Ir al contenido

Vía del primer motor

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 16:33 20 jul 2020 por Hyruhero (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

La vía del primer motor inmóvil (también conocida como argumento cosmológico) es un argumento filosófico a favor de la existencia de Dios. Esta postura tiene su origen y sus representantes principales en Aristóteles, Maimónides, san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino. Se basa en las nociones aristotélicas del movimiento.

Formulación de Aristóteles

Mientras que, para Platón, era posible que un motor se moviera a sí mismo y esa era su definición, por ejemplo, de alma. Para Aristóteles, nada puede hacer esto y, sin embargo, todo movimiento necesita un motor. Por esto, es necesario que existan motores inmóviles, que muevan sin moverse, como las almas. Aristóteles supone entre 47 y 55 de estos motores inmóviles cosmológicos.[1][2]

En particular, para Aristóteles, el mundo es eterno, ya que la ocurrencia de cambio necesita la preexistencia de cambio, pero la ciencia es el conocimiento de las causas y no sería posible que hubiera ciencia si no hubiera una finitud causal. Por eso, es necesario un motor inmóvil que sea primero.[1][3]

Además, como es una sustancia inmaterial, no puede tener propiedades contingentes, ya que implicarían cierta potencialidad, así que se trata de un ser necesario.[1][3]

Finalmente, esta sustancia no puede tener potencialidad, ya que, para que esta llegara a la actualidad, tendría que tener una causa anterior, así que es inmaterial y puramente formal. Asimismo, el modo en que ejerce su eficiencia no puede ser por contacto, así que lo tiene que ejercer como causa final, como acto puro e inmóvil que sea imitado por el movimiento etéreo y circular de los cuerpos celestes, que participen de este.[1][2]

Formulación de Tomás de Aquino

En su libro Summa Theologiae, Tomás de Aquino enseña lo que es conocido como Quinque viae, cinco argumentos que pretenden probar racionalmente la existencia de Dios. El primero de sus argumentos es este.[4]

[...] La primera y más clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben los sentidos, que en este mundo hay movimiento. Y todo lo que se mueve es movido por otro. De hecho, nada se mueve a no ser que en cuanto potencia esté orientado a aquello para lo que se mueve. Por su parte, quien mueve está en acto. Pues mover no es más que pasar de la potencia al acto. La potencia no puede pasar a acto más que por quien está en acto. Ejemplo: el fuego, en acto caliente, hace que la madera, en potencia caliente, pase a caliente en acto. De este modo la mueve y cambia. Pero no es posible que una cosa sea lo mismo simultáneamente en potencia y en acto; sólo lo puede ser respecto a algo distinto. Ejemplo: Lo que es caliente en acto, no puede ser al mismo tiempo caliente en potencia, pero sí puede ser en potencia frío. Igualmente, es imposible que algo mueva y sea movido al mismo tiempo, o que se mueva a sí mismo. Todo lo que se mueve necesita ser movido por otro. Pero si lo que es movido por otro se mueve, necesita ser movido por otro, y éste por otro. Este proceder no se puede llevar indefinidamente, porque no se llegaría al primero que mueve, y así no habría motor alguno pues los motores intermedios no mueven más que por ser movidos por el primer motor. Ejemplo: Un bastón no mueve nada si no es movido por la mano. Por lo tanto, es necesario llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. En éste, todos reconocen a Dios.
Tomás de Aquino, Summa Theologiae - Parte Ia - Cuestión 2 - Artículo 3

Formulación silogística

  1. Las cosas se mueven.
  2. Todo lo que se mueve es movido por un motor.
  3. En esto no se puede proceder ad infinitum.
  4. Hay al menos un motor que mueve sin ser movido por nada.

Véase también

Referencias

  1. a b c d Yarza de la Sierra, Ignacio. «Aristóteles». Philosophica: enciclopedia filosófica online. Consultado el 15 de julio de 2020. 
  2. a b Lacks, André (2013). «Los motores inmóviles de Aristóteles: una introducción sencilla a un problema complejo». Tópicos: Revista de filosofía. ISSN 0188-6649. 
  3. a b Bodnár, István (26 de mayo de 2006). «Aristotle's Natural Philosophy» (en inglés). Stanford Encyclopedia of Philosophy. Consultado el 15 de julio de 2020. 
  4. «Suma Teológica - Ia - Cuestión 2».