se han distinguido en la tragedia hay que citar:

Partes de la tragedia griega

Aristóteles en su Poética señala que las partes de la tragedia se dividen en prólogo, episodio, éxodo, y la parte del coro que se divide a la vez en párodo y estásimo . El prólogo, precede al párodo del coro. Después viene siete episodios entrelazados por cada estásimo para concluir con el éxodo, intervención del coro que no es cantado. En cuanto estásimo, es un canto de coro sin anapesto ni troqueo.

  1. Prólogo: Según Aristóteles es lo que antecede a la entrada del coro. Las características generales son: se da la ubicación temporaria y se une el pasado del héroe con el presente; pueden participar hasta tres actores pero sólo hablan dos y el otro está mudo o puede ser un monólogo. Se le informa al espectador el por qué del castigo que va a recibir el héroe y en esta parte no interviene el coro.
  2. Párodos: cantos a cargo del coro durante la entrada por el párodo izquierdo presidio por un flautista. En estas parte se realiza un canto lírico, se dan danzas de avance y retroceso; se utiliza el dialecto ático (más adecuado a los cantos corales debido a su musicalidad).
  3. Episodios: pueden ser hasta cinco, hay diálogo entre el coro y los personajes o entre personajes; es la parte más importante por ser la dramática por excelencia y expresa el pensamiento e ideas del personaje. Dentro de los episodios se pueden encontrar los agones, lo cuales son pasajes en los que el protagonista sufre.
  4. Estásimo: es la parte lírica-dramática donde el autor expresa sus ideas políticas, filosóficas, religiosas, etc.; hay de tres a cinco, es la segunda entrada del coro y en esta parte no danza. Los episodios son siempre separados por los estásimos. Estos mismos pueden estar divididos en estrofas y antiestrofas, las cuales son siempre pronunciadas por el coro, aunque en la tragedia griega antigua, las antiestrofas eran dichas por Corifeo (un representante del coro)
  5. Éxodo: es la parte final de la tragedia, hay cantos líricos y dramáticos, el héroe reconoce su error y es castigado (a veces con la muerte) por los dioses, sufriendo el pathos y muchas veces convirtiéndose en el pharmakon (el remedio para el mal). Es aquí donde aparece la enseñanza moral. El éxodo como los estásimos son siempre dichos por el coro o Corifeo.[1]

Referencias

  1. Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)

Véase también