Usuario:JBAliseda/Taller/Bomberos de Badajoz

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“Bomberos de Badajoz” es la denominación oficial del Servicio municipal de Bomberos del Ayuntamiento de Badajoz (España). Dicha denominación fue establecida por su Reglamento de Régimen Interior[1]​ aprobado en abril de 2007. Su ámbito de actuación es el término municipal de Badajoz. Su misión es auxiliar y socorrer a los ciudadanos, en aquellas situaciones derivadas de riesgos naturales y tecnológicos, así como en las de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública, y ejercer actividades preventivas para evitar tales emergencias o minimizar sus consecuencias.

Historia[editar]

Hasta la creación de una brigada organizada de bomberos la efectividad de las tareas de extinción de cualquier incendio recaía fundamentalmente en la libre iniciativa, diligencia y arrojo del vecindario, con la colaboración de las dotaciones militares de la ciudad. El ayuntamiento tenía algunos medios y herramientas y los albañiles municipales se involucraban a veces en los trabajos, aunque sin ninguna formación ni organización. El resultado, con edificaciones precarias y alumbrado basado en velas y otras llamas abiertas dado que no existían aún instalaciones eléctricas, es previsible.

Siglo XIX[2][editar]

El origen del Servicio de Bomberos de Badajoz se remonta al año 1869. El 28 de febrero de dicho año, el director de la Academia de Gimnasia de la ciudad, su ayudante, Luciano Sampérez, y otros veinte discípulos, propusieron por escrito al alcalde, Don José María Domínguez, permiso y ayuda para organizar desinteresadamente un Cuerpo de Bomberos sin ofrecer más garantías que el trabajo y la exposición de su vida en los incendios, pero todo lo salvan por ser útiles a sus semejantes.

El 24 de mayo de ese mismo año de 1869, el Ayuntamiento accede a la petición, estableciendo un presupuesto de 50 reales[ii] para alquilar un local donde albergar bombas y útiles y fijándose un premio de doce escudos para el primer miembro de la Brigada que se presente en el lugar del siniestro, si bien la uniformidad se fija por cuenta de sus componentes, según un modelo establecido por la Corporación Municipal. Así pues, esa fecha puede considerarse la de la fundación de los Bomberos de Badajoz, inicialmente como un cuerpo de voluntarios.

Aquellos primeros bomberos eran, en general, personas con sus economías saneadas, pero que decidieron ejercer voluntaria y altruistamente una misión social que consideraban necesaria, dedicando su tiempo, e incluso a veces sus propios recursos, a proteger a los demás incluso arriesgando en ello su integridad física y su vida. A Monsieur Daniel le sustituyó poco tiempo después Don Luciano Sampérez, profesor de la Academia de Gimnasia y después director y propietario de la misma. El Ayuntamiento proporcionó algunos escasos medios precisos para combatir los incendios y un local para guardar estos. Los Bomberos, no cobraban asignación alguna e incluso en dicha época aportaban sus propios uniformes, aunque la Corporación Municipal se ofreció a sufragar la compostura de estos cuando resultasen dañados, cosa que no siempre respetó. A partir de 1875 el Ayuntamiento comenzó a prestar atención médica y farmacéutica gratuita a los bomberos y a los familiares que con ellos conviviesen, así como una compensación económica para toda la Compañía cuando intervenían en un incendio. A fin de recaudar fondos con el que poder adquirir más material, se realizaban exhibiciones en la plaza de toros. Estas exhibiciones, como la realizada la tarde del 25 de diciembre de 1880, es decir el día de Navidad, incluían ejercicios gimnásticos y simulacros de fuego real. El año 1887 fue el de la profesionalización del Servicio ya que en él se aprobó una retribución económica para los bomberos y el establecimiento de guardias fijas en el cuartel en previsión de que hubiera siniestros; se aprobó un nuevo reglamento y se adoptó el nombre de Escuadra de Zapadores Bomberos de Badajoz.

La primera dotación presupuestaria para los Bomberos, de la que se tiene noticia, corresponde al año de 1872, con las asignaciones siguientes, expresadas en pesetas y céntimos: Alquiler del local del Parque 182 pesetas c/ 90 centimos, recomposición de los útiles 182 pts. c/ 90 cts, gratificaciones por deterioro en el vestuario del personal 635 pts. Total 1.000 pts. c/ 80 cts.

Luciano Sampérez puso especial interés en la formación de los Bomberos y en la prevención. En 1881 se aprobó un reglamento organizativo del que se conserva un ejemplar en el Archivo Histórico municipal con un aspecto técnico de gran interés ya que en el que se describe cómo atacar los distintos tipos de incendios según sus características y el edificio en el que se produce. Se establecieron retenes de bomberos en los espectáculos, aunque de la preocupación de la prevención da fe, entre otros documentos, un informe de Luciano Sampérez de 1 de abril de 1888, relativo a una inspección del Teatro López de Ayala a fin de estudiar las vías de evacuación del edificio y el mejor modo de trabajar en el mismo en caso de siniestro; en dicho informe se proponían mejoras de la seguridad del edificio.

El sistema de alarmas: de la campana de Espantaperros al teléfono[3][editar]

Hasta la aparición del teléfono como medio de aviso, la existencia de un incendio se anunciaba con un toque de campana especial, y un número de toques igual al número del distrito de la ciudad en que éste se producía. Para facilitar que se les avisase, en la puerta de las viviendas de los bomberos se fijaba una placa con la inscripción “Aquí vive un bombero”.

La campana que se utilizaba habitualmente para dar las señales de incendio era conocida con el nombre de campana de Espantaperros, y fue trasladada desde la Torre de Espantaperros, situada en la Alcazaba, hasta el nuevo edificio del Ayuntamiento construido sobre el emplazamiento del anterior, en el Campo de San Juan, hoy Plaza de España, en el año 1856. Se decía que la campana en cuestión, que tenía un extraño son por estar cascada, se había venido utilizando para advertir a los vecinos de las incursiones de los moros, por lo que se le atribuía una gran antigüedad, pero investigaciones posteriores determinaron que fue fundida en 1517, aunque probablemente aprovechando restos de alguna antigua campana de tiempos de la Reconquista. Cuando la campana de Espantaperros fue destruida se utilizó una campana de la catedral hasta que se instaló otra en el ayuntamiento. La propuesta de dotar de teléfono para avisar a los bomberos no fue aprobada hasta 1910. El primer número de teléfono del Servicio fue el 223002 que se cambió en 1979 al 253535, de más fácil memorización. En 1989 se instauró el número de emergencias 080 (número de emergencias para bomberos de capitales de provincia en España)[4]​. En la actualidad convive con el 112, teléfono de emergencias para toda la Unión Europea.

Los Bomberos de Badajoz a partir del siglo XX[editar]

A Don Luciano Samperez le sucedió en 1903 al frente de la Escuadra de Bomberos su hijo Armengol Samperez Ladrón de Guevara, quedando Don Luciano como Jefe Honorario hasta su fallecimiento el 4 de diciembre de 1914.

Armengol dirigió la Escuadra siguiendo las directrices de su padre hasta la Guerra Civil. Tras la toma de Badajoz por las tropas sublevadas al mando del General Yagüe en agosto de 1936 huyó a Lisboa (Portugal) donde fue detenido y devuelto a Badajoz, donde fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado por su pertenencia a Izquierda Republicana, a pesar de ser tenido por un hombre moderado.

La actividad de los bomberos se mantuvo durante algún tiempo, aunque la Brigada había quedado bajo mínimos y en la extinción de los incendios se apoyaban en la guarnición militar de la ciudad. El 23 de marzo de 1937 la Junta Gestora que regía el Ayuntamiento acordó la aprobación de un nuevo reglamento que sustituyese al anterior que había sido redactado por Luciano Samperez, pero la Brigada se fue desmantelando y en 1939 la ciudad ya no disponía de servicio de Bomberos[5]​. Los incendios eran combatidos por la dotación militar de la ciudad, aunque en 1942 se contrató a 3 bomberos de los que solo uno estaba de servicio permanente, por lo que era absolutamente insuficiente, tanto más porque la única bomba disponible estaba instalada sobre un remolque y tenía que ser acarreada y accionada manualmente, lo que era imposible sin una dotación de personal adecuada.

Desde 1936 la responsabilidad de la seguridad contra incendios en la ciudad pasó a depender del arquitecto municipal, que ostentaba la máxima autoridad jerárquica de los bomberos, pero que de hecho no participaba de su organización operativa en modo alguno. En los años 70 le ayudaba como subjefe de bomberos un aparejador municipal, aunque tampoco este se encargaba de la gestión organizativa que recaía en el jefe del taller mecánico, siendo la participación de ambos técnicos exclusivamente la de determinar la seguridad de las construcciones afectadas por los incendios y el asesoramiento ocasional en algún siniestro de consideración que requiriese una intervención técnica cualificada. Esta situación se mantuvo hasta 1979.

En 1943 el Ayuntamiento decidió reactivar el Servicio de Bomberos, adquirir con aportaciones de las compañías de seguros un camión autobomba Dodge y una motobomba sobre remolque, y realizar obras de adaptación en el fuerte del Revellín para ubicar allí el parque de Bomberos.

En septiembre de 1946 se produjo un violento incendio que destruyó el Teatro Menacho[6]​, ubicado en la calle del mismo nombre. Aunque no hubo víctimas porque ocurrió en el descanso entre dos funciones, trajo a la memoria el incendio en el Teatro Novedades de Madrid ocurrido en 1928 que causó 67 muertos. Esto hizo que se incrementase la plantilla para tener permanentemente de retén a dos bomberos y un conductor.

En 1960, tras dos serios accidentes laborales que afectaron a tres bomberos se dio un impulso al Servicio adquiriendo nuevos medios, entre ellos una autobomba pesada y una autobomba ligera, y se contrató más personal. Se aprobaron también las primeras tasas por la prestación del servicio.

Pero el que no hubiese un Servicio de Bomberos para atender el resto de la provincia y que los vehículos no dispusiesen de radioteléfonos para avisarles cuando estaban en otra intervención creó diversos problemas. A raíz de ello, en 1967 se volvió a ampliar la plantilla y en 1970 se contrató a un capataz, para mejorar la gestión. Se contrató para tal puesto a Don Alejandro Galache Garrido. El tener a un responsable directo de la organización diaria del Servicio produjo una evidente mejora y una mayor repercusión mediática. Aunque los medios siguieron siendo insuficientes dado que la mejora de la situación económica de la época trajo nuevos riesgos y diversos incendios significativos (destrucción de 400 viviendas en La Picuriña, incendio en la pastelería Casa Alba, etc.) pusieron una y otra vez en evidencia dicha precariedad.

En 1978 se decidió contratar a un técnico para que se hiciese cargo de la gestión del Servicio. Dicho cargo recayó sobre Don Fernando Bermejo Martín, Ingeniero Técnico Industrial, que accedió como funcionario al Ayuntamiento en febrero de 1979 y que desde entonces se hizo cargo de la dirección del Servicio.

Con la nueva jefatura de los Bomberos de Badajoz se abordaron lenta, por el escaso presupuesto, pero paulatinamente numerosos cambios, los principales de ellos la atención a la seguridad del personal y a la prevención de incendios en la ciudad:

  • A finales de 1979 se sustituyó el inseguro vestuario de algodón y fibras sintéticas por otro de  Nomex y otras fibras resistentes a las llamas. Se adquirieron nuevos cascos de policarbonato en sustitución de los antiguos metálicos y se dotó a cada bombero de máscaras integrales con filtro para protección respiratoria, ya que no fue hasta 1983 cuando se incrementó el presupuesto lo suficiente para adquirir equipos autónomos de respiración, lo que supuso la eliminación de las máscaras filtrantes. En 1990 el Servicio de Bomberos de Badajoz fue el primero en España en dotar a cada bombero tanto con el innovador casco integral Gallet F1 como con una alarma personal de detección de inmovilidad[7]​ que permitiese localizar a un bombero caído en una intervención.  
  • En 1983 se organizó el Departamento de Prevención que comenzó la realización de inspecciones en los establecimientos de la ciudad, aunque ya en 1979 se había comenzado a hacer inspecciones de prevención en edificios singulares[8]​. Su dotación inicial fue de dos bomberos bajo la tutela técnica de la jefatura. Hasta 1993 el Departamento de Prevención no contó con ningún técnico titulado en su plantilla.
  • En 1984 se aprobó la Ordenanza Municipal de Protección Contra Incendios con la que Badajoz se unió a la cortísima lista de ciudades que disponían de ese tipo de normativa en una época en la que no había ninguna exigencia normativa nacional. La Ordenanza hacía obligatorio el informe favorable de Bomberos para conceder cualquier tipo de licencia de obra, actividad u ocupación, algo completamente innovador porque en otras ciudades los Bomberos solo informaban en el caso de algunos edificios singulares. La Ordenanza ha ido sufriendo modificaciones hasta la actualidad para mejorarla o para adaptarla a las normativas nacionales cuando estas se promulgaron. En España no apareció una norma obligatoria hasta 1991[9]​, seis años después de la Ordenanza de Badajoz, pero ni siquiera el ella se regulaban todos los usos; algunos no se incluyeron hasta 1997[10]​. No hubo normas obligatorias de seguridad contra incendios en establecimiento industriales a nivel nacional hasta 2004[11]​, en Badajoz las había diecinueve años antes. Ya a pleno rendimiento, en 1987 el Departamento de Prevención tramitó 1.644 expedientes, hasta llegar a estar alrededor de los 2.500 expedientes en los primeros años del siglo XXI[12]​. La eficacia de la intervención de los bomberos en la tramitación urbanística y de las visitas de inspección para comprobar el correcto funcionamiento de las instalaciones antes de permitir su utilización, se puso de manifiesto tras un estudio realizado en 1995 en el que se constató que, de un total de 754 expedientes analizados y tramitados en el Servicio, 290 proyectos, es decir el 71,25%, presentaba deficiencias detectadas por el Departamento de Prevención y ni siquiera la tercera parte de los proyectos cumplían los preceptos normativos. Además, en las inspecciones finales se había constatado que el 57,64% de las obras no cumplían las condiciones de seguridad recogidas en el proyecto, a pesar de los informes de los directores de obra que decían que sí se respetaban las exigencias de los proyectos y de los informes en idéntico sentido de los instaladores; esto suponía que si el Servicio de Bomberos no hubiera hecho esas inspecciones casi el 60% de los edificios y establecimientos se podrían haber autorizado a pesar de ser inseguros para sus ocupantes[13]​.
  • En 1985 se inició el programa de formación en la escuela denominado “Aprende a no quemarte” que se mantuvo en funcionamiento hasta el año 2013. Cada día, durante todo el curso escolar un miembro del Servicio acudía a dar formación adaptada a su edad a los niños de los colegios de la ciudad, desde preescolar a primaria; entre 10.000 y 15.000 escolares recibían cada año formación sobre cómo prevenir y ponerse a salvo de los incendios, e incluso los más mayores sobre cómo combatirlos[14]​. Estas y otras actividades de prevención tuvieron un reconocimiento nacional[15]​.
  • En 1987 se puso en marcha el Certamen Internacional de Vídeos sobre Incendios y Emergencias, VIDEOFUEGO[16]​, un concurso único en el mundo que se celebró cada año ininterrumpidamente hasta 1998 con el patrocinio del Ayuntamiento y otras entidades, y continuó después con organización privada hasta 2004. Su primera edición se hizo coincidir con el centenario de la profesionalización del Servicio. Más de 700 vídeos procedentes de todo el mundo se presentaron a concurso en las diferentes ediciones, todos los cuales se proyectaban, traducidos y doblados al español, en la fase pública del certamen que incluía también jornadas técnicas y otros eventos relativos a la seguridad contra incendios. En 1998, la revista Fire Journal, órgano oficial de la National Fire Protection Association, NFPA, la mayor organización de seguridad contra incendios del mundo, publicó un artículo firmado por su vicepresidente Kenneth Backman, titulado “VIDEOFUEGO…an incredible program” en que calificaba al certamen como el Festival de Cannes de la seguridad contra incendios. Videofuego supuso una revolución en la formación en seguridad contra incendios en España y otros países, al conseguir recopilar y poner a disposición pública una amplísima información audiovisual procedente de los cinco continentes, buen parte de la cual se comercializó para usos formativos. Los premios del concurso se denominaron “Bombero de Oro” y constaban de una estatuilla de bronce dorado representando a un bombero rescatando a un niño; en las primeras ediciones también incluían una asignación económica siendo la del primer premio de un millón de pesetas. En la primera edición el primer premio lo obtuvo el vídeo “Vencer los incendios forestales” presentado por el Gobierno de Quebec (Canadá).  También se incluyeron en el certamen un concurso de fotografía en el que resultaron premiados fotógrafos de gran prestigio, y, durante las últimas ediciones, otro de programas audiovisuales de formación.
  • También en 1987, para dar soporte a Videofuego, se creó el Departamento de Medios Audiovisuales, que también produjo videos para formación de bomberos o sobre emergencias[17]​, siendo el primero de ellos el titulado “Tragedia en los Almacenes Arias sobre el dramático incendio en el que fallecieron diez bomberos de Madrid y en cuyas operaciones de rescate también participó un equipo de Bomberos de Badajoz[18]​. Fue el único audiovisual que incluía imágenes de las operaciones grabadas dentro del edificio siniestrado. Los Bomberos de Badajoz fueron también pioneros en esta actividad, ya que ningún Servicio de Bomberos español, y muy pocos a nivel internacional producían entonces vídeos para formación de sus bomberos o para utilización en prevención de incendios.
  • En 1996 se realizó otra experiencia pionera, la emisión, con periodicidad semanal del programa de televisión “Ayúdanos a salvarte”[19]​ promovido por el Servicio y emitido por una emisora de televisión local en el que se informaba sobré cómo evitar y combatir los incendios, cómo realizar primeros auxilios, etc., cuyo primer episodio se tituló “Cómo escapar con vida de un incendio”.

En noviembre de 1996 el Jurado del Certamen Internacional Trofeos de la Seguridad, organizado por la revista Seguritécnia decidió otorgar al Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Badajoz uno de sus premios por “la labor que viene prestando ininterrumpidamente con múltiples actividades formativas dirigidas a la prevención de incendios hacia su comunidad, de forma altruista y que hacen que esta Institución realice un relevante papel social, base de una eficaz protección colectiva”. El jurado, compuesto por importantes personalidades del ámbito de la seguridad expuso en su decisión de premiar al Servicio de Bomberos de Badajoz porque, “aunque este Servicio no pueda destacar por los medios de que dispone, sí consigue un papel relevante por sus múltiples actividades preventivas y formativas, muchas de ellas pioneras en España”[20]​.

En 1987 entró en vigor un nuevo Reglamento de Régimen Interior que reestructuró el Servicio en tres Departamentos: Prevención, Lucha contra siniestros, y Programación; la denominación oficial pasó a ser Servicio Contra Incendios y de Salvamento. Este reglamento fue modificado en 2007, cambiándose la denominación a la de Bomberos de Badajoz e integrándose en el Servicio la protección civil municipal que hasta entonces era independiente del mismo, creándose a partir de entonces un organigrama formado por tres secciones: Prevención, Operaciones y Protección Civil. La primera consecuencia de esta integración fue la redacción y aprobación en 2009 de la primera edición del Plan de Emergencia Municipal[21]​. La sección de Protección Civil cuenta con una Agrupación de Voluntarios.

En junio de 1998 el Servicio recibió la Medalla de Bronce al Mérito en la Protección Civil con carácter colectivo, como reconocimiento a la labor desarrollada durante la riada que se produjo en la ciudad en noviembre de 1997 que produjo 23 víctimas mortales[19].

En mayo de 2009 se inauguró el nuevo Parque de Bomberos, el primero diseñado como tal para el Servicio. Son unas modernas instalaciones con una superficie construida es de 2.420 metros cuadrados en el edificio principal, con otros 700 metros cuadrados dedicados a los edificios de prácticas, talleres, e incluyen zonas deportivas, piscina, contenedor para prácticas de flashover, etc.

En 2010 se realizó una experiencia también pionera para mentalizar a la ciudadanía en la necesidad de prevenir los incendios. Para ello se simuló en la vía pública el incendio en un recinto que reproducía el salón de una vivienda, para que los ciudadanos pudieran ver en persona la rapidísima evolución del incendio en una vivienda[20].

En febrero de 2011 se jubiló como jefe del Servicio Don Fernando Bermejo Martín, que se había hecho cargo del mismo en 1979, pasando a sustituirle Don Juan Carlos Delima Romero, al que, a su vez, sustituyó en 2013 Don Basilio González Lara.

Sedes de los Bomberos de Badajoz[editar]

En junio de 1869, el Ayuntamiento proveyó a la Compañía de un local situado en la calle Lagares, hoy Zurbarán, en las traseras del edificio en el que estaba el Hospital Provincial, cuya fachada principal daba a la plaza de Minayo, edificio que abandonó su uso hospitalario a finales del siglo XX. Esta pequeña dependencia podría considerarse el primer Parque de Bomberos de Badajoz. Posteriormente todos sus medios se trasladaron a un local nº 18 de la calle Chapín propiedad de Don Luciano Samperez que cedió parte del mismo gratuitamente para los Bomberos. En un tiempo en que Don Luciano abandonó la Brigada como protesta por la desatención municipal, se utilizó como depósito de sus útiles un local en los bajos del edificio consistorial.

En el año 1944 se decidió realizar obras en el Revellín de San Roque[22]​, un baluarte avanzado de las murallas de la ciudad, a la entrada del barrio de San Roque, transformándolo en unas instalaciones para albergar al Servicio de Bomberos y al Servicio de Limpieza. A finales del 2010, el recinto amurallado del Revellín de San Roque, en el que se habían ubicado las instalaciones del Parque de Bomberos a principios del siglo XX, se reformaron para transformarse en un albergue juvenil.

En 1984 el Servicio se trasladó a unas naves industriales que se adaptaron para albergar a los Bomberos y otros servicios municipales en el polígono industrial de El Nevero.

En 1987 el parque de bomberos se trasladó provisionalmente a unas instalaciones que habían sido sede de la Institución Ferial de Badajoz en la calle Federico Mayor Zaragoza, y estuvo en ellas mientras se demolían las instalaciones anteriores y en la misma parcela se construía el que sería el parque de bomberos actual, el primero diseñado expresamente para tal función, en la calle Antonio Rubio Correa.

Datos del Servicio[editar]

Efectivos[editar]

  • Jefatura: 1 Oficial jefe del Servicio
  • Sección de Operaciones: 63 efectivos organizados en 5 turnos de 24 horas de servicio, más 4 operadores y un operario de mantenimiento[23]
  • Sección de Prevención: 1 jefe de sección, 2 técnicos de prevención, 2 bomberos y 1 auxiliar administrativo[24]
  • Sección de Protección Civil: 1 jefe de sección, 1 auxiliar administrativo y los miembros de la Agrupación de Voluntarios (1 jefe, 1 subjefe, jefes de grupo, jefes de equipo, y voluntarios operativos)[25]

Intervenciones (datos de 2019)[26][editar]

  • Sección de Operaciones: 3621
  • Sección de Prevención: 1588
  • Sección de Protección Civil: 154

Medios[editar]

  • Pendiente de editar

Referencias[editar]

  1. «Reglamento de Régimen Interior de Bomberos de Badajoz». 
  2. Bermejo Martín, Fernando (2009). 1869-2009. 140 años de los Bomberos en Badajoz. Ayuntamiento de Badajoz. pp. 19-41. 
  3. Bermejo Martín, Fernando (2023). Historia de los Bomberos de Badajoz. K.D.Publishing. ISBN 979-8386296070. 
  4. «Primer número de teléfonos para Bomberos de nuestro país.». 
  5. «La falta de Servicio de Bomberos». Diario Hoy (Badajoz). 22 de julio de 1939. p. 3. 
  6. «Violento incendio en el Teatro Menacho». Diario Hoy (Badajoz). 21 de septiembre de 1946. p. 1. 
  7. «Personal Alert Safety System PASS (en inglés)». 
  8. Bermejo Martín, Fernando (2023). Historia de los Bomberos de Badajoz. K.D.P. p. 144 y 174. ISBN 979-8386296070. 
  9. Real Decreto 279/1991, de 1 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de la Edificación NBE-CPI/91.
  10. Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, por el que se aprueba la norma básica de la edificación NBE-CPI/96.
  11. Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales.
  12. «Memoria del Servicio de Bomberos 2019. Ayuntamiento de Badajoz». 
  13. Bermejo Martín,, Fernando (2023). Historia de los Bomberos de Badajoz. K.D.P. p. 318. ISBN 979-8386296070. 
  14. Bermejo Martín, Fernando (2023). Historia de los Bomberos de Badajoz. K.D.P. p. 236. ISBN 979-8386296070. 
  15. «El programa de TVE "Línea 900" elogia el trabajo de los Bomberos de Badajoz». Diario Hoy: 15. 25 de noviembre de 2001. 
  16. Doscientos especialistas en incendios participan en Videofuego’87. Diario Hoy, 04/03/1987
  17. Bermejo Martín, Fernando (2023). Historia de los Bomberos de Badajoz. K.D.P. p. 242. ISBN 979-8386296070. 
  18. [file://C:\\Users\fbm\Downloads\hoy-bad-19870911-013.pdf «Meritoria actuación de los Bomberos pacenses...»]. Diario Hoy (Badajoz). 11 de septiembre de 1997. p. 13. 
  19. «Los bomberos realizan un programa televisivo en un canal local». Diario Hoy (Badajoz). 30 de septiembre de 1996. p. 18. 
  20. «Los Bomberos de Badajoz premiados con un trofeo a la seguridad». Diario Hoy (Badajoz). 30 de septiembre de 1996. p. 18. 
  21. «Plan de Emergencia Municipal de Badajoz». 
  22. «Revellín de San Roque». 
  23. Sección de Operaciones, web del Ayuntamiento de Badajoz, Bomberos
  24. Sección de Prevención, web del Ayuntamiento de Badajoz, Bomberos
  25. Sección de Protección Civil, web del Ayuntamiento de Badajoz, Bomberos
  26. Memoria del Servicio de Bomberos, 2019, Ayuntamiento de Badajoz