Capaneo
En la mitología griega, Capaneo (en griego antiguo Καπανεύς Kapaneús) era un hijo de Hipónoo y Astínome. Era esposo de Evadne, y su hijo era Esténelo.
De acuerdo con la leyenda, Capaneo poseía una gran fuerza y cuerpo poderoso y era un guerrero sobresaliente. También se destacaba por su gran arrogancia. Según el mito durante el asedio de Tebas, Capaneo se paró frente a la muralla de la ciudad, y proclamó que ni siquiera el mismo Zeus podría evitar que él la invadiera. En Esquilo, Capaneo porta un escudo con un guerrero con una antorcha en la mano, y se lee «Yo quemaré la ciudad» como símbolo del mismo. Por su bravuconada Zeus golpeó y mató a Capaneo con un rayo, y Evadne se arrojó a la pira funeraria de su marido y murió. Su historia fue narrada por Esquilo en su Los siete contra Tebas, por Eurípides, y por el poeta romano Estacio.
En la Divina Comedia, Dante ve a Capaneo en el séptimo círculo (tercera ronda) del Infierno, en el decimocuarto canto. Como todos los demás blasfemos, o aquellos «violentos contra Dios», Capaneo es condenado a yacer en una planicie de arena ardiente mientras llueve fuego sobre él. Capaneo continua maldiciendo a la deidad (que, siendo pagano, él llama «Jove» por Júpiter) a pesar de los cada vez más duros dolores que se está infligiendo a sí mismo, para que Dios «no tenga una dulce venganza».