Eduarda Damasia Mansilla Ortiz de Rozas de García (1834 - 1892) fue una escritora y periodista argentina del siglo XIX, precursora en su género, cuya obra transcendió el ámbito nacional mereciendo el privilegio de ser traducida a otros idiomas. Es una de las primeras mujeres argentinas que logra consideración por su labor literaria.
“No la olvides nunca. Es una mujer de talento extraordinario, un alma exquisita………Resume en su mente el vigor de Madame de Staël, el estilo de Jorge Sand y la fantasía creadora de la Condesa de Pardo Bazán".
"Eduarda ha pugnado como mujer diez años por abrirse las puertas cerradas a la mujer, para entrar como cualquier cronista o reportero en el cielo reservado a los escogidos machos, hasta que al fin ha obtenido un boleto de entrada, a su riesgo peligro”
Por su parte, el poeta colombiano Rafael Pombo, dejó un bosquejo biográfico, prologando una de sus obras, en la que la recuerda diciendo, entre otras cosas:
“El cielo y la naturaleza han reunido efectivamente en la brillante personalidad de la señora de García las gracias y los dones que soliendo andar distribuidos de uno en uno, bastan a menudo para hacer la fortuna de quienes los poseen. Hay en ella un monopolio, que desmiente aquella consoladora teoría propalada por los necesitados y los feos, de que, según la constitución divina, dichos dones a semejanza de los cargos públicos y sus emolumentos, no son acumulables. Ella contradice igualmente la aserción de los naturalistas, de que las aves que mejor cantan son las de menos vistosa apariencia”
Su obra literaria
Portada de la obra de Eduarda Mansilla, titulada Creaciones publicada en el año 1883.
Sus obras abarcaron casi todos los géneros literarios, incursionando con verdadera en la novela, el drama, obras de teatro, ensayos filosóficos, artículos periodísticos de diversa temática y la crítica musical.
Su primera obra literaria, es una novela: El médico de San Luis editada en Buenos Aires en 1860 y firmada bajo el seudónimo de Daniel, lo que la convierte en la primera novelista argentina. Esta obra de urdimbre elemental, comienza a mostrarnos a una sagaz literata que describe ambientes con maestría –vida provinciana hacia 1860- y que diseña caracteres con la sapiencia de una experimentada escritora.
En el mismo año, nos regala otra novela: Lucía Miranda (dedicada al personaje femenino del fuerte de Sancti Spiritu, primer asentamiento europeo en Argentina), también firmada bajo el seudónimo de Daniel, que al ser reeditada en 1882, mereció el elogio del publicista estadounidense Caleb Chusing:
"Se ve que la obra es de un autor joven, pero que posee cualidades de invención y de imaginación, unidas a ese gran vigor de concepción y de descripción gráfica, que en tal alto grado distingue a la más madura obra de Pablo".
Posteriormente editó en París, una novela en francés titulada: “Pablo ou la vie dans les pampas”, que originariamente fue editada como folletín en la revista “L’artiste" y posteriormente en libro. La obra fue elogiada por Victor Hugo[1] a quién le impresiona la novela y le escribe cálidos elogios, expresando:
"Su libro me ha cautivado. Yo le debo horas cautivantes y buenas. Usted me ha mostrado un mundo desconocido.Escribe una excelente lengua francesa, y resulta de profundo interés ver su pensamiento americano traducirse en nuestro lenguaje europeo. Hay en su novela un drama y un paisaje: el paisaje es grandioso, el drama es conmovedor, Se lo agradezco señora, y rindo a sus pies mis homenajes"
Por su parte Edouard Laboulaye,[2] en una carta referida a la novela le expresa:
“ Vuestro Pablo me ha proporcionado uno de los goces más vivos que puede proporcionar un libro;me ha hecho vivir en un país que no he visto nunca, que probablemente no veré jamás; me ha hecho comprender sentimientos y pasiones que no tienen ni el mismo ardor ni el mismo aspecto bajo nuestro frío clima . En dos palabras vuestra novela, tiene un sabor completamente español y americano; vese en ella la Pampa, su inexorable serenidad durante el día, su animación durante la noche; Pablo, su amada y su madre despiertan verdadero interés; se vive con el Gaucho malo, y sale uno de la vida común y del fastidio de todos los días".
Otros calificados escritores franceses, elogiaron con entusiasmo esta obra, que algunos consideran como las más importante de Eduarda y que tiene la particularidad de ser la primera novela publicada por una escritora argentina en Francia en francés. Fue traducida al castellano por su hermano Lucio Victorio Mansilla y publicada en el diario La Tribuna en capítulos. Pese a no tener un conocimiento directa de la vida en las pampas, Eduarda trazó un paisaje histórico costumbrista de gran valía. Como expresa Noemí Vergara de Bietti: “Pese a su atavío francés y al lugar distante donde fue concebida, Pablo o la vida en las pampas, novela de asunto histórico y ambiente gauchesco es “apasionadamente argentina” el romance de la vida de nuestros campos en los días felices en que la autora respiraba el aire de su tierra. Nada revela el afán de esnobismo que pudiera presumirse en una novela sobre el país, escrita en otro idioma”.
Como nos dice María Rosa Lojo: “Si siempre se consideró a Una excursión a los indios ranqueles –1870 -, de Lucio Victorio Mansilla, como el texto precursor del Martín Fierro -1872- por la fuerte apuesta a favor de los “hijos de la tierra”, por la inclusión de episodios que prefiguran las desdichas de Fierro (los gauchos perseguidos que se asilan entre los indios y con los que dialoga el narrador), bien pude decirse que Eduarda se adelanta a su hermano en el género.
Continuó su obra literaria con Recuerdos de Viaje, «un libro excelente», según Sarmiento, «inspirado como los demás en una razón madura, un corazón joven, el sentimiento de lo bello y la solicitud de lo artístico»; posteriormente, encara una obra teatral de tono dramático, titulada: La Marquesa de Altamira luego, Creaciones una compilación de distintos intentos literarios, que comprende desde una comedia en un acto «simila similibus», hasta un par de cuentos fantásticos: El Ramito de romero y Dos cuerpos en un alma, que harían las delicias de Edgar Allan Poe y su última novela publicada en 1855, titulada Un amor.
Precursora de las letras argentinas y pionera en el género de Cuentos Infantiles
Junto a Juana Manso y Juana Manuela Gorriti, ostenta el privilegio de ser una de las primeras escritoras argentinas y pionera en el género de Cuentos Infantiles. Eduarda Mansilla da a conocer cuentos primera obra literaria del género cuentos infantiles publicada en la Argentina, que incluye siete cuentos infantiles, un relato supuestamente biográfico -"Tío Antonio"- y un artículo de costumbres -"Pascua"- sobre los festejos navideños en Estados Unidos y París. La propia Eduarda Mansilla, en el prólogo, se enorgullece de ser una de las pioneras de las letras argentinas para niños. La obra mereció un cálido elogio por parte de Domingo Faustino Sarmiento, quién le dedica un extenso artículo en el Nacional
Su trabajo periodístico
Colaboró con diversos medios periodísticos, utilizando su nombre o pseudónimos, tales como “Daniel” o “Alvar”. Sus escritos, se pueden encontrar en: “La Flor del aire”, donde escribía en la “Sección de Teatro”, en la Revista El Alba, La Gaceta Musical, El Plata Ilustrado -1871-1873 -, donde tenía a su cargo, la más femenina de las secciones: "Modas". En el mismo periódico, podemos encontrar sus artículos bajo el sugestivo título de "Hojas sueltas", donde plasmaba sus ideas en todo cuanto consideraba de interés y consideraba necesario verter su opinión: críticas de costumbres, juicios de carácter moral, reseñas sociales, descripciones de la ciudad, etc.
Su talento musical
Cultivó la música con pasión y perfeccionó sus conocimientos con los más grandes maestros de la época;
Antón Rubinstein, Charles Gounod, Jules Massenet y otros que formaban el círculo de sus amigos y ante ellos en Norteamérica y París y otras grandes capitales del viejo mundo dio muestras de sus conocimientos musicales.
Poseía una voz incomparable y ejecutaba piezas en piano con verdadera maestría. Cantaba en cuatro idiomas. Tenía gran amistad con Marietta Alboni, célebre contralto y con el tenor Enrico Tamberlick, al cual debe probablemente algo de su exquisito criterio lírico. Compuso varias obras para canto y piano y escribió muy interesantes críticas en La Gaceta Musical, primera publicación argentina dedicada a esta actividad artística.
En los últimos años, se han reeditado gran parte de sus obras, pese a que en su testamento Doña Eduarda, pidió expresamente que no se lo hiciera. Es loable que no se haya cumplido su voluntad, puesto que el cumplimiento de su deseo, hubiera privado de conocer la obra de una de las escritoras más importantes de la literatura argentina.
Su matrimonio, sus hijos, su familia
Contrajo matrimonio en la Iglesia de San Miguel de la ciudad de Buenos Aires, el 31 de enero de 1855 - Libro año 1855, folio 66 -, con Don Manuel Rafael García Aguirre, destacado jurista y diplomático argentino, hijo del estadista y diplomático Manuel José García, quién era un leal opositor de Rosas pese al parentesco de su mujer Doña Manuela Aguirre, con los Ortiz de Rozas. La prensa saludó el evento con el pomposo título de «la unión de Romeo y Julieta».
Sus hijos, Eduarda, Manuel José, Rafael, Daniel, Eduardo y Carlos, por expreso pedido de sus padres al morir Don Juan Manuel de Rosas, en 1877, unieron para siempre, los apellidos paterno y materno mediante un guion, conformando la familia hoy apellidada García-Mansilla, como un símbolo de la necesaria hermandad entre los argentinos. Son los únicos descendientes de la escritora en la actualidad.
Acompañando a su marido, recorrió las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos, lo que le permitió conocer la idiosincrasia de cada país y sus bellezas naturales, pero fundamentalmente formar parte de un mundo de elevado nivel intelectual y artístico, en el que se desenvolvió con la naturalidad de una mujer nacida para tal fin y que por frecuentar lo más elevado del mundo de la cultura, le permitió crecer como artista e influir en su estilo.
Consagrada en el mundo de las letras, llegó a Europa, por segunda vez y durante ocho años su salón brilló con la presencia de Victor Hugo, Thiers, Dumas, Houssaye, Janin, François Coppeé, Jules Massenet, Laboulaye, entre muchos otros.
Consciente que el medio en que luchaba por imponerse, estaba destinado a los hombres, apoyada por su marido, empleó sus medios económicos, para publicar su creación literaria y lograr el conocimiento público de sus obras y la búsqueda de la crítica que le permitiera crecer como literata. Fue una de las pocas escritoras argentinas del siglo XIX que tuvo la posibilidad y el privilegio de publicar sus trabajos.
Su fallecimiento
Falleció en Buenos Aires, a los cincuenta y ocho años de edad, de una dolencia al corazón, el 20 de diciembre de 1892. Se realizó un gran funeral en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, al que asistieron numerosas personalidades de la Argentina.
Obras de Eduarda Mansilla
El médico de San Luis, publicado en 1893.El médico de San Luis (1860) Primera edición, publicada bajo el seudónimo de Daniel. Imprenta de La Paz. Segunda edición bajo el nombre de Eduarda Mansilla de García (1879) con prólogo de Rafael Pombo. Buenos Aires: La Biblioteca Popular de Buenos Aires: Librería Editora de Enrique Navarro Viola.
Lucía Miranda. Novela sacada de la Historia Argentina (1860) Primera edición, publicada bajo el seudónimo de Daniel. Buenos Aires: Imprenta La Tribuna. Segunda edición bajo el nombre de Eduarda Mansilla de García publicada en folletín en el diario La Tribuna (1860). Tercera edición (1882) Buenos Aires: Imprenta de Juan A. Alsina.
Arambel-Guiñazú, María Cristina, y Claire Emilie Martín (2001): Las mujeres toman la palabra. Escritura femenina del siglo XIX en Hispanoamérica (volumen I). Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2001.
María Rosa Lojo(1999): Una mujer de fin de siglo. Buenos Aries/Argentina: Planeta 1999.Novela basada en la vida de Eduarda Mansilla.
María Gabriela Mizraje (1999): Argentinas de Rosas a Perón. Buenos Aires/Argentina: Editorial Biblos. Biblioteca de las mujeres.
David Viñas (1998): De Sarmiento a Dios. Viajeros argentinos a USA. Buenos Aires/Argentina: Sudamericana.
Lily Sosa de Newton (1995) Narradoras argentinas (1852-1932)Buenos Aires/Argentina: Editorial Plus Ultra.
Graciela Batticuore (2005) La mujer romántica. Lectoras, autoras y escritores en la Argentina: 1830-1870. Primer premio de ensayo.Fondo Nacional de las Artes. Buenos Aires/Argentina: Editorial edhasa.
Néstor Tomás Auza (1988) Periodismo y feminismo en la Argentina (1830-1930)Buenos Aires/Argentina: Editorial Emece.
Mónica Szurmuk (2000) Mujeres en viaje. Buenos Aires/Argentina: Editorial Alfaguara.
Juan María Veniard (1986) Los García, los Mansilla y la música. Buenos Aires/Argentina: Instituto Nacional de Musicologia Carlos Vega Dirección Nacional de Música. Secretaría de Cultura. Ministerio de Educación y Justicia.
En tiempos de Eduarda y Lucio V. Mansilla (2005) Congreso de Literatura e Historia. Autores varios,publicado por la Junta Provincial de Córdoba.
J.P. Spicer-Escalante (2006) "En su “calidad de viajera distinguida”: la constitución de una voz femenina del viaje en Recuerdos de viaje (1882) de Eduarda Mansilla de García." Mansilla de García, Eduarda. Recuerdos de viaje. Ed. J.P. Spicer-Escalante. Buenos Aires: StockCero, Inc. vii-xxvi.
Referencias
↑Carta enviada por Victor Hugo a la señora Eduarda Mansilla el 14 de enero de 1870, publicada en el libro "Visto, oído y recordado" en la página 273. El autor de la obra es Daniel García-Mansilla, cuarto hijo de la escritora. Fue impresa por Editorial Kraft Limitada en Buenos Aires en 1950.
↑Carta enviada por Edouard Laboulaye del Instituto de Francia, enviada desde Glatigny, Versailles, el 12 de junio de 1868 y publicada como introducción en la primera edición de la novela "Pablo ou la vie dans les Pampas" editada en París por E.Lachaud en 1869.