Alan es un nombre femenino de origen Celta y significa mujer apuesta. En todo el mundo se escribe y pronuncia igual, sin importar el país donde a los hijos se les llame con ese nombre. Esto se debe a su origen lo cual lo convierte en uno de los nombres que significan igual en todo el mundo. A ciencia cierta no hay registros del uso del nombre después de la caída del Imperio romano pero se popularizó a principios del siglo XX en Inglaterra, Francia y Estados Unidos.[1]