La economía (del griego οίκος oikos "casa" νoμή nomḗ "reparto, distribución, administración") es un conjunto de actividades concernientes a la producción, distribución, comercio, y consumo de bienes y servicios por parte de los diferentes agentes económicos. La ciencia social encargada de su estudio científico es la ciencia económica y quienes la estudian son los economistas. En términos muy generales, se podría definir como 'un dominio social que enfatiza las prácticas, discursos y expresiones materiales asociadas con la producción, uso y manejo de recursos'. En un sentido amplio, la economía se refiere a la organización del uso de recursos escasos (limitado o finito) cuando se implementan para satisfacer las necesidades individuales o colectivas, por lo que es un sistema de interacciones que garantiza ese tipo de organización, también conocido como el sistema económico.
Las actividades económicas abarcan tres fases: producción, distribución y consumo. Como la producción depende del consumo, la economía también analiza el comportamiento de los consumidores con respecto a los productos. Algunas actividades económicas son la agricultura, la ganadería, la industria, el comercio, y las comunicaciones.
Para que exista un monopolio, es necesario que en dicho mercado no existan productos sustitutivos, es decir, no existe ningún otro bien económico que pueda reemplazar el producto determinado y, por lo tanto, es la única posibilidad que tiene el consumidor de comprar. Suele definirse también como «mercado en el que solo hay un vendedor», pero dicha definición se correspondería más con el concepto de monopolio puro.
El monopolista controla la cantidad de producción y el precio, aunque no de manera simultánea, dado que la elección de la producción o del precio determina la posición que se tiene respecto al otro; vale decir, el monopolio podría determinar en primer lugar la tasa de producción que maximiza sus ganancias para luego determinar, mediante el uso de la curva de demanda, el precio máximo que puede cobrarse para vender dicha producción.[1]
Desde un punto de vista económico, si el monopolio es maximizador de utilidades, a diferencia de lo que ocurre en la competencia perfecta, se enfrenta a una curva de demanda de pendiente negativa. Al no ser horizontal, nunca operará de manera voluntaria cuando el ingreso marginal (IMg) sea inferior a cero, aun si los costos de producción fuesen iguales a cero, puesto que siempre existirá la alternativa de reducir la producción, aumentando de este modo los ingresos y, por ende, las ganancias que percibe. En efecto, cuando 0 < η < –1 (elasticidad precio de la demanda inelástica), se tiene que el ingreso marginal es negativo, por lo que el monopolista nunca decidirá operar en aquella porción de la curva de demanda.[1]
En este contexto, el coste marginal del monopolista —incremento del coste total cuando se varía en una unidad la producción— representa la oferta total del mercado, por lo que se puede afirmar que no existe curva de oferta debido a que la relación biunívoca entre cantidad y precio desaparece.[2] Por tanto, el ingreso medio (IMe) del monopolista —o el precio por unidad vendida— no es más que la curva de demanda del mercado. Para elegir el nivel de producción maximizador del beneficio, el monopolista ha de conocer sus curvas de ingreso marginal (variación que experimenta el ingreso cuando la oferta varía en una unidad) y de coste medio.
Papúa Nueva Guinea es dotada de muchos recursos naturales, pero la explotación es dificultada por el terreno accidentado, por cuestiones acerca de la propiedad de las tierras, y por el alto coste de implantación de la infraestructura necesaria. La economía tiene un pequeño sector formal básicamente exportador de productos primarios, y también un gran sector informal que emplea la mayoría de la población.[3] No obstante las fuentes mineras, incluyendo el petróleo, el cobre y el oro, representan las cuatro quintas partes de sus exportaciones.
La pesca, explotada industrialmente en concesiones a otros países, constituye también una fuente importante de ingresos, pero muy afectada por los cambios climáticos de las corrientes marinas del Pacífico.
La ayudas al desarrollo provienen en su mayor parte de Australia, si bien son de destacar también las que ofrece Japón y la Unión Europea
A pesar de las altas potencialidades del país, en 1995 fue necesaria la intervención del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para ajustar un programa de desarrollo, que debieron rehacerse en 1997 tras los efectos de la sequía que mermaron gravemente la producción de café, cacao, te, azúcar y coco. En la actualidad la situación se ha estabilizado, con un crecimiento de la producción agrícola de un 3,9% de media anual desde el año 1999. A pesar de los problemas de sequía, hubo una pequeña recuperación del PIB en 1998. El crecimiento aumentó al 3,6% en 1999 y puede ser mayor en 2000 (más o menos 4,3%).