Ricardo Rossel

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Ricardo Rossel
Información personal
Nacimiento 12 de mayo de 1841 Ver y modificar los datos en Wikidata
Lima (Perú) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 6 de diciembre de 1909 Ver y modificar los datos en Wikidata (68 años)
Distrito de Barranco (Perú) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Peruano
Información profesional
Ocupación Escritor, empresario, político
Géneros Poesía, narración, cuento.

Ricardo Rossel Sirot, (Lima, 12 de mayo de 1841 - Barranco, 6 de diciembre de 1909) fue un poeta, escritor, empresario y político peruano, fundador del Club Literario de Lima.

Biografía

Fue hijo de Eugenio Rossel, natural de Nimes, región de Languedoc, Francia. Comerciante, hombre honorable y laborioso, quien llegó al Perú en 1826, estableciendo la primera casa de comercio francesa de importaciones en Lima. Su madre fue Carmen Sirot, distinguida dama de Lima. Tuvo tres hermanos, Manuel Eugenio, Rosalía e Ysidro.

Hizo sus estudios en el Seminario de Santo Toribio, obteniendo todos los primeros premios en sus clases, y la medalla de oro en el último año de instrucción superior.

Desde muy temprana edad manifestó su inclinación y disposición por las letras. Hizo de la lectura uno de sus pasatiempos favoritos, leyendo con avidez los clásicos de la época que ayudaron a formar su estilo y espíritu literario. A los trece años ya componía sus primeros versos.

Cuando solo contaba con 18 años tuvo que hacerse cargo de la casa comercial de su padre, quien falleció en 1859.

También se dedicó a las faenas agrícolas hasta el año de 1874, año en que se estableció como jefe de la casa comercial que llevó su nombre en el Callao. Luego sus inquietudes lo llevaron a explorar el campo de la minería convirtiéndose en socio y gerente de una empresa minera.

Contrajo matrimonio con doña Matilde Dulanto Valcárcel, hija del héroe nacional y el hijo más querido de la ciudad del Callao, don Manuel Cipriano Dulanto y de doña María de los Santos Valcárcel. Tuvieron cinco hijos: Ricardo Marcos, Carlos Amador, Eugenio, José Alberto y María.

Desempeñó cargos municipales en los Consejos del Callao, y formó parte de diversas juntas y comisiones oficiales para asuntos mercantiles y económicos, y fue nombrado también Presidente del Tribunal de Comercio del mismo puerto. Rossel fue elegido diputado por Lima durante el gobierno de Remigio Morales Bermudez donde recibió fama de gran orador. Luego en 1895 el presidente Nicolás de Pierola le confió la organización y dirección de la oficina encargada de administrar el impuesto sobre la sal.

El 10 de octubre de 1890, siendo diputado y al enterarse de la violencia y los ataques en contra de la escritora Clorinda Matto de Turner y su familia, se presentó ante la Cámara de Diputados y exigió: "Vengo en fin a ejercer un derecho y a cumplir un deber, protestando enérgicamente contra los actos públicos instigados por las autoridades eclesiásticas i tolerados por las autoridades políticas del Cuzco, contra el honor, la propiedad i la vida de la inteligente i distinguida escritora Clorinda Matto de Turner i su respetable familia. Vengo finalmente a pedir que se oficie por la H. Cámara al Señor Ministro de Gobierno, para que informe a la mayor brevedad posible sobre las medidas que ha tomado para castigar a los culpables de aquellos actos, en desagravio de la ley escarnecida y del orden público turbado".

Ricardo Rossel fue un hombre con una intelectualidad natural hacia el comercio y la industria, emprendedor, siempre explorando nuevos campos y empresas, pero de un temperamento esencialmente poético, lo que lo obligaba en sus pocos momentos libres y robándole horas al sueño a crear obras y composiciones de diferente índole: discursos literarios, traducciones, informes, artículos para la prensa, novelas, cuentos, y poesía. Tal vez por esta razón, no se le puede exigir una extensa colección de obras, pero cabe mencionar, que en todo lo que hizo o escribió, le puso toda su dedicación y esfuerzo intelectual y humano.

Fue fundador y uno de los miembros más entusiastas del Club Literario de Lima, siendo elegido Presidente de la Sección de Literatura de 1875 a 1881, luego nombrado nuevamente en 1885 con el mismo cargo hasta 1886, año en que el Club Literario se convirtió en el Ateneo de Lima, siendo su Vicepresidente por varios años, y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua desde 1886.

Hizo un excelente estudio de las obras de don Manuel Bretón de los Herreros, que le valió merecidos elogios de la prensa de América y de España.

En 1877 ganó una medalla de oro, con su leyenda "Catalina Túpac Roca", ocupando el primer lugar en el Certamen Internacional Literario realizado en Chile. Por este motivo el gobierno del Perú le otorgó una segunda medalla de oro y otra el Club Literario.

Entre sus obras en prosa que merecen especial mención, por su fondo y su forma, están sus leyendas "La Huérfana de Ate", y "La Roca de la Viuda" así como "El Salto del Fraile" que dedicó a Ricardo Palma y el académico discurso que inauguró los trabajos de La Sección de Literatura y Bellas Artes del Ateneo de Lima en enero de 1886.

Su dominio del francés, el cual aprendió con su padre, lo llevó a realizar traducciones literarias al castellano de poemas franceses que gozaron de gran aprecio en su época, como los de Alphonse de Lamartine, Alfredo de Musset, y Víctor Hugo, y que fueron publicadas en diferentes medios de comunicación.

Fue testigo de la guerra con Chile, sirviendo con generosidad y patriotismo a su país. Organizó una colecta pública en El Callao para la construcción de un blindado, aportando una buena cantidad de dinero, y siendo miembro del Batallón de Reserva del Ejército, le tocó defender el Reducto # 2 de Miraflores. Más grave fue su tristeza e indignación al saber de la incautación de los libros que él tanto apreció, cuando las tropas chilenas ocuparon y saquearon la Biblioteca de Lima. Según el reporte de Ricardo Palma, de un total de 35 a 50 000 volúmenes, solo quedaron un poco más de 700 libros. Sobreponiéndose al dolor, y no quedando otra alternativa, había que volver a restablecer la biblioteca, y junto con Ricardo Palma y otros amigos de la época, se dedicó a recolectar libros de todas partes, la tarea más triste y a la vez la más digna que un amante a la lectura, escritura, y literatura pudiera imaginarse alguna vez tener.

Uno de los más grandiosos acontecimientos en la historia de la literatura castellana tuvo lugar en 1892, al cumplirse el cuarto centenario de la llegada de los españoles a América: El Congreso Literario Hispano Americano que reunió por primera vez en Madrid a los más grandes literatos de nuestra América y de España. Ricardo Palma y Ricardo Rossel formaron parte de este trascendental evento representando al Perú brillantemente.

Ricardo Rossel fue un hombre de muchos talentos, su poesía y calidad literaria fueron herramientas innatas de su personalidad y carácter, que cultivo a través de su estudio y dedicación. Su brillante oratoria lo llevó a pronunciar discursos en numerosas ocasiones, que fueron expresión de la más alta calidad de nuestro idioma, considerados discursos académicos que fueron reproducidos en diferentes diarios y revistas por todo el país.

En su bohemia vida, y como buen chalaco que fue, las tertulias se hicieron más amenas al son de su guitarra y su canto. Es sabido que desde niño, en su hogar todos tocaban algún instrumento musical o cantaban, arte inculcado tal vez por su madre especialmente, quien apreció el canto y la música desde muy joven.

Fueron tal vez Ricardo Rossel y los poetas de aquella época, que al poner música a su poesía dieron creación a nuestra bella música criolla, que evolucionó con el tiempo y que hoy convertidos en nuestros valses y polkas, todavía disfrutamos en nuestros días.

Duerme en paz, mi queridísimo hermano en la labor literaria. Fuiste siempre bueno, leal y honrado, y como de los tuyos te regocijabas con el éxito que alcanzaran las producciones de tus compañeros. Nunca la envidia germinó en tu espíritu. Tu corazón, Ricardo, solo sabía amar. No te dice ¡adiós! sino ¡hasta un día de estos!, tu viejo amigo.
Ricardo Palma. Publicado en el diario El Comercio. Lima, Perú.

Obras

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