Rosalía Lombardo

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Rosalía Lombardo

Cuerpo momificado de Rosalia Lombardo en 1982
Información personal
Nacimiento 13 de diciembre de 1918 Ver y modificar los datos en Wikidata
Palermo (Italia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 6 de diciembre de 1920 Ver y modificar los datos en Wikidata (un año)
Palermo (Italia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Neumonía, pandemia de gripe de 1918 y gripe Ver y modificar los datos en Wikidata

Rosalía Lombardo (Palermo, 13 de diciembre de 1918-ibídem, 6 de diciembre de 1920), apodada La Bella Durmiente,[1]​ fue una niña de origen siciliano que falleció a la edad de casi dos años a consecuencia de una neumonía. Se hizo famosa post mortem, cuando su padre encargó al químico Alfredo Salafia (1869-1933), que procediese a embalsamar el cadáver de la niña conforme a su innovadora y duradera técnica. Una vez momificado el cuerpo, este fue trasladado a la Capilla de los Niños de las catacumbas de los Capuchinos de Palermo,[2]​ siendo uno de los últimos cuerpos en ser aceptados en la cripta.[3][4]

Un reciente estudio con rayos X demostró que el cuerpo, incluidos los órganos, se encuentran en muy buen estado de conservación y con un grado de deterioro muy leve.[5][6]

La técnica

El cuerpo de la niña actualmente

Recientemente un equipo de investigadores del Instituto de Momias y Hombre de Hielo de Bolzano (Italia) encabezados por el bióantropologo Darío Piombino-Mascali ha tenido acceso a las notas personales de Alfredo Salafia, e incluso han podido hablar con descendientes directos del mismo para descubrir la técnica empleada por el embalsamador, que nunca reveló en vida.[5]

La fórmula tan celosamente guardada por Salafia consistía en una mezcla de formol diluido en agua que actuaba como desinfectante y eliminaba a las bacterias, saturada en sales de zinc. También incluía alcohol, que podría haber secado el cuerpo de Rosalía y permitir de este modo su momificación; ácido salicílico, que evitaba la proliferación de hongos, y glicerina, que prevenía el excesivo secamiento de los tejidos corporales.[5]

Otros factores clave que intervinieron en la perfecta conservación del cuerpo de Rosalía fueron el clima particularmente seco de las catacumbas y la aplicación de parafina disuelta en éter en el rostro de la niña, lo que favorecería la perfecta conservación del mismo a lo largo del tiempo.[5]

Véase también

Referencias

  1. Sentinella, David E. (2007). El enigma de las momias. Nowtilus. p. 224. ISBN 84-9763-345-8. 
  2. D. Bryant, Clifton (2003). Handbook of death & dying. Sage Publications. ISBN 0-7619-2514-7. 
  3. Quigley, Christine. (2006). Modern Mummies. Nowtilus. p. 52. ISBN 978-0-7864-2851-9. 
  4. «Rosalía Lombardo». Consultado el 16 de septiembre de 2009. 
  5. a b c d Coperías, Enrique Manuel (2009). «¿Cómo se preparó la momia de Rosalía?». Muy Interesante (340). 
  6. Panzer, Stephanie; Zink, Albert R.; Piombino-Mascali, Dario (de julio de 2010). «Scenes from the Past». RadioGraphics 30 (4): 1123-1132. doi:10.1148/rg.304095174. 

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