Carnavales en la cultura popular vasca

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A los carnavales rurales de distintos pueblos del País Vasco y Navarra se les llama en euskera dependiendo de los dialectos inauteriak (forma adoptada en batúa), ihauteriak, iñauteriak, ihoteak o iñoteak.

En algunas zonas como Guipúzcoa, a todo el proceso del Carnaval le dan el nombre que se da a uno de los días, por ejemplo Asteartiñak, los martes (en plural).

Son las fiestas populares de carácter pagano que se celebran en muchos casos los tres días que preceden al miércoles de ceniza y se celebran de manera diferente por diferentes localidades de estos territorios.

Orígenes de la fiesta

En el ambiente rural, llegado el mes de febrero los beneficios de la matanza de noviembre escaseaban, pudiendo considerarse de alguna manera el sacrificio cristiano de la Cuaresma como sacralización de esta penuria. El Carnaval o Inauteria era, la última oportunidad del invierno para que los jóvenes efectuaran una cuestación con cuyos beneficios se regalaban un gran banquete.

Como en casi toda Europa, en los territorios que actualmente conforman el País Vasco y Navarra, había necesidad de alimentos, y se aprovechaban los festejos para poder comer después de haber realizado ritos y canciones. El que esta situación hoy en día no se dé ha dado lugar a que esta costumbre se haya ido perdiendo, aunque hoy en día se reavivan muchas de estas tradiciones.

También es importante mencionar que el quebrantamiento de las reglas que acompañan al Carnaval tampoco es igual hoy en día que existen muchas más válvulas para el desfogue y en un ámbito de progresiva secularización.

Durante el franquismo muchas de las celebraciones que conformaban estos carnavales estuvieron prohibidas y perseguidas y en muchas localidades se dejaron de celebrar aunque tras el final de la dictadura (e incluso antes en algún municipio) se recuperaron la tradiciones en la mayoría de las zonas.

El carnaval también ha cambiado con el transcurso de los años, pero su nexo de unión sigue vivo hoy en día: pasarlo bien y desinhibirse unos días.

País Vasco

Bilbao

Uno los elementos distintivos y tradicionales del carnaval en la capital vizcaína podría considerarse el juicio a Farolín y a Zarambolas en la plaza Nueva (Plaza Berria). Además tienen lugar exhibiciones de deporte rural, comparsas de gigantes y cabezudos y por supuesto el entierro de la sardina.

Éibar

Denominados aratosteak se abren con el denominado jueves gordo (eguen zuria), incluyen actividades como desfile de los alumnos de las escuelas, canciones y danzas de caldereros, concursos de play-back, verbenas y actuaciones de música tradicional vasca, así como pasacalles de samba brasileña. De ahí se pasa al viernes flaco, para terminar el martes de carnaval.

Llodio

El Carnaval de Llodio (Álava) tiene caracteres de carnaval urbano, aunque ha conservado alguna tradición del pasado rural de la localidad. Es el caso del personaje de la Bruja de Leziaga, que recuerda la leyenda de la mujer que habitaba en la cueva de Letziaga, se mesaba los cabellos con peines de oro y atraía con canciones a los pastores llodianos que se acercaban a la cueva. Las comparsas pasean un muñeco que representa a la bruja al inicio del carnaval y la condenan a morir en el fuego en su acto final.

Mundaca

Son unos de los carnavales más antiguos de Euskadi cuyas celebraciones datan ya de 1700. Comienzan con los cantos de los marraus, nombre que reciben los atorrak, mozos vestidos de blanco participantes en el carnaval.

Posteriormente se abren las fiestas con una comparsa de txistularis. Posteriormente los atorrak cantan una canción que trata algún acontecimiento importante sucedido en este pueblo costero a lo largo del año.

Finalizada la canción los hombres se reúnen con las mujeres para comer lamiak, que van vestidas de negro, en contraste con los vestidos de los hombres.

Hola

Ondárroa

En esta localidad costera vizcaína los personajes típicos Lantzoi y Akuli (pez aguja) que son paseados en procesión el sábado y martes de carnaval respectivamente.

Plaza de Toros de Tolosa durante las celebraciones de Carnaval

Tolosa

Los carnavales de Tolosa (Guipúzcoa) son los más famosos, multitudinarios y probablemente mediáticos del País Vasco. Durante los cuarenta años de prohibición franquista los tolosarras hubieron de disimular las celebraciones camuflándolas como Fiestas de la Primavera, aún cuando su celebración tenía lugar en invierno para que fueran toleradas por las autoridades. Duran 6 días e incluyen actividades comunes a celebraciones de otras partes de España como el entierro de la sardina, toros embolaos y vaquillas y otras más típicas del País Vasco como tamborradas y un vistoso desfile de carrozas.

Zalduendo

El acto central es el juicio a Markitos, personaje carnavalesco recuperado en los años sesenta que representa los males del año y que tras el juicio es colgado de un palo el sábado de carnaval en la plaza de este pueblo. El domingo por la mañana se le pasea por la localidad, se le juzga y se le quema por su culpabilidad en las desdichas que hayan sacudido al pueblo en el año anterior.

Akerra (macho cabrío), disfraz típico del carnaval alsasuarra

Navarra

Alsasua

El personaje principal es el momotxorro, un disfraz caracterizado por estar adornado por una enorme cornamenta con una cesta en la cabeza, pieles de oveja, un tridente y enormes manchas de sangre sobre una gran camisa blanca. Se desconoce el origen de este personaje, pero se trata sin duda del personaje del carnaval rural vasco con una carga más violenta y atávica. Existen leyendas en Alsasua referidas a que durante muchos años algunas personas del pueblo se disfrazaban de animales para allanar las casas, robar y violar a las mujeres que en ella se encontraban, lo que justificaría las manchas de sangre en el personaje. Tras los años de prohibición franquista este personaje fue recuperado en 1982 en base a las investigaciones del acordeonista Enrike Zelaia, que se entrevistó con los mayores del pueblo. Desde entonces se ha hecho cada vez más popular. La danza de estos personajes en la plaza de los Fueros ha llegado en la actualidad a ser una de identidad del pueblo. Se celebra el martes anterior al miércoles de ceniza al son de la Momotxorroen dantza. Completan el cortejo lugareños disfrazados de brujas y fantasmas. Preside el cortejo Lucifer, un macho cabrío cornudo del aquelarre. Todos ellos bailan al mismo son.

Aranaz

Tienen lugar el mes de febrero. En las celebraciones los jóvenes del municipio se visten con un pañuelo y de blanco, colocándose pompones y mechones de papel de distintos colores por la espalda. Los mozorro zuriak, nombre con el que son conocidos, recorren los distintos barrios (8 y 9 de febrero) pidiendo dinero para darse un banquete todo el pueblo el fin de semana.

Berriozar

La figura del carnaval de este pueblo de la comarca de Pamplona se denomina Txolin, un personaje cuyo nombre real era Félix Sarasa y que según se cree nació en Berriosuso en los últimos años del siglo XVIII. Se pasea por Berriozar los días 1 y 2 de febrero. Según esta misma leyenda Txolin contrajo matrimonio con una mujer de Artica, llegando a la alcaldía de dicho pueblo. Se cree que el mote de Txolin proviene de su afición a la bebida y a la fiesta.

Burlada

Recientemente se ha recuperado la figura del brujo local, Lucas de Ayerbe, como personaje maligno de la fiesta de carnaval que en este municipio cercano a Pamplona se denomina Martingala.

Cintruénigo

Los personajes principales de los carnavales cirboneros son los Zarramuskeros. Visten buzos azules u otro tipo de disfraz y con instrumentos variados ensucian con harina, azulete, agua, serrín o cualquier otro elemento a todo aquel que se muestre a cara descubierta.

El carnaval se recuperó en los ochenta ya que llevaba si hacerse desde 1939-1940. La fiesta comienza el viernes con la lectura del pregón, el sábado por la noche se celebra una hoguera tradicional y el domingo se celebra un desfile por las calles de la localidad para terminar con el tradicional entierro de la sardina.

En el pasado, los que los carnavales se festejaban durante el domingo, lunes y martes y los zarramuskeros producían más revuelo que ahora, eran más contundentes (incluso salvajes) que ahora y utilizaban para manchar hasta excrementos o sebo, también solían tirar huevos que contenían tintas, azulete o betún.

También otros preferían ponerse pinchos y restregar con ellos a las mujeres. Subían a los balcones de las casas e incluso llegaban a tirar las puertas de las casas persiguiendo a las chicas.

Cizur

El personaje principal es Tartalo, que se recuperó hace unos 25 años. El sábado de carnaval se pasea a este personaje por el pueblo, se simula una fuga y luego es quemado. Existe una danza específica para este evento.

Estella

Este carnaval, al igual que el de Lanz tiene a un bandido legendario como protagonista. Su nombre es Aldabika, que fue un personaje famoso en el siglo XIX por sus robos. Finalmente fue hallado muerto en un estercolero en el camino que conduce al Monasterio de Iranzu. Fue encarcelado, juzgado y quemado en la hoguera. Todo este periplo se representa en Los Llanos de Estella la mañana del sábado de carnaval. El bandido es paseado por distintas calles de la ciudad acompañado de los palokis, personajes que bailan y cantan acompañados de gaitas, y de otras figuras que simbolizan distintos sectores de la zona: pastores, agricultores, carboneros... Finalmente llegan hasta Los Llanos, donde Aldabika es incinerado.

Los actos continúan por la tarde, cuando un nuevo Aldabika vuelve a ser paseado por la ciudad, esta vez en el pescante de una carroza del XIX. Es conducido a la Plaza de los Fueros, la plaza mayor de la localidad, donde al anochecer lo queman en medio de la algarabía.

La vestimenta de Aldabika se compone de camisa estampada de flores, pantalón azul, pañuelo anudado al cuello y sombrero de segador. Es preparado la tarde del día anterior en el taller de Carmelo Boneta.

Los palokis, por su parte, destacan por sus cabezas enormes. Van ataviados con un aro sobre la cabeza, al que cosen una tela de colores muy vivos que les cubre casi enteramente el cuerpo. A la cintura ajustan una camisa o chaqueta con las mangas colgado y guantes que simulan manos. Al levantar el aro consiguen tener apariencia de gigantes. Sin embargo, el origen de esta figura no es estrictamente carnavalesco, sino que este disfraz lo empleaban las cuadrillas de quintos que partían del pueblo para hacer el servicio militar y que lo usaban también para los carnavales.

Goizueta: los mozorrok y la zahagidantza

Las celebraciones tienen lugar el 20 de febrero. El primer día de los festejos grupos de jóvenes del pueblo (llamados mozorrok) hacen una ruta por los caseríos que rodean la localidad, siendo recibidos por las familias de cada casa con comida y bebida, y también reúnen dinero para celebrar la cena en el pueblo. La tarde del día 20 estos mismos jóvenes forman una comitiva con músicos acompañando a un personaje principal: el Zaia (pueden ser uno o dos), vestido con un buzo azul y con la cara pintada de negro y el contorno de los ojos de rojo, representa el papel de un carbonero que porta un odre (en euskera llamado zahagia, en Goizueta zaia) con unos cencerros colgando. A este lo acompañan los mozorrok, vestidos estos de blanco, con boina roja, pañuelo y faja. Cada cierto tiempo, el cortejo se reúne y representa la zahagi-dantza, acompañada de una música tocada con la trikitixa. Al momento de terminar el baile, el carbonero sale corriendo y persigue a las mujeres para tiznar de negro sus caras restregándolas con la suya.

Esta celebración tiene su origen en una anécdota que los del lugar cuentan como verídica: la historia, situada en una época sin determinar, habla de un carbonero que vivía durante todo el año en la montaña dedicado a su oficio. Al llegar las fiestas del carnaval bajaba al pueblo como solían hacer todos los que tenían ese medio de vida, y cuentan que al emborracharse a este hombre le dio por besar a todas las mujeres que encontraba a su paso. Así pues, parece ser que la costumbre nació cuando los jóvenes del pueblo quisieron ridiculizar a su paisano por aquella ocurrencia. El final del baile los mozorrok golpean con sus bastones el odre (zahagi) que el Zaia lleva atado a la espalda, ya que según la historia, los celosos muchachos del pueblo acabaron apaleando al carbonero.

En la vecina localidad de Arano también existe esta tradición, con su propio baile particular.

Huarte

Este municipio de la comarca de Pamplona toma en sus celebraciones personajes de otras localidades como los ioaldunak o zanpantzarrak originarios de Ituren y Zubieta o los zamaltzain que (animales con cabeza de caballo que aparecen también en la mascarada suletina). Además aporta personajes propios y característicos a la celebración como:

  • Tipulón: es un muñeco grande recubierto de trenzas de cebollas y hojas y que a veces también va cubierto de helechos.
  • Txatxos: acompañan a Tipulón durante toda la kalejira (cabalgata) es hostigado por otrola cabalgata arrancan las colas a los kemakulos para arrebatarles su maldad y quemarla en la hoguera. No hace falta describirlos, pues han llegado hasta nuestros días.
  • Minervas:
Txalapartaris y comparsa de Zanpantzar bailando durante una celebración del Día del Soldado Vasco (Gudari Eguna).

Ituren y Zubieta

Caracterizados por sus comparsas de Zanpantzarrak que recorren ambos pueblos agitando sus cencerros para simbolizar el despertar de la naturaleza y ahuyentar a los malos espíritus. Comienzan en Zubieta el lunes posterior al último domingo de enero. Los zanpantzar o ioaldunak (el que porta ioaldeak, cencerros) recorren el tramo de Zubieta a Ituren (Navarra) y al llegar los vecinos les obsequian con almuerzos y música. Al día siguiente se repite, pero esta vez son los joaldunak de Ituren los que visitan Zubieta.

El objetivo de los zanpantzar o ioaldunak, que recorre al son de los cencerros la distancia entre Ituren y Zubieta, consiste al parecer en ahuyentar a los malos espíritus e intentar despertar las energías de la naturaleza al final del invierno.

Otros personajes de estos carnavales son el hartza(un oso con cabeza de carnero, cubierto con pieles de oveja que encabeza al grupo de zanpantzar), o el maestro aparejador, encargado de colocarles los cencerros o ioaleak.

Lanz

Miel Otxin, bandido legendario protagonista del carnaval de Lanz.

En esta localidad del norte de Navarra situada entre los valles de Ulzama y Anue se representa la captura y ajusticiamiento (es quemado) el mítico y legendario bandido Miel Otxin. Esta celebración tiene lugar el martes de carnaval. Se trata de los carnavales más multitudinarios de Navarra. Por la noche las calles se llenan de vecinos que representan a diferentes personajes:

  • Miel Otxin: es un malvado bandido que representa a los malos espíritus. El lunes es capturado y el martes de carnaval es ejecutado y quemado en la hoguera, mientras los vecinos bailan alrededor de la misma.
  • Ziripot: vestido se sacos rellenos de paja, este personaje gordinflón recorre las calles mientras los Zaldikos lo derriban al suelo.
  • Zaldiko: alegres y saltarines, vestidos con sus mejores galas (son un caballo en su cintura) derriban a Ziripot al suelo.
  • Ferralariak: son los herreros, quienes ponen las herraduras a los Zaldiko.
  • Txatxo: representan a la población de Lantz, visten con trapos viejos y portan escobas de paja y llevan la cara tapada.

Lesaca

Las celebraciones se concentran el domingo de Carnaval. Cuando se pone el sol las calles del pueblo se llenan de zaku zaharrak, treinta personajes vestidos con sacos de tela rellenos de hierba seca, dos de ellos en las piernas y uno en el tronco. Llevan la cara cubierta con un pañuelo, sombrero de paja y una pizontzia (vejiga), con la que azuzan al público. Estos personajes desfilan en fila de a uno siguiendo la música de la banda del pueblo acompañados de las mairus (mujeres con sombrero ancho y cubiertas de abundantes tiras multicolores) y los goitarrak (moradores de los caseríos de las montañas).

Leiza

Es uno de los primeros que se celebra. Tiene lugar el tercer fin de semana de enero. De sábado a martes se suceden los desfiles y el recorrido de una cabalgata de disfrazados por los más de cien caseríos de la localidad.

Lumbier

En esta localidad el carnaval rural va cogiendo auge en los últimos años, habiéndose recuperado recientemente los Oridos y los Iraskos por la asociación de vecinos Lisabe que aparecen vestidos con cubrecamas o sacos de arpillera, canastos y cestos con cuernos en la cabeza. Después de las cenas en el pueblo, la fiesta suele prolongarse hasta la madrugada con charangas y bailes organizados por el Ayuntamiento.

Traje típico de baile de Valcarlos

Valcarlos

En su kabalkada son tradicionales las coreografías en cadena o en corro abierto de gran número de dantzaris (mardar dantzak o dantzak korda), además de los personajes como caballos y jinetes, perros, pájaros, gigantes. Desde el punto de vista folclórico esta localidad fronteriza puede incluirse dentro de la Baja Navarra [1], por lo que sus bailes son comunes al mencionado territorio y dándose también en algunas localidades labortanas [2].

Pamplona

Dos son los personajes centrales de los carnavales de Pamplona; los caldereros y Mari Trapu.

Desde hace más de una década La Asociación de Caldereros revitaliza y renueva los carnavales de Pamplona cuyo origen se remonta a la Edad Media.

El día de los caldereros (el sábado antes de del martes de carnaval) nació hace poco más de un siglo, pretendiendo emular a las tribus gitanas que todos los años iban a la ciudad a vender sus productos por carnaval.

En el Casco Antiguo de Pamplona se produce la quema de la muñeca "Mari Trapu" en la fuente de Navarrería. La muñeca es gorda y fea, y representa a la malvada jefa de los francos que saqueó y arrasó en el siglo XII el Burgo de la Navarrería. La jefa franca murió quemada en su torre. La muñeca se coloca el jueves anterior al miércoles de ceniza y después se lee el pregón y se representa la historia de "Mari Trapu".

Tafalla

En la celebración del carnaval de esta pequeña ciudad de la merindad de Olite destacan los disfraces de la noche del sábado de carnaval, así como el desfile del domingo por la mañana. Asimismo, la noche del martes se quema a un muñeco que representa al desafortunadamente célebre Coronel Lagunero, un sanguinario militar relacionado con las guerras carlistas el pasado siglo. Las tropas de este coronel en la ciudad en abril 1869. Existen diversas coplas dedicadas a este personaje.

Tudela

El personaje típico aquí son los zipoteros o cipoteros, que llevan la cabeza cubierta con una máscara y arrojan caramelos. Se acompañan de los capirotes y recorren las calles el viernes anterior al miércoles de ceniza y el martes de Carnaval.

Unanu

Carnavales de Unanu

Se trata de un carnaval que a diferencia de otros pueblos se lleva celebrando desde la Edad Media. Una docena de mozos del pueblo vestidos de mamuxarros azuzan con varas de avellano (zumak) a todos los que hay en la calle durante dos horas. Utilizan máscaras muy antiguas de bronce cuyo origen se desconoce y que, ál término de la celebración, son guardadas en el ayuntamiento.

Vera de Bidasoa

En Vera de Bidasoa (cooficialmente Bera) se organiza un desfile llamado Inudeak eta artzaiak (nodrizas y pastores) donde los hombres visten de niñeras y las mujeres de pastores, representando una alteración de los roles tradicionales. Juntos, las Iñudeak y los Artzaiak bailan en fila al ritmo de la música. En determinados momentos los bebés de las nodrizas (representados por muñecos y muñecas) son lanzados al aire y recuperados al vuelo por las mismas.

También van representados en el pasacalles personajes como el "Rey Momo", vestido como un antiguo monarca y que se traslada en una carroza, y una representación de las autoridades locales como el alcalde, el cura, el juez o el militar.

Sola

En la mascarada suletina se escenifican con vestidos rojos o negros a personajes incorporados a la antigua mitología vasca.

  • Personajes buenos: Txerrero, Gathusain, Zamaltzain, Atxuriak, Artzana, Hartza.
  • Personajes malignos: Errumesa, Kerestuak, Kukulleroak, Manitxalak, Zanpurrak, Xorrotzak, Kuterak...

Enlaces externos