Combate naval de Chipana

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Plantilla:GP El combate naval de Chipana fue el primer enfrentamiento naval de la Guerra del Pacífico, acaecido el 12 de abril de 1879, luego de declarada la guerra por parte de Chile el 4 de abril del mismo año, en la que combatieron la cañonera chilena Magallanes contra las corbetas peruanas Unión y Pilcomayo, en aguas de Huanillos.

Antecedentes

Corbeta chilena Magallanes, que durante el combate naval de Chipana estuvo al mando del capitán de Fragata Juan José Latorre Benavente

El 9 de abril de 1879, dos de las naves que participaban del bloqueo de Iquique, el Almirante Cochrane y la Magallanes pusieron rumbo a Antofagasta. Se habían dado noticias de la salida de dos naves peruanas y, temiendo que se enfilaran rumbo a Antofagasta y bombardearan el puerto, el almirante chileno Juan Williams Rebolledo envió en protección de la ciudad a ambos buques.

El gobierno peruano tenía la facilidad de conocer los movimientos tácticos de los chilenos, un poco por sus espías por la poca censura de la prensa. Por este medio supieron de la partida del Copiapó, que cargaba víveres, carbón y hombres y se dirigía desde Valparaíso a Iquique, con escala en Antofagasta.

El presidente de Perú, Mariano Ignacio Prado, envió a las naves Unión y Pilcomayo, las únicas preparadas en ese momento para salir al mar, a ubicarse en una caleta frente a la ruta Antofagasta-Iquique, para dar con el transporte chileno. Mandaba la división peruana el capitán de navío Aurelio García y García. El comandante de la Pilcomayo era el capitán de corbeta Antonio C. de la Guerra y el de la Unión, el de igual clase Nicolás del Portal. Mientras, la Magallanes había sido despachada de Antofagasta por el coronel Emilio Sotomayor Baeza, que había dado instrucciones urgentes para el almirante Williams por telégrafo. Comandaba la nave chilena el capitán de fragata Juan José Latorre Benavente, que tenía instrucciones de que al regresar reconociese si había entre Guanillos y Pabellón de Pica, buques guaneros a la carga.

Las naves

Archivo:Pilcomayo.jpg
Corbeta peruana BAP Pilcomayo

La cañonera chilena Magallanes había sido construida en los astilleros británicos Raenhill & Company y estaba en servicio desde 1874. Tenía un desplazamiento de 950 toneladas, 200 pies de eslora y 27 de manga, 1.040 caballos de fuerza y un andar de once nudos. Su armamento consistía en un cañón de siete pulgadas, un cañón de 64 libras y dos cañones de cuatro pulgadas.

La corbeta peruana Unión, de la clase Súper Alabama, había sido mandada a construir por el gobierno rebelde de los Estados Confederados de América en la casa Verns Hermanos de Nantes (Francia). Fue adquirida por el Perú en 1864 y comisionada en 1865. Su eslora era de 243 pies y desplazaba 1.600 toneladas. Tenía 500 caballos de fuerza, estaba provista de rotación a hélice, alcanzaba un andar de 12,5 nudos y estaba armada con dos cañones de cien libras, dos de sesenta y ocho libras y doce de cuarenta libras, todos modelo Voruz de avancarga.

La cañonera Pilcomayo había sido construida en 1874 por orden del gobierno peruano en Money Wigram & Sons en Blackwood, Gran Bretaña, con maquinaria de J. Penn & Company de Greenwich; alcanzaba una potencia de 180 caballos de fuerza. Desplazaba 700 toneladas, tenía 271 pies de eslora, alcanzaba los 11 nudos de velocidad y estaba armada con dos cañones de 70 libras, uno en cada banda de la nave y cuatro cañones de 40 libras o 4,5 pulgadas, dos por banda, también rayados, de avancarga de modelo Parrot.

El combate

Archivo:CorbetaUnion.jpg
BAP Unión, buque de la clase Corbeta Super Alabama de la Marina de Guerra del Perú, al mando del capitán de fragata AP Nicolás del Portal

Una semana antes del 12 de abril de 1879 Guanillos comenzó a morir. Sus 198 habitantes sólo vivían para embarcar guano. Desde que Chile bloqueó Iquique, sólo paraban en Huanillos lanchones con espantados refugiados, buscando paz, pero ningún hediondo velero llegó para cargar guano. Desde el bloqueo de Iquique en toda esa parte de la costa peruana se agotó el agua, escaseaban los víveres y los prudentes habían huido a pie. Ese 12 de abril, temprano, los habitantes de Huanillos descubrieron dos siluetas en el mar. Eran la Unión y a la Pilcomayo, que navegaban pegadas a la costa. El comandante de la División Naval peruana destacó a la Pilcomayo para que reconociera la costa entre Punta Huanillo y Punta de Arena. Lo único que encontró fue una paupérrima falúa con refugiados peruanos que navegaban hacia el norte. La Unión, con sus vigías alertas, aguardaba mar afuera a la Pilcomayo.

El comandante de la Pilcomayo tomó conocimiento por el relato del patrón del falucho peruano de que en Iquique había por lo menos dos acorazados y tres naves ligeras con pabellón chileno.

En la mañana del 12 de abril, la Magallanes se encontró con los navíos peruanos. Inmediatamente realizó una maniobra evasiva y viró hacia el noroeste. García y García, al avistar los humos de la nave enemiga, ordenó la caza de la nave enemiga. Elías Aguirre informó al jefe de la división que se trataba de la Magallanes. En la cacería, por ratos la Pilcomayo, ocho años más nueva, superaba el andar de la Unión, por lo que el comandante de la división ordenó a la Pilcomayo que tomase la ofensiva. Las naves peruanas avanzaban casi reventando calderas; la Unión ya no era la rápida corbeta de 1866.

A las 10:50 horas y con 3.500 metros de distancia entre las naves enemigas, la Pilcomayo rompió los fuegos con una granada que cayó cerca de la popa chilena y causó averías en el casco. Mientras, la Unión, que se puso a tiro de cañón, no pudo efectuar sus disparos porque fallaron los estopines. La Magallanes se animó y abrió fuego sobre la Unión, que ofrecía su banda de babor, pero el disparo pasó por encima de la corbeta peruana. Se produjo un duelo de artillería entre la Unión y la Magallanes. Juan José Latorre, al ver la diferencia de velocidad, no respondió el fuego de la cañonera Pilcomayo, para concentrar su ataque sobre la Unión.

La Pilcomayo se quedó retrasada, por lo que Latorre decidió en estas circunstancias responder el fuego enemigo. La Unión, que se había acercado a una distancia de 2.300 metros de la Magallanes, rompió los fuegos con su batería de babor y empezó a dar disparos con buena puntería, que inundaron los alrededores del buque con los casquillos de sus granadas, pero no logró acertar.

A las 13:00, al tiempo que la Magallanes disparaba con su cañón de 115 libras, una bocanada de humo blanco salió de la Unión: había roto cañerías y rajado los hornos, pero no llegaron a estallar sus calderas. Latorre atribuyó el humo al disparo de su barco, pero años después se descubriría que había sido un error en la maquinaria de la Unión debido al exceso de presión.

La Unión tuvo que regresar hasta el Callao para ser sometida a reparaciones y la cañonera Pilcomayo, a Ilo para reabastecerse de carbón. Mientras, Latorre regresó a Iquique, con su nave con únicamente un rasguño de 80 centímetros en la popa y la pérdida de una lancha a vapor, de la que se deshizo para desembarazarse de peso.