Usuario:Adolfobrigido/Rejería intramuros Badajoz

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En el artículo Rejería intramuros de la Ciudad de Badajoz hasta el siglo XX, ciudad de Extremadura fronteriza con Portugal a lo largo de muchos kilómetros, tiene por objeto poner de manifiesto este patrimonio cultural del arte de la forja de rejas de portones y ventanas. Estas rejas están dispersas a lo largo y ancho del Badajoz antigüo, pero a su vez concentradas dentro de las murallas que la rodeaban para su defensa de los árabes desde hace más de diez siglos.

En el tercio sur de España, este tipo de rejerío era una costumbre protectora de las casas que con el tiempo pasa a tener un doble aspecto: el ya indicado como defensivo y, pasados unos siglos, el de ser una expresión artística que da prestigio a los diferentes edificios que disponen de ellas y, quizá en tercer lugar, el de una sana competencia entre arquitectos, constructores, y maestros artistas de la forja. Por un lado, Badajoz se encuentra en este tercio sur de España con la que tiene grandes relaciones y es en esta zona sur de Sevilla, Córdoba, Huelva, Cádiz y otras muchas capitales y pueblos importantes donde las rejas de ventanas y puertas de patios adquieren una gran belleza estética.

Por otro lado es ciudad fronteriza con Portugal de cuya frontera la separa no más allá de cuatro o cinco Kilómetros y también en esta zona sur de Portugal hubo una cultura artística de la forja de rejas de la que, posíblemente, algunos herreros y diseñadores tomaron buenas ideas

En el caso de Badajoz, la mayoría de los talleres de forja donde se dibujaron en hierro estas rejas de protección han desaparecido, pero se recuerdan sus nombres y personalidades como Carrallo, autor de las rejerías de «La Giralda», de «Cerrajerito» que unía el arte de la fragua con el del capote de torear, arte que ha heredado su hijo, profesor de esa especialidad en la Escuala de Artes y Oficios Adelardo Covarsí de Badajoz. En cuanto a los arquitectos, se debe mencionar a Rodolfo Martínez Brioso, Francisco Vaca Morales y el sin par Adel Pinna que habiendo hecho algunos de los edificios más interesantes de Badajoz junto a su amigo Curro Franco, y alguno en Madrid, se da el caso curioso que no tenía el título de arquitecto.[1]


  1. Pedraja, Francisco (mayo, 2009). Introducción a La rejería intramuros de Badajoz hasta el siglo XX. Badajoz: Indugrafic Artes Gráficas S.L. p. 7 y 8. 


Canchos de Ramiro[editar]

Es un enclave rocoso situado al noroeste de la provincia de Cáceres, declarado Espacio Natural Protegido. Los Canchos de Ramiro son zona ZEPA, Zona de Especial Protección de Aves, con una superficie de unas 6.236 has, que afecta a los términos municipales de Cachorrilla, Casillas de Coria, Ceclavín, Cilleros, Moraleja, Pescueza y Zarza la Mayor.

Su vegetación está formada por alcornoques, encinas, madroños, labiérnagos, lentisco, jaras, etc.

La fauna la habitan águila imperial, cigüeña negra, alimoche, buitre negro, águila real, águila azor perdicera, búho real y una colonia de buitre leonado, posiblemente de las más grandes de Europa. Ideal para la práctica del senderismo, bicicleta. (elgranviajero.com)

Notre Dame de la Garde[editar]

Original en francés
«Vendredi passé, qui était le lendemain de la fête Dieu, vous eussiez vu la citadelle banderolée des pieds à la tête d’une dizaine de drapeaux et, en branle, les cloches de notre clocheton, et une admirable procession rentrant au château. La statue de Notre-Dame de la Garde tenant, de son bras gauche, l’enfant nu et, de sa main droite, un bouquet de fleurs, était portée par huit pénitents déchaussés et voilés comme des fantômes.»
Traducción al español
«El viernes, al día siguiente de la fiesta del Corpus, hubierais visto la ciudadela adornada con sus banderines de los pies a la cabeza, una decena de banderas y, en movimiento, las campanas de nuestro pequeño campanario y una admirable procesión entrando en el castillo. La imagen de Nuestra Señora de la Gard sujetando con el brazo izquierdo al Niño desnudo, y en su mano derecha, un ramo de flores, era llevada por ocho penitentes descalzos y con el rostro cubierto como fantasmas.»

Estelas decoradas del Museo Arquelógico Provincial de Badajoz[editar]

Museo Arqueológico Provincial de Badajoz

Las estelas decoradas también conocidas como estelas de guerrero son losas de piedra de forma irregular que tienen una serie de grabados en una de sus caras que representan a un personaje de una clase social alta, generalmente de guerreros, ataviados con casco, lanza, lanza, espada o escudo y acompañados por una serie de figuras como un peine, una fíbula, una lira y, a veces, una carro tirado por animales. Los investigadores interpretaron que, a falta de mayores datos, debían ser marcas de un territorio o señalizadores de tumbas.

El Museo Arqueológico Provincial de Badajoz tiene entre sus fondos una colección de estelas decoradas del siglo VIII al siglo V a.C. época que coincide con la Edad del Bronce Final. Estas piezas son características de la Provincia de Badajoz ya que la mayoría de ellas aparecieron en su zona oriental, cerca de la provincia de Córdoba, y solo dos en el sur, en la zona limítrofe con la provincia de Sevilla.

Las estelas expuestas en el citado museo no son todas las que aparecieron en la provincia pacense o en sus límites ya que hay varios ejemplares en otros museos y colecciones pero sí son la mayoría de ellas y que forman parte de la historia cultural de esta región.

Historia[editar]

A pesar de los estudios y trabajos realizados por investigadores, no se conoce qué eran y qué significaban las estelas y solamente intuyeron que podían proceder de grandes señores o divinidades. Por otro lado, las estelas aparecieron movidas, fuera de su lugar original, y por tanto sin contexto arqueológico lo que dificultaba todavía más su datación así como la función que desempeñaban.[1]

Las estelas[editar]

Estela de El Corchito[editar]

Estela de guerrero. Siglo VII-VI a.C. El Corchito.
Esquema de estela de El Corchito. Cabeza Buey.

Está realizada en una losa de arenisca y tiene unas dimensiones de 99 x 52 x 21 cm. Apareció en el lugar llamado «El Corchito» situado en el término municipal de Cabeza del Buey. Tiene forma rectangular y la decoración es ancha y profunda, hecha mediante la técnica del «repiqueteado». La figura principal ocupa la parte central de la estela y tiene forma de figura humana.

Se diferencian claramente la cabeza, el tronco rectangular, los brazos que caen paralelos al cuerpo, las piernas tiene una cierta abertura con los dos pies hacia la derecha y en las manos están diferenciados los dedos. Tiene una espada cruzada al cuerpo a la altura de ca cintura con una empuñadura muy marcada.

Entre los adornos auxiliares tiene una especie de fíbula a la izquierda, un espejo en el que están muy diferenciados el marco y el mango; a la derecha y a la altura de la cabeza tiene un peine de cinco púas y a la izquierda un objeto de forma cuadrada de difícil interpretación. La parte superior, por encima de la cabeza del guerrero está dibujado un escudo formado por tres círculos concéntricos con la abrazadera del escudo resaltada en su centro y una lanza de gran tamaño dispuesta de forma paralela al guerrero.[2]

Está inventariada en el Museo con el n.º 4467

Estela de la Yuntilla Alta[editar]

Estela de guerrero. Siglo VIII-VII a.C. La Yuntilla Alta. Cabeza del Buey.
Esquema de la estela de guerrero, siglo VIII-VII a.C. en La Yuntilla Alta. Cabeza Buey.

La piedra es de cuarcita, roca metamórfica dura con alto contenido de cuarzo. Como tiene una meteorización lenta, su resistencia a la erosión hace que formaciones de cuarcita sobresalgan en el paisaje.

La estela tiene forma romboidal y es de gran tamaño ya que sus dimensiones son 174 x 88 x 24 cm si bien solo está tallada en los dos terceras partes superiores. Apareció en el lugar llamado «La Yuntilla Alta» situado en el término municipal de Cabeza del Buey.

El tercio superior está ocupado por la figura principal que suele ser la figura humana. Tiene cabeza redonda y los brazos caídos, paralelos al cuerpo; tiene ligeramente abiertas las piernas y los dos pies están dirigidos hacia la derecha; en el pecho tiene dos líneas inclinadas que le cruzan solamente una mitad del torso. Tiene una espada cruzada a la altura de la cintura con la empuñadura a la derecha, empuñadura que está bien definida y que el personaje la agarra con los dedos, muy diferenciados, de la mano derecha.

Debajo de la figura, ocupando la parte central del rombo, está dibujado un gran escudo de tres círculos concéntricos con dos detalles muy diferenciados: una abertura para la zona del cuello o «escotadura» y un asa o agarradera simulada mediante dos semicírculos opuestos por el diámetro. A la izquierda, hacia el tercio superior del escudo figura un peine con las púas muy finas.

En la parte izquierda del guerrero, a la altura del pecho y en un rebaje inclinado de la estela, hay una figura de gran mérito por su alta definición: Se trata de un carro cuya caja tiene las esquinas redondeadas con dos ruedas, dos asideros. El carro está tirado por dos cuadrúpedos representados con las patas hacia adentro, es decir, hacia el varal, unidos por un yugo. También se observan las riendas de gobierno de los animales dibujadas mediante unas líneas finísimas. Todo ello hace que el conjunto tenga una gran calidad figurativa.

A la derecha del guerrero, al lado de la escotadura del escudo hay un dibujo de otro carro más pequeño y menos definido que el anterior. Solo se percibe su forma elíptica donde no aparecen los animales de tiro pero sí los dos asideros y las dos ruedas.[3]​ Está inventariada en el Museo con el n.º 10 814.

Estela de Capote[editar]

Estela de guerrero. Capote. Higuera la Real.
Esquema de la estela de guerrero de Capote. Higuera la Real. Siglo VII-VI a.C.

La piedra es de cuarcita, roca metamórfica dura con alto contenido de cuarzo y sus dimensiones son 97 x 47 x 16 cm. La laja tiene forma rectangular y apareció en el lugar llamado «Capote» situado en el término municipal de Higuera la Real. La estela está decorada solamente por la parte frontal, que está fracturada por casi todo su perímetro, pero esta decoración se distingue muy dificilmente.[4]

En el museo está expuesta en posición invertida para que pueda reconocerse mejor la inscripción tartésica, ya que está realizada en sentido contrario a las figuras y objetos que son el motivo de la estela.

Referencias[editar]

  1. Junta de Extremadura, Consejería de Cultura (2005). Catálogo de estelas decoradas del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. (siglos VIII-V a.C.). Badajoz: Consejería de Cultura. p. 5. ISBN 84-7671844-6. 
  2. Junta de Extremadura, Consejería de Cultura (2005). Catálogo de estelas decoradas del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. (siglos VIII-V a.C.). Badajoz: Consejería de Cultura. p. 10. ISBN 84-7671844-6. 
  3. Almagro Basch, Martin (1966). Las estelas decoradas del suroeste peninsular. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. ISBN 978-84-00-01475-9. 
  4. Díaz-Guardamino Uribe, María (2010). Las estelas decoradas en la prehistoria de la península ibérica. Universidad Complutense de Madrid. p. 828. ISBN 978-84-69-37794-3. Consultado el 30 de junio de 2017. 

Enlaces externos[editar]


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