Cuexcomate (Puebla)

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Volcán Cuexcomate

El Cuexcomate visto desde la plaza a sus pies.
Localización geográfica
Cordillera Eje Neovolcánico
Coordenadas 19°04′14″N 98°14′07″O / 19.0706, -98.2353
Localización administrativa
País México
Localización Puebla, México
Características generales
Altitud 13 m
Superficie ?
Geología
Última erupción 1662

El Volcán Cuexcomate es un volcán inactivo en Puebla, México, el término "Cuexcomate" proviene del término náhuatl cuexcómatl y significa 'olla de barro' o 'lugar para guardar', denominación aún vigente de los silos tradicionales para guardar el grano al abrigo de las lluvias, de los insectos y de los roedores. Es considerado como el volcán más pequeño del mundo.

Descripción

El Cuexcomate se localiza entre la 2 Poniente y 3 Norte de la Colonia La Libertad, en Puebla. Hay unas escaleras metálicas en espiral con las que se puede descender al interior del cono, dentro del cual se encuentra un agua azufrada que aumenta o disminuye en altura dependiendo del estado volcánico del Popocatépetl.

Una descripción del Cuexcomate del año 1585 dice: "A una legua de esta ciudad, junto al puente que llaman de Cholula, está en un prado un peñasco muy grande, exento y patente, en forma circular, al modo de una roca, de 6 o 7 estados de alto, en cuya cumbre hay una gran boca como si se hiciera para poner y asentar en ella una noria. La cual va muy honda, y en lo bajo hay de aquella agua de mal olor, cosa cierta muy de notar: allí dicen que echaban en su gentilidad a los indios que sacrificaban a los ídolos".[cita requerida]

Historia

Escaleras para descender al interior del Cuexcomate.

El Cuexcomate se formó por brote de agua sulfhídrica a través de la salida de agua, consecuencia de la erupción del Popocatépetl en el año de 1064. Es por esa razón que no es un volcán como tal.

Se dice que antiguamente los cadáveres de los suicidas en Puebla eran arrojados en el cráter, porque no merecían ser velados ni sepultados. Por esa misma época los habitantes circunvecinos eran llamados hijos del ombligo del diablo.

Se cree, de acuerdo a una leyenda, que de los túneles que atraviesan la ciudad, uno de ellos cruza desde el Cerro de Loreto al Cerro de San Juan (Colonia La Paz) y de ahí baja hasta el Cuexcomate, cruzando después, por debajo del río Atoyac para finalizar en las pirámides de Cholula.

El 11 de marzo de 1943 el pueblo de La Libertad, donde se ubica el Cuexcomate, fue incorporado al municipio de Puebla. Dentro de la cronología de hechos histórico, el 27 de noviembre de 1970 se colocó la placa conmemorativa de la fundación del pueblo en una de las paredes del Cuexcomate.

Leyenda

Esta historia del volcán, es recordada como una historia mágica, en tiempos en que el hombre hacia sacrificios para buscar el bien y la sabiduría de sus pueblos.

En el año de 1064, y como lo hacían todas las noches, los sacerdotes de los grandes templos, observaban el cielo y fue cuando vieron con asombro como una de las grandes montañas arrojaba fuego y dejaba caer cenizas. El suceso conmocionó la quietud de esos lugares y sus mentes llenas de toda clase de sortilegios, pero llenos de miedo.

Esa gran montaña que arrojaba fuego y ceniza, era el volcán Popocatepetl, que después de un siglo de sueño, había despertado con unos aterrorizados tronidos, el cual hizo llenar de miedo a sus habitantes. Los sacerdotes empezaron a meditar y ver como la ciudad se cubría de cenizas, decían que la gran madre tierra estaba enojada con ellos y que los estaba castigando arrojando fuego.

Detalle de la cima del volcán.

El más viejo de los sacerdotes, no decía nada, tan solo guardaba silencio, parecía que estaba en trance, hasta que todos quedaron en silencio y el anciano abrió muy grande sus ojos y tan solo dijo una palabra. Neuti. Para los sacerdotes, quería decir que tenían que reunirse para pensar en cómo calmar la ira de la gran montaña. Al salir de su meditación, decidieron hacer sacrificios humanos, y escogieron a un gran número de mancebos, para ser arrojados hacía donde se encontraba la gran montaña con fuego, no sin antes darles pulque suficiente para que fueran al sacrificio sin decir nada.

Pero la gran montaña no sabía de sacrificios y seguía devorando cosechas y casas en su paso. Los sacerdotes sabían que la madre tierra seguía enojada y pensaron en salir de ahí. Ya que la grave situación con la población era grave, ya que mandaban mensajes de protesta y rebelión y los guardias eran incapaces de mantener la cordura, pero en eso, se escuchó un fuerte tronido en el cielo y una columna de agua hirviendo que se elevo a corta distancia de una pirámide y eso contuvo los ánimos y fue otro misterio paro los sacerdotes y los habitantes y se pusieron a orar. Esto hizo que se mandaran mensajes con la noticia del nacimiento de una montaña que lanzaba agua hirviendo con olor a muerte (azufre).

La gente como los sacerdotes, fueron a ver el nuevo prodigio, sabían que era un mensaje de la madre tierra, en su paso vieron chozas destruidas y vieron que la gente que vivía ahí, habían huido por el miedo. Cuando llegaron, vieron que un pequeño volcán había nacido y que era obra de los dioses y que ellos exigían ahora el sacrificio de sangre real.

No tardaron en pensar que el sacrifico seria de la primogénita del sumo sacerdote, y el con dolor en su corazón le informo al pueblo, que para calmar la ira de la madre tierra, seria sacrificada su hija, Ameyaltzin, (pequeño manantial). Así que la pequeña doncella, fue ataviada con un hermoso peinado y maquillada con colores vivos, vestiduras floreadas y ricos aromas, joyas de oro, plata y jade, ya arreglada, le dieron a beber un licor que aturdió sus sentidos y fue llevada por cuatro grandes y musculosos esclavos al volcán.

Pero para llegar a él, fue muy difícil, ya que esta arrojaba grandes cantidades de barro y agua, y esos chorros de agua alcanzaban 5’ metros de altura, el barro impedía moverse pero aún así, fue llevada, la dama en cuestión no podía ponerse de pie y menos caminar a su destino, una vez ahí un sacerdote extrajo una daga ceremonial y de un solo tajo corto el cuello de Ameyaltzin, la cual murió rápidamente. Los esclavos la cargaron para subirla y entregarla al inframundo, aprovechando que el chorro de agua había disminuido.

A lo lejos el gran sacerdote con sus ojos llenos de lágrimas, vio el final de su adorada hija, en ese momento el agua del volcán dejo de salir, pero no así las lágrimas del gobernante, ya que lloro y lloró hasta llegar a la ciudad donde murió al pie de su casa. Así los habitantes vieron que el sacrificio real había funcionado, ya que vieron que la gran montaña también se había calmado y vieron nacer el volcán más pequeño del mundo, el que hasta la actualidad es visitado en la colonia Libertad, en la ciudad de Puebla.

Véase también

Referencias

Puedes entrar en su pagina de Facebook,https://es-la.facebook.com/ParqueCuexcomate, en la cual encontrarás actividades variadas como: ciclos de cine de terror, exposiciones de pintura, recitales, concursos de disfraces, etc. También te invito a visitar la página "www.yosoypuebla.com" también encontrarás información muy interesante.

Enlaces externos

  Es bueno recordar que hay dos tiempos mágicos en la historia de la humanidad. El primero corresponde a las imágenes que se presentaban a los primeros hombres que trataban de comprender el mundo hostil en que habitaban. Esas imágenes estaban llenas de mitos y creencias en lo sobrenatural. La explicación ultima a la que llegaba consistía en que los fenómenos eran causa de los dioses que mandaban bienes o males. En ese encuentro de fe y misticismo, se llegaba hasta el sacrificio humano, dado como ofrenda de agradecimiento o para tratar de apaciguar la furia de los dioses.
 El otro tiempo mágico está inmerso en al ciencia con todos sus avances. Nosotros abordamos en esta historia las edades antiguas, con sus creencias y mitos.

1064 D.C.

 Era el año de 1064 y como lo hacían todas las noches los sacerdotes del templo de Cholula observaban el cielo. A media noche, el celador nocturno miro con asombro como una de las montañas de los alrededores arrojaba fuego, y comenzaba a caer ceniza. El suceso conmociono la quietud de esos lugares y, sus mentes llenas de todas clases de sortilegios, los conminaron a dar una alerta a la población, y los patriarcas fueron convocados a consejo.
 El volcán Popocatépetl, después de un siglo de sueño, había despertado con un tronido aterrorizando a los Cholutecas.

La pirámide como centro sagrado contemplo la alarma de los sacerdotes mientras el pueblo temeroso se reunía en las partes bajas de la monumental construcción. Los sacerdotes, a la mañana siguiente en la gran pirámide, comenzaron a meditar mientras observaban la ceniza cubriendo la ciudad. -La Gran Madre está enfurecida y nos castiga arrojando fuego- dijo un sacerdote. - Las cosechas se arruinaran si sigue cayendo ceniza del cielo, ya los bosques de las montañas han empezado a arder por el fuego del volcán-expreso otro. Los campesinos dicen que hemos perdido el favor de los dioses- se lamentó uno más. Finalmente todas las miradas se dirigieron al sumo sacerdote de Cholula, título que le pertenecía por su edad y sabiduría. Había permanecido callado, con los ojos cerrados durante toda la discusión. Hasta que el silencio cubrió la sala, abrió los ojos y dijo una sola palabra: -Neutli. Todos comprendieron que iban a entrar al mundo de la ilusión. Acompañados por los esclavos se retiraron al interior del templo, a través de un pasadizo secreto iniciaron el descenso por la gran pirámide. Ahí, contenida en recipientes estaba la esencia mágica, prohibida por ley sagrada para los jóvenes que, de atreverse a usarla eran castigados con al pena de muerte. Con el pulque que mata la ansiedad y enerva los sentidos, esperaban tener las visiones que les permitiera encontrar la respuesta a las manifestaciones de la naturaleza. Cuando la bebida sagrada conmociono sus sentidos comenzaron a tener. Ahora comprendían que los dioses estaban enfurecidos. Podían ver a Quetzalcóatl, su dios más importante sangrando abundantemente y las serpientes que se deslizaban de sus cueva. La sangre en forma de lava manaba de la tierra; los tlaloque, duendes servidores de Tláloc, dios de la lluvia huían de la grana madre tierra llevándose el agua que permitía crecer las cosechas. La última imagen fue significativa: La gran madre abría su boca para devorarlos. Con la última visión había pasado un día. Los sacerdotes fueron despertados por los esclavos y llevados de regreso al exterior, donde el pueblo esperaba ansioso la respuesta, que no podía ser otra más que un sacrificio humano.

 Cien de los mejores esclavos fueron llevados ese día a la gran pirámide. Sacrificados en lo alto, sus cuerpos rodaron por las escaleras de la pirámide, la ceniza cubrió parcialmente sus cuerpos, los cholultecas encontraron un consuelo en esa brutal matanza. A pesar de ello, la madre naturaleza que no entiende de ritos continúo con la lluvia de ceniza.

Los sacerdotes enviaron mensajeros, que regresaron con la noticia del nacimiento de una montaña que lanzaba agua hirviendo con olor a muerte. Los sacerdotes iniciaron el viaje en sus literas para ver el nuevo prodigio, que parecía contener a las masas, que momentos antes estaban dispuestos a despedazar a la repentinamente inútil casa gobernante. El lugar lucia tenebroso. Una enorme bola de arcilla de 13 metros de alto había nacido de la tierra misma, rompiéndola y emitiendo chorros de agua sulfurosa a gran altura.

 Esa noche les quedo claro que el pequeño volcán era obra de los dioses. Los dioses en tiempo inmemorial, habían dado su sangre para que el mundo siguiera existiendo.

- Sumo Sacerdote, la Gran Madre desea que sacrifiquemos a tu primogénita en la entrada al inframundo que ha abierto para nosotros- dijo repentinamente un sacerdote. - ¿Cómo lo sabes?- inquirió el Sumo Sacerdote. - ¡Una visión!- respondió llanamente. - ¡Yo también la he visto!- secundo otro. - ¡Es cierto!- tercio uno más.

No tardaron en pensar que el sacrifico seria de la primogénita del sumo sacerdote, y el con dolor en su corazón le informo al pueblo, que para calmar la ira de la madre tierra, seria sacrificada su hija, Ameyaltzin, (pequeño manantial)
Así que la pequeña doncella, fue ataviada con un hermoso peinado y maquillada con colores vivos, vestiduras floreadas y ricos aromas, joyas de oro, plata y jade, ya arreglada, le dieron a beber un licor que aturdió sus sentidos y fue llevada por cuatro grandes y musculosos esclavos al volcán.
Pero para llegar a él, fue muy difícil, ya que esta arrojaba grandes cantidades de barro y agua, y esos chorros de agua alcanzaban 5’ metros de altura, el barro impedía moverse pero aún así, fue llevada, la dama en cuestión no podía ponerse de pie y menos caminar a su destino, una vez ahí un sacerdote extrajo una daga ceremonial y de un solo tajo corto el cuello de Ameyaltzin, la cual murió rápidamente.
Los esclavos la cargaron para subirla y entregarla al inframundo, aprovechando que el chorro de agua había disminuido.
A lo lejos el gran sacerdote con sus ojos llenos de lágrimas, vio el final de su adorada hija, en ese momento el agua del volcán dejo de salir, pero no así las lágrimas del gobernante, ya que lloro y lloró hasta llegar a la ciudad donde murió al pie de su casa.
Así los habitantes vieron que el sacrificio real había funcionado, ya que vieron que la gran montaña también se había calmado y vieron nacer el volcán más pequeño del mundo, el que hasta la actualidad es visitado en la colonia Libertad, en la ciudad de Puebla, Puebla, México.