Stachybotrys chartarum

De Wikipedia, la enciclopedia libre
 
Stachybotrys chartarum
Taxonomía
Reino: Fungi
Filo: Ascomycota
Clase: Sordariomycetes
Orden: Hypocreales
Familia: Stachybotryaceae
Género: Stachybotrys
Especie: Chartarum
Sinonimia

Stachybotrys chartarum[n 1]​ también conocida como moho negro o moho negro tóxico, es una variedad de microhongos que producen sus conidios en partículas de cieno.[1]​ Fue descubierta en la pared de una casa en Praga en 1837 por el micólogo checo August Carl Joseph Corda.[2]

Crece en lugares con altos niveles de humedad y ausencia de luz solar, siendo poco probable encontrarla en viviendas con condiciones normales. Estudios en ratones, además, sugieren que es poco probable que produzca enfermedades en humanos mediante el transporte de esporas tóxicas en el aire.

Crecimiento, reproducción y hábitat[editar]

S. chartarum es un moho que crece lentamente y no compite bien con otros mohos. Es raramente encontrado en la naturaleza y, con muy poca frecuencia, se encuentra en los entornos humanos un que cumplan con las condiciones adecuadas para vivir: cantidades grandes de celulosa, grandes fluctuaciones de temperatura, poco nitrógeno, ausencia de otros mohos, ausencia de luz solar y abundante humedad constante.[3]​ Es a veces encontrado en la tierra y en granos, pero es más a menudo detectado en materiales de construcción ricos en celulosa, desde superficies húmedas —como yeso húmedo cubierto de papel tapiz— a edificios dañados por el agua.[1]

Las esporas solo se liberan al aire ambiental cuando el moho es perturbado mecánicamente, particularmente cuando está mojado. Está considerado un contaminante del aire interior poco común.[4]

No todas las cadenas de S. chartarum producen micotoxinas, y, bajo ciertas condiciones, algunas de estas pierden la capacidad de producir tales toxinas con el tiempo. La presencia de gran humedad interior no implica que la S. chartarum productora de micotoxinas también esté presente.[4]

Toxicidad[editar]

Los problemas de salud relacionados con este moho han sido documentados en humanos y animales desde la década de 1930.[5]​ Más recientemente, S. chartarum ha sido relacionado con el llamado síndrome del edificio enfermo, aunque dicha relación no se ha establecido en la literatura científica.[6]

En 1994, el Centro de EE.UU. para Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) verificó que un número de niños en Cleveland, Ohio, se enfermaron y algunos murieron de hemosiderosis pulmonar (hemorragia en los pulmones) luego de exposiciones inusualmente altas de esporas de S. chartarum.[3]​ Investigaciones posteriores del CDC no revelaron una relación definitiva entre esas exposiciones y las muertes infantiles.

Más recientemente, ratas de laboratorio expuestas a aire junto a paredes completamente cubiertas de este moho experimentaron pocos efectos biológicos notables. En otro experimento, se expuso a ratones a concentraciones de micotoxinas de S. chartarum mucho más grandes que las que un humano podría recibir en cualquier entorno de vivienda, y no mostraron síntomas de enfermedad. Según un autor, «Estos estudios sugieren que las concentraciones de esporas de S. chartarum que viajan por el aire obtenidas realistamente en el aire interior son demasiado bajas para producir efectos clínicos».[4]

En 2007, la revista Foro Veterinario publicó un artículo diciendo que dos gatos murieron bajo anestesia, en lo que se cree es el primer caso documentado de envenenamiento por moho negro en mascotas. Los gatos vivieron en Florida, en una casa dañada por el agua. Durante los procedimientos dentales rutinarios, ambos gatos experimentaron severas hemorragias pulmonares y luego murieron. Pruebas de sangre confirmaron la presencia de una toxina producida por S. chartarum, y también se halló una contaminación severa de moho en la casa.[7]

Existen dos quimiotipos en S. chartarum: uno que produce microtoxinas de trichothecene, como satratoxina H, y otra que produce atranones.[8]

Notas[editar]

  1. También llamada Stachybotrys atra, Stachybotrys alternans o Stilbospora chartarum.

Referencias[editar]

  1. a b Samson RA, Houbraken J, Thrane U, Frisvad JC & Andersen B. (2010). Comida y hongos del interior. Instituto Westerdijk, Utrecht, Países Bajos. pp. 1-398.
  2. Andersen B, Frisvad JC, Søndergaard I, Rasmussen IS & Larsen LS (Junio de 2011). «Associations between fungal species and water damaged building materials». Applied and Environmental Microbiology 77 (12): 4180-88. PMC 3131638. PMID 21531835. doi:10.1128/AEM.02513-10. 
  3. a b Richard F. Progovitz (2003). Black Mold Your Health and Your Home. The Forager Press, LLC. p. 96. ISBN 978-0-9743943-9-8. 
  4. a b c Donald G. Barceloux (2012). Medical Toxicology of Natural Substances: Foods, Fungi, Medicinal Herbs, Plants, and Venomous Animals. John Wiley & Sons. p. 885. ISBN 978-1-118-38276-9. 
  5. «Acute pulmonary hemorrhage in infants associated with exposure to Stachybotrys atra and other fungi». Archivos de Medicina Pediátrica y Adolescente 152 (8): 757-62. Agosto de 1998. PMID 9701134. doi:10.1001/archpedi.152.8.757. 
  6. Page, E. H.; Trout, D. B. (2001). «The Role ofStachybotrysMycotoxins in Building-Related Illness». AIHA Journal 62 (5): 644. doi:10.1080/15298660108984664. 
  7. «Toxic mold may pose threat to pets». Veterinary Forum (Veterinary Learning Systems) 24 (10): 17. October 2007. 
  8. Andersen B, Nielsen KF, Thrane U, Szaro, T, Taylor, JW & Jarvis, BB (2003). «Molecular and phenotypic descriptions of Stachybotrys chlorohalonata sp. nov. And two chemotypes of stachybotrys chartarum found in water-damaged buildings». Mycologia 95 (6): 1227-38. PMID 21149024. doi:10.1080/15572536.2004.11833031. Archivado desde el original el 17 de septiembre de 2018. Consultado el 21 de diciembre de 2021.