Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Cilleros»

Contenido eliminado Contenido añadido
Deshecha la edición 31539945 de 83.63.156.155 (disc.)
Deshecha la edición 31539796 de 83.63.156.155 (disc.)
Línea 132: Línea 132:
*[[Fernando Morientes]], futbolista (Zaragoza, Real Madrid, Valencia, Olimpic de Marsella, etc).
*[[Fernando Morientes]], futbolista (Zaragoza, Real Madrid, Valencia, Olimpic de Marsella, etc).
*'''Fernando Gamero''', vocal del grupo musical Malandanza.<ref>[http://www.malandanza.es/ Malandanza]</ref>
*'''Fernando Gamero''', vocal del grupo musical Malandanza.<ref>[http://www.malandanza.es/ Malandanza]</ref>
*'''Fernando Cordero''', autor del blog "Cilleros ni más ni menos". www.cillerosnimasnimenos.blogspot.com
Fernando Cordero, autor del blog "Cilleros ni más ni menos". www.cillerosnimasnimenos.blogspot.com


== Notas ==
== Notas ==

Revisión del 09:03 18 nov 2009

Cilleros
municipio de España y villa

Escudo

Cilleros ubicada en España
Cilleros
Cilleros
País  España
• Com. autónoma  Extremadura
• Provincia  Cáceres
• Comarca Sierra de Gata
Ubicación 40°06′57″N 6°47′46″O / 40.115833333333, -6.7961111111111
• Altitud 437 m
Superficie 208,2 km²
Población 1897 hab. (2023)
• Densidad 9,11 hab./km²
Gentilicio cillerano
Código postal 10895
Alcalde (2007) Victoria Eugenia Toribio Martín (PSOE)
Patrón San Blas
Patrona Virgen de Navelonga
Sitio web www.ayuntamientodecilleros.es
Panorámica de Cilleros.

Cilleros es un municipio de España, en la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. Cilleros se encuentra situado al noroeste de la provincia de Cáceres, ubicado al abrigo de la Sierra de Santa Olalla, en la comarca de Sierra de Gata. Cuenta con unos 2.000 habitantes y uno de los términos municipales más extensos de la provincia, con un total de 208,94 km cuadrados; la población se encuentra en las estribaciones del Sistema Central, a una altitud de 437 metros sobre el nivel del mar, en las coordenadas de longitud 006°47'29"O y latitud 040°06'50"N, a 98 Km de la capital cacereña, 162 Km de Salamanca, 300 Km de Madrid y a 325 Km de Lisboa. Limita al norte con los términos de Valverde del Fresno y Villamiel, al este con los términos de Hoyos, Perales del Puerto y Morleja, al sur con Vegaviana y Zarza la Mayor, y al oeste con Portugal.

Cilleros se encuentra, flanqueando un puerto de montaña, a medio camino entre las llanuras y vegas de la margen derecha del Alagón y las estribaciones meridionales de la Sierra de Gata al abrigo de la Sierra de Santa Olalla, en una cuota aproximada de 458 metros. Las altitudes varían sensiblemente de unos lugares a otros, desde los más de 850 metros en las cumbres de la Sierra de Santa Olalla hasta apenas los 250 metros sobre el nivel del mar en las vegas del terreno de regadío. Todo esto determina una interesante variedad de climas locales y paisajes, que a su vez condicionan la distribución de la flora y la fauna.

Al norte del término, se encuentra de este a oeste, la sierra de Santa Olalla, con cumbre en Los Lameros, a 852 metros; y la sierra del Campete, con las cumbres Cabezo de Villalba a 639 metros y la cumbre del Cuartino a 529 metros. En el suroeste aparece la sierra de Valdecaballos, con la cumbre del Caballo a 621 metros, y la sierra de la Garrapata con 517 metros de cumbre. Tanto en el este como en el oeste se extiende una penillanura en torno a los 400 metros de altitud y al sur-este un terreno de valles y regadío.


Clima

Hay dos factores que determinan el clima de Cilleros: el carácter mediterráneo y la continentalidad. El clima mediterraneo es común en toda la geografía extremeña por la prolongada ausencia de precipitaciones en el periodo veraniego, que abarca casi desde mediados del mes de Mayo a los primeros días de Octubre; algunos años se ve interrumpida esta larga sequía por tormentas ocasionales que aportan cierta humedad al ambiente en muy escasos días. El resto del año participa de un régimen continental moderado pero en el que se manifiesta una cierta influencia atlántica, ya que la ausencia de relieves montañosos en el oeste, facilita la entrada de aire húmedo del sudoeste, moderando en parte la continentalidad y haciendo que el régimen pluviométrico se eleve por encima del resto de la Meseta Central española, al tiempo que participa más del carácter otoño-invernal que del otoño-primaveral.

El régimen de las precipitaciones se reparte en las tres cuartas partes del año, excluyendo el periodo seco de la estación veraniega. La pluviometría media de Cilleros se situa en torno a los 1.200mm (litros/mcuadrado), frente a los poco más de 500mm de media en la Comunidad Extremeña, lo que le permite disfrutar de un clima húmedo durante gran parte del año. Las precipitaciones en forma de nieve no son frecuentes, aunque tampoco desconocidas, casi todos los años nieva, aunque no cubra el suelo ni cuaje.

La temperatura media anual se situa entre los 13° y 14° C. El mes más frío corresponde a Enero, y los más calurosos se ponen de manifiesto casi sin interrupción desde los primeros días de Junio, prolongándose, salvo excepciones, a los últimos días de Septiembre, con valores mínimos por debajo de los 0° C en invierno y máximos por encima de los 40° C en verano. La mayoría de las heladas lo son por irradiación y bajo condiciones de tiempo anticiclónico fuertes, descendiendo porcas veces por debajo de -5° C.


Historia

La zona muestra un poblamiento muy intenso desde época prehistórica, del cual subsisten algunos vestigios de emplazamientos defensivos en sitios estratégicos -"El Castillejo", Valdecaballo, Santa Olalla-. De época romana pueden encontrarse hallazgos que son testimonio de la ocupación agrícola de este territorio, a caballo de dos importante núcleos urbanos, Caurium (Coria) y Egitania (ldanha-a-Velha, en Portugal).

Tumbas en roca.

Posiblemente el origen de la población actual se produce a partir de 1237, fecha en la que Alfonso IX otorga a Salvaleón el mismo fuero que Coria, apareciendo Cilleros como uno de los lugares de su alfoz o territorio dependiente, asociado a la Orden de Alcántara. De la arqueología altomedieval perviven las tumbas talladas en la roca, con algún conjunto significativo sobre granitos. El nombre Cilleros significa silo o granero, lugar donde se almacenaban las primicias del diezmo. Dicho diezmo se recogía en el lugar que se designa con el nombre de Pósito", según consta en la "Crónica General de la Orden de Alcántara", de Torres y Tapia.

En 1.591 y siguiendo el Censo de la Corona de Castilla, el lugar de Cilleros, que sigue bajo la tutela de la Orden de Alcántara, albergaba una población de 2.457 habitantes, la mayoría pecheros. Durante las guerras con Portugal, entre 1640 y 1668, el término de Cilleros fue escenario de distintas escaramuzas, dada la amplitud de su tramo fronterizo, y la propia villa dispuso de algunas fortificaciones cutos ecos perviven en los nombres de algunas calles y lugares -El Fuerte, La Muralla-. Ya en el siglo XVIII cabe destacar el Censo de Floridablanca en el que Cilleros, perteneciente al Partido de Alcántara, con un total de 1733 habitantes, de los cuales noventa y seis son hidalgos, la cifra más elevada del conjunto comarcal serragatino. Según Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX Cilleros poseía una población de 2.520 habitantes, con un total de cuatrocientos veintidós casas en el conjunto urbano. La vocación agrícola del término, esencialmente cerealista y olivarero, queda patente por la existencia de 12 lagares de aceite y 4 molinos harineros.

Dicha economía agrícola se mantiene en la actualidad, con parte del término como superficie de regadío con cultivos como maíz, pimientos, tomates etc., además de los terrenos en secano, esencialmente como pastizales y cercados, además de pinos, eucaliptos y algunos robledales en la Sierra de Santa Olalla. Se mantiene una cabaña ganadera importante. Dentro del resto de cultivos podemos destacar también el olivar, en explotaciones de carácter minífundista, que da origen a un aceite de renombrada fama. Un producto local de excepcional calidad es el vino, elaborado en bodegas famillares de manera artesanal.


Patrimonio Histórico

Entre las sierras de Santa Olalla y del Campete, entre el granito y la pizarra, entre el roble y el pino, se encuentra la localidad de Cilleros. En su casco urbano aún se pueden apreciar múltiples casas de vieja construcción mediante sillares graníticos, rematados por amplias balconadas de madera. Viejos escudos heráldicos adornan algunas de sus fachadas, hablándonos de la historia de antiguos propietarios; otros, como el de la Inquisición, de viejas instituciones. Destacan las calles de Las Parras y El Viñal con sus "torreones", escaleras exteriores de acceso a la vivienda con enormes peldaños de granito.

Ayuntamiento de Cilleros.
Torre Campanario.

La Casa Consistorial o Ayuntamiento, antes era un antiguo caserón ubicado junto a la Plaza Mayor, ahora Plaza de San Blas, es un edificio del siglo XVI, construido en piedra berroqueña, situado en el centro histórico de Cilleros. El alzado de la fachada del Ayuntamiento consta de dos plantas delimitadas por la balustrada de hierro. La planta baja presenta tres vanos con arcos de medio punto cerrados por unas verjas de hierro forjado. Presenta un lóbrego calabozo en el sótano, cubierto por una cúpula con cañon de ladrillos. Sobre la planta superior un friso en forma de gola; y finalmente, coronando el edificio, un blasón de los Borbones del siglo XVIII, debajo de él, una figura animalística que representa un cerdo como en otros pueblos de la zona, a diferencia del Toison de oro de los Borgoñones que lleva un cordero. Al lado del Ayuntamiento se encuentra la Torre Campanario o Espadaña de tres vanos de medio punto, datada del siglo XVI. Se accede por una escalera de piedra, cuyo primer tramo es recto y el segundo en forma de espiral, entre ambos se situa la pequeña puerta de hierro que clausura la torre. En la parte superior se ubican cinco campanas, las dos mayores al frente, dos de menor tamaño en la parte trasera y una en la parte superior, que era la que marcaba las horas del antiguo reloj de la torre; también existe un pequeño recinto tejado con ventana hacia el este. En la parte superior del frontón anidan dos parejas de cigueñas, que culmina con una vetusta veleta.

Palacio de los Bacas.
Ermita del Carmen.

Otro de los edificios a destacar en la localidad es la Casa Grande o Palacio de los Bacas, que se encuentra detrás del Ayuntamiento. Edificio de tres plantas de claro estilo renacentista, sus vanos rematados en cantería resaltan en la fachada que esta enlucida y encalada. Popularmente es denominada la "Casa Grande". Según cuenta la leyenda local, el enorme edificio tiene tantas puertas y ventanas como días el año; se presume su construcción por asuntos de enamoramientos. Cuentan que un joven cillerano enamorado de una joven mañega la pidió en matrimonio. Está le contesto que tan sólo se casaría con él cuando le construyese una casa con tantas puertas y ventanas como dias tuviese el año y así fue el joven sin posibles; marcho a las Américas e invirtió todo su dinero en la construcción de esta hermosa mansión.Pero la muchacha se cansó de esperarle y se casó con un viajante que luego la abandono y al joven al que nos referimos en la historia tuvierón que pagarle los cilleranos el entierro porque se arruinó. Frente a este palacio, se encuentra la Ermita del Carmen, datada en el siglo XVI. Se accede a la puerta principal por una escalinata de piedra aunque también tiene una puerta lateral con salida a la plaza de San Blas. El edificio consta de una sola nave con fábrica de mampostería, dividida por un arco de cantería; la parte superior se encuentra coronada por una pequeña campana y veleta. En el interior se encuentra un retablo neogótico de principios del siglo XX, presidido por una imagen de Nuestra Señora del Carmen en talla policromada de finales del siglo XVII, al lado derecho una imagen policromada de San Vicente de Paul y al izquierdo una talla de San Antonio, del siglo XV. En la parte posterior de la nave se encuentran las imágenes de la Inmaculada Concepción y del Sagrado Corazón de Jesús.

Iglesia de Nª Sª de los Apóstoles.
Ermita de San José.

Como un monumento inacabado de sueños imaginarios se levanta la Iglesia de Nuestra Señora de los Apóstoles. El edificio tiene dos partes: la esbelta capilla mayor, construida desde mediados del siglo XVI con piedra sillar y cubierta con bellas crucerías. Pedro de Ybarra trazaría el ábside -rematado en la década de 1580- hacia 1550, y en él trabajaba en 1574 el cantero Francisco Hernández. Guarda la parroquia un bonito retablo mayor del siglo XVIII: preside su hornacina principal una vetusta Virgen sedente con el Niño en brazos (s. XIII) y en otro nicho se ve una Virgen del Carmen del siglo XVIII. Merece destacarse la magnífica escultura de San Pedro, contratada por el gran escultor andaluz Juan Martínez Montañés, en el año 1641; Fue encargada por Francisco Cordero, un vecino de Cilleros, al escultor en agosto de 1641. En 1956 el especialista montañesino Hernández Díaz la identificó, salvándola del olvido y de una posible pérdida o destrucción; poco después encontró el documento del encargo. Esta imagen es idéntica a la que Montañés labró para el retablo de San Miguel en Jerez de la Frontera inaugurando una nueva línea en el trazo del personaje. Al oeste de la iglesia se encuentra la Ermita de San José, en construcción de una sola nave, del año 1619, con vanos en cantería y el resto de piedra enlucida. La cabecera tiene dos alturas, rematada en cúpula abierta, que ayudada por un tragaluz orientado al oeste permiten disfrutar de gran cantidad de luz natural. El interior presenta un bello retablo barroco, presidido por la figura de San José acompañado del Niño, y custiados a izquierda y derecha por Santa Ana y San Joaquín respectivamente.

Museo Etnográfico.
Calle Viñal.

El proyecto de la Casa Museo Etnográfico de Cilleros nació en el año 1994, en el seno de la Asociación para la Conservación del Patrimonio Histórico-Artístico y Cultural de Cilleros con el apoyo económico del Ayuntamiento y Adisgata a través de la iniciativa Leader. En la Casa-Museo se expone la vida cotidiana de una familia de agricultores acomodados que viven de sus actividades agrícolas y ganaderas y no emplea mano de obra ajena. Se intenta reconstruir la vida rural de los años cuarenta y cincuenta en Cilleros y por extrapolación en Sierra de gata, antes de la mecanización de la agricultura y la introducción de diversos hábitos de consumo y producción en la economía familiar produjesen notables cambios. Para ello la casa-Museo se ha valido de la decoración campista de las salas correspondientes a su uso original con elementos representativos de ésta época, y que en un número que sobrepasa los mil, han sido donados por los propios vecinos del pueblo. Paseando por las calles de Cilleros se pueden contemplar sus viejas casas de grandes sillares de granito y balcones de madera, algunas de ellas, con las antiguas escaleras exteriores de granito de acceso a las vivienda que llaman torreones. Se denomina así a las antiguas escaleras exteriores de acceso a la vivienda con enormes peldaños de granito, que permitian a los inquilinos acceder desde la propia calle a la primera planta del edificio. La utilización de los torreones viene condicionada fundamentalmente por la estrechez de las viviendas, al situar las escaleras en el exterior se ganaba espacio en la planta inferior, normalmente dedicada como cuadra o bodega. Estos torreones proporcionan asiento permanente, sobre todo en las calurosas noches de verano, cuando los vecinos se reunen al sereno para charlar y apaciguar el calor.

Ermita de Navelonga.
Ermita de la Peña.

La Ermita de Nuestra Señora de Navelonga, que alberga a la Patrona, -a la que el pueblo de Cilleros desde hace siglos venera como patrona e intercesora- se encuentra a unos dos kilómetros del casco urbano, a los pies de la ladera suroeste de la Sierra de Santa Olalla. La ermita es amplia y su única nave se alzaría en el siglo XVI mientras que la cabecera, culminada por cúpula, y la hospedería aneja son de mediados del siglo XVII (1655-1660), según documentan varios epígrafes. En la década de 1790 se añadieron los pórticos laterales. El retablo mayor es del siglo XVIII. Sobresale la marmórea talla del Padre Eterno (s. XVI). Y unos kilómetros más hacia el este, se encuentra la Ermita de la Virgen de la Peña, en el punto en que se juntan los términos municipales de Cilleros, Hoyos y Perales del Puerto. Cuentan que hace años, los tres pueblos veneraban la imagen de la Virgen y a todos les gustaba orientarle la vista hacia su propia localidad, surgiendo pequeños conflictos al respecto. Finalmente, los peraliegos la bajaron a su pueblo y la nombraron su patrona, desde entonces reside en Perales del Puerto. La ermita está en estado ruinoso y de abandono; se conserva la cabeza, con muros construidos con cantería de granito ayudados por cuatro contrafuertes, la bóbeda de piedra y adobe, y posee un pequeño tragaluz orientado al sur. De la nave se conservan parte de los muros, de un tamaño similar a la cabeza, posee dos puertas, orientadas al sur y al oeste


Nuestras Fiestas

San Blas.
Romería de Navelonga.

La apacible y sosegada vida de Cilleros queda rota los días 3 y 4 de febrero, en los que se celebran las fiestas del Patrón del pueblo: San Blas. El ruido de las escopetas acompaña al Santo en su recorrido por las calles del pueblo y el vino se degusta en abundancia. Según recogen distintas crónicas, a principios de siglo la fiesta comenzaba en la víspera del día 3 de febrero por la tarde. Anteriormente, en la tarde del día 2 de febrero -día de las Candelas- se celebraba un certamen cabalgata conocido con el nombra de "Ensabaná". Previamente el mayordomo había organizado una cacería cuyo producto se destinaba a surtir de carne para todo el pueblo el día 3 de febrero. Este acto se conocía con el nombre de "La Función". No olvidemos que como preludio a la fiesta, durante todo el mes de enero el mayordomo, por el hecho de serlo, contraía con los vecinos la obligación de servir perrunillas y vino o aguardiente a cuantos pasaran por su puerta cantando a San Blas, fuera la hora que fuera. Esto se conocía como "La Convidá", que ponía a prueba la generosidad y hospitalidad del mayordomo por los mozos en quinta y otros vecinos vocingleros. Tanto la Convidá como la Función suponía para el mayordomo un gran esfuerzo económico que le obligaba a recurrir a la ayuda de sus parientes. El día 3 de febrero hacia las once de la mañana se celebra la misa y la procesión. En ella el Santo es homenajeado por los escopeteros con repetidas salvas de honor a la salida y a la entrada de la Iglesia y en cada una de las esquinas de las calles. Tras la procesión se celebraba en los olivares cercanos el tiro al gallo. Existe un romancero o cancionero que glosa diferentes incidentes sobre la actuación de los mayordomos en la fiesta de San Blas. Constituye una tradición que se trasmite oralmente de generación en generación y es utilizado por los Cilleranos como rasgo de identidad. Este cancionero, a pesar de ser profano y cantarse en tabernas y calles en tono festivo y burlesco, suele usarse durante la celebración religiosa y procesión. El tono burlesco y de escarnio con que el cancionero trata a la figura del Mayordomo, parece ser la causa de que la mayordomía se ejerza anónimamente desde hace más de medio siglo, y de que en otros casos la ejerza el Ayuntamiento.

Existen numerosas tradiciones y leyendas locales ligadas a la Virgen de la Navelonga y al Santuario del mismo nombre que perviven en la memoria de los Cilleranos. Demos crédito o no a esos relatos, el hecho es que la Virgen de Navelonga está muy dentro del corazón de todo Cillerano, existiendo una gran manifestación de fe hacia ella, como se confirma cada año el primer domingo después de Pascua de Resurrección que, en honor a la Virgen de Navelonga, se celebra una Romería multitudinaria.

Semana Santa.
Festejos de verano.

La Semana Santa cillerana se asemeja a las de cualquier población española, con ritos religiosos y salida de pasos procesionales desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, teniendo gran relevancia también los del Jueves y Viernes Santo.

Durante los cuatro días que transcurren entre el 12 y el 15 de Agosto se celebran los Festejos de Verano en honor a la Virgen; el día más importanle es lógicamente el 15 de Agosto. Se trata de unos festejos con una gran participación puesto que coincide con la época veraniega, en la cual, multitud de emigrantes cilleranos regresan a su pueblo aprovechando las vacaciones estivales.

Otro festejo que siempre se ha celebrado de forma especial es la festividad del Carnaval. Con tres días de duración, da comienzo el Domingo de Carnaval y finaliza el Miércoles de Carnaval, que además, es el día más importante de los tres. Como acto oficial, tiene lugar un desfile o pasacalles de las personas y grupos disfrazados a ritmo de la música de la charanga, otorgándose premio a los mejores disfraces. Finalizado el Carnaval, el miércoles se celebra el Entierro de la Sardina. Los cilleranos ataviados con ropas negras en señal de luto, acompañan entre llantos y sollozos a la Sardina en Procesión por las calles del pueblo.


El Vino de Cilleros

Entrada a la población.

Con el nombre Ceda vini, ya se designaba a la actual villa de Cilleros en tiempos del Imperio Romano, lo que da ya una idea de los buenos caldos que en esta localidad se producen.

Con el inicio de las obras del Escorial, en 1563, los canteros que trabajaban en la Iglesia de Nª Sª de los Apóstoles tuvieron que marchar a trabajar en la obra, por lo que quedó inacabada; la alabanza que estos canteros hicieron de los vinos de Cilleros y la Comarca, hizo que el propio Rey, Felipe II, mandara pedir vino a Cilleros.

Actualmente, todavía quedan bodegones familiares donde se elabora el vino artesanalmente y tabernas donde se puede saborear, siguiendo la tradiciones de antaño, un vino 100% natural que no tiene más ingrediente que el zumo de la uva y la paciencia, el tiempo dirá si sale buen vino o sale buen vinagre.

A finales del año 2000, se fundó la primera cooperativa de vinos comarcal, la bodega "Vinos Sierra de Gata". Con un brillante futuro y una apuesta fuerte por el sector del vino son más de 400 viticultores los que se han embarcado en este proyecto, avalados por la tradición de cientos de años de sus gentes y una materia prima de excelente calidad, sobradamente conocida por Felipe II, Carlos I, y mencionados por Miguel de Cervantes en sus libros.


El Aceite de Cilleros

Denominación de Origen Gata-Hurdes.

El Olivar de la variedad Manzanilla Cacereña es parte importante del paisaje de Cilleros y de su cultura, multitud de almazaras han existido a lo largo de los siglos. La calidad del aceite que se produce tanto en Cilleros como en el resto de la Comarca de Sierra de Gata dio lugar a que la llamasen "el país del aceite del oro". Actualmente, la nueva etapa productora bajo el sello de origen y calidad de una Denominación está siendo muy positiva por los premios regionales y nacionales que obtienen los aceites y que confirman que la Manzanilla Cacereña sigue ofreciendo una calidad inigualable. Las características organolépticas que le diferencian son sus excelentes frutados, el bajo amargor o su ausencia y muy poco picante. Es por tanto afrutado y suave. El color es amarillo oro, cuando el fruto está maduro. Puede haber presencia de tonos verdosos si el aceite ha sido obtenido de aceitunas recolectadas antes o durante el envero. En las características físico-químicas se observa que es un aceite denso, con un perfil de ácidos grasos peculiar: Relaciones altas de Insaturados/Saturados y, a su vez, de Oleico/Linoléico, con un porcentaje de ácido oleico generalmente por encima del 75%, le distinguen perfectamente. Destaca también su alta estabilidad al enranciamiento.


Cilleranos por el mundo

  • Fray Alonso de Cilleros, que murió en Arroyo de San Serván en 1622 en olor de Santidad.
  • D. Felipe Alvarez de Sotomayor,[1]​ (1803-1870), Mariscal de Campo, dos Cruces de 1ª Clase de la R. y M. Orden de San Fernando, 1838 y 1839.
  • Darío Bacas (1845-1913), ingeniero naval, inventor del Goniobarímetro.
  • Bonifacio Montero, a finales del siglo XIX, se dedicó por largo tiempo, prácticamente toda su vida, a fabricar falsos libros de tesoros.
  • José Luis Rodríguez Plasencia, autor de la Gran Enciclopedia del Disparate.
  • Fernando Morientes, futbolista (Zaragoza, Real Madrid, Valencia, Olimpic de Marsella, etc).
  • Fernando Gamero, vocal del grupo musical Malandanza.[2]

Fernando Cordero, autor del blog "Cilleros ni más ni menos". www.cillerosnimasnimenos.blogspot.com

Notas

Enlaces externos

Enlaces externos